Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 10 Capítulo 1

From Baka-Tsuki
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Capitulo 1: El Ostland

“Eh...”

Louise soltó un profundo suspiro. Se encontraba en la cubierta del Ostland. Frente a sus ojos, dirigidos por Guiche y Malicorne, Los estudiantes de la Académia de Magia estaban creando una conmoción.

Colbert se encontraba en el centro del círculo. Previamente, habian escuchado como él había sido asesinado por un grupo de mercenarios provenientes de Albion; pero en realidad él se encontraba vivo, y aparentemente, Kirche lo había traido devuelta secretamente desde Germania.

Era un misterio porque Kirche había hecho eso. Louise inclinó su cabeza.

“Oh, Louise. ¿Cómo esta este bote que mi Jean fabricó?”

Su mano rodeo a Louise mientras le sonreía dulcemente.

Louise observó las alas del Ostland las cuales sobresalían desde la cubierta. Eran enormes alas, tres veces más largas que las de los botes comunes. Usualmente, las alas que se encontraban en los barcos eran madera, como soporte, con una vela . Pero este bote era diferente. Para ganar velocidad, en vez de madera, mástiles de hierro eran usados. Alcazando los 100 metros de altura, eran firmes y no se podrían haber fabricado en Tristania.

En el medio de las alas, ¡Habia una sala de maquinas con un propulsor! Parecia la “ingeniería a vapor” de la que Colbert tanto se enorgullecía. Aparentemente, era algo que Colbert y la familia Zerbst creó usando la “Feliz Pequeña Serpiente” algún tiempo atrás como modelo. Desde el exterior, parecían dos largas y grandes cajas con masivas chimeneas. Con la energía del vapor que es generado por la combustión de carbón y agua hirviendo, y estos grandes propulsores lo revolvían- Ese era su mecanismo.

Estas dos cosas eran producto de los mecánicos de Germania, quienes eran ademas excelentes metalúrgicos.

“Que gran barco.”

Louise expresó sus pensamientos abiertamente, y...

“Fabricar metal que pudiera ser usado para en tan largos y fuertes mástiles ¡en Tristania hubiera sido imposible! Louise, ¿Entiendes? Por el bien de convertir el diseño de mi Jean en realidad, ¡la tecnología de fuego de Germania es indispensable! ¡Fue como un encuentro destinado entre el fuego Zerbst y la Serpiente de Flamas! ¡En otras palabras, el fruto del amor!”

Desvergonzada, Kirche peinó su cabello hacia atrás. Asqueada hacia Kirche quien había ahora seducido a un maestro, llamandolo “Mi Jean," Louise dijo,

“¿Así que es un maestro esta vez? ¿Tu realmente eres alguien que se enamora irracionalmente, huh?”

“Es mi personalidad el ser atraída a grandes caballeros. Solo tengo fé en ello.”

“¿Entonces por qué hiciste cosas como mentir sobre él estando muerto y llevarlo lejos?”

Preguntó Louise. Ante sus palabras, Kirche mostró una apariencia un tanto solitaria. Aún asi, sonrió inmediatamente.

“Hubo muchas razones adultas. Razones complicadas.”

Mientras sacudía su mano, corrió hacia Colbert.

Colbert se encontraba explicando el Ostland a los estudiantes.

“Con el dinamismo adquirido con estas enormes alas, la consumición de rocas de viento es minimizada, y este barco deberia ser capaz de viajar largas distancias... uwa!”

Repentinamente abrazado por Kirche, Colbert dejó escapar un grito. Risas se escucharon entre la multitud. Saito se encontraba entre los estudiantes. Él se encontraba riendo un tanto inocentemente.

Se qu estas feliz de que él todavia este vivo pero... Louise hizo puchero.

Explica apropiadamente tu beso con la princesa.

Aunque cuando fui besada durante la caida pensé, "Bueno, esta bien...", el beso entre Saito y Henrietta era aún una relación insólita. Louise no paso desapercibido la caliente atmósfera entre ellos dos. Aunque le pregunté a Henrietta, aún no se si esos sentimientos son reales o no... Louise declaró. ¡Oh no! Porque él detuvo la armada de setenta mil hombres y ahora es el héroe de Tristania, parece que Henrietta le ha puesto los ojos encima también.

¿Cómo reaccionaria Saito antes los sentimientos de la Reina? ¿Es Henrietta mejor después de todo?

Louise recordó su bso. Henrietta y Saito parecían personajes de una novela, teniendo una apariencia ardiente. ¡Que vista! Pareciera como si hubieran afrontado el destino que llegó hasta ellos sin previo aviso.

Has dicho que te gusto tanto tantas veces, y aún asi ¡Qué es esto~! Completamente agitada, Pong! Louise pateó el lado del bote llena de ira.

“¿Estas de mal humor, eh?”

Louise miró alrededor y vió a Siesta sujetando una bandeja.

“¿Por qué estas aqui?”

Dijo Louise con una voz parecida a un gruñido. Ahora, Siesta era la sirvienta exclusivamente de Saito. En ese momento, se suponia que ella estaría limpiando la habitación.

“Porque los estudiantes que se habian reunido dijeron que querían su almuerzo en el bote. Los trabajores que llevaban la comida no eran suficientes, así que me llamaron tambien. Como sea, este es un asombroso bote, ¿verdad? Esta es la primera vez que veo un bote con alas tan largas.”

Siesta no sabia acerca del ataque de Myoznitnirn la otra noche. Y parecia no reconocer aquel gran barco, el Ostland, ni que habia sido hecho por Colbert quien estaba viviendo en Germania por alguna razon, ni nada al respecto. Con una expresion inocente, su vista observó relajadamente desde la cubierta a los mástiles y las alas.

La comida que se encontraba sobre la bandeja consistía en pan rebanado, jamón y vegetales - una comida ligera. Louise tomó uno de ellos y se llenó su boca tranquilamente.

Siesta murmuró a los oidos de Louise,

“¿Fue la Señorita Valliere encontrada por Saito-san durante la Esfera?”

Ugh! el pan que esta comiendo quedó atorado en su gragante. Ante esa reacción, Siesta estrecho sus ojos y murmuró,

“¿Asi queeeee cual es problemaaaa? Oh, oh, oh dios. Juzgando por esa expresion, ¿parece que no lo hizó, eh? En ese caso, gané la apuesta. Si yo gané, eso significa...”

La cara de Siesta brillaba alegremente.

“Asi que ¿Me prestara a Saito por un dia, verdad? Por eso, Señorita Valliere, por favor diga que tiene cosas que hacer y abandone la habitacion. ¡Todo esta bien! No hare nada extrañ como la Señorita Valliere piensa. Solo practicaré una obra, eso es todo. Una novela con el título 'La Tarde de una Sirvienta,' solo practicare una escena. Asi que...”

Como fuese, Louise no respondió. Mientras temblaba, observaba fijamente un punto.

“¿Esta escuchando? Señorita...”

Siesta reconoció el objetivo de la mirada de Louise, y sus ojos se sobresaltaron.

“¿¡No es esa su Majestad, la Reina!?”

Tal y como dijo, acompañada de algunos guardias, Henrietta se dirigía hacia los estudiantes. Conforme debian viginlar la Esfera de Slipnir, ella debia quedarse en la academia. Saludos podian escucharse entre los alumnos que se habian reunido en la cubierta. Viendo a Henrietta que habia aparecido subitamente, Colbert dió una profunda reverencia.

“Un magnífico bote, ¿Verdad? Señor.”

“Gracias.”

Observando la conversación entre Colbert y Henrietta, Siesta soltó un suspiro. La belleza de la Reina que era conocida como “La Flor de Tristania” se destacaría incluso entre otras mujeres nobles. La atmósfera noble llegó incluso a Siesta, una plebeya, haciendola sentir presionada.

De cualquier manera... aunque poseía tal posición, Henrietta todavía brindaba un aire de amabilidad. Usualmente, las mujeres nobles siempre se mostrarían distantes y por encima de los demás. Aún asi, Henrietta que se encontraba en la cima, no hizo sentir a nadie de esa forma. ¿Era porque nadie podia rivalizarle?

“Esta es la primera vez que veó a su majestad, La Reina, desde tan cerca. Si mi familia en la aldea escuchase esto, definitivamente estarían envidiosos de mi...”

Aún asi, Louise no respondió. Atónita, su mirada estaba jiada en Henrietta. ¿Qué le ocurre a la Señorita Valliere? Siesta inclinó su cabeza. Eventualmente, su rostro se iluminó. La persona que a ella le gustaba estaba abriendose paso entre la multitud.

“Saito-san...”

Seguro, era Saito, vistiendo el manto de Ondine. Aunque se veia a Guiche a su lado, Siesta estaba enfocada en Saito.

Guiche dió un paso en frente de Henrietta y dió una elegante reverencia. Saito, que se encontraba un medio paso detrás, hizo la mismo con na reverencia un tanto indecorosa para un caballero. Esa torpeza que era común entre los plebeyos hizo que el corazon de Siesta latiera más fuerte.

“Su majestad, su carruaje esta listo.”

Exclamó Guiche, con una respetuosa reverencia. Debido al placer de servir directamente a la persona que admiraba, mostró un aire de orgullo nunca antes visto. Daba un rígido contraste con la apariencia de Saite, que se veía avergonzado por alguna razón.

“Gracias por tomarse las molestias.”

Dijo eso, y como si estuviera recompensando su trabajo, extendió su mano derecha. Ante tal acción, Guiche se congeló.

“¿Guiche-san?”

“Oi...”

Saito lo empujó ligeramente. En consecuencia, Guiche cayó a un costado. Sorprendida, Henrietta dió un paso atrás.

“¿Q-Qué pasó?”

“Se desmayó.”

Dijo Saito melancólicamente, y los demás estudiantes que se habían reunido estallaron en risas.

Parecía que Guiche se había emocionado demasiado y perdido la conciencia.

“Bueno entonces, expresare mi gratitud al Comandante Asistente solamente.”

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Henrietta dijo en un tono algo inquieta. A su alrededor, la tensión se expandió rapidamente. Aunque Saito era un chevalier, él todavía provenía de un origen plebeyo (la verdad era que venía de otro mundo). Previamente, a pesar que se le había permitido a besar la mano de Su Majestad en Tristania, para él hacerlo ante los ojos de todos, era algo que él no podía imaginar, y esto hizó que se sintiera mareado.

Saito involuntariamente observó el rostro de Henrietta, ruborizandose, inclinó su cabeza lentamente. Los estudiantes nobles a su alrededor pensaron, ¿No estas un poco nervioso de besar la mano de la Reina?, pero ese sentimiento se vió reflejado en el rostro de Siesta también. Entrecerrando sus ojos, observó los rostros de la reina y Saito alternativamente.

“......¿Eh?”

Desde la boca de Siesta, un sonido de sorpresa escapo. Como se esperaría de una joven enamorada, Siesta no omitió los fuertes sentimientos reflejados en los ojos de Henrietta, incluso aunque hubiera sido solo por un segundo.

“¿C-Cómo puede esto ser posible? No me digas que...”

Imposible, mientras pensaba eso, se dió vuelta hacia Louise. Algo grave estaba pasando alli también. Apretando sus puños con fuerza, con su rostro mirando al piso, de manera rígida, se encontraba murmurando algo repitadamente.

“¿Señorita? ¿Señorita?”

Siesta sacudió fuertemente a Louise. Desde los labios de Louise que estaba murmurando, palabras parecidas a maldiciones podian escucharse.

“Aunque eres un perro, que pienses en ello, es imposibe, así que no hay nada más espantoso que esto o Princesa-sama... Princesa-sama no hay nada más deplorable que esto, esto no... estas serio... cierto... estas bromeando... cierto... no sabes lo que este sentimiento significa... un imperdonable perro, realmente imperdonable aún asi ¿tu y la Reina? Que gracioso...”

“¡Señorita! ¡Señorita!”

Pálida, Siesta sacudió a Louise más fuerte.

“¿¡Qué!?”

“...¡Eso! ¿¡Eso, qué significa!?”

Mientras murmuraba ligeramente, Siesta apuntó a la reina y a Saito.

“Ya sea que significa este tipo o aquel tipo de cosas, lo que vez es verdad.”

Siesta se dejó caer al piso torpemente.

“No lo puedo creer.”

“Incluso yo no lo creo.”

Parecía que Henrietta habia visto a Louise. Mostrando una sonrisa desprovista de toda mala volunta, se acercó hacia ella.

Destras suyo, con una expresión como si hubiera hecho algo mal, Saito fue también. Guiche, quien había vuelto en si, los siguió igualmente. Louise dió la espalda bruscamente a Saito, y saludó a Henrietta de manera indiferente.

“Volveré al palacio despues de esto... Antes de hacerlo, me gustaria tener un almuerzo contigo. ¿Está bien?”

“Este o no bien, no tengo objeciones. Solo haga lo que Su Majestad desee.”

Henrietta rió dulcemente, después de lo cual se dió vuelta hacia Saito.

“¿Te gustaría venir también?”

“Eso, eso es... ¡Encantado! ¡Si!” Guiche respondió, mantenienose rígido. Si Montmorency hubiera estado presente en ese momento, no habría dudado en castigarlo con sus poderes mágicos.

Saito, como fuese, sacudió su cabeza disculpandose.

“Lo siento... Temó que tengo cosas que hacer por el momento.”

Desde los estudiantes que lo estaban observando atentamente, voces asombradas se podían escuchar. Generalmente, era inimaginable el que alguien rechazara una invitación de la Reina. Especialmente un almuerzo con ella, un privilegio que no se podia adquirir ni aunque los nobles lo desearan.

Henrietta mostró una mirada solitaria por un momento, pero cambió rapidamente con una sonrisa.

“Esta bien. Después de convertirte en caballero estaras ocupado con varias cosas.”

La reina y aquellos que estaban invitados al almuerzo, descendieron del Ostland sucesivamente. Guiche, Louise, Henrietta... Sintiendo que la ayuda de una mesera era necesaria, Siesta los siguió detrás de Louis también.

Después de eso, Saito, quien habia quedado detrás, levantó la mirada hacia Kirche y Colbert.

Las personas que se encontraban rodeandolos hace un momento no podían ir al almuerzo, pero aún asi los siguieron a la fiesta de la Reina. Gracias a ellos, Colbert fue liberado con dificultades.

“¿Qué pasó Saito? ¿Por qué has rechazado la invitación de la Reina? ¿No eres demasiado orgulloso?”

“Tengo algo que me gustaría preguntar.”

“Si, si. Yo tengo algo que me gustaría preguntar también. ¿Quién fue él que los ataco la otra noche? ¿Quién era?”

“No lo sé tampoco.”

“¿Cómo es eso? Después de aquello, ¿qué le pasó a Tabitha? Ella estuvo con ustedes la otra noche, pero hoy no he visto su figura en todo eldía...”

"La persona de la que quiero preguntarle es Tabitha.”



Saito le contó a Kirche lo que paso la otra noche.

Louise fue atacada por una misteriosa mujer que se hacia llamar “Myoznitnirn,” y fue secuestrada poco despues. Él habia tratado de rescatarla, y por alguna razón, Tabitha habia empezado a atacarlo.

“¿De verdad?”

Los ojos de Kirche sobresalían.

“Si. Pero no pude lastimarla. Para cuando quise darme cuenta, habia movido la punta de mi espada a un lado. Aunque recibi un golpe en mi estomago, ella no podía apuntar a mis puntos vitales. Asi que no fue una herida fatal.”

Saito se sacó la remera y les mostró las heridas que Tabitha le habia inflingido la otra noche. Gracias a los usuarios de Agua de la Tropa de Caballeros, la herida se habia cerrado... Pero aún habia rastros dejados por los encantamientos "Jabalina".

“No se porque cambió de parecer... Pero de repente empezó a atacar a ese aliado suyo. Entonces montamos a Sylphid y perseguimos al enemigo que habia raptado a Louise, luego el maestro nos salvo.”

Kirche parecia estar reflexionando... Movió su cabeza rapidamente. Después de eso, empezó a correr.

“Kirche, ¿a dónde vas?”

Saito y Colbert intercambiaron miradas y la siguieron corriendo.

El destino de Kirche era el cuarto de Tabitha, en los dormitorios de la torre.

De cualquier forma, aquello era una cáscara vacía. La figura de Tabitha no se podía ver en ningun lado. Kirche cruzó los brazos y empezó a meditar sobre ello. Después, le preguntó a Saito con una mirada seria,

“Esa niña, ¿cuándo volvió a la academia?”

“Umm... Hace diez díaz creo.”

Kirche frunció el ceño.

“Maldición... Si sera esa niña, no dijo nada sobre ello. Muy sospechoso ¿verdad?”

“¿Qué quieres decir?”

“Esa niña fue a Germania junto conmigo, pero... después de confirmar que Jean estaba bien, dijo “Volveré,” y en realidad volvió.”

“¡Hey, hey! ¡Pero ella volvió por solo diez días!”

“¡Es por eso! Durante ese periodo, ella debió haber recibido alguna otra 'misión' denuevo. Maldita sea...”

“¿¡Qué quieres decir con 'misión'!? ¿No es ella una persona tranquila? Ah si, ella también dijo...'Te dire los motivos después de esta pelea' ¡Hey, Kirche! ¡Cuentame!”

Nnnnn~ Kirche se llevó la mano a la frente.

“Bueno... Era inevitable que no lograramos esconder este hecho por mucho tiempo. ¿Sabes que ellas es Galia?”

Saito asintió. Lo habia escuchado directamente de Tabitha cuando la invitaron a formar parte de las Tropas de Caballeros.

“Ella no es una simple noble. La niña forma parte de la realeza.”

“¿¡Hah!? ¿Realeza?”

“Exacto.”

Kirche le explicó. Toda la historia de Tabitha estudiando en la Academia de Magia de Tristania...

El hermano menor del actual rey, el Duque de Orleans, quien era el padre de Tabitha, fue asesinado por su gente. Para protegerla, la madre de Tabitha tomó un veneno, y enfermó mentalmente.

Luego, Tabitha fue enviada a Trsitania para estudiar, como si se deshicieran de ella...

“Pero... ¿Qué es lo que la gente de Galia no permite...?”

Kirche se mordió los labios. En su típico intimidante look, como si ella perteneciese a ese linaje, una gran ira se podía ver en su rostro.

“Mientras la trataban tan mal, incidente problemáticos aparecieron, forzando a esa niña.”

“...¿Incidentes problematicos?”

“¿Recuerdas el incidente de Ragnorian?”

Saito recordó el hecho en el hermoso lago Ragnorian. Tristes memorias volvian a su mente. La muerte de Wales... los llantos de Henrietta. Y, la promesa con el Espíritu del Agua...

Habia olvidado lo del anillo... Después de murmurar eso, Saito corrió la cara.

“Si, lo recuerdo. La pelea con ustedes.”

“Esa también era una orden de la familia real de Galia.”

“Entonces, el ataque de ayer...”

“De seguro fue otra orden de la realeza de Galia tambien.”

Enojo se mostró en la cara de Saito.

“¡¡Imperdonable!!”

" Antes de eso, no nos deberíamos preocuparnos primero de la señorita Tabitha."


Colbert, que había estado escuchando sus palabras silenciosamente hasta entonces, frunció el ceño y habló.

"Ella no está en su habitación, podría significar que fue secuestrada... ?" igualmente preocupado, saito dijo.

Pero kirche movió la cabeza.

"Esa chica no es tan estúpida para ser capturada. Seguro que se ha ocultado ella misma, creo para no molestar a nadie. Esa chica es así." " Pero aun así..." "Con el tiempo nos pondremos en contacto con ella, creo. Lo mejor es que nosotros no nos movamos"