Maru-MA Volumen 03 Capítulo 5

From Baka-Tsuki
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Qué suerte que tengo el cabello corto, agradeció Lord Weller Conrart desde el fondo de su corazón mientras miraba furtivamente a su medio hermano que montaba un caballo inestable a su lado. A casa paso caen pequeños granos de arena del cabello rubio de que se ha puesto opaco por el polvo.

Y con razón...

Cuando salieron de la guarida del oso de arena por el ducto de ventilación ya no sabían si lo que respiraban era aire o arena. Casi todos habían sobrevivido la aventura en las arenas movedizas sin un rasguño. Le debían esto a la gracia de Shinou.

Un soldado de la tropa de Lord von Voltaire vino hacia ellos galopando. Conrad lo reconoció como el segundo o tercer hijo de un mercader de la costa sur. No es necesariamente del tipo que se ganan los honores como guerrero, pero tenía talento suficiente para comandar una tropa. Gwendal lo había tomado como su asistente administrativo. Lord Weller trató de recordar su nombre.

—¡He venido a darle el reporte, Su Excelencia!

—Te escucho.

—He revisado tanto a los caballos como a los jinetes. Algunos soldados han sufrido quemaduras por la saliva del oso de arena, pero son todas heridas menores. Ninguno se encuentra en estado crítico. Sin embargo, los caballos...

—¿Qué hay con los caballos?

—Hay dos animales de más.

—¿Tenemos dos caballos más?

El asistente se rascó el bigote que se había dejado crecer recientemente en un gesto avergonzado.

Boyd, pensó Conrart. Su nombre era Boyd. Es el segundo hijo de la adinerada familia mercante Boyd.

—Probablemente el oso los mantenía como provisiones en su guarida. Deben haberse unido a nuestros caballos cuando Su Excelencia derrotó a la bestia.

—Muy bien, entonces debemos aprovecharlos. Que lleven parte de nuestra carga. Transfiere algo de los caballos cansados a los nuevos.

—¡Sí, milord! Y hay otra cosa más...

—Te escucho...

—Tenemos un desertor en la tropa.

Conrart frunció el ceño y automáticamente respondió con suavidad.

—Ten cuidado con lo que dices. No estamos en guerra. No vamos a tratar a nadie como desertor. Simplemente digamos que el hombre ha dejado la tropa. ¿Y? ¿Quién es?

—Es Ryan[1] de su unidad. Tratamos de detenerlo, pero no quiso escucharnos. Solo balbuceaba incoherencias. Que había encontrado a su compañero predestinado, y que algún día volvería a ver a Su Excelencia en Hildyaard[2] algún día. ¿Tiene alguna idea de lo que quiso decir?

Ryan era conocido como una fanático amante de los animales. Probablemente quiso quedarse a cuidar al oso de arena malherido y domesticarlo. Sería el primero en la historia en domesticar y entrenar a un oso de arena.

— Um... No, pero está bien. No hay necesidad de ir a buscarlo. Lamento que tuvieras que hacer un anuncio tan desagradable, Boyd. Envía dos hombres a la vanguardia de la tropa. A partir de ahora eres responsable de las medidas de seguridad de la expedición.

Luego que el soldado se fuera montando a hacer lo que debía, Conrart giró hacia su compañero. El hermano menor mira fijo hacia el suelo con el ceño fruncido.

—Vamos, no te deprimas tanto.

—¿Qué tiene de malo, jari[3]?

—Escupe la arena de la boca primero.

—¡Cállate! ¡No entiendes nada, jari! Yuuri está viajando con mi hermano... ¡con mi hermano!

—Si, ¿y? ¿Cuál es el problema? ¿Estás celoso? Ya que te declaraste públicamente como su prometido oficial, tal vez deberías tener un poco más de confianza en él.

—¡Tú sabes cuánto adora Gwendal las cosas lindas y como se pone con ellas! ¡Y Yuri es un pequeño tonto conquistador! ¡Ni siquiera se da cuenta!

—¿Y qué es lo que crees que va a...?

Conrad quería preguntar qué tan íntimos creía Wolfram que podían volverse esos dos como para considerarlo una infidelidad, pero cambio de parecer y enmascaró la pregunta con un carraspeo.

—¡Y todo éste embrollo es tu culpa! Hubiera salido de la trampa por mi cuenta. ¡No había ninguna necesidad de que vinieras corriendo detrás de mí! ¿De verdad tienes tan poca fe en mi habilidad con la espada?

—Vaya tontería —intento calmar Conrad al rubio, y gracias a su centenaria experiencia de vida, volvió su sonrisa refrescante—. Sé que eres un excelente espadachín. Solo eesaba pensando en mi primer encuentro con un oso de arena. Me metí en problemas porque no conocía sus puntos débiles. Solo quería mostrarte cómo hacerlo. De todos modos, ¿de verdad estarías tranquilo si me hubiera ido con los otros dos?

La frente de Wolfram se llenó de arrugas.

— Imagínalo: Yuri, Gwen y yo, los tres viajando juntos.

— ¡Cierto! ¡Eso sería incluso peor!.

— ¡¿Por qué todavía no lo entienden?! ¿Qué tiene de difícil? El puño es la piedra, la mano abierta es el papel y dos dedos son las tijeras. ¡La piedra pierde contra el papel, que a su vez es cortado por las tijeras, y las tijeras se rompen con la piedra, así que perderían! ¿Entendido?

—Pero las tijeras de un cangrejo no pueden cortar papel —contradijo la chica.

—El papel podría romperse si lo usas para envolver una piedra —apuntó Gwendal.

—¡Ustedes dos me están volviendo loco! ¡Ya se los expliqué muchas veces, maldición!

Durante mi primera interrupción de una boda para oponerme, aparentemente conquisté el atormentado corazón de la joven novia, incluso como para que me pidiera escapar con ella. Pero los invitados no lo entendieron como una idea de la novia. Uno lo oye y no lo podría creer, pero nos acusaron de raptarla a la fuerza. ¡Que absurdo malentendido!

A Gwendal y a mí ya nos consideraban una pareja que se fugó ilegalmente y ha sido encadenada. Además de eso, ahora se suman los cargos por rapto a nuestro expediente criminal. Así que en realidad hemos leveleado como criminales... No es que eso sea un halago.

—¡¿Por qué yo?! ¡Si no hemos hecho nada malo! —gemí.

Para esconder un árbol, ponlo en un bosque. Para esconder a una persona, ponlo en una multitud. Haciendo caso literal a la frase, escapamos hacia el mercado y gracias al paquete que colgaba entre nosotros nos tomaron por clientes.

Se nos acercó una mujer que ofrecía a la venta una fruta color purpura de aspecto sospechoso, y un niño que sostenía una rana marrón de largas patas. Ambos objetos se supone tenían cualidades similares al Viagra[4]. ¡Pero qué estupendo!

Para librarnos de verdad de nuestros perseguidores tuvimos que encontrar un lugar silencioso donde atrincherarnos y pensar un plan para decidir qué hacer. En las películas, cuando los criminales se refugian en las iglesias siempre hay un servicial sacerdote que los esconde bajo una mesa u otro mueble a la mano, pero las iglesias de este lugar ya nos han fallado dos veces.

Yo hice la siguiente sugerencia: El que gane en el "piedra, papel o tijeras" decidiría dónde nos debemos esconder. Pero nunca llegamos a ponerlo en práctica, porque ninguno de los dos entiende el juego.

—Ok, está bien, olvidemos esto —digo finalmente resignado—. Gwendal, decide tú. ¿Dónde deberíamos escondernos?

—¡No, decide tú!

—¡Maldición, no me hagas esto! ¡Tienes que decidir! Así que dime, ¿dónde?

—¡No quiero que luego andes lloriqueando porque no te gusta! ¡Elige tú!

—¡Ustedes dos son tan tiernos!

—¿¡Qué demonios tiene esto de tierno!? —rugimos los dos a la novia, como si tuviéramos una sola garganta.


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Hemos estado acuclillados como un grupo pandilleros desde hace un rato frente al puesto de pepinillos encurtidos, cuando se nos acercó un hombre calvo y bajito. Como no tiene el corte de cabello con forma de sushi no parece ser un soldado o uno de nuestros perseguidores.

—¿Pipí? —nos pregunta con una voz áspera que hubiera ido muy bien en una subasta en el mercado de Tsukiji[5].

Como no tenía que ir al baño iba a decir que no justo cuando Gwendal se me adelanta y dice: —Sí, pipí.

—¿Qué? Nunca dijiste que tenías que...

—Yo también, pipí.

Por todos los cielos, ¡¿la novia también?! ¿Se le ha acumulado por la gran tensión durante su boda? Ella y Gwendal ponen expresiones muy serias en el rostro.

—¡Sorry! ¡Lo siento mucho por los dos! Pero hombre, hubieras dicho algo antes, hace rato que podríamos haber hecho un receso para ir al baño.

Haciéndonos una seña con el dedo índice el hombre nos indica que lo sigamos. Como Gwendal avanza a pasos largos yo soy arrastrado sin remedio. La chica jadea de sorpresa cuando ve el brillo de la cadena debajo de la tela, pero igualmente nos termina siguiendo.

La cabeza calva del hombre se balancea hacia atrás y adelante mientras cojea. Probablemente tiene mal una pierna, pensé. Damos la vuelta una y otra vez en un laberinto de incontables callejones estrechos.

¡Tanto problema solo para encontrar un baño!

Después de haber pasado varias casas que lucen idénticas, el hombre golpea una puerta marrón claro. Tras la puerta entreabierta se asoma la cara de un niño, parece tener unos seis años.

—Tenemos invitados — dice el hombre.

Luego del que el niño nos acompaña a entrar cierra la puerta rápidamente y gira la llave. Luego bajó las persianas de las ventanas. ¡Nos están encerrando!

En una mesa vieja pero estable hay un vaso vacío. ¿Pero dónde demonios está el baño?

—Me llamo Shas, y este es mi nieto Jilda.

El abuelo tiene un rostro malhumorado, pero Jilda se ve muy lindo con su pelo castaño rizado y sus ojos azules. No parecen tener el más mínimo parentesco.

—Uno de ustedes sin duda es mazoku —dice Shas—. Pero, ¿qué hace una novia acompañando a una pareja en fuga?

—¡Así que después de todo era verdad! ¡Se han escapado juntos! ¡Lo sabía! —exclama la chica.

—¡Que no, rayos!

¿Cuántas veces tengo que decirlo? ¡Al demonio con todo esto!

—Su nieto también tiene sangre mazoku —le dice Gwendal con calma a Shas.

—Así es. Durante la guerra civil mi única hija se enamoró de un mazoku que viajaba de un lugar a otro como Mensajero. Era un tipo respetable y decente. Me hubiera gustado tenerlo como yerno, pero entonces algo le pasó durante sus viajes. Mi hija fue llevada a un campamento de trabajo forzado, y mi nieto nació allí. Otro mazoku me trajo al recién nacido. Desde entonces he decidido ayudar a los mazokus cada vez que puedo. Por desgracia no hay mucho que pueda hacer por ustedes, pero véalo como un agradecimiento por mi nieto.

—Entiendo, por eso dijo “pipí” —dice Gwendal.

—¡Es verdad! ¡Ustedes dos querían ir al baño! ¿Por qué aún no han ido? ¡No es saludable aguantarse por tanto tiempo!

Gwendal me mira fríamente.

—Pipi es la forma coloquial de decir “hermano”.

Ajá. ¡¿Y por qué nadie me lo dijo antes?!

—Ese otro mazoku ha venido aquí un par de veces más, para ver que estemos bien. Incluso nos ofreció llevar a Jilda al país natal de su padre si empezaba a notar que Jilda crecía mucho más lentamente que los demás niños. Si la sangre mazoku es fuerte en él tendrá una larga esperanza de vida, sin embargo retrasará su desarrollo. Por lo cual los demás niños tal vez lo molesten. A pesar de la forma digna y tranquila de hablar, este hombre era muy ágil de mente. De hecho, se parecía un poco a ti.

Tiro de Gwendal de la cadena.

—¿Por qué los mazokus participaron en la guerra civil de este país?

—Debido a los cadáveres en descomposición —gruñe de una forma muy poco amigable, y entonces se queda callado.

—¿Podrías explicarlo con más detalle?

La chica decide dar la explicacion.

—Veras, la cosa fue así: Los mensajeros de los mazoku nos traían los restos de los soldados que caían en la frontera demasiado lejos. Cuando era niña, me habían dicho que esas personas eran demonios que se robaban los cadáveres. Pero eso no era verdad. Ahora sé que los mazoku son buena gente.

La novia sonríe al terminar de hablar, y su sonrisa parece completamente honesta.

Por segunda vez la miro con más cuidado. Veo que realmente parece una chica, todo en ella es pequeño y menudo. Tiene la piel muy bronceada por el sol, el pelo castaño rojizo y ojos vivaces del mismo color, muy expresivos y sensibles. Comparándola con las mujeres mazoku —comenzando por Madame Cherie— tiene una nariz bastante pequeña y respingada, y las orejas grandes. Se ve como cualquier chica promedio, sin ningún rastro de atractivo sexual.

—Gracias por la explicación, emmm… Srta. Novia.

—Me llamo Nicola. Y ya no soy más una novia —dice la chica y me sonríe.

Tiene una sonrisa increíblemente dulce, y algo en ella me recuerda a una jugadora de softbol en la posición de shortstop[6]. Seguramente los rayos del sol en verano y una visera le quedarían muy bien.

—Mu-mucho gu-gu-gusto Nicola, soy Yu-yu-yu-yuri.

Estoy a punto de caer completamente rendido por ella.

—Gusto en conocerte, Yu-yu-yu-yuri.

¡Rayos!

Nicola inclina la cabeza hacia un lado como un pajarito— ¿No me vas a presentar a tu amor?

—¡Que no es mi amor!

—Pero claro que lo es, si se han escapado juntos. A pesar de la oposición de sus amigos y su familia, y de…

—¡¿Por qué nadie nunca nadie me escucha?! ¡Estoy comprometido con su hermano menor!

Oh Dios, ¿acaso me he vuelto completamente loco? Mi cara comienza a quemar, las venas de mis sienes se llenan de sangre.

Gwendal saca una hoja amarillenta de su camisa. —Cerca de la frontera fuimos confundidos con esta pareja de aquí —aclara.

Ante nosotros están los cómicos dibujos, la increíble obra de arte de un niño de jardín de infantes que ha estado pintando por primera vez con sus lápices de colores.

La sonrisa de Nicola se transforma inmediatamente en una mueca de sorpresa. —¡Esa soy yo! —exclama.

¡Ni hablar! ¡Ese es Charlie Brown, ni más ni menos!

—Tonterías, esa no puedes ser tú. De ser así, ¿entonces quién es este tipo?

—Esos somos Huber y yo, hace un mes.

Ese nombre me suena.

Gwendal cruza sus brazos lentamente sobre su pecho. Su movimiento es acompañado por el sonido del metal al rechinar, y mi mano izquierda también es levantada.

—¿No puede ser que te refieras a Gegenhuber Grisela? —pregunta Gwendal.

Nicola asiente con la cabeza. —Su pelo y color de ojos es un poco diferente, pero a primera vista ustedes se parecen por la expresión gruñona. Pero en realidad, Huber es realmente un hombre muy cariñoso. ¡Oh, mi Hube…! —suspira Nicola y baja la vista hacia el piso.

En ese momento sus lágrimas ruedan hasta sus rodillas, caen directo de sus ojos sin tocar sus mejillas o su barbilla.

—Lo extraño muchísimo —solloza la chica.

—Vamos, no llores —digo algo confundido—. Si te fugaste con Gegenhuber, ¿entonces por qué ibas a casarte con ese soldado de antes?

Estiro la mano para consolar a Nicola pero no llego, la cadena es demasiado corta.

—¡Voy a romperle el cuello a ese maldito imbécil! —farfulla Gwendal descontento con voz ronca.

No tuve el coraje de preguntarle a quién se refería.



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Referencias

  1. Supongo que su nombre es un chiste basado en la película “Rescatando al soldado Ryan”.
  2. En alemán la palabra no existe por sí misma, luego de investigar solo se pudo descubrir que podría ser referente al Cielo, el Paraíso, Valhala, o algún término similar.
  3. Jari es una palabra que Wolfram agrega al final de sus frases cuando está encaprichado, se dice que es una costumbre infantil usar esa muletilla. Es un chiste propio de la serie, también hay otros personajes que usan otras muletillas para demostrar otros estados de ánimo. Pero en esta escena también hay un chiste con el hecho de masticar arena y el jari, que sirve como onomatopeya para el sonido que hacen los dientes.
  4. La conocida pastilla que sirve contra la disfunción eréctil.
  5. El Mercado Mayorista Central Metropolitano de Tokio, comúnmente conocido como Mercado de pescado de Tsukiji ( 築地市場, Tsukijishijou ), es el mayor mercado mayorista de pescado y productos marinos del mundo, y también uno de los más grandes mercados mayoristas de alimentos en general.
  6. 4ta Posición en el béisbol o softbol que se juega entre la segunda y tercera base. Es una de las personas que atrapa la bola cuando la batean, y está ubicada un poco hacia la izquierda del bateador con relación al campo trazando una línea recta, justo en un ángulo donde muchas de las bolas van a parar. Es decir, es una posición muy importante. Físicamente la persona se para algo inclinada hacia delante de piernas abiertas. No sé si afirmar que Yuuri está diciendo que Nicola es algo chueca en sus rodillas por lo que se para similar a esa manera, pero es una posibilidad.