Maru-MA Volumen 05 Capítulo 1

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Capítulo 1

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Cacería de chicas.

Ese fue el termino por el que me deje arrastrar y que me hizo preguntar: Murata, ¿qué edad tienes?, y que me hizo terminar en el mar lleno de aguas vivas luego del festival Obon[1].

Soy un pacifista que cree que el amor es algo que ganas, no algo que cazas, pero debido a la triste realidad de ser impopular por dieciséis años, fue atraído aquí por un trabajo de verano pago.

—¡Verano, mar azul, sol radiante!

—...Medusas —agrego.

—¡Trajes de baño reveladores, la libertad de estar en un centro turístico!

—...Percebes.

—¡En la playa, todos los hombres que veas son geniales! ¡Porque la mitad de sus caras están escondidas tras lentes de sol!

—...Estás mezclando todo con el esquí.

Yendo a rellenar las maquinas expendedoras, los dos nos encaminamos hacia el estacionamiento. Mientras las ruedas de la carretilla luchan a través de la arena, expongo mis quejas a Murata con irritación.

—Sabes, dijiste “ligar con las chicas o esperar a que ellas te coqueteen, cualquier opción está bien”, pero en realidad solo nos pasamos todo el dia siendo esclavizados en las chozas de la playa y luego ayudando en la hostería de noche. ¿Cómo y cuándo vamos a ligar con chicas en traje de baño?

—Si pones pasión en ello, el tiempo no importa —mi amigo retruca mientras pone todo su esfuerzo en mirarme de soslayo.

Murata Ken, que estuvo en mi clase de segundo y tercero de secundaria baja, me deja el trabajo pesado a mi y está holgazaneando. En primer lugar, esta casa de playa, la hostería Familia M, es manejada por sus familiares. Su sólida practica de administración se basa en un solo principio bastante simple: puedes contratar amigos y familiares y pagarles muy poco. En este caso, su elección fue el hijo de un primo segundo lejano, que está en el primer año de secundaria alta, ¡pero el hecho de que él no hace nada mas que holgazanear todo el dia de seguro que no era lo que tenían en mente!

—¿Y qué pasa con esas dos oficinistas que se hospedan en la habitación Margarita? Vieron como te caíste ayer y dijeron que eras lindo.

Las habitaciones de la hostería Familia M tienen todas nombres de plantas.

—¡Y las tres mujeres atractivas de la habitación Melón dijeron que te vieron sin querer cambiándote, y los cuatro hombres de la habitación Mandrágora te dieron todos una puntuación perfecta de 100 puntos!

—¡Momento! ¿Y dónde viene la parte donde consigo novia? No, por ahora me mantendré alejado de los temas del amor y me enfocaré en sacar una gran ganancia de este increíble trabajo de medio tiempo. Lo que reaaalmente encuentro extraño es que un dedicado trabajador como yo está ganando lo mismo que un tipo jocoso que se la pasa parado haciendo nada.

—Oh, pero vamos, relájate un poco. Eventualmente algunas chicas se enamoraran de nosotros, unos SUPER estudiantes de secundaria.

Hace rato que me di por vencido en tener un amorío.

De todos modos, fui arrastrado aquí por la idea de obtener 9,000 yenes por dia, así que novia o no, todo va a estar bien mientras consiga el dinero para mi equipo de béisbol amateur. Y sobre las esperanzas románticas de mi amigo aquí presente, ese tren hace rato que salió de la estación.

Además de todo eso, el cabello de este chico que camina a mi lado en sandalias era diferente un hace un mes.

Él sufrió un cambio de imagen al final del verano.

De verdad, nunca pensé que en mi circulo de amigos cercanos hubiera alguno que se decidiera por un plan estilo manga para verse atractivo. Ahora su cabello está decolorado casi rubio e incluso se puso un par de lentes de contactos azules. Aun así, no puede llegar muy lejos sin sus anteojos, así que consiguió un par de lentes de sol color azul con prescripción.

—¿Qué? Hay jugadores de béisbol con pelo rubio y marrón, ¿o no? Ese tipo lindo Matsui que te gusta también es rubio.

—Eso es verdad, pero...

Casi respondo: ese pelo se ve bien en él porque es lindo, pero solo suspiro mientras observo su nuca. Este chico de anteojos que estuvo en mi clase de segundo tercero de secundaria baja no luce para nada como si fuera a ser odiado por las chicas. Creo que tiene un rostro refrescante e intelectual que exalta su personalidad e inteligencia. Si tuviera un poquito mas de confianza en si mismo, podría conseguir una novia sin teñirse el cabello.

—¿...De verdad tenías que ir a por todo y emanar tus ganas de ser gustado como para ponerte lentes de contacto azules? De todos modos, ¿no es tu escuela solo de chicos? ¿Qué vas a hacer si terminas con un novio en vez de una novia al final del verano?

—Decidiré que hacer cuando pase. ¡Me haré responsable y saldré con él! —Murata aprieta sus puños. Si está diciendo la verdad, eso es bastante varonil—. Solo quiero que alguien guste de mi. Para alguien como tú que solo va al Domo de Tokyo cuando te subes al tren de Ikebukuro ocho o nueve veces de cada diez veces, esto no es algo que entenderías. Incluso si tu nombre es Shibuya Yuuri Harajuku Fuuri, siempre que sales vas a Korakuen o la estación del Domo de Seibu[2].

See, mi nombre es Shibuya Yuuri. No es Yuri como en “lila”, o Yuuri como en “villa tranquila”, o una abreviación de Yuutai Ridatsu, “experiencia extra corporal”. La cantidad de problemas que me ha causado en mis dieciséis años de vida... Ya no voy a pensar mas en eso. Ahora que cumplí dieciséis lo he empezado a encontrar conveniente porque es fácil de explicar[3]. Casi todas mis introducciones terminan conmigo solo diciendo mi apellido de todos modos.

—¿Y qué es lo que planeabas con esta idea chapada a la antigua, esperabas conseguirte una novia en las cabañas de la playa durante las vacación de verano? Eso ya no funciona ni en los mangas. Murata, sueñas demasiado con chicas.

—¿Ah, si? Así que si juegas béisbol bajo el rayo del sol, ¿las chicas van a venir corriendo a decir que genial eres? Sueñas demasiado con el béisbol.

—Nunca he tenido un sueño tan conveniente.

—Sea lo que sea que pase, ¿no es bueno estar aquí? Si estuvieras en tu casa solo te la pasarías viendo béisbol de secundaria, ¿no? Aquí puedes asolearte y si te va bien en este trabajo entonces vas a poder recaudar fondos para tu equipo, y ademas deshacerte de esas marcas de bronceado que te quedan con el uniforme y que tanto te molestan.

Tomo una lata azul de la maquina expendedora abierta como si se me permitiera hacerlo. Esta bebida energética que nunca se vendió está tan fría que apenas puedo sentir su dulzura. Las botellas que Murata saca fuera de la caja de cartón caen en el mismo lugar del que provino la bebida energética. Mientras observo sus protuberantes omóplatos, no puedo evitar pensar que está un tanto equivocado.

No estoy tan orgulloso del oscuro bronceado de beisbolista que me queda al usar mi uniforme sobre mis brazos, cuello y rostro. Siendo mi cuerpo pálido hasta los tobillos, resalto mucho cuando voy a la piscina, y no de buena manera. Algunos de los chicos en el equipo de béisbol que dirijo incluso han recibido el apodo “momohiki”, como la ropa interior larga.

Pero ahora nos estamos bronceando de distinta manera.

Una pareja que pasa y voltea la cabeza hacia nosotros se aguanta la risa. Es la prueba de que lucimos ridículos ante los ojos ajenos.

—Pensé que podría broncear mi espalda y mis hombros, pero... el frente de mi pecho, mi estomago y mis muslos se van a quedar blancos. ¡Vamos a lucir como Doraemon, como si nos hubieran obligado a usar ropa salida de un programa de variedades!

El uniforme de la casa de playa es un bañador con un delantal encima. Una linda chica seguramente seria bonita de ver usando esto, pero desafortunadamente somos chicos. No hay nada menos sexy que esto. He escuchado que somos un tanto populares con las clientas femeninas, pero creo que la forma en que miran nuestras espaldas y traseros roza alguna clase de acoso sexual.

Aun me veo presentable con mis shorts, pero con Murata usando un speedo esto es nada menos que un delan-kini. Traducción, una nueva palabra fusionando “delantal y bikini”. Aunque no se trata de mi, las miradas que recibe duelen.

Incluso mis propios ojos duelen a causa de la desesperación.

Pensar que la primer persona que vería desnuda usando un delantal seria Muraken.

Parece mas un disfraz que un uniforme, así que las MADAMES[4] definitivamente están fantaseando sobre algo.

—Incluso si fantasean con nosotros, COME BACK días en los que tuve una novia. El verano de tus dieciséis es corto y solo se vive una vez, e incluso el pavo real se adorna para prepararse para el romance.

—Los pavos reales no usan speedos camuflados.

—Oye, parece que no te gusta mi uniforme. Dices eso, pero incluso te tomaste la molestia de combinar tu delantal con tu gorra de béisbol. Y... hasta esa piedra que te cuelga del pecho. ¡¿Cómo es eso de andar usando una gorra de béisbol en la playa?! Ya nadie usa gorras de béisbol pro. ¿Te gustaría que te empiecen a llamar Gorra Giant-kun o Kakefu-kun[5]?

—Sabes, si no usas un gorro o algo, te vas a desmayar del calor. Estamos haciendo este trabajo 3Krompe lomos después de todo.

3K significa sucio, no me dijiste eso, y cuidado con la gente que saca fotos furtivas[6]. Luego de terminar mi bebida y echar la lata a la basura, toco la piedra sobre mi pecho.

Es de un color azul profundo, mas oscuro que el cielo.

El maseki azul de los Leones se calienta bajo los rayos UV y el color se blanquea. Las expectativas del que me la dio y el triste destino de su dueña anterior me perturban. Él me dijo que se suponía que era un talismán, pero no me parece que un novato como yo sea merecedor de algo como esto.

—...Quiero decir, estoy perdiendo mi tiempo en un lugar como este...

—¡Espera un minuto! ¿Qué quieres decir con perdiendo el tiempo? Las experiencias ganadas durante la juventud son muy importantes. No sabes que clase de carrera seguirás cuando seas un adulto, ¿o si? Si aprendes sobre el oficio de la hosterías, tal vez eso te abra una puerta en el futuro.

De hecho hay alguno que otro estudiante de dieciséis años que ya ha decidido que carrera seguir.

Los locos por el béisbol parecen no reconocer la realidad y se da como resultado estudiantes que gastan todos sus esfuerzos en su físico.

Ese soy yo.

Yo, Shibuya Yuuri, un chico beisbolista que podrías encontrar en cualquier esquina, fui forzado a convertirme en el gobernante de un país y un castillo. Y no soy el típico rey común y corriente. El SUPER STAR, ORE-sama ROCK[7], es genial, pero mi titulo también es así de cool. Tengo una estatura completamente normal, una apariencia completamente normal, y mi inteligencia es la usual para un estudiante de secundaria, pero...

Soy el Maou.

No hace mucho fui echado por un inodoro en un viaje no muy agradable hacia un mundo de fantasía que podría haber sido el escenario perfecto para un juego RPG. Allí fui rodeado por un grupo de insanas bellezas que me echaron encima el trabajo de Maou sin mucho preámbulo. Pensé que estaba soñando.

Pero era real.

Realmente no se que es toda esa charla sobre mi alma, pero cuando se trata de que terminé siendo el rey de Shin Makoku, que soy medio mazoku y medio humano, y que hay un montón de problemas que alguien tiene que resolver, es verdad que todo eso lo he elegido yo mismo.

Aun así habían momentos en los que lo único que quería era huir de todas esas responsabilidades. Y aun tengo mis dudas sobre si estoy calificado para una tarea tan importante. Solo tengo a mis compañeros de equipo a los cuales agradecerles que no he fallado miserablemente, ellos siempre me han cubierto la espalda.

—¿Hola? Ustedes chicos son de la hostería roja al otro lado del camino, ¿verdad?

Había dejado ir la vista distraído, pero al escuchar esta voz afligida, levanto la cabeza.

Veo lo que parecen dos universitarias caminando hacia nosotros mientras se sostienen la una a la otra y parecen estar por llorar. La mano de Murata, que estaba ocupada colocando la botellas en la maquina expendedora, se congela.

—Si, así es. ¿Hay algún problema? ¿A alguna la picó una medusa?

La vista es demasiado shockeante para que un estudiante de secundaria la observe directamente, pero una de las chicas está usando ambas manos para cubrirse los pechos. Un valle de ensueños de apariencia suave. ¡¿Qué podría haber pasado?!

—El agua se llevó la parte de arriba del bikini de mi amiga en aquella gruta. Se atascó en un lugar en que podemos verla, pero... no podemos llegar.

Azul oscuro con rayitas diagonales rojas y tirantes amarillo limón a los lados para atarlo. ¿De que estoy hablando? Del color del bikini. La chica con las marcas de bronceado mas pronunciadas frota el hombro de su amiga que llora. Su oscuro estomago tiene un piercing en el ombligo.

No hay duda que ese bikini se haya salido, pienso para mi mismo. Cualquiera que regularmente usa ropa interior que se ata sabe lo peligroso que es. Así de extraño como suena, estoy hablando por experiencia propia.

—No te preocupes, los chicos se encargarán de esto.

—¡¿Eh?!

Piercing en el Ombligo consuela a su amiga. ¿Cuando se decidió esto sin ser pedido o hecho un contrato? Ambos, Murata y yo, pensamos para nosotros mismos que nos hemos involucrado en algo malo. Por sobre todo, no somos alguien que está de vacaciones, sino empleados de la hostería Familia M. No podemos simplemente ignorar a un cliente en problemas que aparece frente a nosotros.

Por un cliente debemos estar listos para entrar a cualquier gruta o jungla. No preparamos para hacerlo. Definitivamente no es porque sean lindas.

—Bueno, entonces: ¡hacia Kamakura[8]!

—Eso no, Shibuya: ¡hacia la gruta!

La gruta es mas grande de lo esperado y la luz tenue dentro la hace el lugar ideal para una cita. A esta hora del dia, el agua llega hasta la altura de las caderas así que no puedes llegar al bikini sin mojarte un poco, pero si baja la marea probablemente serias capaz de ir caminando. Al otro lado de este área rocosa, un objeto amarillo limón cuelga de una saliente dentado.

Solo hay un problema: frente a las rocas se ondea alegremente una bandera roja sobre el agua.

—Huéspedes, nadar aquí está prohibido. Esto es problemático, chicas, andar teniendo un encuentro secreto en un lugar peligroso como este.

Estoy tan exasperado que sueno como Mino Monta[9].

—Mmm, parece que son unos veinte metros. Sabes nadar, ¿verdad, Shibuya?

—¿Yo? ¡P-pero está prohibido nadar aquí!

—Eres bueno nadando en lugares prohibidos, ¿verdad? Ya ves, como la piscina de los delfines.

No tengo respuesta para eso.

Meto un pie en el agua. El mar está mas frío de lo que esperaba y el agua se filtra dentro de mi zapatilla deportiva. Mientras arremango mi delantal de jean y pruebo el suelo rocoso con cuidado con la zuela de mis zapatillas, salgo en busca de la mariposa amarilla que ha sido dejada atrás en la gruta.

—Shibuya, ¿está todo bien?

Al alcanzar la bandera el agua me llega al pecho. Es un poco mas profundo de lo que esperaba que fuera, pero mientras que mis pies lleguen al suelo está bien. Con pasos cuidadosos llego hasta el lugar en cuestión y extiendo una mano hacia la tela que es tan amarilla que lastima mis ojos.

—...Este es el primer bikini que toco en mi vida, ¿uh?

Me pongo a pensar en algunas cosas saludables de alguna clase cuando mis dedos finalmente llegan al bikini y lo tomo sin vergüenza con mi mano derecha.

Después de todo esto, seguro que me perdonan si me lo pongo en la cabeza como recompensa. No, incluso si ponerlo en mi cabeza para ser como el Sr. Rana es malo, al menos debería estar bien si lo huelo.

—¡Shibuya, apresúrate y vuelve! ¡Volvamos juntos a la hostería!

Reuniendo el poco autocontrol que me queda, echo el premio amarillo limón sobre mi hombro. Murata agita su mano dramáticamente.

—Cálmate, ya estoy volviendo, incluso si... uh...

Cuando estaba por dar mi siguiente paso, veo una clase de animal marino en frente de mi pie.

¡De todas las cosas, ¿por qué tenía que ser un cangrejo el primero en aparecer?! Si pisas un cangrejo serás castigado por el cielo. La mayoría de los niños japoneses aprenden eso cuando son pequeños. El enemigo comienza a amenazarme con sus pinzas marrones agitándolas a lo alto. Tratando de evadirlo rápidamente, termino tropezando y sumergiendo mi cuerpo entero en el agua salada del mar. La parte de arriba del bikini que simplemente deje colgando sobre mi hombro flota y amenaza con irse a la deriva frente a mis ojos.

—¡Maldito, quédate aquí!

Rápidamente estiro la mano, pero lo pierdo por un pelo. El brazo que estiré porque pensé que se iba a alejar de mi es jalado hacia abajo.

Un tirón.

—¡...Geh!

Mi cuerpo es jalado hacia abajo con mucha mas fuerza.

—¡M-Murata! Es un calamar gigan--!

Los tres están en la playa con las manos en las orejas de manera idéntica en pose de “¿qué dijiste?”.

Mientras decido testarudamente que no voy a dejar ir el bikini que me costo tanto conseguir, me hundo mas profundo hasta que el agua de mar me tapa la nariz y ya no puedo respirar. Las únicas criaturas que arrastrarían una persona hacia el océano son Umibouzu[10] o un barco fantasma. Hace cuatro meses hubiera estado gritando al pensar que iba a ser asesinado.

Pero ahora estoy bastante calmado.

Es decir, me están llamando, ¿verdad?

Gracias a mis experiencias previas, sabia que no debía entrar en pánico y forcejear. Debo relajarme y tomar un gran respiro... rayos. Un pedazo de alga se me metió en la boca cuando inhale.




Oye, papá.

¿Qué pasa, Yuu-chan?

Hace bastante que me lo vengo preguntando, ¿quién en nuestra familia no bebe alcohol?

Nadie. Tu papá y tu mamá beben tanto como quieren.

...Entonces, ¿por qué la heladera está llena de cerveza sin alcohol?

¿Por qué? Es para ti, Yuu-chan. Los niños de primaria comienza a desear probar los cigarrillos y el alcohol a escondidas de sus padres, ¿verdad? Después de todo, los niños son muy curiosos a tu edad. Pero desafortunadamente el alcohol y la pubertad no combinan para nada. Lo único que logra es atrofiar el desarrollo físico, debilitar las células cerebrales y volverte mas estúpido. ¡Por eso es que papá y mamá decidieron dejar cerveza sin alcohol en todos los lugares que pudieras encontrarlas! ¡A cambio te diré que se siente beber alcohol siempre que quieras! Así que, Yuu-chan, presta atención. Glup, glup. Ahora pregúntame, Yuu-chan. Ahhh.



Aunque me tomaron el pelo de esa forma, mi abstinencia al cigarrillo y al alcohol no se debilitó ni un poco. Siendo un atleta, no quería poner ni un centímetro de mi potencial altura en juego.

Así que, incluso si me ponen un barril enorme en frente, incluso si me dejan beber todo lo que quiera, no tomaré absolutamente nada. Sin embargo, cuando me convierta en un jugador profesional, entonces aceptaría con gusto que me echaran cerveza encima .

Ah, eso seria lindo. Quiero que ese tipo, ese tipo y ese otro tipo lo derramen todo sobre mi, la cerveza, quiero decir. Probablemente se mezclará con mis lagrimas, me quemará los ojos, llenará mi garganta hasta la nariz, me atragantará y lo toseré, uh[11]...

—Glug... ¡hmphaaaaah!

Hay un fluido no solo entrando por mi nariz, sino por mis orejas. Tengo que cerrar los ojos por el dolor y las burbujas me atacan.

Trato de respirar, pero no hay aire en ningún lado.

Quiero forcejear, pero descubro que no puedo estirar mis miembros para nada. Cuando me levanto mi cabeza se golpea con alguna clase de obstáculo. ¿Estoy atrapado dentro de un ridículamente pequeño tanque de agua? Pero no sabe a agua.

¡¿Cerveza?!

A pesar de mi corta vida, nunca pensé que llegaría el dia en el que me encontraría encerrado en un barril de cerveza. Encuentro una lamina fina como un papel de oxigeno cerca del techo y presiono mis labios sobre la madera de la tapa para respirar. Mientras tanto, pateo contra las paredes que me encierran intentando escapar.

De verdad que esta cosa es muy resistente.

Intento usando mi cabeza y mis hombros en vez de solo mis piernas, pero el marco de madera no cede. Concentro todas mis fuerzas y me arrojo contra la izquierda del barril inclinándolo de lado.

—¡¿Ugh, glug, glug?!

¡¿Está cayendo por las escaleras?! Eso es lo que no fui capaz de gritar correctamente, y luego de que el barril y yo giramos tres veces completas, cae. La violencia del impacto lo rompe con un sonoro golpe. Me encuentro boqueando por aire en el piso en medio de un lago de cerveza.

—¡¿...Me-me pregunto si Momotaro[12] se sintió así?!

Incluso si me encierran dentro de un barril de alcohol, no voy a reaccionar exageradamente. Estoy acostumbrado a terminar en lugares extraños.

Mas o menos esto es lo que pasa cuando viajo del Japón moderno al mundo que contiene a Shin Makoku.

Luego de que más o menos me recupero y estoy reconociendo mis alrededores rebosantes de luz, unas cuantas mujeres atraen mi atención. Usan minifaldas ultra cortas y delantales azules iguales al que tengo. Van de aquí para allá ocupadas entre las mesas, sosteniendo bandejas de loza llenas en el aire con ambas manos.

Varios gritos provienen de los alrededores, no puedo identificar si son ordenes o acoso sexual.

¿Así que aterricé en un bar? Esto es nuevo. En el medio de la sala, un grupo de gente se pegan hombro a hombro y cantan una canción a todo pulmón. En las esquinas se sientan hombres que prefieren la soledad, abrazando sus bebidas solos.

Alguien de la mesa mas cercana me apunta y grita. —¡Oigan, un mesero tiró un barril de cerveza del segundo piso! ¡Estás desperdiciando la cerveza que podríamos beber!

—Es un chico. ¿Desde cuándo este lugar contra meseros hombres? Como sea, oye tu chico, tráeme otra... ¿Mm?

El borracho de nariz roja se me queda mirando. ¡Rayos! Apresuradamente bajo la visera de mi gorra sobre mi rostro. En este mundo, el cabello y los ojos negros tienen cierto significado y presumirlos sin cuidado es peligroso.

—¡Vaya, niño, has ido a por todo! ¡Te teñiste de negro! Admirar al rey es una cosa, pero si sus apasionados y leales[13] guardias de élite te descubren, no vas a escapar fácilmente, ¿sabes? Esos tipos han comprometido seriamente sus vidas a Su Majestad.

Parece que me han confundido con un fan. Mas importante, no puedo dejar pasar la frase guardias de élite. ¿Se ha fundado una organización sospechoso sin mi conocimiento mientras no estaba?

—¡Su Majestad!

La puerta de madera se abre violentamente y un hombre con cabello locamente salvaje se abalanza sobre mi. Miro rápidamente hacia la puerta, afuera está negro como la noche y una fuerte tormenta con rayos cae del cielo.

—¡¿Su Majestad, se encuentra bien?!

—¡Geh, Günter!

—¡Geh, es una expresión un tanto cruel de usar! ¡Ah, pero que abrumadora felicidad es el verle de nue-- guah!

Los ojos claros del hombre que trasciende la belleza bajan y su tez cambia de color inmediatamente. Se pone pálido como la ceniza y le brota sangre de la nariz.

—¡¿Po-po-por que viste así?! ¡De todas las cosas, esta d-d-desnudo con un delantal!

—Desnudo con un delan-- ¡¿que?! ¡No, tengo unos shorts de baño puestos! ¡Günter, te sangra la nariz! ¡Tu nariz!

—¿Y por qué está aferrando ese sostén?

¿Sostén? Oh, se refiere a la parte de arriba del bikini. En realidad no es ropa interior, así que no debería haber problema con un chico sosteniéndolo.

Con gotas de agua cayendo por su cabello gris y sus ojos violeta brillando, toma mi mano.

Lord von Christ Günter es el competente consejero del 27avo Maou de Shin Makoku —ese soy yo— y es mi tutor sobreprotector. La razón por la que su nariz está roja probablemente sea porque justo ahora está comenzando el COUNT DOWN para romper en lágrimas. La apariencia de Günter es tan magnifica que solo basta que lo miren fugazmente para capturar el corazón de las mujeres, pero tan pronto como entro yo en escena, él se ahoga en mocos y lagrimas. Su belleza que roba el aliento se va directo por el caño.

Los clientes del bar ha comenzado a susurrar. —Los guardias. Los guardias están aquí.

—...Así que eras tú.

Por alguna razón se drenan todas las fuerzas de mi cuerpo.

En ese momento, una pequeña sombra viene volando hacia mi pecho mientras intento levantarme de entre el olor a cebada.

—¡Yuuri!

—¡Gah! ¡...G-Greta! ¿Qué haces aquí?

Levanto a la niña que se ha convertido en mi hija debido a varias circunstancias. Tiene una hermosa piel oliva bronceada por el sol, masculinas cejas y largas pestañas. Sus rizos caoba que han crecido un poco desde la ultima vez que la vi están atados en dos colitas sobre sus orejas. Dejando de lado que soy un padre embelesado, ella es extremadamente linda

—Oh, hombre. ¡Greta, cada día te pones mas CUTE! Eso es un pecado, JUNIOR.

—¿Quién es JUNIOR, un hombre?

...Supongo que eso es un habito que tomó de Wolfram.

Mientras me siento en el piso, miro hacia arriba y veo también a Lord Weller parado cerca de la puerta. Él es el único siempre se muestra tranquilo ante cualquier situación. Nunca lo he visto perder la compostura ni una vez.

—Ey, Conrad.


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Esperaba que me respondiera con su refrescante sonrisa, como usualmente hace, pero en vez de eso, el segundo hijo de los tres hermanos mazoku que no se parecen en nada me muestra un extraña expresión frunciendo la cejas.

—Me disculpo por interrumpir su feliz reunión, pero...

Presiona su chaqueta contra mi mano y observa la parte baja de mi cuerpo críticamente, parece preocupado sobre mis pierdas solo tapadas por mis shorts de baño. Le da algo de dinero al cliente apropiado mas cercano, que procede a bajarse los pantalones.

—Tenga, póngase estos.

Rápidamente me coloco los pantalones sin sacarme las zapatillas. Aun se siente el calor del dueño anterior.

—¿Qué pasa? Estás de muy mal humor.

Lord Weller Conrart, que es el segundo hijo de la anterior Maou y mi confiable cuidador y guardaespaldas, tiene la sangre de humanos y mazokus fluyendo por sus venas. La Reina de las Feromonas, Lady Cherie, se enamoró de un humano que no tenia nada mas de valor que su espada y el hijo que nació fue Conrad. Tal vez esa es la razón de su apariencia común. En contraste con su hermano mayor Gwendal y su hermano menor Wolfram, mi complejo de inferioridad se mantiene dentro de sus limites con Conrart en ese sentido.

Aparentemente por alguna razón él es mas popular con las mujeres que sus otros dos hermanos demasiado hermosos. Probablemente sea porque posee el don de ser capaz de decir cumplidos con facilidad y que tiene una sonrisa refrescante.

Pero al mismo tiempo se que hay momentos en los cuales, incluso un hombre joven tan amigable como Conrad, posee una sombra que oscurece sus brillantes ojos marrones.

Ya que hemos estado hablando en voz baja, los clientes del bar continúan con su actividad previa: un verdadero parrandero solo tiene ojos para el vaso frente a él.

—Debemos llevarlo a un lugar seguro lo mas pronto posible —dice Conrad.

—¿Qué? Pero estamos dentro del país, ¿no es así? ¿Por que el interior de nuestro propio país no seria seguro? Ah, ¿hay problemas de nuevo? ¿Es por eso que me trajeron apresuradamente de este modo, verdad?

—No, Su Majestad... —dice Günter en un tono de disculpas. Paso mis brazos por las mangas de la pesada chaqueta de cuero y me levanto del suelo mojado—. En realidad... no fue llamado.

—¿Uh?

—Bueno... esto es un tanto difícil de decir, pero... espere, ¡no me malentienda! No pasa un solo dia sin que no añore su regreso, pero...

—No lo llamamos —interrumpe Conrad, tal vez poniéndose impaciente con las vueltas de la conversación. Usualmente no es el tipo de persona que hace so, así que debe estar en su limite—. De hecho, queremos asegurarnos que Su Majestad esté en un lugar seguro hasta que las cosas se calmen aquí. Pensamos que seria mejor si regresa donde están sus padres.

—¿Eso significa que no querían que venga aquí?

Conrad toma el brazo de Greta y asiente hacia mi levemente, agregando: —Al menos por el momento. La situación aquí es bastante peligrosa.

—Esos humanos... no, hay cosas sospechosas sucediendo en países humanos[14]. Por la información que han conseguido nuestros espías... se dice que los humanos han puesto las manos sobre un arma tremendamente peligrosa.

Debe ser un arma realmente poderosa porque Günter necesita tomar un respiro profundo. Si habláramos de la Tierra, serian misiles buscadores, o destructores de planetas, o algo así.

—En todo caso, es algo repulsivo. Se dice que si abres esa caja, liberará eso que ha sido sellado hace mucho tiempo junto con la calamidad y este mundo se cubrirá de traición, muerte y desesperanza.

—Ah, esa es La Caja de Panchira[15].

Lord Weller suelta una risilla.

—Ya veo. Es similar, pero no tan indecente.

La respuesta correcta era Caja de Pandora.

—Es similar, pero mucho mas horrible. La Caja de Pandora también contenía esperanza, pero no hay esperanzas en esta cosa. Una vez que la abres, eso es todo. Nadie puede detenerla.

Greta se cuelga a mi brazo asustada.

—En este mundo, existen cuatro objetos que no deben ser manipulados bajo ninguna circunstancia —dice Conrad—. Los humanos, mas que nada los humanos de la súper poderosa Shimaron, han logrado poner uno de esos objetos bajo su control. El nombre de la caja es El Fin del Viento. Si continúa en sus manos, la abrirán tarde o temprano.

—¿Aún si es tan horrible?

—Es porque es horrible que quieren usarla. Creen que serán capaces de controlarla. Pero, eso es una exageración.

Los ojos con manchas plateadas de Lord Weller se oscurecen por un instante.

—...Günter, escucho gente que no es de este lugar del país moviéndose afuera en los alrededores. Seamos cuidadosos y usemos la puerta trasera.

—Le preguntaré al dueño si podemos desaparecer a través de la cocina.

—Si, por favor. Su Majestad, se que debe estar exhausto, pero--

—No me llames Su Majestad. Tú me pusiste el nombre después de todo.

Mientras digo mi típico cliché, Conrad parece relajarse un poco y estar algo mas aliviado. ¿Qué clase de horrores debe de estar enfrentando para mostrar placer ante tan pequeño detalle?

—...Es verdad. De todos modos, me gustaría que espere en el otro mundo hasta que tengamos esta crisis bajo control. Las sacerdotisas ya se han reunido en el Templo de Shinou y están haciendo los preparativos necesarios para enviarle de vuelta a la Tierra.

—¡¿De seguro que ustedes no están planeando empezar una guerra mientras no estoy, verdad?!

—Trataremos de evitarlo, en tanto sea posible.

—Nada de “en tanto sea posible”, ¡absolutamente nunca!

—Entendido. Ahora, permítanos actuar como espías. Greta, ten cuidado de no retrasarte.

Günter ya está en la cocina asintiendo hacia nosotros.

—Por favor no olvide su posición mientras está en la Tierra. Siempre actué con cautela y este pendiente de sus alrededores. Cuando todo este solucionado, definitivamente le llamaremos de vuelta enseguida. Pero en ese momento, yo...

Sin darme tiempo a preguntar “¿tu que?”, Conrad abre la puerta trasera. El aire frío y la fuerte ráfaga de lluvia vuelven a esta noche sombría aun mas hostil de lo que ya es.

Luego de levantar la capucha de Greta salimos en silencio. En este clima terrible, ni una antorcha o una linterna serian de ninguna ayuda. Günter murmura una frase y la punta de su nariz comienza a brillar roja. Así que la nariz de un hombre hermoso cubierta de mocos secos viene a la mano en carreteras oscuras.

De hecho, es una magia bastante práctica.

—¿No debería existir una manera mejor de proveer luz?

—Ya veo —Lord Weller deja escapar una risa resentido—. Me preguntaba porque estuvo preguntando con tantas ansias sobre la Navidad en la Tierra.

Cuando llegamos al árbol donde los caballos están atados, Conrad toma el suyo y lleva a Greta con él. La coloca en frente y toma las riendas pasando los brazos a su alrededor. Günter y yo compartimos un caballo de la misma manera.

Trato de ignorar su aliento caliente en mi cuello siendo que es una emergencia.

—Este camino lleva a una iglesia. Si todo va de acuerdo al plan, será capaz de realizar su viaje de vuelta desde allí, siempre y cuando las sacerdotisas puedan prepararse a tiempo —explica Günter.

Una afilada corriente de aire silva pasando mi oreja. Mi cabello mojado se mueve ligeramente en esa dirección.

—¡Su Majestad, cuidado! —grita Conrad estirando su brazo desde la montura sobre el caballo a nuestro lado.

Casi en el mismo momento que escucho su voz, confío en mis instintos y me echo hacia la derecha. A mi izquierda escucho el desagradable sonido de la carne siendo rasgada. La temperatura a mi espalda aminora de repente.

—¡¿Günter?!

El tutor cae del caballo causando que el agua fangosa salpique en largos arcos. La luz roja de su nariz marca una linea curva durante su caída como una luciérnaga. Sus manos se han atascado en las riendas, así que el caballo corcovea y relincha con fuerza.

—¡Günter! ¡¿Qué hago?! ¡Lo siento! ¡Es porque lo he esquivado!

—¡Yuuri, baje ahora mismo! ¡Baje!

Me las arreglo para saltar justo a tiempo antes de que el animal galope lejos. Pensé que iba a caer de espaldas, pero Conrad me ataja con destreza.

—Pensar que llegarían tan lejos... ¿Ve esa luz? Corra hacia allí sin detenerse. No voltee. Vamos, tome la mano de Greta.

—¿Pero qué pasa con Günter?

Doy un par de pasos estupefacto hacia el tutor caído.

—¡No se preocupe por él!

Conrad me echa hacia atrás con fuerza. Tomo la mano de Greta y corro hacia la luz titilante. Probablemente son unos doscientos metros, pero mi mente está completamente en blanco así que no se que tan lejos es, o cuanto me toma llegar. Conrad ahuyenta su caballo en dirección opuesta y luego de colocar su mano brevemente contra el cuello de Günter nos sigue.

Las dos luces anaranjadas se revelan, son antorchas montadas a ambos lados de la una entrada. Cuando presionamos contra la madera cubierta por un tejado, solo un lado cede con un crack. Greta se escabulle bajo mi brazo por la rendija antes de que pueda detenerla.

—¿...Es esto una iglesia? —pregunta—. Pero no veo estatuas de dioses o ningún viejo dando un sermón.

—No te preocupes por eso.

La recámara interior es brillante y cálida así que los viajeros pueden entrar y descansar en cualquier momento. Los bancos de madera están acomodados en filas y varias velas destellan en un candelabro. No es muy diferente a una iglesia Cristiana ortodoxa, pero en vez de una cruz de madera, hay un cuenco poco profundo lleno de agua y una pintura gigante.

Una habitación amueblada de manera esplendida se representa en ella, pero no hay nadie ahí.

—Que persona tan hermosa. Se parece a Wolf —murmura Greta junto a mi con un suspiro.

—¿Eh? No hay nadie pintado ahí. ¿Crees que eso luce como Wolfram, Greta?

Si tengo que decir algo, supongo que las patas de la mesa demasiado ornamentada podrían llegar a lucir como las suyas.

Conrad desliza una enorme tranca en su lugar en la puerta y se acerca al altar. Eso me recuerda la situación peligrosa en la que estamos y que falta uno de nosotros. Agarro sus ropas mojadas con ambas manos y pido perdón frenéticamente.

—¡Lo siento tanto! ¡¿Qué hacemos, Conrad?! ¡Le dispararon a Günter! ¡Definitivamente es mi culpa! ¡No debería haberlo esquivado!

—Cálmese. No le han disparado. Aquí no hay pistolas.

—Pero que pasa si está... muer--...

Las palabras se me atragantan y no puedo pasar el aire.

—Por favor respire. Está bien. No está muerto y no es su culpa. Nunca esperamos que el enemigo hubiera llegado hasta el interior del país. Alguien debe haberlos dejado entrar. De otro modo nunca hubieran sido capaces de traer caballos y armas. No pensamos que tendrían un cómplice. Fue nuestro error, Yuuri, no suyo.

—Pero...

—El hecho de que Günter fuera golpeado no es porque usted lo esquivó. En la oscuridad él era el único blanco visible. Ademas, si usted hubiera sido herido y él estuviera bien, hubiera acabado con su vida apuñalándose el mismo en el corazón. No se preocupe, no está muerto... parece estar en un estado de animación suspendida. Gracias a eso pudimos dejarlo a salvo allí sin que le mataran. Nuestro enemigo no tiene tiempo de ir a darle el golpe de gracia a oponentes “muertos”.

—¡No, me...! —finalmente logro tragar el bulto en mi garganta y mirar a los ojos de mi compañero parado frente a mi. No escapa mi atención que la vieja cicatriz sobre la ceja derecha de Conrart tiembla levemente—. No me estás mintiendo, ¿no es así?

—No, no lo estoy.

—Has estado escondiendo algo de mi. Hay algo importante que no quieres que sepa y estás intentando desesperadamente de mantener la boca cerrada, ¿verdad?

—¿Qué le hace pensar eso?

—¡Ese es mi trabajo!

El maseki sobre mi pecho se pone mas cálido, aunque debe estar mojado por la lluvia. Caliente y pesado presiona sobre mi piel. Duele tanto que se siente como si me fuera a marcarme.

—Ponerme en cuclillas en la base y leer a los jugadores es mi trabajo. Leo el pensamiento del pitcher y el defensa y tomo una desicion. Y no solo mis compañeros de equipo, necesito leer al bateador y los corredores y adivinar el plan de la gente en la banca. Leer a todos, amigos y enemigos, y luego dar las señales, ese es el trabajo del catcher. Aun soy bastante inexperimentado así que no puedo leer a todos, ¡pero puedo entender un poco lo que le pasa a la persona mas cercana a mi!

Con su cuello agarrado por su jefe de poco temperamento, la comisura de la boca de Conrad se tuerce. Es algo bastante alejado de una sonrisa.

—...Supongo que no puedo engañarlo.

—¡Viene alguien!

Ante el repentino grito de Greta que casi es un chillido, ambos miramos hacia las puertas. Gracias a un fuerte impacto contra ellas, la traba se doblega y parece que nuestra fortificación está a punto de ceder. Esto no es solo ellos embistiendo contra la puerta.

—Esa no es la fuerza de una persona... ¿qué están usando?

Lord Weller desenvaina su larga espada con una floritura y apoya la vaina en frente de la pintura del altar.

—El único lugar al cual regresará mi espada es a los pies de Shinou —murmura por lo bajo como un hechizo.

—Basta, Conrad. ¡Suena como si fuera a dar mala suerte!

¿Pretende nunca volver a envainar su espada?

—He encomendado mi vaina al cuidado de Su Majestad Shinou. Significa que no pararé de pelear hasta que Shinou me lo permita. A cambio pido la protección de Su Majestad. Es solo un pequeño gesto para darme ánimos, nada mas. Por favor esconda a Greta bajo una silla u otro lugar. Probablemente no ataquen a una niña.

—¿Y qué pasa conmigo? ¡¿Voy a pelear con las manos desnudas?!

—¿Puede ver a Shinou en la pintura? —pregunta repentinamente Conrad. Dentro del gran marco brillante solo está la lujosa habitación real, nada ha cambiado.

—¿...Acaso los dos intentan jugarme una broma?

—Que bueno, no puede verlo. Entonces tírele agua encima.

—¡¿Cómo?! ¡P-pero eso va completamente contra las leyes cuando se trata de manipular obras de arte!

Un auto proclamado estudiante de secundaria alta con alto estándar de la moral no puede dañar una obra de arte. Pero luego de mirar hacia la puerta que parece va a romperse en cualquier momento, no tengo otra opción que confiar en las palabras del hombre que ha sobrevivido a campos de batalla antes.

Con dudas, echo unas gotas de agua del cuenco sobre la pintura con mis dedos.

—¡Guah, se iluminó! ¿Es una reacción química?

—Por favor no sea tan refinado. Solo échelo sobre la pintura completa.

Mientras me preparo mentalmente diciendo unas pocas palabras al Ministro de Educación, tomo el cuenco con ambas manos y tiro el agua sobre la pintura en un arco. Una pálida luz se extiende por todo el interior de la iglesia.

—...Increíble...

—Puede volver por ahí.

—¡¿Uh?!

Creo que escuché mal lo que ha dicho a causa del estrés.

—¡Pero esto es una pintura! Solo porque brilla y le tiré agua encima no significa que se volverá blanda. E incluso si paso a través del bastidor, solo debería haber una pared dura detra--

Astillas de metal y madera vuelan por el aire y la entrada principal se rompe hacia adentro. Diez o mas atacantes se abalanzan dentro del edificio.

Todos gritan algo, pero las frases dichas son tan extrañas que no puedo entender ni una palabra. Todos usan la misma ropa, los movimientos de sus largos miembros hacen que sus capas se ondeen.

Están usando máscaras rojas y verdes así que no puedo ver ninguna de sus caras.

Excepto por el color verde oscuro de sus ropas, me recuerdan al asesino de Scream.

—¡Su Majestad, rápido! ¡Debe saltar por la pintura!

—¡Pero son demasiados! ¿Cómo vas a encargarte de todos sol--

—¡Le digo que salte porque no creo que pueda protegerlo!

Dos de los atacantes llevan objetos bajo los brazos que parecen alguna clase de arma. De hecho, se ven como esas aspiradoras súper poderosas que ves en los infomerciales. El largo extremo se sacude antes de que una bola de fuego sea disparada a una increíble velocidad. Es mucho mas grande que una pelota de basket.

¡¿No aspira cosas?!

Por suerte, la primer bola de fuego pega en la pared, pero la segunda zumba directo hacia mi.

—¡Oh no!

Estoy aterrado e intento atajarla por costumbre. El olor de ropa quemada llega a mi nariz de repente. Las llamas son succionadas por el centro de la pintura y sus alrededores, la superficie se torna seca y el brillo desaparece. Tanteo la superficie con cuidado con la punta de mis dedos, se siente como una pintura al oleo normal de nuevo.

Los otros ocho atacantes continúan acercándose mas y mas cerca, buscando una oportunidad para dar un golpe.

—¡Por favor! ¡Haga lo que le he pedido!

—Pero la pintura se secó...

—¡Entonces busque más agua--...!

Antes de que pueda terminar la frase, el enemigo se acerca por ambos lados y ataca con espadas desenvainadas. Él esquiva un golpe con la hoja y bloquea el siguiente con la guarda. Temiendo un ataque por la espalda, me echo hacia atrás sin dejar de mirar la escena y coloco una mano en la manija de la puerta a la izquierda del altar. No se abre. No importa lo mucho que muevo la manija, no se abre.

—¡Mierda!

Se escucha el incesante estruendo de metales chocando y veo chispas azules a los bordes de mi campo de visión. El sonido de una espada chocando el suelo se mezcla varias veces y puedo sentir el impacto en las suelas de mis pies.

Intento patear la puerta para abrirla con todas mis fuerzas y consigo hacer un agujero decente en el centro de ella.

Afuera ruge la incesante lluvia.

—¿Cómo...?

Solo por unos segundos soy distraído por la lluvia y no presto atención a lo que pasa detrás de mi. Uno de los atacantes toma ventaja de esta oportunidad y blande su espada hacia mi espalda.

La corriente de aire similar a un aullido se detiene a medias. Suena como si hubiera golpeado algo con fuerza, pero ese objeto pierde ante el poder y el peso de la estocada y es cortado. Oigo el sonido inquietante de la carne golpeando el suelo como una presa que cae desde el cielo.

Pensé que fui cortado limpiamente a través de músculos y hueso y que caí sobre suelo de piedra.

Volteo reflexivamente y veo a Conrad usando su mano derecha para cruzar espadas con el enemigo. La sangre rojo oscuro fluye sobre su garganta y orejas.

En cuatro puntos de la habitación hay bultos color verde tirados en el piso. El enemigo solo se ha reducido ese poco.

—Salga afuera.

Me muevo para meterme por el agujero en la puerta como se me ha indicado, pero mi pie siente algo extraño.

Es un brazo.

—¡¿Conrad?!

No puedo reunir el coraje para levantar la vista y solo miro el brazo izquierdo cortado. Los dedos aun están doblados como su sostuviera algo y el codo se tuerce en un angulo antinatural. No veo una sola gota de sangre. El brazo luce como una prótesis muy bien hecha.

—¡Yuuri!

Sacudo la cabeza hacia arriba sorprendido y veo la espalda de mi protector solo como una silueta ante la luz. Su lado derecho definitivamente luce extraño.

—Apresúrese y salga. Ya no parece que pueda viajar a través de la pintura.

—Conrad, tu brazo...

No puedo decir nada mas.

—¿No se lo he dicho acaso? Por usted... —En este momento se que aunque Conrad suda frió sobre la frente, alza sus pálidas mejillas y su boca en una sonrisa temeraria—...Daría mi brazo, mi corazón y mi vida.

Esa sonrisa no parece ser la habitual amigable, sino la de un enardecido espadachín demoníaco.


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No puedo permitir que nadie mas salga lastimado. Rezando que nadie me esté esperando al otro lado, meto la parte superior de mi cuerpo por el agujero en la puerta. Las fuertes gotas de lluvia salpican mi cara.

Colocando mis manos sobre el barro resbaladizo logro sacar el resto de mi cuerpo. Sin embargo, en ese mismo instante el piso bajo mis pies se rompe y me deslizo hacia abajo junto con la tierra mojada. No hay ramas de donde agarrarme.

—¡¿Es un risco?! ¡Ey... ahh!

Cuando me doy la vuelta para gritar el nombre de Conrad, la puerta vuela en pedazos gracias al fuego y una explosión.

Miro hacia arriba mientras soy tragado por el barro y la lluvia. Hay llamas y humo saliendo de la parte trasera de la iglesia que se aleja cada vez mas.

Los trozos rotos y las brasas ámbar relucen mientras caen del cielo. El brillo se duplica y triplica, reflejado por las gotas de lluvia en el aire.

Es como ver fuego artificiales justo desde abajo.

Solo puedo pensar en eso, ausente de mente mientras mi vista y mi aliento son robados por el fango.

Alguien susurra una disculpa en mis oídos.


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Referencias

  1. Festival budista para honrar a los espíritus de los ancestros familiares.
  2. Ikebukuro es una zona comercial de Tokyo, en este lugar se encuenta el Centro de Bateo de Ikkebukuro. Korakuen y el Domo de Seibu son dos estadios de Béisbol.
  3. Cuando una persona se presenta suele aclarar que kanjis componen su nombre y que significan, el de Yuuri es solo uno, ventaja, así que es fácil de explicar.
  4. Los textos en mayúsculas estaban originalmente en inglés en la versión japonesa, trato de respetar la máxima cantidad posible, siempre y cuando los traductores en inglés los hayan resaltado.
  5. Giants por el equipo de béisbol. Kakefu Masayuki era un jugador profesional de los Hanshin Tigers.
  6. Chiste inadaptable, todas la cosas que dijo Yuuri empezaban con k en japonés.
  7. Un cantante que se dedicó a hacer traducciones literales de canciones en inglés al japonés. Es muy gracioso.
  8. Kamakura es un lugar conocido por sus templos, no estoy segura de si la referencia es por lo rocoso de la gruta.
  9. Conocido presentador de TV japonés que prácticamente estaba al aire todos los días a toda hora.
  10. Un Yokai, espíritu del folclore japonés, que se dice que vive en el océano y arrastra al mar a cualquiera que le hable. Su nombre significa mar y monje budista, por la forma redonda de su cabeza.
  11. Si, el original también sonaba como porno, no lo duden, es adrede.
  12. Momotaro es la fábula sobre un niño que nace de un durazno.
  13. Apasionados y leales en japonés tiene escrita una segunda lectura como “locamente enamorados” sobre los kanjis.
  14. Günter agrega un sufijo despectivo para referirse a los humanos como un grupo en japones (domo), y es por eso que se corrige y cambia su manera de decirlo.
  15. Yuuri intenta decir Caja de Pandora y en vez de eso dice panchira, que significa bombacha.