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Capitulo Ocho: Reunión Con La falsedad.
Henrietta, casi desnuda, yacía en su cama. La única cosa que ella estaba vistiendo era un pequeño camisón. La habitación en la que se encontraba pertenecía a su padre, el rey difunto, pero ella la había empezado a utilizar después de convertirse en reina.
Junto a la enorme cama con dosel incluido estaba la mesa favorita de su padre. Ella calmadamente la alcanzo con su mano y tomo una botella de vino. Vertiendo un poco en su copa, ella lo bebió todo de un trago. Antes, ella bebía ligeramente alcohol cuando comía… pero después de convertirse en reina, la cantidad que ella bebía se incremento.
Para Henrietta, que no era nada más que un ornamento de flores para el gobernador, siendo preguntada por decisiones, ella de vez en cuando se sentía inquieta. La mayoría de las resoluciones que le eran llevas a ella ya estaban decididas por el estado, pero aun así, la que decidida la aprobación de estas era ella. Que era más, a pesar de que se mantuvo en estado de inactividad, la guerra seguía en curso.
Aunque ella solo fuera una gobernadora ornamental, las responsabilidades para ella realmente ocurrían. Henrietta todavía cargaba con esa presión. Ella no podía dormir sin beber antes. Ella no podía mostrar esto a sus damas de compañía de la corte o a sus chambelanes, así que ella bebía el vino en la oscuridad de la noche. Una vez mas, sirvió vino es su copa.
“Yo creo haber bebido demasiado” ella pensó somnolienta por su intoxicación.
Ella calmadamente canto una runa y balanceo la copa que ella había servido con vino al suelo.
El agua empezó a brotar de la punta de su varita y empezó a llenar la botella. Era un hechizo para regresar el vapor de agua en el aire a un fluido. Era un rudimentario hechizo de elemento agua.
El agua se desbordo y se derramo fuera de la botella. Posiblemente debido a su estado de ebriedad, ella no pudo controlar la cantidad que vertió. Ella lo había bebió todo.
Henrietta, cuyas mejillas estaban teñidas de color rosa, cayó sobre su cama una vez más. Cuando estaba borracha, lo que ella recordaba era… los días felices. Los días brillantes. Las pocas veces que en realidad ella se sentía viva.
El poco tiempo del verano cuando tenía catorce años de edad.
Las palabras que ella quería escuchar una vez más…
“¿Por qué no las dijiste en ese momento?”
Henrietta se preguntaba, cubriendo su rostro con sus manos.
Pero, la persona que las debería de decir ya no esta más aquí. En ningún lugar de este mundo.
Ella sentía que la victoria podría aliviar la tristeza.
Ella pensó que el trabajo agotador de una reina le podría hacer olvidar eso.
Sin embargo, no podía olvidar. Brillantes victorias, palabras de elogio, los gritos de la gente quien la respetaba y la amaba por se una santa… no podían igualar una palabra.
Ella inconcientemente empezó a llorar.
“Oh no” ella pensó.
“Mañana, temprano. Había negociaciones con el embajador de Germania.”
Para Tristain y para Henrietta quien quería poner fin a esta tonta guerra lo más pronto posible, era una importante negociación.
“No les podía mostrar mi rostro húmedo por las lagrimas. Ya no podía mostrar mi lado débil a alguien, nunca mas.”
Ella seco sus lágrimas. Y cuando iba a tomar de nuevo la copa de vino…
Alguien toco en la puerta.
“¿Quién podría ser a esta hora de la noche? ¿Algún problema venia de nuevo? Es molesto, pero no puedo ignóralo. Albion pudo enviar su armada de nuevo.” Pensó.
Henrietta se puso su bata en una manera cansada y pregunto desde su cama.
“¿La Porte? ¿O acaso es el cardenal? ¿Cuál es el problema, a esta hora de la noche?”
Sin embargo, no tenía respuesta. En cambio, hubo otro golpe.
“Si no es el canciller o el cardenal, entonces ¿Quién es?”
“¿Quién es? Nómbrese. Para las personas que visitan el cuarto de la reina ha esta hora de la noche, no hay motivo para no dar su nombre. Ahora, habla, o de lo contrario, llamare a alguien.”
“Soy yo.”
Al momento de que esas palabras entraron en sus oídos. La expresión facial de Henrietta desapareció.
“Parecía que había bebido demasiado. Esto no estaba bien, oír estas alucinaciones tan claramente…”
Murmurando eso, ella puso su mano en su pecho. Pero, la intensidad de las palpitaciones de su corazón no paraba.
“Soy yo.”
“Soy yo, Henrietta. Abre la puerta.”
Henrietta se apresuro hacia a la puerta.
“¿Wales-sama? No puede ser. Tu moriste por las manos de un traidor…”
Con una voz temblorosa, ella dijo eso.
“Eso fue un error. Y yo, estoy vivo.”
“Eso es una mentira, una mentira ¿como?”
“Yo había huido. El que murió ese día… era un señuelo.”
“Eso… a pesar de que, el Rubí del viento es…”
Henrietta checo el anillo, un recuerdo de Wales, que estaba en su dedo.
“Para engañar al enemigo, tienes que engañara a tus aliados, ¿correcto? Bueno, es entendible que tú no me creas. Por eso, yo deseo que tu escuches la prueba de que soy yo realmente.”
Mientras temblaba, Henrietta esperaba por las palabras de Wales.
“En la noche cuando el viento sople.”
La contraseña que escuchaba muy a menudo en el lago Ragdorian.
Olvidándose incluso de la respuesta, Henrietta rápidamente abrió la puerta.
La sonrisa que ella había soñado varias veces estaba allí.
“Oh, Wales-sama… estas realmente a salvo…”
Lo que siguió no se puede convertir en palabras. Henrietta abrazaba fuertemente el pecho de Wales, y ella colocaba su rostro allí, mientras sollozaba.
Wales tiernamente acariciaba su cabeza.
“Tu eras la misma de siempre, Henrietta. Que llorona.”
“Eso es por que, pensé que estabas muerto… ¿Por qué no me visitantes antes?”
“Después de perder, yo escape en un crucero. Y me empecé a esconder en el bosque de Tristain todo este tiempo. Yo no podía dejar que el enemigo encontrara mi paradero, a si que cambie mi localización varias veces. Yo vine a vivir a las tierras del castillo hace dos días… me tomo tiempo investigar cuando estabas sola. No había forma de que yo pudiera estar esperando en el recibidor esperando una audiencia, entiendes.” Diciendo eso, Wales sonrió bromeando.
“Como siempre, eres tan malo. Tu no entiendes… cuanto me duele… cuan sola me sentía.”
“Yo entiendo. Es por eso que he venido a verte.”
Por un momento, Henrietta y Wales se abrazaron el uno al otro.
“Puedes venir a este castillo tanto como quieras. Albion no tiene el poder de invadir Tristain en este momento. Después de todo, su confiable armada se ah ido. Este castillo es el lugar mas seguro de Halkeginia. El enemigo no pondrá un solo dedo en ti.”
“No puede ser así.”
Wales sonrió alegremente.
“¿Qué es lo que planes hacer?”
“Tengo que volver a Albion.”
“¡Que cosa mas estupida! ¡Es como si tiraras inútilmente la vida que lograste mantener!”
“Aun así, yo tengo que volver. Yo tengo que liberar a Albion de las manos de Los reconquistadores.”
“¡Que es una broma!”
“No es una broma. Por esa razón e venido a verte.”
“¿A mi?”
“Tu poder es necesario para liberar a Albion. La cooperación entre naciones también, pero… Aun más, yo necesito a una persona en la que pueda confiar. ¿Tu vendrás conmigo, verdad?”
“De ninguna manera… yo soy feliz por esas palabras, pero eso es imposible. Yo podía ir a esas aventuras cuando era princesa, pero ahora soy una reina. Aun si quiero o no, el país y las personas están puestas en mis hombros. Por favor no digas cosas imposibles.” Sin embargo, Wales no se daba por vencido. Con palabras mas celosas, el trato de convencer a Henrietta.
“Yo se que es imposible. Pero, eres necesaria para la victoria. En medio de esa batalla perdida, me di cuenta. Acerca de cuanto te necesitaba. Yo necesito de la ‘santa’ quien trajo la victoria sobre mi y Albion.”
Henrietta sentía algo caliente dentro de su cuerpo. Ella era necesitada por la persona que amaba. La ebriedad y la soledad aceleraron la urgencia dentro de ella.
Aun así, Henrietta desesperadamente contestaba.
“No me des mas problemas. Por favor espera, le ordenare a algunas personas que vengan y preparen una cama para ti. Mañana, de nuevo, nosotros podremos discutir este asunto, calmadamente…”
Wales sacudió su cabeza.
“Nosotros no vamos a hacerlo a tiempo mañana.”
Entonces Wales fácilmente dijo las palabras que Henrietta siempre había querido escuchar.
“Te amo, Henrietta. Por eso, ven conmigo.”
El corazón de Henrietta empezó a latir con el mismo ritmo, como en los tiempos en el que ella y Wales se encontraban en el lago Ragdorian.
Lentamente, Wales acerco sus labios a Henrietta. Mientras que los labios de Henrietta iban a decir algo Wales los sello.
En la mente de Henrietta, ella recordaba toda clase de dulces recuerdos.
Debido a esto, Henrietta no se daba cuenta que la magia del sueño estaba emitiéndose hacia ella.
Aun sintiéndose feliz, Henrietta cayó en el mundo del sueño.
Mientras tanto en ese momento…
En una de los cuartos del dormitorio de las chicas de la Academia Mágica de Tristain, Montmorency estaba dando lo mejor de si, mezclando algo mientras Saito y los otros la veían.
“Termine. ¡Fuu! ¡Sin embargo, eso fue difícil!”
Mientras limpiaba el sudor de su frente, Montmorency se dejo caer sobre su silla.
En el interior de la olla que yace sobre la mesa esta el antídoto para la droga que ella sola mezclo.
“¿esta bien beberlo solo así?”
“Si”
Tomando la olla, Saito la llevo junto a la nariz de Louise. Louise hizo una mueca por el olor.
“Bueno entonces, Louise. Bebe esto.”
“No. Eso apesta realmente mal.”
Louise sacudió su cabeza.
“Demonios, la debí de haber mezclado con algo y dársela a tomar secretamente. Como cuando a un niño se le dan a comer vegetales, tu los cortas y los mezclas con la carne.” Pensó Saito.
“Por favor, tomate esto.”
“¿si yo me tomo esto, tu me besaras?”
Saito asintió, comprendiendo que no tenía opción.
“Esta bien. Si tu te tomas esto, yo te voy a besar.”
Louise contesto “yo entiendo”, y tomo la olla.
Por un momento ella miro el contenido con una expresión de disgusto, pero cerro sus ojos decididamente y lo bebió todo. Montmorency, observando esto, le dio un codazo a Saito.
“por ahora, ¿no seria mejor que te fueras corriendo?”
“¿Por que?”
“Por que los recuerdos del tiempo cuando estaba enamorada de ti después de beber la poción no desaparecen. Ella recordara todo. Louise recordara todo lo que ella hizo y lo que le has hecho a ella.”
Saito se estremeció entrando en estado de shock y miro a Louise.
“¡Buhwa!” dijo Louise quien se bebió todo.
“Hip” entonces el sonido del hipo se escucho una vez.
Después de eso, como si un espíritu maligno la hubiera dejado, su expresión facial cambio completamente de regreso a la normalidad. Viendo a Saito enfrente de ella, su cara de repente se puso roja. Mordisqueando sus labios. Ella empezó a temblar.
Saito susurro “Oh bien” y trato de escabullirse fuera del lugar.
“Espera”
“Perdón, pero la comida de mi paloma…”
“¡¡¡Tu ni siquiera tienes una paloma!!!”
La voz de Louise resonó.
“Esto es malo. Voy a ser asesinado.” Saito pensó.
Saito abrió la puerta y corrió bajando las escaleras como si saltara hacia abajo.
Sin embargo, la Louise de ese momento se movió a la velocidad de la luz.
Saltando desde el inicio del la escalera, apunto una patada a la espalda de Saito. Saito dando volteretas, rodó hasta el primer piso, y se golpeo gravemente contra el piso.
De alguna manera, el estaba en la entrada del dormitorio de las chicas. El trato de escapar arrastrándose, pero como de costumbre, su nuca estaba siendo presionada por el pie de Louise.
“¡Yo, yo no hice nada malo! ¡No podía evitarse! ¡Fue la culpa de la droga! ¡Los dos fuimos infelices!”
Sin responder nada, Louise jalo de su chamarra. Luego levanto su camisa. Encontrando muchas marcas de besos, su cara se puso aun más roja. Ella misma lo hizo.
“Esto es, esto es, esto es… para mi hacer tal cosa…”
Ella tocaba su nuca con el dedo. La misma marca hecha por Saito estaba ahí.
La timidez y la ira se mezclaban en ella misma, y la razón de Louise se quebró. En el final, la cosa que recibió su irrazonable ira fue el cuerpo de Saito. Los gritos de Saito se oyeron en el aire.
En una banca en el la Plaza Austri, Saito estaba sobre ella débilmente. El estaba herido hasta el punto de casi matarlo, y medio muerto. El ocasionalmente se movía, así que el no estaba muerto. Junto al el estaba Louise ya calmada, sentada en el borde de la banca, quien estaba sonrojada y pensaba acerca de algo, moviendo sus labios parecía como si ella estuviera enfadada.
Las dos lunas se elevaban brillando gentilmente sobre los dos. Sin embargo la atmósfera que había alrededor de los dos estaba fuera de ser gentil, ni suave, ni caliente ni adormecedora. En otras palabras, la atmósfera entre ellos dos había vuelto a la normalidad.
“¿Te sientes satisfecha ahora?” Saito murmuro.
“si yo, yo hubiera estado normal, ¡yo definitivamente no haría algo parecido! ¡Entiendes! ¡Hmph!”
“Ya lo se.”
Saito murmuro con una voz exhausta. Para ese tiempo, finalmente, Louise se daba cuenta que Saito no tenia la culpa de nada. Aun así, el dejo que Louise hiciera lo que ella hizo y recibió su furia.
“Tus mejillas están hinchadas. ¿Estas bien?" A pesar de que ella le infringió las heridas, ella fue impulsada a cuidar de el. Pero… era realmente embarazoso. Los recuerdo de el momento después de que bebieron la poción de amor la hicieron aproximarse a Saito.
“¿Pero por que este familiar se dejo golpear, me pregunto?”
“Tu eres tu también. Tu no tienes que ser tan obediente y dejarte golpear por mi hasta terminar así. ¡Sheesh! ¡Resiste un poco! ¡Fui demasiado lejos, sabes!”
“…esta bien.” Saito murmuro con una voz exhausta.
“¿Por que dices eso?”
“…por que si no lo hacia tu no te hubieras sentido satisfecha. Yo entiendo como te sientes. Después de todo, tú seguías a un tipo que ni siquiera te gusta tan estrechamente e incluso hiciste, esas cosas. Para alguien tan orgullosa como tu, no hay manera de olvidarlo. Aun viendo hacia atrás yo tengo un poco de responsabilidad por enojarte… de todos modos no te preocupes por eso.”
Bueno, no son estas unas gentiles palabras. Aunque lo lastime tanto. Se acerco firmemente.”
Pero, las palabras que salieron fueron lo contrario.
“Yo no estoy preocupada por eso, el punto es que yo quiero olvidarlo rápidamente.”
Ha, ¡por que no pude ser honesta! Ella pensó.
Entonces, Louise pregunto acerca de una cosa que la estaba molestando.
“Hey, ¿puedo preguntarte algo?”
“¿Acerca de que?”
“Cuando yo estaba, bueno, en ese estado en el que no podía vivir sin ti gracias a esa droga… ¿Por qué tu no, um, me hiciste algo?
Saito contesto francamente.
“Eso, es porque, no eras tu. Yo no te puedo hacer nada cuando no eres tú. No puedo dejarme llevar por la lujuria y mancillar la honra de la persona mas importante para mi.”
Diciéndole que era importante, Louise se sonrojo. Sin embargo, ella no podía mostrarle tal rostro a el. Louise volteo su rostro. Pero, ella estaba realmente intrigada. ¿Por qué soy importante? ¿Hey… por que?” pensó Louise.
“¿Por, por que soy importante?” pregunto con una voz temblorosa.
“Bueno, tu me provees comida y un lugar para dormir.”
“Haa…” ella se sintio decepcionada.
Bueno, eso tiene sentido. Estoy avergonzada de incluso haberme emocionado por un momento. Louise pensó. Louise volteo su rostro de Saito, por lo que no se dio cuenta de que el lo había dicho a propósito para que se sonrojara.
Sin embargo, el es un familiar que todavía me llama su ama, ‘importante’ después de ser herido bastante. pensó Louise.
Volviéndose un poco mas honesta, Louise se disculpo haciendo pucheros.
“…lo siento. No voy a enojarme ya. Tienes el derecho de hacer las cosas mas libremente.”
Para ser sincera, ella no quería decir eso. Ella recordó los momentos cuando estaba bajo la influencia de la poción de amor. Esas podrían ser sus verdaderas intenciones posiblemente, pensó un poco.
“Esta bien. Tú no eres tu si no te enojas. Haz lo que quieras.”
Entonces los dos quedaron en silencio.
No pudiendo soportar esa atmósfera, Louise termino cambiando el tema.
“Haa, aun, cuan nostálgico… el lago Ragdorian.”
“¿Has ido allí antes?”
“Eeh. Cuando yo tenía trece. Hubo ocasiones que acompañaba a la princesa. Una extremadamente grande fiesta de jardín fue hecha… fue muy animada y vistosa. Fue divertida.”
Louise tiro del botón de sus recuerdos y empezó a hablar.
“Sabes, en el lago Ragdorian fue donde el príncipe Wales y la princesa se conocieron. Al final de la noche, la princesa me dijo. Quiero salir a caminar así que quiero salir a escondidas de la cama. Yo lo lamento mucho, pero Louise, ¿puedes quedarte en la cama en mi lugar? Y yo acepte ser su substituta. Pensándolo bien ahora, podría haber sido cuando las dos se conocieron.”
Cuando Louise decía eso, una gran voz se escuchaba detrás del la banca. Dentro del hueco del topo que una vez uso Louise para mirar a Siesta y a Saito, el pelo de Kirche sobresalía. Tabitha estaba detrás de ella.
“¡Eso es! ¡Ahora recuerdo! ¡El era el príncipe Wales!”
“¡¿De-de que estas hablando?!”
“¡Que! ¿Ustedes dos estaban escuchando?”
“E he he,” Kirche salía fuera del agujero mientras sonreía.
“Yo quiera ver cuando los dos se reconciliaran… el melodrama después de que lo golpeaste tanto. ¿No parece interesente?”
“Al igual que el infierno.”
Saito y Louise se sonrojaron. Kirche llego hasta el banco mientras se meneaba.
“Eso es correcto. Yo pensé que había visto su cara en algún lugar antes. Iyah, eso es lo que paso. Ese fue el príncipe de Albion, Wales-sama.”
Kirche había visto su cara antes durante la ceremonia de inauguración del emperador de Germania. En ese tiempo, el estaba sentado en un asiento de invitado, luciendo su nobleza y su encanto sonreía alrededor de el.
Ella recordaba finalmente justo ahora, así que Kirche estaba satisfecha.
“¿A que te refieres con ‘ese era el príncipe Wales-sama?”
Kirche les empezó a explicar a Saito y a Louise. Cuando ellas iban hacia el lago Ragdorian pasaron junto a un grupo de personas montando a caballo. Como ella recordaba ver a alguien conocido, pero no se acordaba donde muy bien.
“Pero, Ya recuerdo ahora. Fue el Príncipe Wales. Había un anuncian que decía que murió en batalla, pero el estaba vivió.”
“¡Eso es imposible! ¡El príncipe tubo que haber muerto! ¡Yo estaba hay, lo vi por mi mismo!”
Kirche no vio al príncipe Wales morir, así ella no había sentido su muerte de primera mano. Por lo tanto, ella le pregunto a Saito de una manera burlona.
“¿Oh? ¿Si es eso? ¿Entonces, a quien vi?”
“¿No lo confundirías con alguien mas?”
“No hay manera de que yo pueda confundir a un tipo tan guapo con alguien mas.”
En ese momento, algo se conecto en la cabeza de Saito. Parecía que le pasaba lo mismo a Louise. Los dos se miraron. Las palabras que el espíritu del agua dijo… hubo un peculiar nombre llamado “Cromwell” en el grupo quien robo el anillo de Andvari.
“El anillo de Andvari… así, que los Reconquistadores realmente lo hicieron…”
“Hey, Kirche. ¿Dónde estaba ese grupo?”
Louise le pregunto sin aliento. Siendo presionada por la actitud de ambos, Kirche respondió.
“Pasó junto a nosotros, así que, vamos a ver, hacia la capital de Tristain.”
Louise corrió. Saito salio tras ella.
“¡Esperen! ¡¿Qué es lo que esta pasando?!”
Kirche se puso nerviosa.
“¡La princesa esta en problemas!”
“¿Por qué…?”
Kirche y Tabitha no sabían acerca de la relaciona secreta de Wales y Henrietta, así que ellas no entendían el por que de estas palabras. Pero, se empezaron a preocupar por la actitud inusual de Saito y Louise, Kirche y Tabitha los siguieron.
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