Chrome Shelled Regios (Español):Volumen2 Capítulo 1

From Baka-Tsuki
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Capítulo 1: Confusión[edit]

¿Cómo has estado?

Mi vida escolar es ajetreada, aunque no tanto como la tuya. Después de tu primera carta unas cuantas más me llegaron de golpe. No se cuanto tardará en llegarte esta carta, pero espero que sea mas rápida que las tuyas.

Estoy contenta de que no hayas abandonado las Artes Militares, al final has tomado la decisión correcta después de pasar por un montón de problemas. Me avergonzaría si el cambio de idea es por mi anterior carta, pero seguiría feliz. He hecho una nueva amiga. Es agotador estar al lado de una persona tan interesante, creo que esto es lo que llaman los pros y los contras.

El orfanato sigue lleno de vida. Padre ha dejado el dojo, pero no para entrenar a los huérfanos si no para dar clase en un dojo real. Gestionar un dojo en Grendan da mucho trabajo, pero la gente de alrededor se ha apuntado así que estamos ganando dinero. No conseguimos tanto como cuando estabas aquí pero creo que podremos salir adelante.

Así que, ¿Cómo lo estas haciendo por allá? ¿Te has enfermado? ¿Estas comiendo bien? Estoy preocupada, tú nunca le das importancia a esas cosas.

Parece que has hecho muchos amigos. Me alegra saber que no estas solo pero… ¿Cómo es eso de que son todos mujeres?

Eso si que me importa, ¿Es posible que seas un pervertido?

Creo que debería haber protestado más antes de tu partida a Zuellni.

Tómatelo como una broma por favor.

Por donde iba… ah, si, ¡Estoy contenta de que no hayas abandonado las Artes Militares! Pero no quiero que vuelvas a ser el Layfon de Grendan. Envidio al Layfon que cuando entrena pone toda su atención en las Artes Militares, te ves genial así, pero no me gustaba el Layfon que se convirtió en Portador de Espada Celestial ¿Entiendes la diferencia?

Cuando llegó la primera carta, planteaste un tema interesante. Quizá te sorprendas, pero aun no voy a hablar sobre eso. Será genial si cuando lo haga puedo sorprenderte aunque sea un poquito.

Te escribiré de nuevo.

Para mi querido Layfon Wolfstein Alseif

Leerin Marfes

…unos dedos delicados doblaron la carta en varios pliegues. Rezando porque nadie la descubriera echó la carta al buzón correspondiente.



Prohibida la vida en la tierra contaminada, los humanos vivían en ciudades móviles.

Como si flotaran sobre la tierra, las ciudades se movían siguiendo su propia conciencia y mantenían el contacto a través de la ciudad central de la red de tráfico, Joeldem.

La red no era confiable, pero era una manera de estar conectados.

Ciudad Académica.

De acuerdo a los rangos de las Regios las ciudades tenían diferentes funciones. Este tipo de ciudad, especializada en la educación, se movía siguiendo esta red inestable reuniendo jóvenes y permitiéndoles adquirir conocimiento.

Allí, donde ningún adulto podía entrar, los jóvenes son estudiantes y también profesores.

Eso era una Ciudad Académica, y Zuellni era una de ellas.


La luz del sol atravesó el aula llena de estudiantes con el bullicio propio de los momentos previos al comienzo de las clases. Los alumnos que entraban dejaban sus bolsas detrás de sus asientos y se unían a las diferentes conversaciones o se preparaban para la clase. Algunos pedían apuntes para copiar, otros inmersos en su propio mundo.

A punto de dormirse, Layfon se recostó sobre la mesa.

“¡Buenos Días!”

“¡Ha!”

Alguien le golpeó la espalda.

“¿Qué pasa? Pareces cansado”

“¡Uh! Bue-Buenos días” tosió Layfon

“Mii-chan, te has pasado de la raya”

“Si, tal vez Layfon aun no se ha recuperado del encuentro” dijo Naruki.

“Oh, ¿No fue hace dos días?”

Mifi infló sus mejillas “Como si Layfon se agotara solo por eso ¿verdad?”

“Si…uh, el encuentro no fue agotador, estoy bien”

“…pero pareces tener sueño”

“No, en serio, estoy bien”

Mirando los preocupados ojos de Meishen asintió de manera despreocupada. Sus ojos siempre parecían a punto de llorar y no sabía que hacer con ello.

“Aus así, pareces cansado ¿Qué es? ¿Tuviste que trabajar ayer también?” Naruki lo miró de arriba abajo. Layfon se sentía como si estuviese siendo interrogado.

“Estoy bien”

“Ya veo… trabajar varios días seguidos puede ser agotador”

“… limpiar la sala de máquinas es un trabajo duro”

“Si de verdad quieres prepararte para los encuentros entre escuadrones creo que lo mejor sería que dejaras ese trabajo”

Las tres chicas se conocían desde antes de llegar a Zuellni. Layfon las conoció cuando detuvo el incidente en la ceremonia de apertura, razón por la que lo transfirieron al departamento de Artes Militares.

Pero ellas no tenían nada que ver con su traslado. El Presidente Estudiantil, Karian Loss, sabía desde el principio quien era Layfon.

Un Portador de Espada Celestial en Grendan.

“No… ya me estoy acostumbrando a limpiar” dijo sonriéndole a Meishen.

Se había acostumbrado a trabajar limpiando la sala de máquinas, el corazón de la Regios. El constante trabajo corporal le resultaba más relajante que utilizar el cerebro.

“¿Entonces qué es?” preguntó Mifi

“Ahahahah…Um, nada…” dio una respuesta vaga.

“… ¿Estás escondiendo algo?”

“No, ¡Para nada!”

“¡No, tienes un secreto! ¡No creas que vas a escaparte! Date prisa y cuéntanoslo”

Sus ojos interrogantes se acercaron, nadie podía detener a Mifi cuando comenzaba a recoger y registrar información, era su pasión.

“Dime, dime, dime…”

“Ah…” una sonrisa preocupada apareció en la cara de Layfon.

Naruki agarró a Mifi y la arrastró lejos

“¿No teníamos que decirle algo? La clase esta apunto de empezar”

“¡Huh!”

“Ah, esta bien, como Mei siempre es tranquila nos hemos olvidado de eso”

“… ¿Es mi culpa?” dijo Meishen enfurruñada

“No, Mifi siempre hace un escándalo de todo. ¡Rápido Meishen!”

“…Ah”

Naruki la azuzó. Meishen avanzó, encarando a Layfon, con el rostro rojo brillante.

“…Um…”

“¿Sí?” Layfon se incorporó.

“…Almuerzo… he hecho un bento. ¿Quieres que comamos juntos?”

“¿Huh?”

“Siempre salimos para almorzar así que Meishen decidió hacer un bento” dijo Naruki.

Meishen asintió con la cara tan roja que parecía a punto de echar humo.

Era verdad, desde el primer día había comprado el almuerzo. Sabía cocinar ya que antes ayudaba en el orfanato pero por el turno de noche en el trabajo dormía todo lo que podía por la mañana.

“Ah… ¿Esta eso bien?”

“…Hmm”

“A Mei-chan le encanta cocinar, así que se agradecido y acepta” Preguntándose si Meishen se había convertido en un robot porque no dejaba de asentir con la cabeza

Layfon sonrió contento.

“Entonces, gracias”

Meishen dejó de asentir.



“¡Estoy celoso!” dijo Harley después de haber escuchado hablar a Layfon sobre la invitación para almorzar de Meishen. Estaba mirando la pantalla.

“Gracias por el cumplido” asintió Layfon mientras sostenía un Dite verde con un cable en un extremo que lo conectaba con una máquina.

“No, eso no es lo que quería decir”

“¿Um…?”

“Uh, quiero decir… ¡Yo también quiero una novia!”

Layfon llegó al lugar de entrenamiento y fue abordado por Harley para hacer unas comprobaciones. El intenso sonido de los entrenamientos en las estancias contiguas resonaba en las paredes. Solo Layfon y Harley estaban en la habitación.

“¡Te equivocas! ¡No es mi novia! Solo le gusta cocinar”

Harley suspiró y sacudió la cabeza.

“Oh, vale, ¿Qué es esto?” Layfon había estado enviando su Kei a través de la espada.

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Existían dos tipos de Kei, uno de tipo destructivo que fluía hacia el exterior y otro de tipo interno que fortalecía las capacidades físicas. Esas eran las habilidades que utilizaban los artistas militares.

“Hay algo que quería comprobar”

“Um…” Layfon continuo extendiendo su Kei hacia la espada, si saber realmente para que lo estaba haciendo.

El Kei le hizo sentir como si le hubiese crecido otra extremidad. Podía sentir el calor a través de la hoja, incluso como la acariciaba el viento.

Harley suspiró con admiración. “¿Tu concentración de Kei es increíble! ¿No sería mejor utilizar Dite blanco? Incrementaría el índice de conductividad”

“¿En serio?”

En realidad Layfon no estaba satisfecho. No era tan buena como la Espada Celestial que blandió en Grendan.

(La Espada Celestial también estaba hecha de Dite Blanco)

Pero era inútil compararlas. Al final, las espadas estaban hechas para combatir a los monstruos contaminantes.

“Pero fui capaz de usar el anterior arma por mi gran cantidad de Kei”

No mucho antes los monstruos contaminantes habían atacado Zuellni. Varias patas de la ciudad habían quedado atrapadas en un nido de esas bestias pero con la ayuda de Layfon consiguieron salir del aprieto.

Harley hizo un nuevo ajuste al Dite a petición de Layfon.

Un arma que podía dividirse en un sinnúmero de cables.

Layfon los usó para destruir a las larvas, incluso salió fuera de la ciudad para eliminar a la madre.

“Pero ellos se llevaron ese arma. Oh, esto esta bien”

El Presidente Estudiantil y Vance la habían confiscado. Era demasiada ventaja para Layfon tenerla en el encuentro entre escuadrones.

El Dite que sostenía en la mano era uno nuevo.

“De todas maneras no pensaba usarlo en un encuentro entre pelotones”

Cortó el flujo de Kei y bajó la espada. El calor residual por el Kei permanecía en su cuerpo haciéndole sudar.

“¿De verdad? Si lo usaras sería fácil ganar”

“Cierto, pero ¿No es inútil ganar con ese método?”

“¿En serio?”

“Si, además, la capitana nunca lo aprobaría”

“Tienes razón” Una sonrisa amarga apareció en el rostro de Harley.

“Nunca estaría contenta por ganar gracias a la fuerza de otro”

“Si” Layfon asintió con la cabeza y restauró su espada.

Después de liberar tanto Kei quería ejercitar un poco sus músculos. En un golpe normal de arriba abajo liberó el Kei que quedaba en la espada que desapareció a la vez que el halo verde.

Confirmo su estado físico con movimientos de espada mientras se ajustaba a los diferentes ejercicios.

Blandiendo la espada lentamente una y otra vez, centrando su atención en un solo punto. Ya no distinguía el calor del Kei que emitía la espada. La sensación del movimiento de los músculos fue desapareciendo, haciéndole sentir que blandía la espada como un robot.

Concentrándose todavía mas, incluso esa sensación robótica se fue de su mente. Estaba vacío, mientras todo lo demás lleno de color.

Layfon se volvió de ese color.

La punta de su espada rasgaba el aire intangible. Repitiendo el movimiento una y otra vez. Sin importar cuanto aire movía más aire llegaba para cubrir el vacío. Lo repitió una y otra vez hasta que el flujo del aire fue incapaz de recuperarse.

Un aplauso poco entusiasta sonó.

“Haha, ¡Magnífico!”

Sharnid había estado observando desde la puerta.

“Parece que ha sido cortado en tantas partes que terminó por morir”

“No es así de increíble…”

“¡Pero si lo es! La presión del aire era más fuerte cada vez que blandías la espada has la última vez en la que la presión desapareció… ha sido asombroso” dijo Harley emocionado.

Layfon se rascó la cabeza avergonzado por el entusiasmo de Harley.

Sharnid cortó su entusiasmo. “¿Has acabado lo que te pedí?”

“Oh, si, si, ya esta hecho”

Abrió una caja detrás de él y saco dos Dites.

Eran como el carbón. Con mangos curvos suaves y pulidos. En la curva del mango tenían unos aros de metal que ocultaban un gancho.

“¿Son pistolas?”

El trabajo de Sharnid consistía en apoyar al equipo con armas de largo alcance.

“No voy a centrarme en ser francotirador con tan pocos miembros en el equipo. Piensa en ello como un extra” Dijo Sharnid mientras utilizaba su Kei para restaurar los Dites.

“¡Qué apariencia tan ruda!”

El cuerpo de la pistola se veía pesado. A pesar de no tener ninguna cuchilla parecía muy aerodinámica. Estaba diseñada con algunos sitios para bloquear pero aun así era un arma de tipo ofensivo.

Y Layfon podía decir que la textura no era la de un Dite ligero, si no de duro Dite negro.

El mismo material que las armas de Nina.

“He usado Dite negro como pediste, aunque su rango de disparo no es tan grande por su mala conductividad”

“No importa, no voy a disparar a mucho rango con ellas. Si puedo golpear a alguien dentro de diez Mei estará bien.”

Puso los dedos en los gatillos, practicando con sus nuevos Dites.

“¿Son pistolas para el combate cuerpo a cuerpo?”

Para ponerlo de forma simple, era un arte marcial que utilizaba pistolas. Las pistolas tienen ventaja en combate a distancia, pero comparadas con espadas o dagas son muy lentas en combate cercano.

Por eso se inventó un nuevo tipo de pistolas para superar esta debilidad, las pistolas para el combate cuerpo a cuerpo.

“Eh…Sharnid-senpai, ¿Sabes como utilizarlos?”

“Bueno… la gente que las usa o son unos estúpidos que tratan de parecer geniales o unos combatientes magníficos… yo soy de los primeros” dijo con una sonrisa pícara.

Sin saber si estaba diciendo la verdad Layfon miró a Harley, que se encogió de hombros.

“Llego tarde…” dijo la voz clara y suave de Felli.

Parecía una exquisita obra de cristal, dando la sensación de que todo a su alrededor se congelaba, pero Layfon y los chicos ya estaban acostumbrados a esa sensación.

“Hoy Felli-chan también se ve preciosa” comentó Sharnid.

“Gracias…” dio un vistazo a las pistolas en las manos de Sharnid y fue a sentarse en un banco, una vez perdido el interés.

Harley comprobó el Dite de Felli y dijo “Nina es la única que no esta aquí”

“¡Eso significa que es la última!”

“Eso parece”

Nina era la más determinada a fortalecer el escuadrón 17. Siempre llegaba la primera pero hoy aún no había aparecido.

“Creo recordar que dijo que tenía algo que hacer…”

“No creo que llegue pronto” bostezó Sharnid.

Y justo después de decirlo un ambiente perezoso inundó la habitación.

Sin saber que decir Layfon contempló su espada.

(Muchas cosas han pasado después del encuentro)

Revelar su verdadera fuerza en el primer encuentro fue un shock para Nina. Esta vez mantuvo su nivel al mismo que el del resto de miembros del escuadrón y luchó en serio.

Pero al final, perdieron.

No lo intentó al máximo. No tenía seguir escondiendo su fuerza, y estaba de acuerdo con Nina en que debían proteger la ciudad. De cualquier manera, luchó conteniéndose. Y la razón fue porque los encuentros entre escuadrones no eran competiciones reales de Artes Militares.

Su fuerza sería necesaria cuando se encontraras con ciudades móviles cercanas y lucharan por el territorio.

En realidad eran las personas que vivían en las ciudades los que peleaban.

Peleaban por el combustible de las Regios, las minas de selenio.

Por alguna razón, solo se luchaba entre ciudades del mismo tipo. Para reducir el número de heridos, las ciudades académicas introdujeron las competiciones de Artes Militares, aunque esto no cambiaba el hecho de que la ciudad derrotada podría morir.

Zuellni llegó a tener tres minas de selenio. Cuando Layfon llegó, solo le quedaba una. Si perdían la próxima competición de Artes Militares, Zuellni perdería su última mina de selenio y se enfrentaría a la muerte.

Al principio, Layfon no entendía que tenía esto que ver con él, sentía que era injusto pues ya había decidido abandonar las Artes Militares.

A pesar de ello, no se sentía mal hacer lo posible por la ciudad.

Pero…

Una de las personas que le hicieron cambiar su manera de pensar, Nina, no estaba contenta.

Yendo contra los deseos de sus padres, Nina huyó de casa para venir a Zuellni y tuvo que empezar a trabajar en el mecanismo del núcleo porque no tenía dinero. Al igual que él, estudiaba y trabajaba.

Siempre se la encontraba en el trabajo y como se habían ganado la confianza del supervisor ahora limpiaban juntos un área más grande.

Layfon había estado trabajando desde medianoche hasta el amanecer al lado de Nina sin decirse ni una palabra.

(Esto es agotador…)

Sentía que ninguna noche había sido tan larga, cualquiera podía ver la infelicidad en su rostro.

(¿Es porque perdimos el encuentro?)

Pero si él fuera la causa por la que estuviese así… no lo entendía.

Hablando de eso.

(¿Debería hablar con ella?)

Estaba indeciso al respecto y el tiempo pasó mientras cavilaba.

“Si no hay práctica, ¿Puedo irme?” dijo Felli con indiferencia.

“Espera un poco más” contestó Harley. Ya había acabado de revisar el Dite de Felli y no tenía nada más que hacer. Sharnid estaba apoyado contra la pared con los ojos cerrados, tal vez durmiendo. Felli entrecerró los ojos hacia Layfon, bajo sus largas pestañas tenía una mirada reprochadora.

“Siento haberos hecho esperar”

La voz de Nina lo salvó de la mirada de Felli.

Nina estaba en tercer año, pero ya se había convertido en capitana de escuadrón.

“Llegas muy tarde, ¿Qué estabas haciendo? Casi me quedo dormido” bostezó Sharnid. Para él, que era su cuarto año, Nina era más joven por lo que no la llamaba capitana.

“Estaba buscando algo y me tomó bastante tiempo” Anduvo hacia el centro de la sala de entrenamiento, los Dites en su arnés producían un sonido metálico con cada paso.

La duda nació en Layfon.

El sonido que normalmente expresaba confianza y determinación ahora sonaba poco natural.

Por el sonido de sus Dites podía decir que no estaba caminando como lo hacia normalmente.

Podría haberse hecho daño en el último encuentro pero no parecía herida.

“Es tarde, hoy no habrá entrenamiento”

“¿Por qué?”

Todo el mundo estaba en shock. Incluso Felli amplió sus hermosos ojos, mirando a Nina con recelo.

Layfon sentía lo mismo.

Nina formó un escuadrón para devolverle algo a Zuellni. Fue por su pasión que sintió que estaba bien volver a las Artes Militares. Y no solo por ella, también por Meishen, Mifi, Naruki… todas seguían sus sueños.

Aunque lo que realmente le animó fue la carta de su amiga de la infancia, Leerin.

“Entonces, ¿Por qué?” preguntó Sharnid.

Layfon no estaba tan sorprendido por la cancelación del entrenamiento, pero a Nina parecía faltarle algo, igual que el sonido que hacían sus Dites, algo que no llegaba a entender…

“Estoy pensando en cambiar el método de entrenamiento. Lo siento, solo cancelaremos el de hoy”

“Bien…”

“Entrenad de forma individual si queréis”

Nina dejó la sala de entrenamiento.

Layfon observó como se iba.

Ambos Dites produciendo ese sonido tan poco natural.

Era un sonido inquietante.



Se dio cuenta cuando jadeaba y tuvo que parar. Apretó sus palmas contra el pecho, justo encima del corazón, y comprobó que la sensación áspera se había ido.

“¿Heh?”

Buscó en el bolsillo de su uniforme, en el bolsillo del pecho, en el bolsillo interior, en el del vestido y en la mochila.

Había desaparecido.

La carta que tenía que entregarle a Layfon no estaba.

La tenía cuando salió de clase. Intentó dársela allí pero ya se había ido antes de que encontrara el momento adecuado. Meishen lo siguió al complejo de entrenamiento pero como estudiante de Estudios Generales no estaba segura de si podía entrar así que esperó en la entrada.

(Se la puedo entregar mañana… ¿No es mejor dársela ahora? ¿Debo entrar? ¿Y si interrumpo? ¿Debo esperar a que termine el entrenamiento…?)

No podía esperar mucho ya que casi era la hora de su turno en la cafetería. Había comprobado que tenía la carta mientras se decidía a la entrada del lugar de entrenamiento.

Estaba segura de que entonces la tenía.

Mientras se aseguraba de si llevaba o no la carta encima, no puedo evitar pensar que sería lo que sucedería.

La carta se había metido por un hueco entre la puerta y la pared junto con algunas más en su dormitorio. Además de la carta de sus padres, encontró algunas de parientes cercanos y amigos, y cuando estaba felizmente comprobando los nombres encontró uno que le llamó la atención.

Leerin Marfes.

Un nombre que nunca había escuchado. Comprobó a quien iba dirigida y contuvo el aliento.

Era para Layfon.

La carta debía de haberse entregado en el lugar equivocado. Ella y Layfon vivían en dormitorios diferentes, ni siquiera tenían el mismo número de habitación. Había sido una coincidencia que acabase en su cuarto.

Pensando en ello, estaba agradecida de tenr que hablar con Layfon. Siempre podía hablar con él, pero era otra cosa hablar sobre cosas serias.

Pero…

(Leerin… era un nombre de mujer ¿Verdad?)

Si solo pudiera ignorar ese nombre y sumergirse en la felicidad.

(¿Cuál será su relación? ¿Amigos?... ¿Qué pasaría si fuesen amantes?)

Su pecho se llenó de una sensación molesta.

(…Pero, mirar dentro de la carta de otra persona…)

Sus dedos temblaban. No era correcto leer las cartas de otras personas.

(Pero…)

De verdad le importaba. Si Leerin era alguien importante para Layfon, ¿Qué era la propia Meishen para él?

Estaba asustada pensando que la verdad podía estar escrita en esa misma carta. Si lo dejaba así probablemente no podría dormir.

(No… pero… pero…)

Temblorosamente despegó el sobre, no debía de parecer demasiado evidente. Con cuidad, con mucho cuidado…

(Ahah…)

Y leyó su contenido.

Lo que sintió después fue rivalidad y remordimiento.

Se relajó sabiendo que era la única que se preocupaba por la dieta de Layfon. Pero al mismo tiempo se sintió celosa por el tiempo que este paso con Leerin.

La culpa y el remordimiento por haber leído la carta de otra persona siguieron con Meishen,

Había decidido devolverle la carta cuando le estaba preparando un bento. De verdad quería dársela, pero no había podido hacerlo entes en clase…

… y ahora la había perdido.

“…pero la tenía hace un momento”

Quería llorar, sus ojos le escocían y sentía el cuerpo débil. Se sentón en el suelo abrazando su mochila y buscando en sus recuerdos alguna pista sobre el paradero de la carta.

“…Oh”

Tal vez…

Ella apareció detrás de Meishen, que estaba determinada a esperar a Layfon a la salida del entrenamiento. No le importaba llegar tarde a su trabajo porque era su culpa. Pero cuando Meishen estaba intentando reunir el valor suficiente para entrar ella apareció.

Felli Loss.

Al escuchar a Felli preguntando que quería Meishen con Layfon, su determinación se esfumo y echo a correr como si estuviera huyendo.

Fue entonces cuando se le cayó la carta.

“Uuuu…”

No podía hacer nada sin Naruki y Mifi. Odiaba ponerse nerviosa con extraños. Más tarde volvió sobre sus pasos en busca de la carta, pero no la encontró.



“Me parece extraño” murmuró Felli sin entender la actitud de Nina una vez se fue.

Nadie se sentía con ánimos para entrenar, así que se dispersaron. Sharnid se fue inmediatamente a algún lugar y Harley volvió al laboratorio después de decirle a Layfon “Te buscaré si sale algo”

Al final Layfon y Felli acabaron yéndose juntos ya que sus dormitorios quedaban en la misma dirección.

Felli era un año mayor que Layfon, pero se veía como una niña poco mayor de diez años.

“Realmente ha cancelado el entrenamiento. Parece que algo no va bien.”

Layfon le sonrió.

“¿Qué?”

“…Nada. Senpai esta preocupada por la capitana así que…” volvió a sonreír. Felli lo fulminó con la mirada mientras sus mejillas adquirían un precioso color rosado.

El nivel de psicoquinesis de Felli estaba a la par con el de un genio pero odiaba utilizarlo. Estaba en el escuadrón 17 porque su hermano, Karian Loss, el Presidente Estudiantil, la obligó.

“Y que si estoy preocupada por ella”

“Quiero decir, que venga de repente con ideas raras no indica que todo vaya bien”

Felli incrementó su ritmo, su pelo plateado flotaba detrás de ella.

Los estudiantes masculinos a su alrededor no podían evitar detenerse a mirarla.

Layfon la alcanzó, interponiéndose en las miradas soñadoras de los estudiantes masculinos “La verdad es que sí es extraño”

Aunque estuviese cambiando el método de entrenamiento, no había necesidad de cancelar la sesión de hoy.

(Parece más bien como si estuviese distraída por algo)

Eso es lo que Layfon pensaba. Sin embargo, no sabia que era ese algo.

Recordó la actitud de Nina en el trabajo la última noche.

Una fría expresión y silencio. ¿De verdad era por haber perdido el encuentro?

Tal vez ella estuviese pensando en algo más.

“Pero sigo sin entenderlo”

“¿Sigues pensando en ello?” dijo Felli enfadada “Por favor, ve más despacio”

“Oh, perdón” Layfon había aumentado el ritmo sin pensar.

La Felli actual siempre tenía alguna pequeña expresión en su rostro, muy diferente a cuando la conoció que se mantenía neutral, como la cara de una muñeca.

“No encontraras la respuesta pensando tanto. Todo lo que necesitas es observar más profundamente”

“Cierto” asintió layfon.

“Comparado con eso…”

“¿Qué?”

“Nada” Se mordió los labios.

“¿?”

“Mi hermano… te necesita”

“¿El Presidente Estudiantil me necesita?” Layfon frunció el ceño.

“No me dijo porque, pero si que era importante” Felli tampoco estaba feliz.

“¿Debemos ir y reunirnos con él?” ¿Por qué no se lo dijo cuando estaban en la escuela?

“No.” Negó con la cabeza.

“Dijo que era un secreto… hablaremos en mi cormitorio”

“… ¿Qué?”

“Necesito comprar comida para la cena. Acompáñame por favor”

¿Por qué en el dormitorio de Felli?

Antes de que pudiera preguntarle ya se había adelantado.

Layfon la siguió en silencio.



Y ahora llevaba un par de bolsas en cada mano.

(¿Para cuantos días ha comprado comida?)

Felli también llevaba las manos llenas de cosas.

En vez de ir por el lugar de siempre acompaño ha Felli a su dormitorio. Layfon se sentía raro andando por una zona de la ciudad tan poco familiar.

“… Se ve grande”

Parecía más una villa que un dormitorio. En la planta baja había un gran cuarto de estar con paredes de cristal y al lado de uno de los sillones una escalera en espiral conducía al primer piso.

Layfon sintió la diferencia entre ricos y pobres nada más abrir la puerta. Un ancho corredor daba a otro cuarto de estar, y allí había puertas a más habitaciones.

“Por favor, deja la comida por allí”

La cocina tenía el mismo tamaño que el cuarto de Layfon. No sabía si sentirse consolado o decepcionado por ello.

“Espera fuera por favor. Voy a hacer la cena”

Layfon dejó la comida y fue a sentarse al sofá del cuarto de estar. Un escritorio, un revistero…

Pequeñas pinturas al óleo colgaban de la pared, parecía como si hubiesen sido puestas para tener algo con lo que cubrir la pared. La habitación se sentía aburrida y sosa.

Había dos puertas que salían del cuarto. Una debía de dar a la habitación de Felli, ¿…y la otra?

(Ya veo, vive con el Presidente Estudiantil)

No era tan sorprendente, después de todo eran hermanos.

(Pero ¿Por qué tenemos que mantener esta reunión en secreto?)

El Presidente Estudiantil había obtenido de alguna manera información sobre el pasado de Layfon, pero no eran tan cercanos como para compartir secretos.

La verdad, Layfon no quería encontrarse con Karian.

(Bueno, no tiene caso seguir pensando en ello. Me lo voy a encontrar pronto) decidió recordando el consejo de Felli.

Sin nada que hacer, escuchó el sonido que venía de la cocina.

El sonido de sacar la comida fue remplazado con el de cortar…


Doh……Doh……Doh……


El sonido…


Dohdoh……Doh……


Doh……Dohdoh……Doh……


“¡Woah!” Layfon oyó en el sonido irregular y fue a la cocina.

“Senpai… ¿Qué estas haciendo...?”

“No…… me hables”

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Peleaba seriamente contra el taro con un cuchillo en la mano. Felli sujeto el irregular taro contra la tabla para cortar con sus dedos temblorosos y despacio lo cortó por la mitad. El taro rebanado acabó en el bol para ensalada que tenía al lado.

“Senpai…”

“… ¿Qué?” dijo sin mirarlo

“¿Has cocinado antes alguna vez?”

“Claro… Claro que sí”

“Claro” asintió Layfon sonriendo

“… ¿Qué?” se dio la vuelta para mirarlo, con la frente llena de gotitas de sudor.

Layfon sonrió de nuevo, quería reír pero se contuvo.

“¿Q-Qué pasa?”

Solo podía reír.

Pero no podía reírse en su cara.

“Tengo una sugerencia”

“¿Y cual es?”

“Será más fácil cortar el resto si les quitas la piel primero”

Sus ojos se agrandaron.

No quería herir su dignidad. Todo lo que quería era darle algún consejo, pero seguía queriendo algo comestible para cenar. No, no estaba pensando en utilizar la cocina de otra persona para mostrar sus habilidades cocinando…


“Mm……Esto esta delicioso.” Karian asintió con satisfacción, masticando el pollo y el taro cocinado con salsa de tomate.

“Ah… Gracias” dijo Layfon avergonzado.

“……”

Felli comía la comida con desaprobación.

“…¿Qué?”

“Na-Nada”

“…Esto esta delicioso”

“…Gracias”

Al final, Layfon hizo la cena.

Como había mucho taro en el bol para la ensalada, también lo utilizo para hacer otro plato, uno con champiñones, trozos de pollo y nata. Había muchos ingredientes donde elegir. Luego hizo pasta.

Y en eso consistía la cena.

“Yo estaba pensando en in ha cenar juntos a algún restaurante cercano… es mucho mejor la comida hecha en casa. Estoy agradecido.” Karian puso una cara feliz.

“Aaaa… Um, pero es un poco avergonzante estar en la cocina” suspiró Layfon

“Es suficiente con que sepas hacerlo. ¿Te gusta cocinar?” preguntó Karian.

“No realmente… todo el mundo tenía que ayudar en el orfanato”

“Oh, ya veo”

Layfon no conoció a sus padres. El director del orfanato lo recogió cuando era pequeño. El director era un Artista Militar, y la persona que descubrió el talento de Layfon.

“Envidio tu habilidad para cocinar. Quise aprender antes de venir a Zuellni pero esta más allá de mis habilidades”

Sea verdad o no, la idea de que Karian no supiera hacer algo que era necesario para sobrevivir se le hacia extraña.

“Y de que querías hablarme…”

“Oh, podemos dejarlo para después. Quiero disfrutar de la comida.”

“Ah…”

Layfon quería terminar con lo que había ido a hacer y salir de allí. Felli estaba comiendo de mal humor.

Karian también noto el estado de ánimo de su hermana, pero no hizo nada al respecto.

(De cualquier manera ¡Solo acaba de cenar!) Y Layfon se centró en comer.

Después de cenar, Felli recogió los platos y preparó algo de té para Layfon y para su hermano en el salón. El té olía genial, Felli debía de haber usado hojas de té de alta calidad.

“Quería enseñarte esto…” dijo Karian sin darle tiempo a Layfon de disfrutar el té.

Sacó una foto de un portafolios.

“Me dí cuenta en el último ataque a Zuellni que tenía que destinar más presupuesto en la defensa de la ciudad”

“Es una buena idea”

Karian se debía de haber dado cuenta ya que Zuellni no se había encontrado con monstruos contaminantes durante mucho tiempo.

Zuellni era una ciudad pacífica.

Toda la población era estudiantes, incluso el hada electrónica no le había prestado mucha atención a la posibilidad de que hubiera monstruos contaminantes cercanos.

Sonaba asombroso que una ciudad fuese dirigida por estudiantes, pero sacando lo malo a la luz, era una ciudad llena de jóvenes inmaduros.

“Gracias. Desde entonces he estado enviando aviones no tripulados y me han traído esta imagen…” Una imagen de mala calidad. Todo estaba borroso.

Era debido a la contaminación del aire, que afectaba todas las transmisiones sin cables. De alguna manera, solo la psicoquinesis funcionaba bien a largas distancias, pero no era posible establecer contacto entre ciudades.

“Es difícil de distinguir, pero la imagen se obtuvo en una montaña a 500 Jimbel delante de la posición actual de Zuellni”

Karian movió sus dedos alrededor de una forma en la montaña, y finalmente Layfon pudo verlo.

“Estoy preocupado acerca de esa área en concreto”

“¿Qué crees que es?”

Layfon estudió la imagen durante un momento. Después la dejó sobre la mesa y se frotó los ojos. Felli estaba a su lado, mirando la foto.

“¿Cómo lo ves?”

“Me temo lo mismo que tú”

“Hmm…” Karian se echó hacia atrás en el sofá, incómodo.

“¿Qué es esto?” preguntó Felli.

“Un monstuo contaminante”

Fulminó a su hermano con la mirada. “¿Estas planeando utilizarle de nuevo?”

“Confiar en él es lo único que podemos hacer para sobrevivir” contestó de forma calmada.

“¿¡De qué nos sirve tener un curso de Artes Militares!?”

“La verdadera fuerza de las Artes Militares, Felli… Deberías entenderlo ahora, gracias a lo que ocurrió hace poco”

“Pero…”

“Aunque quiera que se centre en las competiciones de Artes Militares esto es una emergencia. Nosotros no podríamos ayudar. Entonces, ¿Qué piensas?”

Los dedos de Karian señalaron al monstruo contaminante de la imagen.

“Probablemente sea un macho. Si lo comparamos con el tamaño de la montaña, probablemente este en la primera o segunda etapa”

Nada más nacer, los monstruos contaminantes eran asexuales, ni machos ni hembras. Después de que la larva mudara, era un macho. Este absorbía la contaminación del aire e iba en busca de presas… humanas. La muda podía medirse en etapas. Cuanto más mudara, mas fuerte se volvía. Y cuando se acercaba la época de celo, el macho mudaba una vez más y se convertía en hembra. Una hembra embarazada. Entonces se enterraba en el suelo e hibernaba hasta que sus huevos eclosionaran.

“La ciudad donde nací no se encontraba a menudo con monstruos contaminantes así que no se que tan fuerte es este. ¿Y tú?”

“Un monstruo contaminante en su primera o segunda etapa no es tan horrible, bueno, eso cuando no está atacando una ciudad”

“Um…”

“La mayoría entra en su etapa de reproducción entre la tercera y la quinta etapa. Los más terribles son aquellos que han abandonado la reproducción. Siguen creciendo y volviéndose más fuertes conforme pasa el tiempo.”

“¿Has derrotado alguna vez a uno de esos monstruos?”

“Con otras dos personas. En aquél momento, creí que iba a morir”

Los hermanos Loss respiraron hondo. Layfon observó su reacción sin mucha emoción.


Después de cenar dejó el dormitorio.

“¿Le odias?”

“Me lo tenías que haber preguntado antes”

Se congeló en mitad de la escalera. Mientras Felli escuchaba, Layfon contestó con una sonrisa irónica.

“No estoy bromeando”

“Lo se”

“Muy poca gente sabe que fuiste un Portador de Espada Celestial en Grendan. Mi hermano no planea contarlo así que puedes simplemente ignorar lo que te ha pedido.”

Casi nadie sabía que Layfon había sido quien derrotó a los monstruos contaminantes que atacaron Zuellni.

Los únicos que lo sabían eran Karian, Vance y el resto del escuadrón 17.

Poca gente fuera de Grendan sabía sobre los Portadores de Espada Celestial. Incluso ahora, encuentros por el titulo de Espada Celestial tenían lugar en Grendan. La gente luchaba contra los monstruos contaminantes y entre ellos por el título de los doce más fuertes.

“Algo así no puede ser anunciado por casualidad”

La Reina de Grendan le quitó el titulo de Portador de Espada Celestial porque había manchado su nombre.

Si la gente descubría sobre su título, también sabrían su vergonzoso pasado.

Así que lo mantenía como un secreto.

“¿Por qué no has dicho que no querías hacerlo? ¿No querías dejar las Artes Militares?”

“Quiero hacerlo, pero justo ahora…”

“¿Entonces por qué?”

“Al final, los monstruos contaminantes son los mismo que las competiciones de Artes Militares. ¿No es así?” contestó un poco sorprendido por lo tranquila que sonaba su voz.

“¡Eres un tonto!”

“Ah, eso es demasiado.”

“De verdad eres un tonto.” Susurró Felli.

Layfon se encogió de hombros.


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