Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 8 Capítulo 1

From Baka-Tsuki
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Cada Lado del Final de la Guerra[edit]

- "¿Qué tal? Esta es una recompensa de parte de los espíritus de los muertos”.

Guiche, orgulloso como un pavo real, mostró su Medalla del espiritu de cabello blanco a sus compañeros de clase.

- "Waah," Los compañeros de clase suspiraron.

- "¿Podría ser que no es cabello blanco, sino cerdas de imitación?"

Alguien comentó, haciendo que Guiche se ruborizara.

- "¡Aah! No digas eso! La recompensa es de auténtico cabello blanco! "

Guiche miró hacia un rincón del salón de clases. Montmorency estaba allí. Aunque todos sus compañeros de clase se habían reunido alrededor de Guiche, Montmorency, por otra parte, apoyaba sus codos en la mesa y se había quedó viendo afuera por la ventana, desinteresada. Hey, mira hacia haca, quiero que escuches la historia... Guiche se sintió herido por un momento.

- "Genial... Guiche, comandaste a la compañía que entro primero en la ciudad de Saxe-Gotha?"

- "Ni lo menciones"

Guiche orgulloso asintió. Todos alabaron a su compañero de clase que había hecho grandes logros militares.

- "De ningún modo, Guiche. Sinceramente hasta ahora creíamos que eras sólo un gran hablador, pero ahora podemos reconocer nuestro error sin falta! "

- "¡Genial! ¡Guiche! ¡Eres imponente! "

Guiche se inclinó hacia atrás para escucha. Luego, cruzó las piernas, y levanto un dedo sin dejar de mirar tan orgullosamente como un pavo real.

- "Ahora, voy a contarles la historia de la valiente lucha del ejército contra los orcos."

Aaaah, el revuelo que ocurrió.

Guiche miro a Montmorency de nuevo. Y suspiró dolorosamente. La razón era por que Montmorency todavía miraban hacia el otro lado... ¿Por qué estaba actuando de esa manera ... Guiche se entristeció mas. Luego levantó aun más la voz de lo necesario.

- "¡Cuando el muro se rompió, los orcos llegaron desde el interior, uno tras otro! En ese momento, mandé con calma a mis subordinados del escuadrón de armas de fuego. ¡Primer pelotón! ¡Cargar! ¡Objetivo! ¡Fuego! "

Al decir "Fuego" Guiche subió y bajo su varita.

- "¡Sin embargo, el enemigo no se inmutó! ¡La magia era necesaria! ¡Agarré mi rosa y comencé a hacer una – mano de Tierra! "

Lancé el hechizo donde la mano se expande desde la tierra y agarró los pies de uno.

Sin embargo, no paso nada, no había tierra en el salón. Un extraño silencio creció.

- "¡Ka-Boom! ¡Valkyria surgió! "

Guiche rechazó el mazo y trate de cubrir a mí mismo de nuevo. Esparcí pétalos de la rosa artificial a mí alrededor... y se convirtieron en siete valquirias.

- "Hacia los orcos cercanos, mi golem saltó valiente!"

Las Valkirias comenzaron a bailar imitando la lucha.

Alguien recitó el hechizo de viento hacia los golems de Guiche.

Las Valkirias se voltearon y cayeron sobre el suelo.

- "¿Quién?"

Con una sonrisa sarcástica en los labios, De Lorraine vio a Guiche. Delante los fabulosos resultados de Tabitha, era considerado como el más fuerte entre los muchachos en los duelos.

- "Si tus golems volaron por la magia de viento, ¿cómo fueron capaces de soportar los golpes de los orcos?"

- "Uuh ..."

Guiche comenzó a sudar frío. Sintiéndose en problemas, había ampliado la historia sin pensar.

- "Bueno... una trampa! Mis golems eran un señuelo, utilizados para distraer a los enemigos que atacaban! "

- "Hey hey, escuche una ocasión, que todo fue hecho por los mosqueteros. ¿No por tu magia? No eres tan impresionante, Guiche! "

- "¡L-Los soldados subordinados estaban bajo el mando del comandante!"

- "¿Pero no acabas de decir que todo era acerca de tu magia? Por favor, da mi sincera admiración a tu empresa una vez que te encuentres con ellos. Sin embargo, ¿realmente fueron una decente ventaja? ¿Tal vez todo fue puesto en los hombros del sub-comandante? "

Con los ojos bien abiertos, Guiche se sentía petrificado. Esto había puesto en manifiesto una contradicción en la historia de Guiche. Bueno, tenía que seguir hablando para ganar algo de tiempo... mientras tanto Montmorency se levantaba y salía del salón de clases.

Guiche corrió con pánico tras ella.

- "¡Montmorency!"

Guiche gritó en el corredor de piedra. Sin embargo, Montmorency no se dio la vuelta, se alejaba rápidamente. Sintiendo el enojo que emana de sus hombros, Guiche corrió más rápido.

- "Oi Oi, por favor espera! ¿Estás enojada por lo que dije? ¡Cariño! ¡Escúchame, deja de ignorarme! "

Guiche puso una mano sobre el hombro de Montmorency y la detuvo.

- "Aquí, mira. Una medalla! ¡Sé feliz! eres la novia de alguien digno de un premio! Como he dicho, aquí,... "

- "Eso no significa que mi opinión de ti haya cambiado."

Dijo finalmente Montmorency después de darse la vuelta.

- "P-¿Por qué?"

- "¿Es el reconocimiento todo lo que te importa? ¡Me dejaste sin decir nada, ese es el problema! "

Guiche no esperaba un ataque, se estremeció. Mimado por las alabanzas, no podía imaginar que era culpado de esta manera.

-"N-No lo sabes?! Como voluntario de la Armada Real, no podía escribir cartas! "

Montmorency, lo miraba con ojos fríos. Guiche sintió que su ira era diferente al la habitual, así que guardo silencio.

- "¡Incluso si fuera así! ¡Eso no significaba que no pudieras ponerte en contacto conmigo! ¡Hay algunas cosas que son más importantes que un premio! "

Lo pensó por un momento.

- "¿Por ejemplo?"

Debido a que Guiche lo preguntó seriamente, las mejillas de Montmorency se pusieron rojas.

- "Aya! ¿Por qué me pegas! "

- "Yo. Y-o”.

- "S-Sí."

- “¿No eras mi caballero? ¿No me dijiste, que si había una guerra te quedarías a mi lado, y me protegerías? ¿Lo recuerdas? "

- "S-Sí."

Guiche se puso firme y asintió.

- "¡Desde que te fuiste con los chicos, cosas terribles pasaron en la Academia! ¡Mientras tanto tú te volvías loco atacando a los enemigos por medallas! "

Asi es... Guiche asintió. Al regresar se enteró de la historia.

- "Porque no estabas aquí, un profesor nos salvó, pagando con su vida. Si yo fuera más hábil en la magia de agua... "

Montmorency, cerró los ojos, recordando aquel momento. Ella comenzó a curar a Colbert, que fue herido por las flechas mágicas, pero a pesar de que utilizó la magia de agua... agotó su fuerza de voluntad y se desmayó.

Guiche en silencio bajó la cabeza.

- "Yo, voy a estudiar más. Como miembro de la casa de Montmorency, que ha tenido un contrato con el espíritu del agua por generaciones... pediré ayuda para aprender más. Si fuera mejor para curar con el agua... podría haber ayudado al profesor."

Dado que Colbert no tenía familiares, Kirche tomó sus restos. Ya que Kirche regresó a su casa, por ahora no estaba claro si iba a enterrar al usuario del elemento de fuego en la tierra de Germania. La chica pequeña con el pelo azul corto había desaparecido también.

- "Además, incluso esa niña perdió a su persona importante. Así que se un poco más considerado. ¿Es este realmente un momento de alegría? No deberías estar tan feliz."

Guiche recordó.

Había un rumor de que Saito, el familiar de Louise, había luchado solo contra el ejército de Albión y les había permitido escapar de Rosáis.

Agitada, Louise se había reunió varias veces con los generales, pero a pesar de que hacia mucho ruido, la flota de escape no regresó por el familiar.

Por otra parte, los comandantes de los buques de guerra sólo se burlaron de ese rumor. Pensaron que era imposible para una sola persona detener a un ejército. No puedes detener a 70.000 soldados solo.

En cuanto a la demora del ejército de Albión, tenía que haber otra razón. Se atribuye a al mal manejo del ejército. También se consideraba que este conocido muchacho simplemente huyó.

Toda la gente alrededor de Louise seguía diciendo eso.

E incluso si realmente se enfrento a un ejército de 70.000 - no había forma de que todavía estuviera vivo. Ella Lamentablemente, tuvo que rendirse...

Sin embargo, Louise no aceptaba esa idea y seguía negándolo. Una vez que la flota había regresado, la noticia sobre que el ejército de Albión se había rendido ante Gallia planteó la confusión al máximo. Se dejaron de preocupar por los rumores de que el chico detuvo al ejército de Albión, pensando que eran palabrerías de un loco. Después de todo, además de Saito, había muchas personas desaparecidas o asesinadas.

Como resultado, después de regresar a la Academia de Magia, Louise se deprimió demasiado y no habló con nadie. Como si su mente estuviera en otra parte, se encerró en su cuarto y no salió.

El destino de Saito también fue parte de los rumores en la Academia. De todos modos, ahora Saito era famoso en la academia por dos cosas: por ser un "familiar legendario" y por ser el que "debe ser acreditado por todo".

Montmorency, que también había escuchó los rumores, estaba preocupada por Louise, que se había encerrado y no había salido de su habitación.

- "Por lo menos quiero confortarla. Voy a hacerle una visita simpática por ahora. "

- "Ahora que estás hablando. Montmorency, eres muy amable."

- "No soy muy amable. Sabes, hasta ahora, aunque estemos en una guerra... A pesar de que es una guerra, yo realmente nunca he luchado en una guerra hasta ahora,... "

- "Sí".

- "Soy como el "agua" de muchas formas diferentes. Voy a luchar a mi manera... Ojala fuera más fuerte”.

Montmorency, miró al cielo a través de la ventana, y murmuró:

- "No podemos permitir que esta tristeza exista. No puedo curar si me lamento de mí misma”.


Y así la guerra entre la Santa República de Albión y La alianza entre Tristain y Germania terminó con las campanas del Festival de Adviento.

Debido al sacrificio de Saito, todas las fuerzas aliadas se retiraron de manera segura, mientras que la flota de Gallia dejó la alianza y entró en la guerra, la destrucción de la base de comando en Rosais con Cromwell, y haciendo que el ejército de Albión que estaba allí se rindiera.

Con una abrumadora diferencia en números y con el emperador destruido, el ejército de Albión había perdido su voluntad de lucha. Por otra parte, los traidores de las fuerzas aliadas volvieron en sí mismos, como si despertaran de un largo sueño, y fueron contra el ejército de Albión de nuevo. Debido a toda esta confusión, el ejército de Albión se rindió sin luchar.

El ejército de Gallia se instaló en Rosais, deteniendo una guerra por ahora para limpiar el desorden…

Así, una guerra que duró ocho meses, fue terminada por una intervención activa de parte del reino de Gallia.

Pasaron dos semanas desde que la Santa República de Albión cayó...

En la tercera semana del Año Nuevo, en el mes de Yara - semana de Eolo - las fuerzas aliadas fueron oficialmente disuelta y los agentes temporales de la Academia de Magia que eran los estudiantes, regresaron a la escuela uno después del otro.

Los que tenían logros militares y aquellos que no regresaron con orgullo. Lucharon en feroces batallas, y cumplieron con su deber, incluso si no hubo resultados militares fabulosos.

Debido a que los estudiantes de la Academia de Magia, con algunas excepciones, fueron utilizados como respaldo del ejército en marcha, casi no hubo víctimas y tampoco logros militares.

Debido a que, aquellos estudiantes que fueron militarmente exitosos, se pusieron a la cabeza por encima del resto, y su popularidad se disparó.

Así Guiche se jactó de sus logros militares...


Por la noche...

Expulsado del cuarto de Montmorency, Guiche se sintió un poco deprimido, se dirigió al patio Vestri, donde no mucha gente estaba allí.

Cuando pienso en ello... Fue aquí donde Saito y yo nos conocimos y peleamos, pensó. En ese momento, Saito se mantuvo en pie, no importara cuánto daño recibiera.

Lo siguiente que llamó su atención fue el baño que Saito hizo y una tienda de campaña junto a la torre de artillería. Cuando lo sacó Louise, montó una tienda de campaña y siguió viviendo y durmiendo allí durante un tiempo. Guiche también recordó cómo él y Saito bebieron toda la noche allí.

Esos eran los recuerdos de Saito grabados en su memoria...

De alguna forma, sus ojos se tornaron húmedos. Guiche se sintió triste. Debido a que era triste hizo tanto ruido de vuelta en el aula.

Saito. excepto por Louise, nadie creyó... que había luchado contra el ejército de Albión de 70.000 y los detuvo. Pero para un hombre que se puso de pie, incluso mientras era golpeado por mi Valkyrie... eso no puede ser tan imposible después de todo.

Empezaron a escurrirle lágrimas por debajo de los ojos a Guiche.

- "Aunque eras sólo un plebeyo, eras mi amigo."

Limpiándose las lágrimas, se dio cuenta de que alguien se movía dentro de la tienda.

- "¿Saito...?"

Sin embargo, el que salió fue...

- "¡Belldandy!"

Era un topo enorme, era el familiar de Guiche.

- "¿Dónde estabas...?"

Guiche se puso en cuclillas y empezó a acariciar a su amada familiar.

- "Después de todo, ¿también lo extrañas?"

El gran topo frotó su nariz contra la de Guiche. De alguna forma, sus ojos redondos parecían tristes.

- "Ya veo, tu también estas triste..."

Guiche abrazó a Belldandy por un tiempo... y luego, lentamente, se puso de pie.

- "Saito, creo que es un héroe. Por lo tanto, hay algo que tengo que hacer. ¡Verdandi! ¡Haz un gran montón de tierra! "

Verdandi asintió con la cabeza y comenzó a escarbar en la tierra con su gran poder. En frente de Guiche se levantó una montaña del suelo.

- "soy un usuario del elemento tierra. Por lo tanto, yo te envío esta reverencia, con esta tierra hare una gran estatua, de modo que serás recordado. "

Guiche lanzo un hechizo sobre el montón de tierra. Entonces, la montaña se convirtió en arcilla. Sacando ambas manos, Guiche comenzó a hacer una estatua.

- "Saito era un gran tipo. Así que se merece una gran estatua, al menos cinco metros de altura. Porque tú no podías usar la magia... también voy a hacer esta estatua con mis manos. Este es el respeto que muestro hacia Saíto. Un noble camino de respeto. ¡Sé feliz! "



A pesar de que a Guiche y a Montmorency les dolía en su corazón... Quien más lloraba era Louise.

En su habitación, Louise estaba sentada en la cama, abrazando sus rodillas. Vestida con su habitual ropa de escuela, llevaba un extraño sombrero en la cabeza.

En su habitación, Louise estaba sentada en la cama, abrazando sus rodillas. Vestida con su habitual ropa de escuela, llevaba un extraño sombrero en la cabeza.

Era el jersey que le había dado como regalo a Saito. Parecía más, una pieza de arte vanguardista. Sin importar lo fuerte que empujara, no pudo conseguir que su cabeza pasara por el cuello, se sentían más cómoda al usarlo.

Junto a Louise estaba el ordenador portátil de Saito, su única cosa personal. Porque no había suministro de energía, la pantalla estaba completamente oscura.

Louise miró a la negra pantalla de la computadora. Recordó que, el primer día, cuando había llegó Saito, le mostró la pantalla.

Era hermoso.

Al pensar así, la parte de atrás de sus párpados se habían calentado de nuevo.

Saito... me mostró un paisaje. Aunque no lo entendía, era todavía un hermoso y misterioso paisaje, me hizo sentir un poco emocionada.

Uno por uno, los diferentes pensamientos, escenas, acciones... revivieron en su corazón.

Louise miró el colgante en su cuello. Las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

Saito... él siempre me defendió. ¿Te gusta este colgante en mi cuello?, él siempre estaba cerca, se había convirtió en mi escudo.

Cuando casi fui aplastada por el Golem de Fouquet.

Cuando estaba a punto de ser asesinada por Wardes.

Cuando me enfrenté a un enorme barco de guerra.

Cuando Henrietta, fue engañada por el enemigo y se olvidó de sí misma, haciendo un tornado de Agua.

Y... cuando se me ordenó detener al enemigo hasta que muriera...

Saito, con la espada desenvainada, se paró frente a mí.

El legendario Gandálfr, tal como su nombre lo indicaba, se convirtió en mi escudo.

¿Pero trate amablemente a Saito?

No, siempre fui una obstinada, egoísta, difícil de complacer, idiota.

- "Idiota".

Las lágrimas le estaban ardiendo.

- "estaba cuidando de mí misma. Tan ingrata, egoísta, nada hermosa, debería de haberme quedado y haber sido ignorada. "

Louise no trató de limpiar sus lágrimas, en silencio se susurró a sí misma.

- "A pesar de que dijiste que morir por el honor era una tontería... no has venido a casa conmigo."

Sus palabras, en contra de culpar a Saito estaban regresándose a ella misma. Sus propias palabras se convirtieron en lanzas que hacían mas profunda la herida en el corazón de Louise.

- "Aunque me dijiste que me amabas... me dejaste sola."

Louise murmuró mirando a la pantalla en negro.

- "Sin ti, no puedo ni dormir."

Louise abrazó sus rodillas, y siguió sollozando.

……

En la capital de Tristain, en la sala de trabajo del Real palacio en Tristainia, Henrietta se sentó en una silla con una mirada desalentada en su rostro.

Una parte del ejército se había revelado en Albión, la muerte De Poitiers y el Marqués Handenburg, comandante del ejército germano, una completa derrota al ejército... y una solicitud de retiro.

Cuando llegó el informe del Jefe del Estado Mayor, el General Wimpffen, cada persona en el palacio real, incluyendo a Henrietta y Mazarin, se habían confundido. Dudaban de si Era un informe falso del enemigo.

Para retirarse o continuar la lucha? Fue el cardenal Mazarin, quien clausuró la Conferencia.

- "Este es el Palacio Real, y no un campo de batalla", sus palabras silenciaron a los ministros que no se querían retirar.

Sin embargo... El retiro fue insignificante al final.

La flota de Gallian que apareció repentinamente y obligó al ejército de Albión a rendirse. Después de eso, no hace mucho, Gallia envío un mensajero especial a Tristain, quien les informó que asistieran a una conferencia hecha para decidir el futuro de Albión...

Aunque el Palacio Real de Tristain estaba satisfecho con la actitud de Gallia, no había tratados de paz con ella.

Hoy era el día en que se cumplían dos semanas desde la invitación a Henrietta para asistir a la conferencia que estaba prevista en Rosais.

Henrietta tomó en sus manos la carta que había sido enviada por el embajador de Gallia.

"La inquietud de Halkeginia hacia el republicanismo se ha detenido; El Real gobierno de Gallia considera que todas las naciones de Halkeginia debería construir una relación más estrecha entre sí a partir de ahora..."

Y continuó la exposición de motivos.

Sin embargo, aunque las palabras atrapaban sus ojos, perdían su significado en su cabeza.

El corazón de Henrietta se sentía como una cueva. Un profundo, frío, y oscuro agujero, en el que se podía caer. Incluso si nos fijáramos en él, no podríamos ver el final - un agujero vacío.

Cromwell, a quien odiaba tanto, murió. La Facción de nobles de Albión fue aniquilada.

Por lo tanto, ¿por qué no tenia satisfacción?

- "¿Por qué?"

Dijo ella, a nadie en particular.

- "La facción de nobles que mataron a Wales-sama no existe más. Los hombres que lo habían engañado estaban muertos... ¿Y? "

¿Ha cambiado algo?

Nada cambió en lo absoluto.

Henrietta cubrió su cara con sus manos. No podía hacer nada sobre el desbordamiento de sus sentimientos que la ahogaban como una inundación.

Aunque alguien había llamado a la puerta... Henrietta no pudo responder. La puerta se abrió y cuando entró el cardenal Mazarin, Henrietta se quedó sentada en el escritorio con el rostro agachado.

- "¿Estás cansada?"

Murmuro Mazarin.

Como si lo viera por primera vez, Henrietta se levantó despacio y asintió.

- “Sí. Pero todo está bien”.

- “¿No deberías estar feliz? En primer lugar, la guerra ha terminado. A pesar de que todo el ejército se ha disuelto, de que sólo ganamos gracias a una ayuda inesperada - una victoria es una victoria. No importa cuántas veces le demos las gracias a Gallia, no será suficiente”.

- "¿Así es?" Dijo Henrietta, mirando al vacío.

Mazarin, preocupado por Henrietta, siguió hablando.

- "Sin embargo, no puede ser descuidada, Su Majestad. Debemos estar listos para la guerra, a pesar de la repentina intervención de Gallia. Sus motivos aún no están claros”.

- "¿Así es?" Respondió Henrietta sin vida.

Mazarin colocó un montón de papeles al lado de los codos de Henrietta.

- “¿Documentos...?"

- “Sí. Asi es, estos son documentos que Su Majestad debería darles un vistazo".

- "¿Pueden esperar? Ahora mismo... "

- "No, ahora. No puede darse el lujo de no mirarlos”.

- "Dejo todo a su discreción. Cardenal, usted sabe mejor. No tendrá que preocuparse... "

- "Déles un vistazo".

Henrietta sacudió la cabeza.

- "Lo siento. Honestamente, estoy cansada".

- "Déles un vistazo”

Repitió Mazarin, con tono más fuerte. No se utiliza para la determinación de éstos, de un delgado hombre de mediana edad, Henrietta tomó uno en sus manos.

De arriba para abajo los nombres fueron escritos.

¿Qué significan estos nombres?

- "¿... Esto?"

Mazarin, dijo con voz de piedra:

- "Es la lista de los nombres de los que murieron en acción durante la guerra."

Henrietta se quedó sin palabras.

- "Nobles, plebeyos, oficiales, soldados... independientemente de su rango, todos los nombres estaban en la lista."

- "Oh..." dijo Henrietta, cambiando su rostro.

- "Majestad, ¿sabe por qué murieron?"

Henrietta sacudió la cabeza.

- "... no lo sé".

- "¿No lo sabe? No, lo sabe. Ellos murieron en el nombre de Su Majestad y de la patria”.

Henrietta bajó profundamente la cabeza.

Mazarin hablaba con un tono bajo.

- "Para algunos de nuestros ministros, esto fue sólo una "diplomacia de guerra", los oficiales y soldados sólo son las cifras del número de pérdidas y la ganancias. No puede ser un error del todo, pero estas cifras tenían familias, vidas y seres queridos. Pero todos creen en algo. "

Mazarin señaló con el dedo en el papel.

- "El Rey es el que decide iniciar una guerra. Usted puede enviar a oficiales y hombres a la muerte, pero no puede olvidarse de ellos. Esta lista de nombres tiene honor. Esta lista de nombres la tiene que proteger”.

Henrietta comenzó a llorar.

Llorando como un niño, enterró su cara en las piernas de Mazarin.

- "¿Cuántas veces voy a arder en las llamas del infierno? Dígame. Esta reina pecadora arrepentida a sus pies, el portavoz de Dios, el cardenal. Oh, para ser honesta. Durante esta guerra, mi corazón estaba sólo impulsado por la venganza. Estaba obsesionada con ella y no me importaba, incluso si tenía que vender mi alma al diablo para vengarme. Sin embargo, incluso si usted vende su alma... no hay nada después. Ni siquiera lamento. Apenas un hueco. Un profundo e interminable hueco”.

-"..."

- "Yo... no me di cuenta de lo estúpida que era. He perdido el amor a mí misma, y traje la muerte a los magos, incluso desate un terrible hechizo a un amigo. No me di cuenta. Incluso al iniciar una guerra dudosa, no me di cuenta. A pesar de que utilice a amigos queridos como un medio para mi venganza, no me di cuenta. Y sólo cuando terminó la venganza... me doy cuenta. Me doy cuenta de que nada había cambiado en lo absoluto."

Murmuro Henrietta, pidiendo perdón.

- "Por favor, dígame. ¿Qué debo hacer? Si corto mi garganta, ¿mis crímenes desaparecerán? "

Mazarin alejó a Henrietta. Ella lo miró como un niño asustado.

- "Yo no soy el indicado para juzgar, a Su Majestad. No debe juzgarse así misma, Su Majestad. Eso es sólo de Dios, en el nombre del Fundador, privilegio majestuoso. La carga puede ser dura, puede ser pesada, pero no trates de tirarla. No importa cuánto tiempo dure la noche de insomnio, no lo olvide. Debido a que murieron por Su Majestad y por la patria. Puede ser sólo un adorno real, sino que murieron por este ornamento. La muerte y la delincuencia no desaparecerán nunca. Las tristezas no se curaran. Tranquilamente se sientan detrás y miran a su Majestad”.

Henrietta con el corazón frío como una piedra, negando cualquier interferencia mientras leía la lista de nombres... murmuró.

- "Nunca decidí... ser la gobernante".

- "No hay reyes inesperados".

Luego Mazarin hizo una profunda reverencia y salió de la habitación.

Desconsolada e inmóvil, Henrietta se quedó callada por un tiempo.

Como mensajeras de la noche, dos lunas empezaron a brillar, iluminando la habitación... con mucho esfuerzo, Henrietta levantó la vista.

A través de la ventana de Henrietta... dos hermanas luna observaban.

Lágrimas secas en sus mejillas.

- "Bueno... no tengo nada. Ni siquiera lágrimas."

Después de eso, Henrietta llamó a un escudero y preguntó por el Ministro de Hacienda. Una vez que el Ministro de Hacienda se presentó, Henrietta suavemente informó.

- "Esta habitación... No, el Palacio Real de la Familia Real, vende todo lo de aquí por dinero".

- "... ¿Eh?"

- "Todo. ¿Esta bien? Deja sólo una pequeña cantidad de ropa. Todos los muebles, la cama, la mesa y el tocador, también... "

Desconcertado, el Ministro de Hacienda dijo,

- "La cama? P-Pero, ¿dónde va a dormir su Majestad? "

- "Trae un montón de heno. "

El Ministro de Hacienda se quedó mudo. La reina dormiría en el suelo, era algo inaudito.

- "Por favor, da el dinero que se reciba de la venta de esas cosas a las familias de las víctimas de la guerra. Nobles, plebeyos - no importa. Distribúyelo por igual”.

- "P-Pero..."

- "El Tesoro está en una difícil situación. Lo sé. "

Henrietta se quito todas sus joyas.

El Ministro de Finanzas con los ojos muy abiertos y en estado de shock, como se le entregó las joyas una por una. Al llegar al dedo de boda, Henrietta noto el Rubí de viento, un recuerdo de Gales. Cerró los ojos por un momento y luego se lo quito y se lo entregó al ministro de finanzas.

- "Venda este también".

- “¿En verdad?”

- “Si. Este también... "

Ella señaló al retrato del Fundador, al que le rogó durante la guerra. Por cientos, miles de años, este retrato velado por la familia real.

- "Pero, sin embargo..."

- "Ahora, lo que el país necesita no son oraciones a Dios, sino oro. No está de acuerdo"

El Ministro de Hacienda con fuerza sacudió la cabeza.

Pero antes de que el hombre se fuera, Henrietta lo llamó de nuevo.

- "Lo siento. Por favor, vuelva por un momento. "

- "Gracias a Dios! No salió con esto! "

Henrietta alcanzo algo en la bandeja del Ministro de tesorería de Hacienda.

Era una corona. En su prisa, ninguno de ellos lo había notado.

- "Sin ella, nadie volvería a admitir a alguien tan tonta como yo, como un gobernante".

Después de que el Ministro de Hacienda se marchara, agradecido de que no era necesario más, Henrietta empezó a leer la lista de nombres.

Por supuesto, no podía recordar a todos ellos.

Pero quería grabar firmemente en su mente. Sus vidas y sus ideales que se escondían detrás de estos nombres. Pensó en pedir perdón, pero se detuvo.

En el momento en que había terminado de leer la lista, el alba había comenzado a romper.

Henrietta tomó la última pieza en su mano.

Y contuvo la respiración una vez que vio el nombre al final.

Un nombre que sonaba raro, y que había oído antes, estaba escrito allí.


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