Toaru Majutsu no Index: GT Volumen 9 Capítulo 1

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Capítulo 1: Define tu posición – Derecho_o_Torcido[edit]

Parte 1[edit]

Estaba consciente, pero no podía ver nada.

Se sentía como si estuviera flotando en agua tibia.

Finalmente, se dio cuenta de que ni siquiera podía sentir dolor.

Lo primero que estimuló la mente de Kamijou Touma fue su sentido del oído.

-…no es suficiente…? …renalina…otro…milli…

Kamijou escucha desinteresadamente.

A pesar de que le estaban inyectando algo en el cuerpo.

O tal vez estaba en una situación tan terrible que incluso su sentido de peligro ordinario no estaba funcionando.

¿Qué le estaba pasando?

Sólo cuando se le ocurrió esa pequeña pregunta algo cambió.

Sintió dolor. El ruido disperso se precipitó hacia el centro de su pecho.

Experimentó una explosión sensorial.

Fue asaltado por la realidad.

-¡¡Contrachoque!! Con eso van tres veces. ¡¡Despierta ya!!

Kamijou Touma sintió un dolor insoportable en el centro de su pecho mientras toda su columna se arqueaba.

(Gah… ¿hah?)

Su boca se agitó, pero no pudo llevar suficiente oxígeno.

Varios colores de luz bailaron ante sus ojos muy abiertos antes de finalmente formar una imagen coherente. Quedó inundado por el blanco anormalmente estéril del techo y el característico olor a desinfectante. La abrumadora cantidad de información le revolvió el estómago y estuvo a punto de vomitar.

Una máscara de plástico duro le cubría la boca y la nariz.

Si vomitara con la máscara, le cubriría toda la cara. Incluso mientras luchaba por respirar, reunió hasta la última gota de fuerza para suprimir las náuseas.

Se formaron lágrimas en las comisuras de sus ojos, pero sólo entonces se dio cuenta de algo.

… ¿Se había recuperado lo suficiente como para preocuparse por las apariencias?

-Ugh.

Oyó el monótono zumbido de la maquinaria.

Y no sólo una. Estaba rodeado.

Kamijou Touma recuperó la conciencia de repente.

-¡¡Ah!! ¿¡Anna!? ¿¡¿Qué pasó con Anna Sprengel!!??

Saltó de la cama y trató de agarrar a cualquiera que estuviera a su alcance, pero sintió un fuerte tirón en todo su cuerpo. No era alguien que lo restringiera. La vía intravenosa, el tubo de transfusión de sangre, los cables del ECG y más estaban conectados a su cuerpo. Se escucharon algunos sonidos de advertencia cuando volvió a caer en la cama, por lo que algunas agujas o electrodos debieron haberse desprendido.

El dolor finalmente lo había alcanzado, pero eso no le importaba.

Una joven enfermera entró corriendo y luego se quedó paralizada por el shock. Probablemente había querido volver a colocar la aguja intravenosa que se había desprendido... pero en lugar de eso miró fijamente a Kamijou con el rostro pálido, sus manos vagando vacilantes en el aire. No sabía qué le pasaba a su cuerpo, pero realmente deseaba que ese experto médico no pareciera tan dolorido al mirar a un paciente. Le aterrorizó.

En ese momento, Kamijou frunció el ceño.

¿Una enfermera? ¿Un experto médico???

-Caramba. Normalmente, esperaría que comenzaras preguntando dónde estás o qué te pasó.

Escuchó una voz familiar.

Era el doctor con cara de rana. Excepto que en realidad no estaba presente. Su voz procedía de una tableta fijada a un soporte que parecía una lámpara de pie.

Espera.

¿Eso significaba que la súper delicada reanimación cardiopulmonar que salvó su vida se había realizado con asistencia remota?

-Realmente preferiría reunirme contigo en persona cuando esté en mi hospital, pero lamentablemente estoy un poco ocupado en este momento. Se supone que el año nuevo será una ocasión alegre, pero tengo demasiados pacientes de urgencia. O tal vez el propio año nuevo sea el culpable. De todos modos, espero que no te importe una entrevista remota.

-Así que estoy en el hospital.

El de siempre.

¿Eso significaba que había sido transportado desde el Distrito 12 en el extremo este de la ciudad al Distrito 7 cerca del centro?

Después de murmurar para sí mismo, Kamijou echa un vistazo a su alrededor. En lugar de su habitual habitación de hospital, parecía estar en una UCI dividida por paredes transparentes. Eso debe haber significado que su condición era mucho menos estable que en el pasado.

Algo ya se sentía mal.

¿Su condición era inestable? ¿Por qué lo habían dejado en una situación tan comprometedora?

¿Cómo había logrado llegar al hospital en esa situación? Christian Rosencreutz ya había matado a Alice y a esa misteriosa maga. A ambas de la forma más espantosa posible: la primera con la cabeza aplastada y la segunda con el torso dividido en dos.

La malvada voz del hombre se repite en el fondo de la mente de Kamijou.

-Ahora, creo que es hora de masacrar a esos Trascendentes que se interesaron demasiado en el juego de rol divino.

Christian Rosencreutz había dicho que mataría a los Trascendentes para su propio juego. Estaba difundiendo la verdadera muerte. Y a otras personas además de Kamijou.

-¿Necesitas una razón para matar el tiempo? Este es su castigo por traer a este anciano a un mundo tan aburrido y soso. Pueden calmar el hastío de este anciano con sus vidas inútiles. ¿De qué otra manera pueden compensar lo que han hecho esos Trascendentes?

Kamijou no puede imaginar ninguna razón por la que solo él habría sobrevivido estando allí en ese momento.

Sus pensamientos se dirigieron hacia la Diosa Bruja Aradia, pero…

-No fui yo.

Ella misma rechazó la idea mientras se apoyaba contra la pared cercana.

Y ella definitivamente era uno de los objetivos del juego de caza Trascendente de CRC.

-Estaba demasiado preocupada como para salvarte.

Entonces, ¿quién más podría haber sido?

Kamijou sólo puede pensar en una persona que estaba bastante seguro que había estado allí.

-¿Fue Aleister?

Pero aquí no vio a la mujer del hábito beige. El médico con cara de rana se limitó a encogerse de hombros. Quizás nadie en el mundo conocía todos los detalles. ¿Aleister se había ido a hacer lo suyo después de escapar de Rosencreutz y llevar a Kamijou y los demás al hospital del Distrito 7?

-Por mucho que ese humano insista en que no cree en la bondad de la humanidad, no puede ignorar la tragedia que se desarrolla ante sus ojos. -Dijo el médico con cara de rana. -No sé qué pasó esta vez, pero dudo que pudiera darle la espalda a la gente que se derrumbó ante él.

Gente. En plural.

-¿¡Entonces Anna también está en este hospital!? ¿¡Dónde está ella!?

-Justo ahí, en realidad.

En la pantalla LCD plana, el doctor con cara de rana realmente señala justo al lado de Kamijou.

Kamijou Touma giró su cabeza tan rápido que casi se la arranca del cuello.

Se quedó sin palabras.

Su voz se negó a llegar.

-………………………………………………………………………………………………………………

La UCI, la unidad de cuidados intensivos, era un espacio especial para los pacientes de un hospital que se encontraban en una condición especialmente dudosa y requerían la atención constante de un médico. Nadie terminaría allí si fuera al hospital porque tuviera fiebre después de resfriarse o le doliera el estómago.

Era inusual que un estudiante de preparatoria común y corriente estuviera allí y era una novedad para Kamijou que los pacientes en la misma UCI tuvieran su prioridad determinada por clasificación.

Allí estaba ella, justo al otro lado del grueso cristal, no, la pared de plástico transparente.

Vio mucha maquinaria. Una máscara de oxígeno de plástico duro cubría su cara inferior, innumerables LED parpadeaban, monitores LCD de todos los tamaños la rodeaban, tubos transportaban líquidos rojos y amarillos y todos los cables de alimentación parecían un mechón de cabello mojado. Las bombas que repetían sus expansiones y contracciones mecánicas eran las más preocupantes. Bombas. En plural. Había muchas de ellas.

¿Qué fue eso?

¿Siempre había sido tan pequeña?

¿Era realmente la misma Anna Sprengel que se había mofado mientras convertía en un desastre los lados científico y mágico del mundo? Su presencia, su calidez, su humanidad estaban ausentes. Si alguien le hubiera dicho que lo escondido dentro de toda la maquinaria era en realidad una perfecta taxidermia, podría haberlo creído.

-Médicamente hablando, no tiene muerte cerebral. Por eso todavía está conectada a todo ese equipo.

El doctor con cara de rana miró a través del monitor para ver lo mismo que Kamijou.

Y tenía que saber la verdad del asunto con mucho más detalle que el chico ignorante.

-En pocas palabras, ella no respiraría y su corazón no latiría sin ese equipo. Afortunadamente, dice el sistema legal, una vez que el equipo de soporte vital está en uso, no se puede retirar sin el consentimiento del paciente o su familia.

-…

-Físicamente hablando, también se podría decir que está muerta. ¿Qué es lo que le ocurrió a ella? No tiene heridas externas evidentes ni signos de descarga eléctrica o veneno tampoco.

Era la Bebida Reductora.

Ese objeto espiritual retorcido estaba imbuido de una parte del poder de Alice Anotherbible y fue diseñado específicamente para robarle a un Trascendente su poder y matarlo.

Después de todo esto, ¿esa arma iba a cumplir su propósito?

(Porque Alice… se ha ido.)

Kamijou recuerda ese pequeño cadáver que yacía sobre el frío asfalto con la cabeza completamente perdida como si hubiera sido aplastado por una fuerza tremenda.

Habían sucedido tantas cosas a la vez que todavía no había resuelto todos sus sentimientos.

Había visto el resultado por sí mismo, pero todavía le resultaba difícil creer que Alice, entre todas las personas, hubiera perdido.

(Pero incluso sin Alice, su poder permanece.)

El corazón y los pulmones de Anna Sprengel habían dejado de funcionar. Ese poder provenía de Alice Anotherbible, que ahora estaba muerta, pero Anna no había vuelto a respirar, entonces, ¿eso significaba que el poder había sido liberado de la propia Alice y almacenado dentro del arma? ¿Como cargar una batería desde una toma de corriente?

Alice ya no existía.

Aunque sólo Alice podría salvar a Anna.

A partir de ahí la situación se salió de control. No se encontró ningún lado positivo ni la última risa. Esa pérdida había iniciado una reacción en cadena que significaría perderlo todo.

¿Era imparable? ¿Ya no quedaba esperanza en este mundo?

-Lo siento, pero no tienes tiempo para deprimirte. -Dijo Aradia, apoyándose contra la fría pared. -Christian Rosencreutz todavía está ahí fuera. Cualquiera que sea la elección que hagas, eventualmente llegará a este hospital.

-…

Christian Rosencreutz había declarado casualmente que mataría a todos los Trascendentes.

Eso incluía a Aradia, la súcubo de Bolonia e incluso a Anna Sprengel, que ni siquiera podía respirar por sí misma.

Y no parece del tipo que perdonaría a Kamijou sólo porque no es un Trascendente.

No era un monstruo tan razonable. Era el tipo de bestia extrema que devoraría todo lo que viera y disfrutaría de ello.


Parte 2[edit]

Aleister Crowley no voló por el cielo ni atravesó paredes.

Después de llevar a cierto chico a un lugar relativamente seguro, ese humano dejó a su viejo amigo, el médico con cara de rana.

Pero ni siquiera logró salir del hospital.

No ayudó que no hubiera nadie en el pasillo.

-Ahhhh.

Aleister estaba en su límite.

Se tambaleó, apoyó el costado contra la pared y gritó.

Ahora que no tenía ninguna tarea en qué preocuparse, se deslizó por la pared hasta el suelo.

-¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!

¿Por qué tenía que morir toda la gente decente?

¿Por qué sólo las personas como él sobrevivían obstinadamente?

Anna Kingsford. Pensó que finalmente había encontrado a una experta benevolente que incluso un retorcido como él podía respetar honestamente. Tal vez no era natural que pudiera hablar gracias a las modificaciones que hizo a sus restos conservados, pero eso no disminuyó la agonía de perderla.

Había una cosa que el Humano Aleister simplemente no podía conseguir.

Como el villano más grande del mundo, había conseguido todo lo que podía desear (fama, fortuna, erudición), pero nunca había sido bendecido con una mujer inteligente y amable.


La Batalla de Blythe Road había sido una guerra que Aleister comenzó debido al destino distorsionado de su esposa Rose y su hija Lilith.

Cuando residió en el Edificio Sin Ventanas como presidente de la junta directiva de Ciudad Academia, utilizó a Mina Mathers como guía para su plan. Ella era la esposa de su enemigo jurado Mathers. Esta puede haber sido la razón por la que había elegido a una persona tan incómoda para ese papel.

Y ahora había sucedido de nuevo.


¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

Podía llorar todo lo que quisiera, eso no cambiaría lo que había pasado. CRC, Christian Rosencreutz. El hedor a muerte que persistía en ese hombre era real. Aleister había conquistado sin ayuda la Batalla de Blythe Road, conocida como el mayor conflicto en la magia occidental moderna, por lo que podía decirlo.

Ese hombre hacía uso de la muerte del mismo modo que Mathers y Westcott.

Y a un nivel superior.

Aleister ni siquiera podía decidirse a elegir entre luchar o correr. Normalmente, habría elegido luchar y luchar duro. Que estuviera dudando era como aceptar lo frágil que era su corazón. Aquí no tenía libertad. Tenía que aceptar que era un perdedor, que estaba atado por el miedo.

No era sólo que no pudiera luchar.

Incluso le faltó el coraje para huir y se encontró congelado en el lugar.

No se trataba de su propia muerte.

En la lucha contra CRC, cada acción en cualquier dirección estaba destinada a consumir vidas, entonces, ¿cuántas personas serían enviadas al cementerio por cada decisión que tomara?

-...

El golden retriever optó por el silencio.

Él simplemente miró.

Kihara Noukan sabía muy bien que Aleister no era perfecto. Así que para él estaba bien si Aleister fuera un desgraciado feo y miserable.

Sabía en el fondo que este humano llegaría a la decisión correcta al final.

-¿No estás decepcionado de mí? ¿Que podría ver todo eso y ni siquiera jurar venganza?

-No seas tonto. Nadie entiende el romance mejor que yo.

Así que esperaría todo el tiempo que fuera necesario.

Kihara Noukan tuvo suficiente tacto para no decir esa parte.


Parte 3[edit]

Se mantuvieron erguidas e intimidantes.

¿Quienes? Index y Misaka Mikoto.

-Explica.

-………………………………………………………………………………………………………Sí, señora.

Kamijou dudaba en discutir el lado mágico con Mikoto presente, pero también sentía que la conciencia pública sobre la magia había cambiado desde el surgimiento de R&C Occultics. La gente lo consideraba algo cercano a casa en lugar de algo imposible. Pero eso no significaba necesariamente que Mikoto realmente creyera en la existencia de la magia.

Les habló sobre la lanza objeto espiritual con Bebida Reductora diseñada para matar a los Trascendentes.

Les habló sobre el objetivo de la Cábala Constructora de Puentes.

Les habló del verdaderamente malvado Christian Rosencreutz.

Les habló de la muerte de Alice Anotherbible.

Les habló de Anna Sprengel, que estaba enganchada a maquinaria médica y no podía moverse.

-Como estoy seguro de que pueden ver, Rosencreutz es lo peor que hay. Ese monstruo aniquiló a Alice, que trataba el lado oscuro de Ciudad Academia como un patio de recreo y tampoco estaba preocupada por el lado mágico. No pude vencerlo. Sucedió tan rápido que ni siquiera puedo analizar por qué perdí. No lo recuerdo, pero creo que simplemente habría muerto si Aleister no hubiera intervenido. No tenía motivos para no matarme.

-…

A medida que avanzaba su historia, los ojos de Index se volvieron cada vez más sombríos mientras que los ojos de Mikoto se volvieron vacíos y sin emociones.

Él estaba asustado.

Pero aun así, sabía que atacarían en el instante en que les ocultara algo.

-Podría salir solo del hospital y esconderme, pero como pueden ver, Anna está atrapada aquí. Si Rosencreutz está en camino hacia aquí, entonces tengo que salir y detenerlo antes de que llegue al hospital. ¿Les pasa algo a ustedes dos? ¿Por qué agachas la cabeza y tiemblas...?

-¡¡Tou-ma!! ¿¡Por qué asumes que tienes que arriesgar tu vida y luchar!?

-Mira, no entiendo ni la mitad de lo que acaba de decir, pero sí sé una cosa con bastante claridad: a este idiota le conviene golpearlo por decir todo esto mientras está en la UCI.

Le dieron una paliza. Muy en serio.

Vio rojo. ¡La mitad de su visión estaba teñida de rojo!

-¡¡Aghhhhh!! ¿¡Por qué morderías mi cabeza cuando ya me falta sangre, Index!? ¿¡Estás tratando de acabar conmigo!? Y, Misaka, ¡debes dejar de dispararme en el hospital! ¡¡Con toda esta delicada maquinaria, te estás convirtiendo en una verdadera molestia pública!!

Aradia no hizo ningún esfuerzo por ayudarlo.

Ella sólo miró hacia otro lado con exasperación en su rostro.

Maltratado y enrojecido, Kamijou logró pronunciar más palabras.

-L-lo que quiero decir es que Rosencreutz es un monstruo. Si está de camino al hospital a buscar a Anna, entonces debemos detenerlo antes de que llegue aquí. Porque Anna no está en condiciones de ser trasladada. Eso descarta esconderla en otro lugar, por lo que tenemos que realizar un ataque preventivo contra Rosencreutz.

-¿?

Pensó que su punto era bastante claro, por lo que encontró extraña la falta de acuerdo.

Y no sólo de Mikoto, sino también de Index.

Y…

-Está bien, tal vez sea cruel decir esto para alguien que sólo ha estado viendo todo esto desde afuera. -Misaka Mikoto habló vacilante. -Esta persona quiere matarte. Y no podemos negar la posibilidad de que esto ponga en peligro a todos los demás pacientes y médicos de este hospital. ¿Realmente vale la pena arriesgar la tuya y la de tantas personas inocentes para proteger a esa mujer malvada?


Parte 4[edit]

El niño no fue el único que necesitó tiempo para ordenar sus pensamientos.

La Diosa Bruja Aradia también lo hizo.

Alice Anotherbible había desaparecido.

No había un reemplazo para Alice como la que hubo para ella.

La Cábala Constructora de Puentes se había desmoronado y era poco probable que alguna vez fuera restaurada. La pérdida de su figura central fue un golpe demasiado devastador y ya habían visto el resultado de que los Trascendentes se reunieran e hicieran lo mejor que pudieron.

Christian Rosencreutz.

Probablemente carecían de la fuerza necesaria para superar ese horrible fracaso y reagruparse.

Pero el tiempo seguía avanzando.

Los arrepentimientos y vacilaciones de Aradia y los demás no hicieron nada para frenar el reloj.

(Yo también necesito decidir qué voy a hacer.)

Aradia escuchó un estrépito metálico.

Algo se había caído.

Revisó el interior de una habitación de hospital cercana y vio solo una cama. El único ocupante de la habitación era una niña de cinco o seis años en pijama. Sus brazos demacrados colgaban débilmente a los costados. Es posible que haya estado en este hospital desde antes de que comenzara el desarrollo de esper en Ciudad Academia.

Un color rojo estaba salpicado en el suelo.

Debió haber sacado la aguja de transfusión.

-No, no presiones la llamada a la enfermera.

La voz seca de la niña detuvo la pregunta en los labios de Aradia.

La mesita de noche contenía algunos artículos personales, pero los animales de peluche y el libro ilustrado parecían algo descoloridos. Es posible que no haya recibido visitas con tanta frecuencia como cuando fue hospitalizada por primera vez.

Aradia miró la portada del libro ilustrado.

(Cenicienta, ¿eh?)

-Las brujas no son reales.

La chica ni siquiera lo miró.

Sólo quedó ese libro de imágenes descolorido.

-Los milagros no suceden. Nada de lo que haga me hará ni siquiera un poquito mejor. Eso ya lo sé. Me sorprendió cuando apareció R&C Occultics, pero ese sitio se cerró en poco tiempo. Ahora nadie puede usar-

La chica se detuvo a mitad de la frase.

Aradia ni siquiera necesitó chasquear los dedos.

Una paleta en espiral había aparecido en su mano. Cuando lo hizo girar, se convirtió en un cuervo, que agitó sus alas para transformarse en un conejo, que se convirtió en un gatito que saltó sobre el hombro de Aradia.

La chica de la cama se inclinó hacia adelante.

-¿Q-qué hiciste? ¿Es eso un poder esper?

-Para esto no se necesita talento. Porque cualquiera es libre de usar la magia.

Con un movimiento del palo en la mano de Aradia, el gato en su hombro se deshizo como una cinta y volvió a ser una paleta en espiral.

-Nada es imposible. -Declaró. Esta también fue una orden que ella dio. -Nunca permitiré que la barrera de lo 'imposible' se interponga en tu camino. Te dejaré con la esperanza que necesitas para vivir. Y si realmente estás interesada en ser bruja, búscame una vez que hayas superado tu enfermedad.

-¿Eres… una bruja?

-No.

Aradia negó con la cabeza.

Miró con cariño el libro de imágenes descoloridas que estaba sobre la mesita de noche.

Y presionó una vez más el botón de llamada a la enfermera.

-Soy la diosa de todas las brujas. Existo para proteger y guiar a todos los que esperan ser brujas.

Aradia salió de la habitación.

Justo antes de que algunas enfermeras entraran corriendo a la habitación.

Solo en el pasillo, el Trascendente exhaló un suspiro silencioso.

Sabía que no tenía derecho a hacer tales promesas. CRC estaba en camino hacia aquí, por lo que la presencia de Aradia amenazaba las vidas de todos en el hospital.

Pero.

¿Pero qué importaba eso?

Ella nunca había pretendido encarnar perfectamente su nombre prestado. Ella había sabido desde el principio que carecía del poder para salvar el mundo. Por eso no usó su propio nombre mágico y en su lugar eligió el camino del Trascendente, donde tomó prestado el nombre de un dios e imitó su forma de vestir y su comportamiento.

¿Dónde había empezado todo?

¿No había habido algo que no podía permitir que sucediera, incluso si no estaba a la altura de la tarea?

Quizás al final perdería esta batalla.

¿Pero quién sería el que sufriría ese resultado?

-Hmph.


Parte 5[edit]

Kamijou Touma se tambaleó por el pasillo del hospital.

Parecía que no podía ordenar sus pensamientos.

La pregunta de Misaka Mikoto lo había golpeado como un fuerte golpe en la cabeza.

Pero esa era probablemente una “respuesta correcta” que Kamijou nunca habría podido alcanzar por sí solo. Era un argumento razonable planteado desde un punto de vista diferente. Mikoto solo vio a Anna Sprengel como la villana que había causado todo el caos en Ciudad Academia alrededor de Navidad e infectó a Kamijou con microbios mortales.

Había comenzado un nuevo año y ya era enero.

Esas chicas no sabían nada de Anna, a quien él había rescatado de su encarcelamiento (?) como un disco de película humana y que había huido de Mut Thebes con él en ese vehículo de combate móvil. No habían visto el lado de ella que se emocionaba en una tienda de descuento, se avergonzaba y enojaba al ser vista desnuda y había desarrollado un interés por los dulces japoneses.

Lo mismo ocurría con casi todos los demás en el mundo.

No fue su culpa ya que Anna había ocultado ese lado de sí misma.

Pero Kamijou lo sabía.

Ella no era sobrehumana. Ella había temblado de terror y lágrimas cuando apareció Kingsford y usó un vehículo de combate móvil para salvar a los demás de Mut Thebes a pesar de que no la benefició. Tenía las mismas emociones que cualquier otra persona y había trabajado para vencer su miedo y seguir adelante.

En ese momento, Kamijou vio a alguien.

-Hey, Kami-yan. ¿Volviste a ver a las enfermeras en minifalda otra vez? ¿O te gustan más las pacientes en pijamas?

Era Aogami Pierce.

¿Qué estaba haciendo aquí?

Kamijou Touma se estremeció.

-Ahora recuerdo. ¿No terminaste hospitalizado después de agarrar una alfombrilla de ratón con tetas que pusiste en el microondas para poder sentir un poco de calor humano en pleno invierno? Pero espera... ¿Eso significa que has estado aquí todo este tiempo? ¡¡Si ya es año nuevo!! ¡¡Ahora hay nuevas reglas!!

-No. Estaba tan harto de la comida insulsa del hospital que decidí celebrar mi alta con un viaje a Ramen Niro, pero fue un shock demasiado grande para mi sistema y me envió de regreso aquí.

-¿¡Ehh!? Los chicos de preparatoria tienen tanto apetito que elegiríamos un restaurante solo porque anuncia una gran porción gratuita de arroz con sus comidas, pero aun así lograste comer tanta sal y grasa que tuvieron que llamar a una ambulancia. ¿¡Qué tan ridículos se han vuelto los tazones extra grandes de ramen de cerdo graso!?

-Je. Kami-yan, no tiene nada de ridículo. No podrían tomarse más en serio su comida. … Así como no podrías hacer un videojuego históricamente malo si lo intentaras, comer esta mierda es una hazaña divina que sólo se puede lograr con el tipo de equilibrio milagroso que sólo se encuentra en alguien que hace lo mejor que puede.

-No lo llames mierda. No cuando hablamos de comida.

-¿Qué te tiene tan deprimido? Es 5 de enero. Puede que el Año Nuevo haya terminado, pero nuestras vacaciones de invierno aún continúan. ¿Qué, estás triste porque te perdiste ver el kagami mochi gigante que tenían en el vestíbulo?

Por supuesto que no.

Kamijou intentó decir eso, pero las palabras se negaron a salir de su boca.

Después de haber sido hospitalizado tantas veces después de sus mortales batallas, había aprendido que los hospitales tendían a exagerar estas cosas. Lo que podría parecer simplemente otro evento estacional para Kamijou podría parecer mucho más importante para un paciente que temía no estar presente para celebrar el año siguiente.

Ese era el tipo de lugar al que se acercaba Christian Rosencreutz.

Extendía caóticamente una muerte muy real.

Incluso ahora, sólo lo hacía por diversión. Entonces, ¿quién realmente estaba poniendo en riesgo a estas personas: él o Kamijou?

-¿Y si?

Kamijou sabía que esta era la persona equivocada a quien preguntar, pero las palabras salieron frente a su compañero de clase.

O tal vez sólo podía decirlo porque era un amigo.

-¿Qué pasaría si alguien resultara herido, hicieras lo correcto o no? ¿Qué elegirías hacer entonces? ¿Seguirías optando por lo correcto? ¿Elegirías lo que te permita salvar a la mayor cantidad de personas? Debe haber innumerables maneras de tomar la decisión.

-Esa es fácil. Elegiría cualquier cosa que hiciera sonreír a una chica linda.

Aogami Pierce ni siquiera necesitaba pensar en ello.

Pero tampoco estaba simplemente dando una respuesta en broma.

Miró a Kamijou a los ojos, mostrando que hablaba muy en serio.

-Todo eso sobre el bien y el mal es demasiado para mí como para entenderlo. No es que tengamos alguna manera de averiguar si nuestras definiciones del bien y del mal son siquiera precisas. Así que todo lo que puedo hacer es ver si la persona frente a mí le habla a mi corazón amante del moe. Si no quiero que su historia se cancele prematuramente, los apoyaré incluso si eso significa arriesgar mi vida. ¿A quién le importan las listas de ranking o cuántas estrellas tiene? Si creo que algo es lo mejor, entonces es lo mejor del mundo. ¿No es ese el único principio de la fe otaku?

-...

El aliento de Kamijou Touma se quedó atrapado en su garganta.

Sí.

¿Por qué necesitaba el permiso de algún gran héroe para salvar a la persona que tenía delante?

No era como si tuviera un puesto importante o fuera responsable de nada.

¿No era él nada más que el tipo de chico de preparatoria que puedes encontrar en cualquier lugar?

-¿Pasa algo, Kami-yan?

-No, es solo que me dijiste algo que realmente necesitaba escuchar. Al igual que con Misaka, me estoy dando cuenta de lo importante que es escuchar a personas con un punto de vista diferente.

Kamijou se rasca la cabeza torpemente.

Pero entonces algo se derramó del bolsillo de su abrigo.

El paquete de plástico plano era la caja de un videojuego con el título impreso claramente en el frente: Jiggly☆Witch Trial.

Aogami Pierce fue alcanzado por un rayo.

Kamijou puede decir que esto ha sido un error grave.

-Kami-yan... ese es el juego legendario que cuesta una fortuna en las subastas en línea e incluso la versión de reactivación del sistema OLED tiene que estar guardada en una vitrina de vidrio en las tiendas de juegos usados...

-¡¡No no no!! Maldita sea, Anna Sprengel. ¿¡Se coló esto en el carrito de la tienda de descuento!? ¿¡Cómo sigue arruinando mi vida cuando está en un maldito coma!?

-Je. Tengo un don para ayudarte con tu nuevo y excelente gusto. ¡¡Las legendarias versiones originales de JWT2 y JWT+!!

-¿Quieres decir que este juego de nicho tuvo múltiples secuelas? Ahhhh, Aradia está mirando desde la esquina del pasillo. ¡¡Y realmente no me gusta la forma aterradora en que brillan sus ojos!!


Parte 6[edit]

Index todavía estaba ante la UCI.

Kamijou Touma ya se había ido.

La única persona que seguía dentro era Anna Sprengel rodeada de mucha maquinaria.

Index mira fijamente a través de la gruesa partición de plástico a la pequeña niña que apenas parece viva.

-¿Me estás tomando el pelo?

La capucha de Index tembló un poco y algo emergió sobre su hombro.

Era el Dios Mágico Othinus de 15 cm.

-¿Lo dejo solo por unos días y esto es lo que descubro que ha estado haciendo? Todo se mueve demasiado rápido alrededor de ese humano.

-Se enredó con un grupo de símbolos falsos conocidos como Trascendentes, así como con el verdadero Christian Rosencreutz a quien resucitaron.

-Entonces esto no será fácil. Si ese humano y Rosencreutz pelean, no importa quién gane, no me sorprendería que Ciudad Academia no sobreviva.

-¿Pero podemos realmente ignorar a Rosencreutz?

-Bueno, dudo que un pequeño planeta como la Tierra sea suficiente para contener a ese monstruo.

En este punto, Index ya había llegado a su respuesta.

Era una biblioteca de grimorios perteneciente a Necessarius, una parte especial de la Iglesia Anglicana. Si un mago muerto hacía mucho tiempo había sido revivido y él egoístamente destruiría este mundo lleno de gente inocente, entonces no podía imaginar una razón para no detenerlo.

Pero había un problema ahí.

-¿Qué pasa con el hecho de que detenerlo también salvará a Anna Sprengel? -Preguntó ella.

-Para ser honesta, me da dolor de cabeza. Pero un problema a la vez. Dejar libre a Rosencreutz no terminará bien, pase lo que pase.

-¿Cuándo dejará Touma de hacer amistades tan problemáticas?

-No eres quien para hablar, biblioteca de grimorios.

Es posible que el Dios Mágico que se cruzó de brazos con arrogancia tampoco fuera alguien que pudiera hablar.


Parte 7[edit]

Misaka Mikoto había salido al patio del hospital para intentar enfriar su cabeza.

-Misaka-san, a veces puedes adoptar un punto de vista terriblemente duro y gélido, ¿sabes?

-¿Qué estás haciendo aquí?

La chica número 5 no era alguien que respondiera todas las preguntas sospechosas de Mikoto.

Shokuhou Misaki tenía la costumbre de aparecer aparentemente de la nada gracias a su capacidad para manipular los recuerdos de las personas y el reconocimiento facial.

Mikoto era inmune a los efectos del Mental Out, pero la Reina de Tokiwadai aun así logró acercarse sigilosamente a ella.

-¿Te arrepientes de tus propias palabras?

-…Cállate.

La voz de Mikoto bajó de tono.

No podía olvidar la cara de asombro de ese chico.

Anna Sprengel. Mikoto se dio cuenta de que, cuando los dos pensaron en ese nombre, ella y ese chico de preparatoria estaban solicitando información y experiencias diferentes. Y en el peor de los casos, ese idiota probablemente salvaría a alguien que sufre ante sus ojos, incluso si le quitaran todas las razones para salvar a esa persona. Podría ser correcto decir que no tenía ninguna razón para salvar a una mujer malvada como Anna, pero se sentía mal imaginarlo dejando lo que estaba haciendo sólo porque alguien presentó un argumento suficientemente bueno.

Ella no había querido ver esa expresión en su rostro.

Pero ella sabía que alguien tenía que presentarle ese problema.

Anna Sprengel era, sin duda, una villana.

Y con esa premisa establecida…

-¿Qué vas a hacer ahora?

-Mi papel es ayudarlo sin importar lo que pueda pasar. Si decide tomar el camino del mal, entonces dedicaré toda mi habilidad de apoyo a eso.

-Me he estado preguntando: ¿por qué estás tan obsesionada con ese idiota?

-Tú tienes tu razón y yo la mía. Eso es todo lo que tengo que decir al respecto☆

Aunque parecían haber llegado a conclusiones muy diferentes sobre qué hacer al respecto.

Si Mikoto viera a alguien tomar el camino del mal, lo devolvería al buen camino incluso si tuviera que golpearlo. Mimarlos y animarlos no era su idea de lo que debería hacer una amiga.

-Me parece que no estás realmente interesada en nada tan trivial como lo que yo quiero hacer.

Shokuhou Misaki se rió antes de completar su pensamiento.

-¿No estás más interesada en lo que vas a hacer?


Parte 8[edit]

El sol poniente tiñó el techo del hospital.

Después de darle a Kamijou Touma una(suave) llave en la cabeza por ver tan groseramente a las brujas bajo una luz lasciva, la Diosa Bruja Aradia había emergido en el aire frío.

Ella era una Trascendente que había elegido "salvar a todas las brujas perseguidas" como condición para la salvación. Cuando Kamijou Touma ejerció magia para luchar contra Anna, sabiendo que lo destruiría, se convirtió en el objetivo de la salvación de la diosa bruja. Si iba a luchar, Aradia estaba dispuesta a unirse a él.

Pero sabía que eso no era suficiente para ganar.

Christian Rosencreutz había aniquilado sin esfuerzo a los Trascendentes que participaban en esa ceremonia. Incluso a la extraordinaria Alice Anotherbible le destruyó la cabeza, matándola.

Un solo Trascendente regular de la Cábala Constructora de Puentes no tendría ninguna posibilidad contra Rosencreutz.

Entonces ¿qué podría hacer ella?

Kamijou Touma era el objetivo de su salvación, por lo que no podía darse por vencida sólo porque parecía imposible.

Tenía que encontrar alguna manera de salvarlo.

-Kh.

Escuchó un ruido de aleteo.

Con lo que sonaba como sábanas golpeando el aire, un demonio sexy se posó en la cerca de tela metálica. Esa Trascendente tenía cabello rubio largo y ondulado, piel pálida, cuernos de animales en la cabeza, una cola con punta de flecha en la parte posterior de las caderas y grandes alas parecidas a las de un murciélago en la espalda.

Aradia miró a la persona que había volado por el cielo con un corsé de una sola pieza, en otras palabras, en ropa interior.

-Súcubo de Bolonia.

-Jhhbrhbh... Supongo que tú también encontraste una manera de sobrevivir.

El comentario casual de la Súcubo de Bolonia sonó extraño porque su tono común todavía estaba algo fuera de lugar.

Aradia suspiró suavemente.

-He oído que Alice está muerta.

-Sí.

-Y todos ustedes eliminaron a Anna. ¿Cuántos de los Trascendentes regulares quedan?

-¿Mmm? Estoy yo, Good, Old Mary, Mut Thebes y creo que algunos más. El resto de ustedes no estaban allí, así que soy un raro ejemplo de alguien que estuvo en el terreno ceremonial y sobrevivió. Deberías estar orgullosa de mí, de verdad.

-¿Qué pasa con H. T. Trismegisto?

-Se fue.

Esa fue una extraña elección de palabras.

¿Eso significaba que no había luchado contra Christian Rosencreutz ni había sido asesinado?

CRC permaneció dentro de Ciudad Academia.

Había dicho que mataría a todos los Trascendentes.

Y sin una buena razón. No se trataba de lo que estaba bien o lo que estaba mal, ni siquiera de lo que le gustaba o no le gustaba. Recordó lo que Kamijou Touma le había contado, sonando arrepentido.

La Súcubo de Bolonia exhaló un profundo suspiro desde lo alto de la valla.

-Porque está aburrido. Para matar el tiempo.

-…

-Eso significa que eventualmente llegará a este hospital. Tarde o temprano, pondrá su mirada en Anna Sprengel. Pero si conocemos su objetivo, podemos tenderle una trampa.

Las palabras estaban impregnadas del tipo de burla y mAlice que se quedaban grabados en el fondo de la mente.

Tener un monstruo como CRC detrás de tu vida sólo por el gusto de hacerlo sería suficiente para que la persona promedio perdiera la calma, pero antes incluso de llegar a ese punto, había un aspecto de esto que Aradia tenía problemas para aceptar como Trascendente.

-¿Puedes creer esto?

-¿Qué pasa con eso?

-El verdadero rostro de nuestro 'salvador'.

-Lo que ves, es lo que tienes. Si él no hace nada para salvar al acusado injustamente, entonces tendré que encontrar un método diferente. …Él simplemente no era lo que esperaba. Hicimos todo lo posible para resucitar a alguien que debería haber permanecido enterrado y muerto.

Rosencreutz no tenía ninguna política de salvación.

¿Para qué ejercía ese inmenso poder?

Cualquiera que fuera la respuesta, ya había quitado la carta de “salvación” de su mazo. Esto nunca iba a terminar bien.

La Diosa Bruja Aradia realmente existía para salvar a las brujas perseguidas.

Quienquiera que hubiera sido antes, se había transformado en tal ser.

¿Qué pasaría si CRC no fuera a ayudar con eso y de hecho dañara a las personas que pretendía salvar?

No, eso no era hipotético.

No hay por qué engañarse.

Ya lo estaba haciendo. Dado que Kamijou Touma había usado magia para proteger Ciudad Academia, contaba como una de las brujas de buen corazón de Aradia.

Y Christian Rosencreutz lo había atacado.

Había violado la tierra santa de esa diosa.

-¿Qué harán tú y los demás supervivientes?

-Ach, tienes talento para hacer las preguntas difíciles. -La Súcubo de Bolonia se sentó encima de la valla alta y miró a Aradia. -Honestamente, no me importa si viene a matarme.

-Mmm.

Aradia no pareció particularmente sorprendida.

Los trascendentes eligieron salvar a otros. Se podría decir que sólo alguien que se hubiera modificado hasta ese punto podría reclamar el título. Las únicas excepciones fueron Alice y Anna.

-E incluso si se vuelve loco, el daño que causa no tiene nada que ver con acusaciones falsas. No voy a salvar a agresores puros, pero tampoco voy a ampliar mis condiciones de salvación para incluir a víctimas puras. Sé que sería demasiado difícil de manejar y sólo me estaría destruyendo a mí misma.

-…

-No me mires así. Has reducido tus condiciones a solo brujas perseguidas. Debes saber que expandir esas condiciones sin cesar sólo te destrozará.

Aradia estaba consciente.

Pero confirmar eso no convencería a la Súcubo de Bolonia de ayudar. Aradia por sí sola no era rival para Rosencreutz, lo que significaba que no podía salvar a Kamijou Touma, por lo que necesitaba hacer todo lo posible para arrastrar a los otros Trascendentes a su negocio.

-Je je ♪

La Súcubo de Bolonia debe haberse dado cuenta de esto.

Colocó sus piernas sobre la cerca y saltó hacia abajo.

Puso una mano en el centro de su pecho, le guiñó un ojo y habló con la voz suave pero tóxica de un demonio tentador.

-Buena Vieja Mary, Mut Thebes y yo, eso debería ser suficiente por ahora. ¿Puedes imaginarte los hilos entrelazados en tu cabeza, Aradia?

  • Una quería traer milagros a las personas que habían sido expulsadas de una categoría especial.
  • Una quería utilizar el arte del castigo para proteger al grupo que había elegido. Ese grupo era actualmente la Cábala Constructora de Puentes.
  • Y una quería salvar a cualquiera que fuera acusado falsamente.

-No debería tener que decirte que nosotros, los Trascendentes de la Cábala Constructora de Puentes, solo actuamos en función de las condiciones de salvación que nos hemos fijado. Entonces, si deseas que actuemos, debe cumplir con nuestras condiciones. Cada una de nuestras condiciones, sin ninguna contradicción.

-…

Aradia tenía que entender cuán difícil sería eso.

Fue la aparente incompatibilidad de sus condiciones lo que llevó a los Trascendentes a esperar que Christian Rosencreutz resucitado pudiera salvar el mundo entero para ellos.

-Entonces, ¿qué harás, Aradia?

La Súcubo de Bolonia se llevó las manos a la espalda y se inclinó.

El demonio sonrió dulcemente.

-¿Estás preparada para resolver este rompecabezas imposible para salvar a ese niño?


Parte 9[edit]

Era el período de la tarde, después del mediodía pero antes de la noche.

Ese período intermedio puede haber sido el menos concurrido. Kamijou está completamente solo sentado en el área de descanso con muchas máquinas expendedoras alineadas a su lado.

Las palabras de Aogami Pierce habían sido muy simples y expresaban un punto de vista del que Kamijou carecía.

Simplemente protege lo que amas.

Esa tenía que ser una respuesta correcta.

También era muy fácil de aceptar para un chico de preparatoria como Kamijou.

-Pero.

¿Realmente podría arrastrar a todos los demás a esto por nada más que eso?

¿Quién era realmente Anna Sprengel?

Feliz Navidad, mi enemigo amnésico. Te veías bien hoy ahí fuera.

Sin duda, al principio había sido una enemiga.

Su ataque de boca a boca había tomado la forma de microbios mortales conocidos como St. Germain. Peor aún, debido al conflicto con el Imagine Breaker de Kamijou, el extraño aliado rosacruz estaba condenado a morir, ganara o perdiera.

¿¡Usaste magia!? ¿¡Al hacer un aliado del St. Germain que te implanté!?

Incluso después de que trabajaron juntos para derrotarla, Anna Sprengel escapó fácilmente de la custodia de Anti-Skill y huyó. Luego provocó otro incidente importante en Los Ángeles.

Se unió a los Trascendentes de la Cábala Constructora de Puentes y se metió con Alice Anotherbible para empujar con éxito esa misteriosa cábala mágica más allá de cualquier apariencia de control.

Pero incluso Anna tenía una némesis.

Aleister Crowley. Y Anna Kingsford, a quien él controlaba.

Kamijou no puede explicar por qué había decidido ayudar cuando vio a Anna Sprengel transformada en un disco de película indefenso. Simplemente había respondido al pensamiento en su cabeza.

Sí, odiaba a Anna Sprengel.

Pero ese resultado no le habría traído ninguna alegría.

-Bien, bien. Sólo por esta vez usaré mi carta de triunfo.

Entonces ¿qué era lo que quería?

No podía expresarlo con palabras, pero podía decir con certeza que era incompatible con Mut Thebes, que había intentado ejecutar a Anna con la Bebida Reductora, o con Aleister, que había intentado matarla con Kingsford.

Quizás no tenía razón.

Quizás no estaba siendo lógico.

Pero podía mantener la cabeza en alto.

-No sé si existe alguien así, pero si existe, puedo hacer un compromiso con este mundo.

Sí.

Eso era correcto.

Espero que estén por ahí en alguna parte, tonto.

Eso era todo.

¿Y qué si ella era malvada? ¿Por qué debería importar lo poderoso que fuera su enemigo?

No importaba cómo terminara este conflicto ni dónde terminaran todos, él no quería que terminara con la muerte de Anna Sprengel.

¿Qué tenía de extraño estar tan seguro de eso?

-…

Pero. Aun así.

Kamijou había tomado una decisión, pero un simple chico de preparatoria no tenía una manera realista de salvar a Anna mientras ella estaba conectada a toda esa maquinaria en la UCI.

Ni siquiera podría derrotar a Rosencreutz que estaba en camino hacia aquí.

El hospital contenía muchos más pacientes. Sin mencionar a los médicos, enfermeras y demás personal médico que atiende a esos pacientes. A esas personas hospitalizadas les quitaron su vida cotidiana. Todos luchaban con todas sus fuerzas para recuperar esas vidas cotidianas. Anna Sprengel no era la única persona aquí al borde de la muerte. Ella no era especial. Entonces, ¿cómo podría poner en riesgo a los demás?

Quería ayuda.

Pero, ¿a quién podría pedir ayuda y cómo convencerles?

Alguien se acercó mientras él agonizaba con estas preguntas.

-¿Oh? Me preguntaba a dónde te habías ido.

Era el doctor con cara de rana.

-¿Cómo está Anna? -Preguntó Kamijou por reflejo.

-No sé nada sobre Alice Anotherbible o esa Bebida Reductora que mencionaste.

No estaba mintiendo. Las siguientes palabras del médico con cara de rana fueron simples.

Y desgarraron el núcleo del ser de Kamijou Touma.

-¿Entonces qué vas a hacer?

-…

Kamijou apretó los dientes.

Intentó pensar, pero no sirvió de nada.

-Anna es una villana. No se puede negar eso en este momento.

No pudo detenerse.

Su voz parecía salir de su corazón más que de su boca.

-Pero aun así no quiero que ella muera.

Eso lo determinó.

No, él había tomado su propia decisión.

Sabía dónde quería estar, en qué dirección quería mirar, qué postura quería adoptar.

Así que lo dejó todo salir.

Liberó la fealdad en su interior.

-Quiero decir, todo el mundo sigue llamándola villana, pero aun así ella me salvó. Nunca habría conseguido ese vehículo de combate móvil sin ella allí. De hecho, probablemente habría cometido un error y habría dejado que me mataran esa primera noche. Claro, la liberé de ser un disco de película humano, pero si todo lo que quería era sobrevivir, ¿qué razón tenía para traernos a mí o a Aradia con ella? Podría habernos mentido y huir sola. Le encantaba burlarse de la gente y reírse de ellos, ¡pero había momentos en los que extendía una mano amiga sin recibir nada a cambio! No, ese no es el punto. No quiero salvarla porque ella me salvó a mí. ¡¡Esto no es una transacción en la que solo estoy pagando un favor!! Realmente no lo es. Ella se burlaba de mí y no me dejaba en paz en esa tienda de descuento. Se rió de la cinta adhesiva alrededor del tobillo de Aradia en la gasolinera y le encantaron los dulces japoneses que probó. Ella era una chica normal. Puede que sea una Trascendente irregular con un poder excepcional, pero aún así no era diferente de los demás. No puedo dejarla morir. ¡¡Simplemente no puedo!! ¡No puedo aceptar eso simplemente diciendo que ella es una enemiga y trazando una línea entre nosotros! ¡¡No quiero que Anna muera!! ¡Ni siquiera quiero pensar en eso! No sé qué grande es el monstruo Christian Rosencreutz. No importa lo estúpido que sea pensar en luchar contra él. No dejaré que nos la quite. ¡No puedo quedarme de brazos cruzados cuando sé lo que va a hacer! Haré algo con él. Lo juro. ¡Haré lo que sea necesario para arrebatarle la victoria y proteger a Anna! Pero eso no es suficiente. Derrotar a Christian Rosencreutz es sólo una batalla ganada. No significa que lo haya ganado todo y en realidad no le salva la vida a nadie. Ese no es el objetivo. ¡¡Nada tiene sentido si Anna no se despierta!! ¡Hay cosas que no puedes lograr con un puñetazo! Anna fue golpeada por la Bebida Reductora y ahora mi mano derecha no puede salvarla. Con Alice muerta e incapaz de ayudar, eres todo lo que me queda. ¡¡Todas tus habilidades médicas se basan en la ciencia ordinaria, pero puedes hacer cosas que yo nunca podría!! No quiero rendirme. ¡¡Me niego a renunciar a Anna Sprengel!! ¡¡¡No podría soportar renunciar a su vida aquí!!! No se trata de cuánto tiempo pasamos juntos. La he visto sonreír. No me importa su misterioso "rey". Nosotros mismos la sacaremos de la oscuridad. Quiero que ella sonría. De eso se trata todo esto. ¡¡Quiero volver a ver la sonrisa de Anna!! ¡¡Con mucho gusto tiraría mi propia vida por eso!! Así que por favor. Una vez que todo esto termine, me entregaré a Anti-Skill. Si ayudar a un villano está mal, aceptaré el castigo que merezco. Pueden hablar mal de mí en la televisión y en línea. ¡¡Entraré al reformatorio con la cabeza en alto!! ¡Uf, ahh, así que por favor no te rindas con Anna! ¡¡¡Uf, ahh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!

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La cara de Kamijou estaba hecha un desastre.

No pudo encontrar su fuerza. Se aferró al médico frente a él mientras caía de rodillas.

En respuesta, el médico con cara de rana solo exhaló un rápido suspiro.

Y habló.

Como siempre lo hacía.

-Estás pensando demasiado en esto, si me preguntas.

-…

-Piensa en esto tan profundamente como quieras, no tiene sentido preocuparte infinitamente cuando no es necesario. Soy médico, por lo que no es necesario buscar ninguna justificación extensa. Sólo necesitas decir una simple palabra: sálvala.

Para un médico, era algo normal, natural y común.

-Pero, pero.

-¿Hmm?

-Anna es una villana.

-¿Y? ¿Qué hay de malo en querer acercarse y ayudar a alguien cuya vida está amenazada por esa misma acusación?

-Pero les pedí ayuda a todos… y nadie quiso hacerlo[1].

-Si te viene bien un médico, haré todo lo que pueda para ayudar. ¿Pero qué puedes hacer tú para ayudar?

Obtuvo ayuda.

Tenía una persona dispuesta a cumplir su feo y egoísta deseo de mantener viva a una villana de clase mundial a pesar de que eso empeoraría la situación y pondría en riesgo tantas vidas no relacionadas.

La dedicación de ese hombre a preservar vidas no se vio afectada. En ningún momento. Ni siquiera en una emergencia cuando todos los demás estaban en pánico. Aunque leer el ambiente y fingir inteligentemente no darse cuenta podría ser mucho más fácil. ¿Estaba impulsado por su orgullo como salvavidas profesional?

Verlo por sí mismo reavivó algo dentro del irremediablemente inexperto Kamijou Touma.

Ese algo era bastante pequeño pero era una presencia sólida dentro de su corazón.

Ese era su núcleo. Ahora tenía algo para sostener su corazón.

Este médico no mintió.

Si dijera que salvaría a un paciente, entonces ese paciente se salvaría.

Kamijou puede creer eso sin ninguna evidencia real debido a las muchas veces que él mismo ha regresado del borde de la muerte. No sabía quién era este médico con cara de rana, pero sabía que no traicionaría una vida humana.

La verdadera respuesta no fue nada especial. Su base se encontraba en la experiencia que él mismo había acumulado.

Y con eso arreglado…

Aceptaría su desventaja y haría lo que fuera necesario para salvar a Anna. Eso significaba detener a cualquiera que pudiera invadir el hospital e interrumpir las acciones del médico.

Haz eso y él podría resolverlo todo.

Entonces pudo ver una vez más a esa mujercita malvada burlándose de él, abusando verbalmente de él, haciendo berrinches y causando problemas en general. Y una vez más pudo verla sonreír.

Si es así, esa era la mejor razón posible para que el insignificante niño apretara su puño derecho.

-Doctor.

-¿Sí?

-Gracias.

Kamijou Touma hizo una profunda reverencia y luego se dio la vuelta.

Caminó hacia la entrada principal del hospital. Y la peligrosa ciudad más allá.

Ahora que tenía un objetivo en mente, sólo tenía que apretar fuerte el puño derecho y seguir adelante.

Christian Rosencreutz.

Haría lo que fuera necesario para derrotar al mayor de los enemigos.

Entre Líneas 1[edit]

Palacio de Lambeth, Londres.

Una voz solemne resonó en la residencia del Arzobispo en lo alto de la Iglesia Anglicana.

-Atención, peones.

-¿¡Cómo nos llamaste!?

Agnese Sanctis estaba lista para luchar, por lo que las hermanas Lucía y Angelene tuvieron que sujetarla.

Dion Fortune, que había asumido el cargo de arzobispo tras la dimisión sin precedentes de Lola Stuart, suspiró exasperada ante lo que vio ante ella. Es decir, una maleta de viaje tan llena que la cerradura parecía a punto de estallar.

La impertinente muchacha se dirigió a sus subordinados.

-¿¡Ninguna de ustedes, monjas incómodas, sabe lo básico acerca de hacer un viaje largo!? No necesitaré mi pijama ni mis artículos de baño de inmediato, así que puedes ponerlos en el fondo de la bolsa. ¡Pero los manuales simples para entender idiomas extranjeros, los juegos de cartas y cualquier otra cosa que necesite con más frecuencia deberían estar en la cima! Esto es algo básico. ¿¡Confiaste en tu madre superiora para todo en tu abadía original!?

-¿Hablas en serio? ¿Por qué tendríamos una guía en papel hoy en día cuando todo está traducido automáticamente?

-No seas tonta. ¿Qué pasa si mi teléfono se rompe y se convierte en un pisapapeles caro? ¿¡Y si estoy en medio de un extraño país extranjero, nada menos!? Por supuesto que tendré ese práctico dispositivo móvil, pero también necesito llevar algo de papel por si acaso. Ah, y asegúrate de que la baraja de cartas tenga dos comodines. No puedes jugar algunos juegos con solo uno.

Agnese miró fríamente a Dion Fortune, quien estaba sermoneando con aire de suficiencia a las monjas de combate que hablaban docenas de idiomas y estaban entrenadas para mezclarse con cualquier parte del mundo si fuera necesario.

-¿Por qué tienes tanta prisa por irte en medio de la noche? ¿Estás intentando escaparte de la ciudad?

-No me interesan las estructuras de poder ni la riqueza. Sé que soy sólo un organismo para ocupar el puesto hasta que se elija al próximo arzobispo real. Pero como tengo este poder por ahora, también podría usarlo, ¿verdad? Eso sería lo mejor para el Reino Unido en su conjunto.

-Entonces asegúrate de no olvidar esto: tu pasaporte. Vale la pena tenerlo a mano incluso dentro de la UE porque a veces los policías pueden ser estúpidamente testarudos. Entonces, ¿hacia dónde te diriges?

Dion Fortune respondió con una risa de “nee hee”.

Como si estuviera compartiendo en secreto su plan para una broma.

-Núremberg, Baviera, Alemania.

-…

-Si tienes algún conocimiento sobre la Cábala Dorada, deberías tener una buena idea de lo que estaré buscando. Pista: Mathers y Westcott se esforzaron buscándolo pero nunca lo encontraron, por lo que no tuvieron más remedio que afirmar que era algo espiritual que existía en una fase separada.

-¿El Primer Templo?

-Muy bien. Su nombre real es Templo Licht Liebe Leben. Se decía que Anna Sprengel pertenecía y gestionaba directamente esa cábala mágica, que puede verse como el punto de partida de nuestra cábala dorada. Con la aparición de la señorita Sprengel e incluso de CRC, pensé que era hora de profundizar un poco más. Por supuesto, esta es una decisión bastante peligrosa para un mago Dorado.

-…

El Templo de Isis-Urania, el primero establecido en Londres, también fue conocido como el Tercer Templo. Habían elegido no comenzar en ninguno por respeto al Primer Templo que (supuestamente) estaba dirigido por Anna Sprengel.

-¡¡Ah, ja, ja!! ¿¡Tan impresionadas que están estupefactas, monjas tontas e inútiles!? Estamos hablando de Anna Sprengel y Christian Rosencreutz, así que necesito investigar la Camarilla Rosacruz, ¡que siempre pareció más una leyenda que otra cosa! Puede que sea un trabajo temporal, pero no arrebaté el puesto de Arzobispo sin ningún motivo. Así que hagan su trabajo como peones preparando la maleta de su gran jefa y hagan su parte por el Reino Unido y el mundo. Vamos, asegúrense de poner la billetera, la tarjeta de crédito y la tarjeta de transporte, que también puede usarse para comprar, en diferentes lugares. Perderlos a todos a la vez sería una pesadilla. ¿¡Quieres que me quede atrapada sola en Alemania!?

En ese momento, el teléfono inteligente (que había planeado usar para consultar las reseñas de restaurantes en su destino) vibró. Dion Fortune agarró el dispositivo que era sorprendentemente ruidoso incluso en modo silencioso.

-¿Hola? ¿Qué necesitas de la gran Arzobispo? Estoy muy ocupada, así que espero que hayas concertado una cita, pedazo de m…

-¿Oh? Has ascendido en el mundo desde la última vez que te vi, mi decepcionante aprendiz. Es difícil de creer que esta sea la misma persona que pasó noche tras noche sollozando por miedo a los ataques de los gatos callejeros.

-¿¿¿¡¡¡!!!???

Agnese y los demás observaron con curiosidad cómo la espalda de Dion Fortune se enderezaba a pesar de solo hablar por teléfono.

-Min…

Pero la arzobispo tenía preocupaciones mayores.

Ya estaba empapada de sudor cuando se desencadenó su antiguo trauma.

-¿Mina Mathers? M-mi señora, ¿qué asuntos tiene conmigo hoy? Je, je, eh, je, je.

Se registraron muchos incidentes y conflictos en la historia de la magia occidental moderna, pero hubo una batalla mágica casi tan famosa como la Batalla de Blythe Road de Crowley.

Los compiladores de esa historia se refirieron a ella como la mágica pelea de gatas de Mina Mathers y Dion Fortune.

(Pero no eran dos chicas luchando de una manera vagamente traviesa. ¡Fui atacada por una cosa parecida a un gato gigante que me hizo un enorme corte en la espalda! ¡Eek! Tiene algo de descaro llamándose a sí misma la bruja del gato negro. ¡¡Realmente la historia está escrita por los ganadores ya que ella eligió reescribirse a sí misma como algo mucho más lindo que la realidad!! ¡¡No todos los gatos son pequeños gatos domésticos lindos!!)

-Predije que mi aprendiz incapaz estaría buscando el Primer Templo. Tal como están las cosas, ese humano podría hacer algo imprudente por su cuenta. Con alguien que puede ganar siendo autodestructivo, no hay nada en este mundo más aterrador que cuando está realmente enojado. Honestamente, no puedo soportar que eso suceda, así que debes unirte a mí para ayudarlo lo antes posible. Estamos buscando lo mismo de todos modos.

-Je, eh, je, je. Mi señora, ¿y si? Hablando de forma puramente hipotética, ¡así que por favor no te tomes esto en serio! Si te dijera que las lecturas del tarot de hoy fueron deficientes y, según el yoga occidental, es decir, según la interpretación cabalística, debería tomarme un tiempo y volver a intentarlo en otro mo…

-Entonces tu bondadosa maestra podría perder los estribos y extender sus garras por primera vez luego de bastante tiempo.


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  1. Pero pedazo de… como quien traduce esto puedo decir que Kamijou no pidió ayuda a nadie. Aradia se tuvo que inventar una razón para ayudar a Anna por algo más que salvar a Kamijou, Misaka e Index están molestas porque Kamijou ni las considera, y si Misaka preguntó por el valor de Anna Sprengel fue más para entender la situación. Kamijou suele ayudas sin que se lo pidan a personas que están solas en el mundo, pero Kamijou actúa como si estuviera solo incluso acompañado y me irrita.