My youth romantic comedy is wrong as I expected v8 Capítulo 1

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Capítulo 1: No es necesario decir que incluso Hikigaya Komachi se puede enojar.

Parte 1

¿Qué pasaría si...?

Este es un escenario de “Qué pasaría si...”

¿Que sí la vida fuera como un juego donde pudieras cargar un archivo de guardado y volver atrás hasta un punto donde puedas cambiar tus decisiones? ¿Cambiaría tu vida de alguna manera?

La respuesta es un rotundo no.

Sólo aquellos que tenían la gracia de elegir serían los beneficiados. Para aquellos que nunca tuvieron estas opciones en primer lugar, esa situación no tendría importancia.

Siendo así, no habría arrepentimientos. De hecho, la vida en sí era el mejor ejemplo de los arrepentimientos.

Así es como era.

También está el escenario del «un poco tarde». Una vez que tú empiezas con estos «¿Qué pasaría si...?», no puedes ver el final de ellos. Nada cambiará independientemente de la respuesta que des. En el momento en que te has asentado en una decisión ya es muy tarde para echarte para atrás.

Las suposiciones, las semejanzas, y los bucles eran construcciones que no existían en este mundo. En resumen, todos los escenarios de la vida son lineales. Trabajar por posibilidades no es más que un esfuerzo inútil.

Yo estaba totalmente consciente de qué tan mal estaba. El mundo, como sea, era más perpetrador de lo que yo era.

Era acosado con guerras, pobreza, discriminación y un montón de otras cosas. Buscar trabajo puede fácilmente quedarse en nada y sin ninguna oferta, sin importar cuanto esfuerzo le pongas. Incluso los trabajos a medio tiempo toman algo de tu dinero, especialmente cuando tienes que poner dinero de tu bolsillo cuando las cuentas no encajan.

Entonces, ¿dónde realmente existía la verdad de este mundo? Una verdad definida por las maldades de este planeta no puede ser llamada una verdadera verdad.

Por otra parte, esta verdad puede estar bien tomando forma de todo lo malo en este mundo.

Pero, ¿había algún sentido en alargar algo que estaba destinado a terminar?

Eventualmente, perderás todo. Esa era una verdad absoluta.

Pero aun así...

La eventual pérdida de todo tenía belleza en sí.

El eventual final de todo tiene sentido en sí. Incluso las cosas como la tranquilidad temporal, una combinación de estancamiento e incertidumbre en la vida, serán, eventualmente, algo imposibles para seguir con ellas.

Llegar a un acuerdo con estas verdades era lo que deberías estar haciendo.

Un día, por seguro, mirarás las cosas que habías perdido como si fueran tesoros que habías venido a adorar, como si fuera similar a la felicidad que produce beber sake tu solo.

Parte 2

Que mañana tan desagradable.

Los cielos claros del clima fueron acompañados con un viento ligeramente frío que chocaba despacio contra las ventanas. En el cuarto estaba un relajante espacio que te tentaba a tomarte una siesta.

De verdad, que mañana tan desagradable.

Era el lunes después de volver del viaje de campo que finalizó el pequeño descanso.

Los lunes daban esa preventiva sensación de melancolía. Después de que forcé mi pesado cuerpo fuera de la cama, me retorcí a mi manera hasta el lavamanos.

Miré al espejo con los ojos medio despiertos. Reflejado como siempre, estaba yo.

...Hmph, lo mismo como siempre.

Ciertamente, era incambiable, como siempre, a tal punto que era algo anticlimático.

Todo lo reflejado en el espejo comprometió los básicos fundamentos que yo me hice: El sentimiento de no querer ir a la escuela, el sentimiento de solo sentarse por ahí todo el día y no hacer nada, y el sentimiento de nostalgia antes de que dejara mi casa.

Pero había algo diferente. El agua que salpiqué en mi cara estaba más fría de lo común.

Con la temporada de otoño terminada, era seguro decir que estábamos en invierno. Noviembre se acercaba a su final y lo que quedaba del año era solo un mes más.

Mis padres habían salido temprano al trabajo para evitar la multitud de gente que iba y venía. Las estaciones venideras fueron un prime time para cuando las personas llegaban de apenas a tiempo al trabajo o cuando las personas tomaban las horas de retraso desde que esto estaba innecesariamente lleno. Como era de esperar, la gente aún estaba débil para las mañanas de invierno incluso después de convertirse en adultos. Después de todo, cualquiera querría quedarse en su futón encerrado hasta el último segundo.

Aun así, todos ellos tenían una razón por la que necesitaban trabajar.

No había casi duda que había gente que actuaba basada en razones proactivas. Pero, en el otro lado, había personas que actuaban sólo de esa manera porque la sociedad había demandado eso de ellos. Para evitar ser los raros, ellos fueron con el montón pero al mismo tiempo, ase aseguraban de que era una transición natural.

En resumen, la gente actuaba solo cuando había algo que ganar y nada que perder.

Mi cara que era reflejada por el espejo estaba claramente tan normal como ninguna otra persona. Pero, mis ojos que miraron directamente detrás de mí, no estaban de ninguna forma normales; la podredumbre en los ojos era nada menos de estar en el pináculo de todas las escuelas de secundaria.

Pero esto era lo que me hizo. Esto era lo que me hizo Hikigaya Hachiman.

Satisfecho con mi personalidad incambiable, dejé el baño.

Cuando entré en la sala, mi hermana Komachi estaba parada en la cocina. Ella tomó una actitud intimidante mientras permanecía de pie delante de la tetera.

Ya que mis padres habían terminado su desayuno temprano, el menú estaba ya servido para ser Japones. Una vez que Komachi sirvió el té, todo estaba listo.

El agua comenzó a hervir tan pronto como moví la silla. Komachi puso el agua dentro de la tetera y rápidamente levantó su cabeza.

"Ah, buenos días, Onii-chan."

"Sí. Buenos días."

Intercambiamos nuestros saludos matinales. Después, Komachi habló con un tono impresionado.

"Pareces un poco despierto hoy."

Torcí mi cabeza cuando ella dijo eso. ¿Era yo normalmente ese tipo de mala persona al despertarse? Espera, no, pensándolo bien, por supuesto que estaría débil en la mañana. Mi presión sanguínea no era del todo baja pero probablemente no podrías decir lo mismo de mi motivación. Dicho esto, Komachi no estaba siempre equivocada cuando ella señalaba algo de mí. Pero era cierto, yo estaba totalmente despierto hoy día.

"Ah... bueno, el agua estaba bastante fría cuando me lavé la cara."

Dije lo primero que se me vino a la mente y Komachi me miró con recelo.

"Uh, huh... Estoy bastante segura que no había nada diferente con el agua esta mañana..."

"Había bastante frío, de repente, ¿no? Como sea, apresurémonos y vamos a comer para ir a la escuela."

"Ah, claro."

Ella llevó la tetera hasta la mesa del comedor, haciendo un montón de ruidos al caminar con sus zapatillas. Parecía que mi familia no escogió a Ayataka como la marca de té que estará en la tetera.

Después que nos sentamos en nuestros asientos, juntamos nuestras manos y dimos gracias por la comida.

Durante la estación de invierno, la comida japonesa en la casa Hikigaya consistía básicamente de comidas calientes y sopa de miso. El propósito de esta sopa era calentar nuestro cuerpo antes de salir. Bastante amor por parte de mamá, supongo.

Soplé en mi sopa de miso para que se enfríe ya que mi lengua tenía la sensibilidad de la lengua de un gato. Cuando miré a Komachi, quien estaba haciendo lo mismo, nuestros ojos se encontraron.

Komachi puso su plato en la mesa con cuidado y lentamente tomó la palabra.

"...Hey."

"¿Hm?"

Respondí y le di un gesto que sugirió que continuara. Cuando hice eso, Komachi me pregunto como si ella estuviera probando algo.

"¿Pasó algo?"

"No del todo... En cambio, piensa en esto. Absolutamente nada pasó en esta vida mía. Por ejemplo, dicen que un mal puede llegar a ser un tipo de bendición disfrazada. Así que, en ese sentido, podría ser mejor que las cosas ocurrieran después de todo. Más o menos como si contrajeras una enfermedad crónica, que va terminar llevándote al hospital varias veces pero vas a acabar sano. En ese sentido, si nada hubiera pasado, entonces, eso significa que, posiblemente, podría ser una tormenta próxima creciendo rápido."

Dije esas palabras de corrido solo para tener a Komachi mirándome con sorpresa.

"¿Qué es lo que anda mal, Onii-chan?"

Completamente normal. Una reacción completamente normal.

Ella preguntó sin el menor atisbo de estar afectada. Quiero decir, todo lo que dije fue completamente estúpido, pero, ¿no vas a decir algo al respecto?

Realmente tenía que devanar mi cerebro para inventarme todo eso después de todo.

Como esperaba, el lunes me confundió por completo.

"Bueno, tú sabes... Básicamente, nada pasó."

Llevé los huevos fritos hasta mi boca con un movimiento rápido. De todos modos, ¿los huevos fritos eran más un plato occidental o un plato japonés?

Después de oír mi respuesta, Komachi respondió indiferentemente. Empujó su bandeja a un lado para levantarse hacia adelante y mirarme a la cara.

"Heey, ¿lo sabías?"

"¿Qué? ¿Mameshiba?"[1]

O quizás ella era un gato protegido, lo que significaba, que era una princesa protegida. Espera, quizás ella era el monstruo de arroz Pappu, estamos en medio del desayuno después de todo. No había manera de que ella estuviera actuando como Flabby Panda o cualquier de las dos. Komachi no era flácida en lo más mínimo. En primer lugar, levantarse hacia adelante significa énfasis en su pecho así que podría ser mejor para ella tener un poco de flacidez allí. La verdad no, no hay necesidad para eso. Ella era ya muy linda en la manera que ella estaba ahora.

Como si me hubiera convencido a mí mismo, Komachi dejó salir un corto suspiro.

"Onii-chan, normalmente tú dices cosas inútiles, pero cuando algo está mal, tú, de hecho, dices cosas que son incluso más inútiles de lo usual."

"Aah... correcto."

Una crítica áspera como siempre. Que te digan que lo que hablas es inútil hace que sea difícil de responder. Bueno, de todas maneras, era verdad que yo estaba diciendo solo cosas inútiles. Pero aun así, analizándome en fino detalle desde mi manera de hablar y mi conducta, ¿Era ella algún tipo de investigadora psicológico o algo como eso? ¿Qué pasa con ese perfil?

"Sabes..."

Komachi tocó su ensalada con sus palillos y miró como si ella fuera a decir algo solo para para ser interrumpida por su vacilación. Ella hizo rodar un tomate cercano en su plato.

Yo tenía una idea de qué palabras estaban atrapadas en su garganta probablemente debido a nuestra unión como hermanos. O quizás era porque había terminado haciendo la misma cosa que ella hizo.

Komachi bajó cuidadosamente sus palillos y me preguntó:

"¿Pasó... Pasó algo con Yui-san y Yukino-san?"

Continué comiendo en silencio mientras la estaba escuchando. Después de todo, me habían enseñado a no hablar mientras comía. Luego de eso, junto con varios sentimientos, tragué mi sopa de miso.

"..¿Ellas dijeron algo?"

"Nop."

Cuando le pregunté, Komachi agitó su cabeza despacio unas pocas veces.

"Ellas no son de hablar sobre estas cosas y estoy segura que tú sabes eso. ¿Verdad?"

Cuando ella respondió eso, no tenía nada para decir.

Ya fuera Yukinoshita o Yuigahama, que ambas eran muy críticas incluso sobre las cosas más innecesarias, definitivamente ellas no irían a parlotear sobre este tipo de cosas a la hermana de otra persona.

"Sólo pensé que algo estaba pasando." Komachi habló y miró mi reacción.

Vivir juntos por un largo tiempo significa que habrían cosas que, ambos, nos daríamos cuenta del otro. Ya sean cosas buenas o cosas malas.

Pero tambien habían cosas que no querías darte cuenta.

"Ya veo."

Después que le respondí con unas palabras vacías, mis ojos se volvieron hasta el reloj de la pared. Recogí mis palillos y continué comiendo.

En consecuencia, Komachi estaba tomándose las cosas con calma.

"Deberías masticar tu comida con calma, de cualquier forma."

Komachi miró intentando continuar la conversación. Parecía que ella había predicho que yo iba a cortar la pequeña conversación.

Su mirada se dirigió al futuro y pareció que repentinamente recordó algo.

"¿Recuerdas que algo así pasó antes?"

"¿En serio? ¿Ahora?"

Mientras dije eso, estuve completamente consciente de lo que ella estaba hablando. Lo que ella estaba aludiendo era el incidente de Junio. Hablando de eso, tuve el sentimiento que Komachi hizo la misma cosa antes; señalando algo de mí.

Oh, no había cambiado del todo. Este soy yo para ti.

Ni siquiera el más leve crecimiento o cambio. Nada de nada.

Sin embargo, Komachi agarró su taza de té aparentemente para calentar sus manos. Ella estaba haciendo eso aunque no había té saliendo de la punta de su taza; eso lo pude ver claramente.

"...Pero, pensé que podía ser un poquito diferente que la última vez."

"Bueno, por supuesto. Las personas cambian todos los días después de todo. Incluso las células son reemplazadas todo el tiempo. Dale unos cinco o siete años, la gente cambiará probablemente. Así que, básicamente, tú sabes, los humanos son..."

"Okay, okay."

Komachi sonrió en resignación. Después que dejó su taza de té, puso sus manos en su regazo.

"Así que... ¿Qué fue lo que hiciste?"

"¿Por qué estas preguntando como si yo fuera el único que hizo algo?"

Respondí de nuevo, pero Komachi continuó mirándome en silencio. Esa expresión me decía que ella no se conformaría con nada estúpido viniendo de mí.

Me rasqué la cabeza rápidamente y desvié los ojos.

"...Nada pasó. No había nada después de todo."

Komachi suspiró.

"Incluso si onii-chan no es consciente de eso, siempre están las posibilidades de que sí hiciste algo. Está bien... trata de hablar de algo, y en orden."

"Eso dices..."

Pensé por un pequeño instante.

Aunque han sido pocos días desde que volví de Kyoto, he hecho mi deber de pensar. Me pregunté a mi mismo si había algo mal con mis acciones o si había algún problema con algo que había hecho. Sin duda, reflexioné sobre mis acciones.

Pero aun así, lo único que se me vino a la mente fue una solución que fue la más efectiva, que allanó el camino para tener una conclusión que garantizaba estar a salvo. Dada nuestras limitadas opciones que teníamos disponibles, pensé que el resultado final fue mucho más que suficiente.

La peor situación se evitó e incluso manejamos otra situación al mismo tiempo. En cuanto a si el actual progreso fuera algo para estar orgulloso o no, era un tema de debate, pero de todas maneras, habíamos llegado a un logro.

Sin embargo, no había necesidad de explicarle en detalle todas esas cosas a Komachi. Bastaba con que yo sea consciente de eso.

"No, no importa, no es nada." Me encogí de hombros. Desde allí, señalé que esa era el final de esta conversación y procedí a devorar mi comida.

Ignorando eso, Komachi continuó encarándome.

"Ahí vamos de nuevo contigo. Así que... ¿Qué fue lo que pasó?"

Komachi inclinó su cabeza dubitativamente, posando su barbilla en sus manos, y riendo en tono de broma.

Tan lindo como la postura en la que ella estaba, había un fuerte propósito debajo de eso. Era la postura que no permitiría terminar la conversación con comentarios vagos.

Pero, hasta ese punto, estaba empezando a molestarme un poco.

Normalmente, no me irritaría de esta manera por Komachi. Típicamente, reiría y diría algo aleatorio solo para confundirla.

Pero, si estuviéramos hablando normalmente, entonces Komachi no sería tan insistente.

Cuando traté de actuar como siempre lo hago, conscientemente tratando de demostrar como yo debería ser, me volví más serio.

"Estás siendo molesta. Suficiente."

"..."

Mis palabras involuntariamente sonaron rudas para sorpresa de Komachi. Como sea, ella se sorprendió solo por un segundo y sus hombros comenzaron a temblar.

Abrió rápidamente los ojos y habló en un tono ruidoso.

"¡¿Q-Qué es lo que te pasa con tu tono?!"

"No sueno nada diferente de lo usual. La verdad del asunto es que estabas siendo realmente molesta."

Esas palabras definitivamente no eran las que yo esperaba decir. Yo definitivamente esperaba solo jugar. Pero una vez que salieron, no pude regresarlas.

No importa cuando y donde, tú no puedes tomar nada de vuelta.

Komachi entrecerró los ojos y me miró. Eventualmente, ella bajó la mirada a la mesa.

"Hmph, está bien. No voy a preguntarte nada sobre el tema nunca más."

"Por favor."

Después de eso, no hubo más conversaciones en la mesa del comedor.

Ambos continuamos comiendo en silencio y el tiempo que pasó despacio se sintió como si estuviera congelado.

Durante ese tiempo, Komachi comió rápidamente y se levantó. Tomó su plato con prisa y los llevo al fregadero.

Luego caminó hasta la puerta de una forma enérgica y se detuvo. Sin mirarme, habló rápidamente:

"Iré yendo primero. Asegúrate de echar con llave la puerta."

"Okay."

Le di una corta respuesta y Komachi cerró de golpe la puerta.

En ese momento, pude escuchar un pequeño susurro.

"Estoy segura de que algo pasó..."

Dejado solo en el living, agarré mi taza de té. Ya había perdido su calor y cuando le di un sorbo, estaba templado.

Habían sido unos pocos años desde que había visto a Komachi actuar así. Era muy tarde, pero estaba pensando en que si la había hecho enojar... Me preocupé.

Komachi no se enoja muy seguido. Pero cuando lo hace, ella era del tipo que se queda enojada por un momento. En adición a eso, ella era una chica justo en medio de la pubertad. Cuando ella vuelva a casa no sé qué cara pondrá.

Incluso si ella era mi hermana, no lo sabía.

Era realmente difícil llevarse bien con otras personas.

Parte 3

El escenario en el camino hacia la escuela estaba completamente teñido de colores otoñales.

Las hojas de los árboles, que se habían alineado junto con la senda de bicicleta en la calle Hanamigawa, podían decorar las largas líneas de árboles o vestir el piso de alguna manera. El cielo se estiraba por todo lo alto mientras que la briza marina se sentía por el camino, abrumando el calor del verano.

Tan pequeño como sea, definitivamente se sentía que la estación estaba a punto de cambiar. En particular el cambio del verano al otoño era fácil de ver con tus propios ojos. Y una vez que el otoño ya terminaba podrías ver los colores del invierno ya asentados dentro.

Estos cambios consecutivos en las estaciones podían haber sido el único momento donde podías ver la diversidad de transformaciones con tus propios ojos.

¿Qué podían estar los vecinos haciendo hacia los fines del otoño?

Una frase de un famoso haiku.

Único en esta estación, estaba la melancolía, la desdicha, y posiblemente incluso un fragmento de tu soledad, la que causaba a las personas preocuparse sobre qué podrían estar haciendo sus vecinos.

La soledad era lo que picaba a la curiosidad de una persona en el buen vivir de los otros. Para expulsar tu misma soledad, te preocupabas sobre los demás.

Pero si ves eso desde otra perspectiva, simplemente podría ser el deseo de que se preocuparan por ti.

La persona reflejada en el otro lado del espejo era sólo un extraño, o al menos eso dicen. Como sea, este “extraño” era, finalmente, ellos mismos; a través de esta clara pretensión que ellos llaman un filtro, lo que quedaba eran las personas mismas.

Por lo tanto, las personas sólo piensan realmente en ellos mismos.

Cuando las personas son curiosas sobre el bienestar del otro, lo único que hacen es estar comparándose; un acto simple de decidir su propia posición verificándolo con la de otros.

El uso de otros para establecer su propia posición carecía de cualquier forma de honestidad. Haciéndolo de esta manera estaba mal.

Como tal, el aislamiento era la justicia, así como también era la respuesta correcta.

Mi bicicleta sonó. Ocasionalmente había sonidos de corrosión que hacían un chirrido desde alguna parte de la bicicleta. Sin embargo, continué pedaleando sin preocuparme sobre eso.

Considerando el tiempo, no debería llegar tarde pero definitivamente llegaría al salón de clases al último minuto.

Esa era mi hora habitual.

Cuando entré en el parqueo de bicicletas habían personas corriendo de prisa.

Aseguré la mía y corrí hasta la entrada como todos lo estaban haciendo. Siempre que estuviese solo, de seguro caminaría a un ritmo rápido. Esa era una habilidad grabada en mí ya que siempre he caminado solo. A este ritmo podría llegar a ser considerado en los juegos olímpicos de Tokyo como un representante de Japón. Digamos.

La entrada principal era siempre vistosa ya que emanaba una atmósfera confortable.

Los saludos en la mañana y las charlas añadidas llenaban las escaleras que fluían hasta el vestíbulo.

Con el más grande evento, el viaje de campo, finalmente terminado, todos habían vuelto a sus vidas ordinarias de preparatoria.

El salón de clases no era diferente.

Me arrastré silenciosamente a través de los pasillos entre los asientos de la bulliciosa clase. Cuando llegué a mi lugar, tranquilamente saqué mi silla.

Me senté silenciosamente y esperé al inicio de la clase para empezar.

Incluso si hubiera tratado de espaciarme, mis oídos y ojos hubieran continuado procesando información a su manera.

Como mis compañeros no reaccionaron en torno a mí después de todo, parecía que la falsa confesión del otro día no se había hecho pública. Bueno, parecía correcto. Sólo pensando lógicamente, concluí que no había persona alguna que buscara esparcir rumores sobre eso.

Estaba seguro que Tobe, Ebina, e incluso Hayama no se sentirían bien complacidos si se hablara de eso en la escuela.

La atmosfera de la clase era la misma como siempre. De hecho, lucía mejor de lo usual.

Claramente, teniendo que haber pasado por las pruebas de una excursión juntos, sus lazos deberían haberse profundizado aún más. Pero no, ese no era el caso.

En vez de eso, probablemente esa atmosfera se debía al tiempo restante que les quedaba.

Ir a un lugar frío como Kyoto debió ser uno de los más grandes eventos en sus vidas como estudiantes de preparatoria y ellos pudieron ver de primera mano el cambio de las estaciones. Ahora que eso había terminado, parecía que más o menos todos se daban cuenta de su situación.

Noviembre iba a terminar pronto. Una vez que estemos en medio de Diciembre, tendremos el descanso de invierno que finaliza el año y continúa hasta Enero. Entonces vendrá Febrero, que tiene pocos días con respecto a los demás meses y servirá como recordatorio de Marzo y terminará con el descanso de primavera. El recordatorio de que el tiempo avanzaba, hora por hora. El tiempo que quedaba para dejar las clases era tres meses.

Esa era la razón por la que ellos buscaban atesorar este momento.

Pero, ¿para quién atesoran este momento? Sus amigos no eran los únicos.

No, lo que ellos guardaban era su “juventud”. Ese momento donde estaban totalmente absorbidos por ella, ese momento es el que atesoran. De hecho, puedes llamarlo narcisismo.

Ni bien observé, analicé y vine con una conclusión, dejé salir un pequeño bostezo.

Pensar todas esas cosas absurdas era señal de que estaba cansado.

Era el primer día después del descanso y ya podía sentir a mi cuerpo pesado.

Para quitarme el dolor de mis hombros, estiré mi cuello en vueltas.

Las caras usuales de mis compañeros de clases vinieron a mi vista y noté que ellos estaban hablando un montón como siempre. En otro lugar estaba la cabeza de alguien con una cola de caballo mirando afuera a través de la ventana.

Kawasaki estaba en el salón y permaneció allí pareciendo estar agitada. Como sea, ella lucía constante e inmutable como siempre.

Cuando miré delante de ella, había un grupo de dos a tres chicas mostrándose la una a la otra las fotos del viaje. En ese grupo estaba Sagami pasándola bien. Ella era uno de esos casos, raros, que no mostraban ningún crecimiento a pesar de haber tenido que vivir todos esos eventos en el pasado. Bueno, yo realmente no buscaba estar relacionado con ella nunca más así que no me importaba en lo más mínimo. No pude escuchar insultos por partes de ellas de ninguna manera, probablemente, gracias al viaje también.

El grupo de Sagami no era el único hablando sobre el viaje ya que habían otros grupos esparcidos por toda la clase haciendo lo mismo.

Como sea, estas charlas del viaje se volverían en recuerdos y se hundirían en las profundidades de su memoria. Cuando ellas miren las fotos otra vez, los recuerdos vendrán corriendo sólo para convertirse en algo diferente.

Esto no se aplicaba sólo al viaje ya que estoy seguro que hasta este exacto momento era prácticamente lo mismo.

Por supuesto, aquellos que no estaban conscientes de esto eran unos pocos y estaban muy lejos entre sí. Era también posible que ya lo hayan notado y sólo estén poniendo bravuconadas para divertirse.

Poco a poco, todos actuarán como si no hubieran notado nada y pretenderán no ser conscientes de nada.

Por eso era que todos ellos podían ser lo mismo.

Continué mirando a través de toda la cosa, especialmente atrás, en el fondo.

Era lo mismo, un escenario sin cambios.

"Ya sabe’, lo hicimo’ volviendo a Chiba, ¿verdad? En la línea Keiyou, ellos ya estaban con el ambiente navideño así que entré en pánico allí. ¡Osea, como los aviso’ de navidad de Disney Land están jodidamente locos!"

El que había jugado con su cabello en su espalda con una actitud totalmente juguetona, era Tobe. Él estaba tan energético como antes del viaje.

"¡Disney Land lo está logrando!"

"Ya entiendo."

Ooka y Yamato actuaron de la misma manera y le siguieron el ritmo a Tobe.

"Disney Land, huh."

La que dijo eso mientras jugaba con sus rubios rizos usando la punta de sus dedos buscando espaciarse fue Miura. Si Miura fuera una de esas chicas quienes miraban a las princesas de Disney, yo pienso que eso la hubiera hecho un poquito más femenina.

"Así que ya estamos en ese momento de la estación, huh..."

El que con una sonrisa en su cara mientras descansaba su barbilla sobre sus manos, era Hayama. Escuchando a todos ellos estaba Yuigahama quien situó su dedo índice en su barbilla y, mientras sus ojos miraban al techo, habló como si hubiera recordado algo.

"Ah, hablando de eso, creo que construyeron una nueva atracción allí."

Después que ella habló, Ebina cruzó sus brazos y empezó a pensar.

"¿Eh? ¿No es eso por el lado del complejo? A veces es difícil de decir cuál de esos es... es, el que está en la punta y en el fondo."

"Ebina, basta."

Ebina fue intervenida por Miura pero sonrió después de eso.

El grupo de Hayama actuaba como siempre.

Me sentí ligeramente aliviado viendo eso.

Ese era el mundo que ellos desearon; un mundo estancado donde nada cambia.

Ese mundo de ellos estaba de ida a caerse y a podrirse, eventualmente. Sin embargo no se podía decir todavía que no lo estuviese en este mismo momento. Así que quizás esa era su verdad después de todo.

Ambos, Hayama y Ebina no interfirieron con ese lado.

Eso fue, en efecto, la decisión correcta. Si ellos buscaban continuar como ellos eran antes y después del viaje, entonces su interacción con el otro no debería cambiar. Pero eso también significaba que la distancia entre yo y ellos era eterna.

Mientras los miraba estúpidamente, mis ojos se cruzaron con los de Yuigahama.

"..."

"..."

No fue tan largo del todo y sólo unos segundos debieron haber pasado. Pero extrañamente suficiente, se sintió más largo de lo que debió haber sido. Como si nuestras miradas estuvieran tratando de probarse la una a la otra, rápidamente desvié los ojos en disconformidad.

Descansé mi cuerpo en mi mano izquierda y cerré mis ojos. Aunque desvié la mirada, mis ojos continuaban trabajando.

"Lo que importa es que todos vamos a ir a Disney Land. ¡Todos juntos como en ese momento!"

"¿Cierto?"

"Seh."

Su conversación no tenía nada substancial dentro, pero sin importarles, el grupo de Hayama continuó hablando.

Allí, la risa de Yuigahama se mezcló con la de los otros a quienes ella veía aliviada al momento que acariciaba su pecho.

... En serio, no hay absolutamente nada substancial en sus conversaciones.

Sería malo si la conversación sólo fuera por humor.

De la misma manera, ellos podían estar fácilmente hablando con el otro mientras olvidaban directamente el problema. Otra posibilidad era que estaban simulando su dinámica usual de grupo antes del viaje.

En cualquier caso, era una cosa maravillosa tener amigos. El afecto mutuo, ser el protector del otro, era una cosa hermosa. Ellos estaban manteniendo sus apariencias de una manera algo genial. Por supuesto que sería hermoso.

Como tal, la fórmula fue compuesta de estos elementos totalmente simples: Estar en buenos “términos”, es igual a belleza y esto es igual a que tengas cariño y te sientas atraído y pases a ser el protector de otro. Como esperaba, mi matemática estaba en mala forma. Hablando de eso, las fórmulas matemáticas completadas eran hermosas según una rama de las ciencias. Puedo ver de dónde vienen ellos. Había un sentido de seguridad en la verdad que era definida para ser eterna. Pero, de todas maneras, hacer tanto alboroto por una fórmula matemática me hará parecer como un científico pervertido. Como esperaba, las ciencias y las matemáticas eran de mal gusto.

Mientras pensaba cosas inútiles para matar tiempo, abrí mis ojos despacio para revisar la hora. La campana iba a sonar pronto...

En ese momento, apareció la figura de alguien quién corre para llegar a tiempo a su clase. Él estaba apresurado aunque su caminar se veía tranquilo.

La persona que abrió la puerta con mano temblorosa y asomó su cabeza para mirar a la clase era Totsuka. Una vez que él confirmó la situación del salón, suspiró. Totsuka limpió su sudor y miró a su reloj.

"Justo a tiempo..."

Totsuka asintió con una aliviada expresión e intercambio saludos con sus compañeros habituales.

De camino a su asiento, Totsuka notó que yo estaba mirando hacia él, todo el tiempo podría añadir, y se me aproximó. De hecho, lo que se tiene que cuestionar aquí era por qué estaba mirándolo todo el tiempo, pero responderé con una pregunta aquí: ¿Había alguien que no estaba mirando siempre a otra persona?

Desde que Totsuka había corrido hasta aquí para la clase, él estaba exhalando con dificultad con una cara algo decaída. El debió haber estado en su práctica de la mañana porque podía ver lo exhausto que estaba en sus ojos.

"Buenos días, Hachiman."

"...Sí, buenos días."

Aclaré mi garganta para olvidar la situación que había pasado antes y lo saludé. Pero por más calmado que estaba, ese no era yo del todo.

Totsuka me miró de una manera curiosa y estaba raramente quieto. Sus manos que gentilmente se levantaban en otras ocasiones, estaban atascadas en el aire.

"..."

"¿Qué ocurre?"

Cuando pregunté, Totsuka agitó las manos y dio una sonrisa.

"Ah, nada, sólo pensé que estaban saludando de una manera normal..."

"..."

Después de escuchar eso, me moví ligeramente antes de demostrar mi reacción. ¿Había algo diferente de lo usual?

Pero pensando sobre esto probablemente no me daría una respuesta.

Dejé mis pensamientos allí y hablé.

"Ah... Sí... normal. ¿Estabas en la práctica matutina?"

"Sí. Ha sido tan largo que ya estoy absorbido por ella. Ah, ¿aún cansado por el viaje?"

Recordé mi viaje de vuelta a casa. Estaba dormido la mayor parte del viaje en el Shinkansen. El debió haber estado hablando de eso. Para la mayoría del resto del viaje estaba medio despierto, pero realmente no estaba en el modo de poder hablar con alguien... Uhm, quiero decir, yo no estaba exactamente en el mejor estado de ánimo y no pretendía dar a conocer ese lado mío a Totsuka.

Quiero decir, yo quería permanecer en el estado más cool de Hikigaya Hachiman en frente de Totsuka después de todo.

"Ah... claro. Estoy bien."

"Ya veo, eso es bueno entonces."

Totsuka respondió con una sonrisa y en ese momento la campana sonó. Totsuka se movió hacia su asiento. Sonreí cómodamente en respuesta.

Está bien, no me encontraba cansado del todo. O debería decir, la fatiga que había estado sufriendo había desaparecido ahora mismo.

Parte 4

Mientras las clases terminaban una por una, pude sentí que mi cuerpo se volvía lento. Comencé a contar las horas que quedaban de escuela por costumbre.

Y entonces, el día concluyó con las actividades diarias lo que también significaba el final del conteo.

El tiempo había terminado.

Tomé mi bolso que no tenía nada importante adentro y me levanté.

La gente se dirigió a sus clubes y a sus casas rápidamente dejando el salón de clases. Pude sentir miradas punzando mi espalda pero esa sensación se acabó eventualmente, cuando cerré la puerta deslizante tras de mí.

El vestíbulo estaba sumergido en una atmósfera relajante. Los estudiantes iban de aquí para allá, en diferentes direcciones. No mostraron señales de parar a pesar de que sentí que caminaban pausado.

Escogí caminar por el lado del vestíbulo que no era iluminado por el sol, no se sentía tan cálido como el otro lado.

Descendí las escaleras y noté que la densidad de estudiantes no era tan alta como siempre. Probablemente por algunas clases todavía en las aulas.

Empezando desde aquí, yo de seguro cambiaría mis zapatos y me dirigiría por el área de parqueo para bicicletas. Después de desasegurar mi bici, conduciría hasta mi casa mientras me perdería en mis pensamientos. En un corto momento, eventualmente llegaría a casa como si nada hubiera pasado.

Pero eso no sonaba mucho a mí.

Yo soy yo. Simplemente como he sido siempre. Es por eso que debo pasar el tiempo como siempre lo hago.

Tan pronto como crucé la puerta principal, una máquina vendedora vino a mi vista.

Era el tiempo de cambiar repuestos. Escogí café enlatado. Pero otra vez, lo que escogí no fue de la marca Ayataka.

"De seguro es amargo..."

Tragué el café y boté la lata vacía al basurero. El sabor amargo continuó en mi boca y siguió y no pude detenerlo.

Como normalmente pasa, mis piernas se sintieron pesadas pero las forcé a moverlas. Tomé una ruta diferente de la que usualmente camino hasta el cuarto del club.

Mientras caminaba a través del vestíbulo y ascendía las escaleras, pensamientos molestos empezaron a llenar mi cabeza. Di un pequeño suspiro mientras ocurría eso.

Después de tomarme mi tiempo, finalmente estaba en frente del cuarto del club.

Antes de que pusiera mi mano en la puerta, respiré profundamente.

En ese momento, pude oír voces conversando armoniosamente dentro. No pude intuir sobre qué estaban hablando pero parecía que ellas ya estaban aquí.

Habiendo confirmado eso, abrí la puerta de un movimiento.

Una vez lo hice, ellas pararon de hablar.

"..."

Los tres estábamos en silencio. Yukinoshita y Yuigahama quienes mi miraban fijamente, tenían una expresión de sorpresa.

Ellas probablemente pensaban que podría no venir ya que ya era algo tarde. Podrían haber estado en lo cierto. No me sentía particularmente motivado a venir hasta aquí después de todo.

Simplemente estaba siendo terco, eso es todo. Simplemente era la terquedad de alguien que ha era rallado en pedacitos por la maliciosa y no cooperativa intención de otros.

Este acto de resistencia perteneció solo en mí por el motivo de no negar mi pasado, mis acciones y mis creencias.

Las saludé con un movimiento de cabeza y procedí a mi lugar designado.

Una vez me situé a mí mismo en la silla que jalé, saqué un libro no terminado de mi bolsa. El marcador en el libro que marcaba mi lectura en el libro era el mismo que el del viaje.

Cuando empecé a leer, el tiempo que se había congelado, comenzó a moverse de nuevo.

Establecidos en la mesa estaban los cozies de té acolchados con dulces y chocolates. Alineados uno por uno, estaban la taza de té y una tetera derivada de ambos.

El salón del club se sintió caliente y olía a té, posiblemente por el agua que fue recientemente hervida.

Como sea, pude sentir que el calor del salón caía y caía.

Yukinoshita miró hacia mí con sus perforantes ojos fríos.

"Así que viniste después de todo."

"Sí, como puedes ver."

Respondí despreocupadamente y pasé la hoja que apenas había leído hasta la mitad.

Yukinoshita no dijo ni una palabra después de eso.

Yuigahama lanzó miradas vacilantes hacia mí, pero lo único que hizo fue colocar su taza en su boca.

Pero la verdad, el ambiente estaba increíblemente cargado. Estaba preguntándome por qué vine aquí.

El silencio continuó.

Mis ojos siguiendo las líneas en el libro. Descansé mi espalda contra la silla y bajé los hombros mientras que volteaba las páginas. Ese fue el comienzo de un improductivo periodo donde inconscientemente empecé a contar el tiempo que quedaba entre las páginas restantes del libro y cuando sea tiempo de irse a casa.

Alguien aclaró su garganta, el susurro de ropas pudo ser oído, y alguien se oía agitarse.

Incluso el tic-tac del reloj podía escucharse.

Como si eso fuera el gatillo, Yuigahama respiró despacio y habló.

"Ah, hablando de eso, todos estaban actuando realmente normal... Todos estaban realmente normal..."

Aunque ella estaba en medio de su frase, sus palabras se volvieron un balbuceo, como si el ambiente del salón estuviera chocando contra ella. Sin embargo, Yukinoshita y yo la miramos directamente.

Ella probablemente se refería por “todos” a Tobe, Ebina, Hayama e incluso Miura.

Pero ella estaba en lo correcto. El viaje de campo estaba concluido pero ese grupo no había cambiado del todo. Ellos estaban en buenos términos, como siempre, y eso era algo que tú podías verlo simplemente mirándolos.

"...Cierto, sólo viéndolos me dan la impresión de que no hay nada mal con ellos."

No era como si estuviera orgulloso de lo que había hecho. De hecho, lo que hice era probablemente clasificado como una de las peores cosas que tú puedes hacer. Sin embargo, el hecho de que todo eso no fue en vano era como un tipo de justificante para mí.

Era por eso que a mí me parecía bien considerar eso como mi honesta opinión propia.

"...Ya veo. Entonces, está bien."

Yukinoshita tomó el borde de su taza de té con sus dedos mientras decía eso. Pero su mirada cansada estaba dirigida a la superficie de su té y su expresión indicaba que ella no se encontraba del todo convencida.

Como si Yuigahama hubiera reunido toda su fuerza después de que la conversación se había acabado, rio fuertemente mientras se tocaba la bola de cabello de su cabeza.

"Quiero decir, dio un poco de miedo, pero realmente no tengo nada de qué preocuparme. Todos están simplemente... como siempre."

Esa energía invocada perdió impulso a la mitad de su camino. Ella bajó su rostro abatido y las palabras que ella pronunció al final se escucharon vacías.

"No sé más sobre realmente qué estén pensando ellos."

¿Para quién fueron esas palabras exactamente? La oportunidad de que la palabra “todos” incluyeran personas no necesariamente cercanas a Hayama y su grupo de chupamedias me sorprendió.

Mientras me quedaba allí sin respuesta, Yukinoshita habló.

"Así es como fue originalmente. No hay manera de que nosotros sepamos que están pensando ellos."

Yuigahama se quedó quieta después de escuchar esas desafiladas palabras. El calor de la taza que Yuigahama había agarrado había ya desaparecido.

Viendo a Yuigahama ser herida, Yukinoshita continuó sus palabras con justificativos.

"Incluso si las personas supieran lo que el otro esté pensando, si vamos a entenderlo o no, es otro asunto."

Yukinoshita estiró su mano hasta la taza de té que ella estaba mirando abajo. Aunque el té debe haber estado frío ahora, ella bebió despacio y con cuidado. Colocó su taza de vuelta en el platillo sin hacer ningún ruido. Era como si ella odiaba ese sonido.

El silencio me interrogó. En cuanto al significado de sus palabras, eso era todo.

"...Suena bastante bien."

No había una necesidad de pensar sobre eso porque el significado era obvio. Lo que Yukinoshita dijo era totalmente correcto y no había falta alguna que pudiese criticar. Fue, en efecto, la verdad.

Dejé salir un corto suspiro y me enderecé.

"Bueno, no necesitas preocuparte mucho sobre eso. Mientras que actuemos normal, esa sería lo mejor. ¿Verdad?"

Si nosotros queremos seguir en la misma vía sin cambiar, entonces debemos hacer lo mismo con nuestro alrededor también. Las bondades entre las personas eran fáciles de destruir después de todo. Era una combinación de factores internos y externos.

Yuigahama repitió mis palabras, despacio.

"Debemos actuar normal, también... Claro..."

Ella asintió a pesar de no parecer muy confiada y convencida.

Asentí también en respuesta.

Esa era nuestra decisión.

No, esa era mi decisión.

Pero sólo una persona no mostró signos de estar de acuerdo. Yukinoshita Yukino me miró directamente. Mientras me quedaba allí con la presión de su mirada, Yukinoshita, despacio, empezó a hablar.

"Actuar normal... Ya veo, para ti, eso sería ser normal."

"Sí."

Cuando respondí, Yukinoshita dejó salir un corto suspiro.

"Tú no cambiarás, ¿verdad?"

Sentí como que ya me habían dicho algo como eso antes. Pero el significado atado a esas palabras en ese momento era totalmente diferente. Esta vez, sus palabras no tenían nada de calor como si ella se hubiera dado por vencida, como si algo hubiera terminado.

Esas palabras penetraron mi pecho.

"Tú..."

Parecía que Yukinoshita tenía problemas tratando de decir algo mientras que sus palabras fueron cortadas abruptamente. Sus ojos vagaron por alrededor del salón, como si ella estuviera tratando de buscar las palabras que quería decir.

Ahh, esto seguramente la continuación de antes.

Las palabras que ella se había tragado en ese entonces estaban a punto de decírmelas.

Relajé mi cuerpo que estaba tieso, sin saberlo, y esperé que Yukinoshita continuara.

Yukinoshita agarró su falda. Sus hombros se sacudieron ligeramente. Finalmente, mostrándose determinada, su garganta se empezó a mover.

Pero sus palabras simplemente no pudieron salir.

"¡Yu-Yukinon!, uhm... verás..."

Yuigahama pusó forzadamente su taza en la mesa e intentó hablar, interrumpiendo la conversación. Como si ella hubiese sentido que lo que Yukinoshita iba a decir fueran palabras que ella no diría.

Pero eso era nada más que dilación. La manera de la que ella actuó como si estuviera intentando pretender de que no se dio cuenta solo podría ser visto como que ella estuviese tratando de mantener un secreto bajo llave.

El ánimo continuó estancado y los dos intentamos buscar palabras para decir, sólo para dar paso al silencio.

¿Qué tanto estaban buscando? Definitivamente no era algo trivial. La única cosa en movimiento fue la pequeña mancecilla del reloj.

Aun así, el sonido de alguien tocando sonó, como si alguien estuviera preocupándose del tic tac del reloj.

Todos miramos a la puerta, pero nadie habló.

Una vez más, hubo más golpes en la puerta para confirmar.

"Pase."

El único que respondió fui yo. No hablaba muy fuerte, pero parecía que mi voz podía haber pasado la puerta.

La puerta se abrió de forma resonante.

"Estoy entrando."

La que dijo eso y entró era Hiratsuka-sensei.


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Notas de Traducción

  1. Es una marca de legumbres.