Zero no Tsukaima ESP VOL4 09

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capitulo Nueve: un enfrentamiento triste.[edit]

Montando el dragón de viento de Tabitha, Saito, Louise, Kirche y la misma Tabitha, volaban en dirección del palacio real, dejando la academia de magia dos horas antes. Fue una hora después de medianoche.

El patio del castillo estaba hecho un escándalo. Louise y Saito sentían que su mala premonición se había vuelto realidad. Cuando el dragón aterrizó en el patio, fue rodeado instantáneamente por la tropa de guardias mágicos.

El comandante del cuerpo de Montei Kora, fuertemente ordenó:

-“¡Hey, ustedes! ¡El palacio real esta fuera de los limites ahora! ¡Váyanse!”

Sin embargo, el ya había reconocido al grupo que tenia enfrente. Ellos son los mismos que vinieron aquí, antes de que la guerra contra Albión empezara. El comandante frunció sus cejas.

-“¡Ustedes de nuevo! ¡Ustedes solo vienen en tiempos problemáticos!”

Louise bajó del dragón dando un salto. Ella no tenía tiempo para jugar al juego de las preguntas y respuestas con el capitán de los guardias. Preguntó casi sin aliento:

-“¡La princesa! No, Su Majestad, ¡¿está bien?!”

El patio estaba zumbando como un panal de abejas. Los nobles estaban cargando sus relucientes varitas mágicas, mientras los soldados antorchas, buscando algo. Estaba claro que algo había pasado en el palacio real.

-“No tengo que decirte nada, ni una maldita palabra. Váyanse de una vez”

Su cara se puso roja por la furia, Louise sacó algo de su bolsa. Era el permiso que Henrietta le había dado a Louise antes.

-“¡Soy una dama de la corte que esta bajo inmediato control de Su Majestad! ¡En mi mano tengo el permiso firmado por la Reina! ¡Tengo el derecho de ejercer la jurisdicción de su majestad! ¡Yo reclamo una explicación inmediata de las circunstancias!”

El comandante tomó el permiso de las manos de Louise con un rostro blanco por la sorpresa. Era un auténtico permiso firmado por Henrietta que tenia escrito “Louise Françoise Le Blanc De La Valliere es presentada con el derecho, de ser una representante real. Sus demandas deben de ser concedidas.” Con la firma real adjunta.

El comandante miraba fijamente y con asombro a Louise. Esta joven… tiene tal documento de Su Majestad.

Él era un militar. No importa como luciera, un oficial superior todavía era un oficial superior. Parándose derecho, a la vez, el reportó la situación concerniente a Su Majestad.

-“Hace dos horas alguien notó que Su Majestad no estaba. Uno de los guardias fue derribado por la espalda, mientras ellos escapaban en los caballos. El escuadrón de grifos esta persiguiéndolos. Nosotros estamos buscando alrededor por alguna evidencia.”

El temperamento de Louise cambió.

-“¿En qué dirección se fueron?”

-“Ellos se fueron por el camino del sur. Aparentemente escaparon en dirección a La Rochelle. Sin lugar a dudas, Albión tiene que ver en esto. Aunque la instrucción de cerrar el puerto fue emitida… el cuerpo de caballeros dragón fue casi aniquilado en la pasada guerra. Así que la única manera de atraparlos es con los grifos o los caballos…”

"Los dragones de viento son mas rápidos que los grifos que salieron en la búsqueda… pero las cosas son ahora… cuestionables, sin embargo es posible atraparlos” pensó Louise, entonces saltó de nuevo al dragón de viento.

-“¡Rápido! ¡El ladrón que secuestró a la princesa escapó en dirección a La Rochelle! ¡Estaremos en serios problemas si no somos capaces de atraparlos antes del amanecer!”

Todos, oyendo las circunstancias, asintieron, luciendo tensos. Tabitha le dio instrucciones al dragón de viento.

Sylphid voló hacia la oscuridad de la noche de nuevo. Louise gritó:

-“¡Vuela bajo! ¡El enemigo está montando caballos!”

El dragón de viento se mantuvo volando siguiendo el camino con sorpresiva rapidez.

Era una noche muy densa, pero aunque uno no pudiera ver un paso adelante, el dragón de viento se mantenía volando usando su ágil nariz, evitando árboles y casas.



La unidad de grifos se había divido en dos, una voló a lo largo del camino, la otra, lo rodeó junto con los que montaban a caballo. Era de esperarse que el escuadrón de grifos, fueran los más rápidos de los tres escuadrones. Además ellos veían mejor en la noche. Por eso, ellos fueron escogidos para ser la unidad de perseguimiento. Mucha gente en este escuadrón se estaba quemando por la ira. El enemigo atacó la corte bajo el manto de la oscuridad. Incluso en los sueños más locos uno no podría imaginar que alguien se atrevería a atacar el palacio de la capital. Además, la joven reina Henrietta que fue secuestrada era una sucesora al trono. Para los caballeros mágicos que eran guardianes de la familia real no podía haber una desgracia mayor que esta.

Los grifos haciendo uso de sus alas y pies se apresuraron hacia delante. A pesar de que la partida se retrasó debido a toda la confusión, los enemigos todavía estaban usando caballos. No había razón para que ellos no los atraparan. El comandante regañaba a la unidad fuertemente.

-“¡Corran! ¡Atrápenlos junto con Su Majestad, lo mas rápido posible!”

Un grupo de la unidad de Grifos salió corriendo.

Hubo un gran ajetreo cuando la unidad de grifos salió adelante.

Ellos podrían haber encontrado algo. Bajo la señal del comandante, un usuario de fuego se puso adelante, lanzo un hechizo de su especialidad e iluminó el camino varios kilómetros adelante, y uno pudo ver en la distancia las figuras de los jinetes.

Eran diez veces más grande el número de ellos.

El comandante puso una sonrisa salvaje.

-“¡En primer lugar apúntenle a los caballos! ¡No lastimen a Su Majestad!”

El cuerpo de Grifos corrió hacia delante, lanzando un hechizo tras otro.

Después de que la pared de hechizos rodeara a los enemigos, los caballeros lanzaron un ataque en un instante.

La bola de fuego, la espada de viento, la lanza de hielo, todos ellos eran dirigidos a los caballos que montaban los enemigos. Hacían que la tierra temblara, haciendo caer a los caballos uno tras otro. El comandante confirmó que la reina Henrietta, vistiendo su bata blanca, estaba viajando detrás del primer caballo. En una situación de emergencia como esta, él dudaba – era necesario recuperar a Su Majestad sin ninguna herida. Si ella fuera herida, él podría ser regañado fuertemente después.

Después de susurrar una disculpa, el comandante recitó el hechizo de viento, cortando la pata del caballo y tirando al piso a la reina y al jinete.

Sin piedad, el escuadrón de grifos rodeo a los enemigos caídos. El cuello de los secuestradores fue cortado con cuchillas de viento y lanzas de hielo atravesaron sus corazones. El caballero que estaba guiando la huida le había cortado la cabeza con la cuchilla de viento del comandante, una herida mortal.

El encuentro fue decidido en un momento.

Cuando el comandante asintió con aprobación, la unidad se detuvo.

Entonces el desmonto su grifo, y en el momento que se aproximaba a la reina que cayo en la hierba…

Los caballeros, que deberían de estar muertos, se levantaron uno tras otro. Los caballeros grifo, que habían relajado su guardia pensando que el enemigo estaba aniquilado fueron capturados por la sorpresa de los enemigos mágicos.

-“¡Ah!” gimió el comandante tratando de sacar su varita, cuando su cuerpo fue envuelto por el tornado.

Sus extremidades fueron cortadas por el tornado, acabando con ellos en un momento, el caballero que debería haber sido eliminado por el comandante, se puso de pie, con una herida desgarradora que era visiblemente clara en su cuello, y sonrió.

Cuando Wales finalmente colocó su varita junto a él, se aproximó al lugar donde Henrietta había caído.

Henrietta que en ese momento se estaba recuperando de la conmoción de haber sido tirada a la hierba, miró a Wales aproximarse con ojos de no creer lo que estaban viendo.

-“Wales, tú… ¿Qué has echo?”

-“¿Sorprendida?”

Henrietta sacó su varita de cristal que siempre cargaba con ella y apuntó a Wales.

-“¿Quién eres tú?"

-“Yo soy Wales.”

-“¡Mientes! Tú mataste al cuerpo de caballeros mágicos…”

-“¿Quieres matarme? Esta bien. Golpéame con tu magia. Atraviesa mi corazón con ella si quieres.”

Wales apuntó a su pecho. La varita que tenía agarrada Henrietta con la mano empezó a temblar.

El hechizo mágico no salía de su boca. Lo que vino en lugar de eso fue un sofocante sollozo.

-“¿Por qué estas haciendo esto?”

-“Confía en mi, Henrietta”

-“Pero… pero, esto…”

-“Yo te diré la razón después. Muchas circunstancias diferentes son la causa de esto. Por ahora, ven conmigo sin preguntar nada.”

-“Yo, yo no entiendo. ¿Por qué haces este tipo de cosas…. ¿Qué es lo que estas tratando de hacer?”

Wales respondió pacíficamente.

-“No es necesario que entiendas. No es necesario como un juramento, solo necesitas seguirlo. ¿Te acuerdas? Las palabras del juramento que dijiste en el lago Ragdorian. Las palabras que dijiste ante el espíritu del agua.”

-“De ninguna manera podría olvidarlas. Yo las recordaré hasta el día en que muera.”

-“Por favor pronúncialas, Henrietta.”

Henrietta dijo el juramento palabra por palabra.

-“Yo, Henrietta, la princesa del reino de Tristain, jura al espíritu del agua, que amaré a Wales-sama por siempre.”

-“Solo una cosa ha cambiado en este momento, del juramento del pasado. Tú eres reina ahora. Además, ¿todo lo demás sigue sin cambiar? ¿Y no va a cambiar?”

Henrietta asintió. Yo he soñado solo con el día en que Wales pudiera abrazarme en sus brazos.

-“Aunque la forma de hacer las cosas no es la correcta. Los juramentes dichos ante el espíritu del agua no se pueden romper. Solo tienes que creer en tus propias palabras. Por favor déjame todo a mi.”

Cada gentil palabra de Wales transformaba a Henrietta más y más en una mujer que no sabia nada. Henrietta seguía asintiendo muchas veces, como una niña. Ella estaba completamente persuadida.

Después de eso, Wales se puso de pie y se aproximo a sus caballeros. Uno podía ver heridas mortales abiertas en sus cuellos y pechos.

Sin embargo… ignorándolas, se movían como cualquier criatura viviente.

Ellos fueron a comprobar a los caballos caídos, sin embargo todos estaban muertos.

Luego se escondieron ellos mismos en la hierba alta, uno tras otro desaparecían de la vista.

La línea de la emboscada.

Sin decir nada ellos y Wales formaron una línea de emboscada, y dejaron de moverse. Justo como una criatura viviente.



Saito y los otros volaban en el dragón de viento siguiendo el camino hasta que vieron la trágica vista de cuerpos regados alrededor. El dragón de viento paró, y ellos saltaron hacia abajo. Sin bajarse Tabitha miró alrededor con atención.

-“Princesa.”

Saito gritaba. Cuerpos quemados con sus manos y pies cortados estaban alrededor. Grifos y caballos yacían en charcos de su propia sangre. Esto debió de haber sido la unidad de Grifos.

-“¡Hay alguien con vida!”

Saito y Louise corrieron en dirección de la voz de Kirche.

A pesar de tener una herida profunda en su brazo, alguien sobrevivió.

-“¿Se encuentra bien?”

Louise se lamentó de no haber traído a Montmorency con ellos. En casos de heridas, su magia de agua seria irremplazable.

-“Yo estoy bien… ¿Y ustedes son?”

-“Nosotros, como ustedes, corrimos tras la banda que secuestró a Su Majestad. ¿Qué, en el nombre del fundador, les pasó a ustedes?”

El caballero respondió con una voz débil:

-“Ellos, sus heridas eran realmente fatales…”

-“¿Qué?”

Sin embargo, el caballero no pudo decir nada más. Sintiéndose seguro ahora de que la ayuda había llegado, murió.

En ese momento, un ataque mágico fue lanzado por todas las direcciones. Tabitha reaccionó en un instante. Esperando un ataque de antemano, ella había creado un muro de aire encima de ella, y lo dejó caer con su magia.

Fuera de la hierba, las sombras se pusieron de pie, balanceándose en cámara lenta.

Eran los nobles muertos de Albión, ahora revividos por el anillo de Andvari.

Kirche y Tabitha tomaron su postura. Sin embargo, por alguna razón, el enemigo no lanzaba ningún ataque. La tensión aumentó.

Entonces, Saito se sorprendió de encontrar una sombra conocida allí.

-“¡Príncipe Wales!”

Aun, él…

Wales, quien estaba muerto y le fue dada una vida falsa por Cromwell, usando el anillo de Andvari que robó al espíritu del agua. Había secuestrado a Henrietta.

Pensando eso, Saito se estaba enojando por la manera injusta de hacerlo.

Empuñó a Derflinger en su espalda. Las runas en su mano izquierda empezaron a brillar.

Empuñó a Derflinger en su espalda. Las runas en su mano izquierda empezaron a brillar.

-“Regresa a la Princesa.”

Sin embargo, Wales no quitó su sonrisa.

-“Estas diciendo cosas muy fuertes. Yo no la puedo regresar, ella esta siguiéndome por su propia voluntad.”

-“¿Qué?”

Detrás de Wales, Henrietta, vistiendo su bata, apareció.

-“¡Princesa!”

Gritó Louise.

-“¡Por favor no se vaya con él! ¡Ese príncipe Wales no es Wales! ¡Es un príncipe revivido muerte por las manos de Cromwell con el anillo de Andvari!”

Sin embargo, Henrietta no dio ningún paso adelante. Ella solo mordió y endureció sus labios temblando.

-“¿…Princesa?”

-“¿Ves? Ahora bien, ¿qué tal un trato?”

-“¿Trato?”

-“Sí. Aunque nos gustaría pelear aquí con ustedes, nosotros perdimos nuestros caballos. Y viajar sin caballos en medio de la noche puede ser peligroso, a si que quisiéramos ahorrar tanta magia como sea posible.”

Tabitha recitó un hechizo.

“Uindei Icicle” – un hechizo de ataque de la habilidosa Tabitha.

Justo en medio de sus palabras las flechas de hielo atravesaron el cuerpo de Wales.

Sin embargo… sorpresivamente, Wales no cayó al suelo y la herida sanó por sí misma en un momento.

-“Es inútil. Sus ataques no pueden dañarme.”

Sin embargo, incluso después de ver esto, la expresión de Henrietta no cambió.

-“¡Mire! ¡No es el príncipe! ¡Es algo más! ¡Princesa!”

Sin embargo, Henrietta no quería creer, y sacudió su cabeza de izquierda a derecha. Entonces le dijo a Louise con una voz forzada:

-“Por favor, Louise, baja tu varita. Por favor hazlo por mí. Por favor déjanos ir.”

-“¿Princesa? ¿Qué esta diciendo? ¡Princesa! ¡Esa cosa no es el príncipe Wales! ¡Princesa, usted ha sido engañada!”

Henrietta hizo una sonrisa. Una sonrisa horrorosa.

-“Eso ya lo sé. En mi cuarto, cuando nuestros labios se juntaron, yo supe eso cien veces. Sin embargo, todavía, no me importa. Louise, tú no has amado a una persona tan fuertemente aun. Cuando estas realmente enamorada estas dispuesta a tirar todo por la borda. Tú quieres seguirlo a cualquier lugar. Incluso si se trata de una mentira. No puedes hacer otra cosa nada más que creer. Yo juré, Louise. Yo hice un juramento ante el espíritu del agua diciendo ‘yo le juro amor eterno a Wales-sama’. Incluso si todo el mundo dice que es una mentira, mis sentimientos por si solos no son una mentira. Por lo tanto, déjanos ir, Louise.”

-“¡Princesa!”

-“Es una orden, Louise Françoise. Mi última orden para ti. Por favor, fuera de nuestro camino”

La mano de Louise que estaba apuntado con la varita bajó hasta quedar junto a ella. Entendiendo la firme decisión de Henrietta, ella con impotencia se dio por vencida. Por que debería de poner fin a tal fuerte amor… La línea de difuntos trato de pasar a través de la pasmada Louise.

Pero, ante ellos…

Saito, sosteniendo a Derflinger, bloqueó el paso.

Él estaba terriblemente triste. Entendía los sentimientos de Henrietta, pero la mente de Saito no lo podía permitir. Su mente gritaba que no dejara que sucediera. Saito dijo con una voz que contenía tristeza y enojo:

-“Princesa, si me permite decir, hablando de su sueño, no es bueno.”

Los hombros y el cuerpo de Henrietta temblaron.

-“Pasión, amor, estar junto a una mujer, sin importarle a uno nada mas. ¿Es amor verdadero? Es solo una simple ceguera. La sangre se sube a la cabeza y no se puede pensar bien.”

-“¡Váyanse! ¡Es una orden!”

Henrietta gritó con todo lo que le quedaba de dignidad.

-“Desafortunadamente, no soy su subordinado. Sus órdenes no significan nada para mí. Incluso si siguiera ordenarme… no la escucharía. Voy acortar ese hechizo que hay en usted.”

Fue Wales quien se movió primero. Aunque trató de pronunciar un hechizo, Saito saltó sobre el.

Sin embargo, un muro de agua golpeó a Saito.

Una petrificada Henrietta, agarrando su varita, dijo temblando:

-“No voy a permitir que pongas un solo dedo sobre Wales.”

El aplastante muro de agua se movió sobre Saito de nuevo. Sin embargo, el espacio en frente de Henrietta explotó al siguiente momento. Henrietta salió volando.

Louise había emitido un hechizo de explosión.

-“Aun cuando es una princesa, no voy a permitir que cualquiera le ponga un solo dedo encima a mi familiar.”

Con su cabello volando, Louise murmuraba con una voz temblorosa.

Debido a la explosión, Tabitha y Kirche, quienes estaban viendo la escena con una expresión de asombro, reaccionaron y empezaron a recitar hechizos también.

La pelea comenzó.

Saito se mantenía bloqueando los hechizos mágicos con su espada, en frente de Louise. Aunque la magia revoloteaba alrededor, ninguno estaba herido seriamente. A pesar de que Tabitha y Kirche liberaban magia que derribaba a los enemigos, estos conservaban la voluntad de luchar, con la esperanza de debilitarlos poco a poco con hechizos puntuales.

Sin embargo, la cooperación del enemigo era hábil. Poco a poco, Saito y los otros fueron arrinconados.

Antes de que se dieran cuenta, Louise, Saito y los otros fueron encerrados en un fuerte círculo.

Ellos fueron arrinconados a una posición de defensa. El número de enemigos era muy grande, por lo tanto no tenían una oportunidad de ataque.

Kirche liberó otra bola de fuego. Quemando a un solo mago.

-“¡El fuego es efectivo! ¡Solo tienes que quemarlos!”

Kirche lanzo otro ataque de fuego. Tabitha cambio los hechizos para cubrir a Kirche. Saito también se puso a ayudar. Los hechizos que volaban en dirección a Kirche eran inhalados por Derflinger.

Los enemigos se recuperaban y trataban de cortarlo con espadas de viento.

Sin embargo la llama de Kirche quemó a otros tres de ellos…

Los enemigos corrieron fuera del rango de su magia y se reagruparon.

-“Así es como se hace, si los quemo poco a poco… Podríamos tener una oportunidad de ganar.”

Murmuró Kirche.

Sin embargo, el cielo se tornó en su contra.

Gradualmente, Tabitha notó algo húmedo golpeando sus mejillas.

Con una expresión de preocupación miró hacia el cielo.

Una enorme nube de lluvia caía sobre ellos.

La lluvia que empezó como un ligero aguacero, pero cambió en una fuerte lluvia pronto. Henrietta gritó:

-“¡Tiren sus varitas lejos! ¡No quiero matarlos!”

-“¡Solo despierte, princesa! ¡Por favor!”

Gritó Louise, pero su voz fue igualada por los sonidos de la cada vez más fuerte lluvia.

-“¡Mira la lluvia! ¡La lluvia! ¡Los hechizos de agua siempre ganan en la lluvia! ¡Gracias a esta lluvia, nuestra victoria esta decidida!”

-“¿Y eso que?”

Saito gritó ansiosamente. Kirche, quien estaba apunto de decir eso, asintió en apoyo.

-“Realmente, la princesa puede crear una pared de agua con esta lluvia. El fuego no es bueno para nada en este momento. Ni el viento de Tabitha ni incluso tu espada pueden dañarlos… se acabó. ¡Derrotados!”

Louise murmuró con una voz forzada:

-“Aunque no quiero esto, pero tenemos que huir. No podemos morir aquí.”

-“¿Pero como podremos escapar? ¿Estamos rodeados, no es así?”

Todos quedaron en silencio.

Entonces Derflinger dijo con una voz pensativa.

-“Aah”

-“¿Qué?”

-“Ya recuerdo. Ellos usan una magia muy nostálgica…”

-“¿Sí?”

-“Cuando vi al espíritu del agua, algo cosquilleó en la parte trasera de mi mente… No, compañero, perdón – yo olvidé. Recuerdo eso.”

-“¡¿Qué?!”

-“Nuestra fuente y su fuente es del mismo tipo de magia. De todos modos, es diferente de la base de su sistema de los cuatro grandes elementos – magia de ‘Vida’”

-“¡¿Que?! ¡Espada legendaria! ¡Habla solo si tienes algo útil que decir! ¡No eres buena para nada!”

-“La que no eres buena para nada eres tú. A pesar de ser una usuaria del ‘Vacio’, disparar ‘Explosión’, en una rápida sucesión es de tontos, lo he visto y recuerdo, que a pesar de lo fuera que pueda ser esa persona, la cantidad de voluntad que consume es inmensa. Al igual que hoy, el lanzamiento de grandes hechizos tal vez requiera de un año para dispararse de nuevo. Necesitamos diferentes fuegos artificiales hoy.”

-“¡¿Bueno?!”

-“Dale la vuelta a las paginas del libro de la oración. El estimado Brimir, un gran tipo. Él seguro que tiene algún contraataque perfecto”.

Louise miró entre las páginas, como le dijeron.

Sin embargo, a parte del hechizo ‘Explosión’, todo lo demás estaba en blanco como de costumbre.

-“¡No hay aun nada escrito! ¡Blanco, todo en blanco!”

-“Dale mas vueltas a las paginas. Si es necesario, tú podrás ser capaz de leer.”

Louise vio la página en la que las letras fueron escritas.

Fueron escritas con runas de un lenguaje antiguo.

-“¿…magia ‘Disipar’?”

-“Correcto. ‘Liberar’. La poción que tomaste hace poco, es la razón por la cual puedes leerla.”

Henrietta sacudía su cabeza tristemente. Aunque le dijo a Louise que escapara, debido a la lluvia, ella no escapó. Más aun, Louise se paró cerca del centro del apretado círculo.

Mirándola, Henrietta comenzó a pronunciar un encantamiento. "No quiero matarlos, si es posible. Sin embargo, si se mantienen bloqueando mi camino…"

Con Henrietta conjurando como una melodía, la lluvia empezaba a hacerse aun más fuerte. Uno por uno todos los magos tuvieron una armadura de agua sobre ellos.

El fuego del enemigo se selló con esto.

Además, Henrietta pronunciaba otro encantamiento mas.

El hechizo de Wales se unió con su hechizo. Wales miraba a Henrietta, sonriendo fríamente. Aunque ella notó la falta de calor, el corazón de Henrietta todavía sentía un calor húmedo.

Ambos fueron rodeados por el tornado de agua.

‘agua’, ‘agua’, ‘agua’ y ‘viento’ ‘viento’ ‘viento’.

El sexto poder – agua y viento.

Los Magos triangulares usualmente no podían hacer hechizos tan fuertes como este. Decir casi nunca, no seria una exageración. Sin embargo la sangre elegida de la familia real lo permitía.

Solo la familia real era capaz de hacer un hechizo hexagonal.

Dos triángulos entrelazados, creando un gran tornado de seis.

El tornado era como un Tsunami. Si lo golpeara, podría destruir incluso un castillo. Los sonidos del canto de Louise se mezclaban con los sonidos de la lluvia.

Detrás de la espalda de Saito, el hechizo de Louise podría ser emitido cómodamente.

Para Louise nada era imposible hoy. Ella se mantenía concentrando su voluntad mientras pronunciaba sonidos de runas antiguas una tras otra con su boca.

-“¿Cuál es el problema con esta mujer?”

Se preguntaba Kirche con una sonrisa.

-“Ah, ella solo esta actuando como una leyenda por ahora.”

Dijo Saito agarrando la espada y contestando con una voz graciosa.

Oír a Louise emitir un hechizo del ‘Vacío’ le daba valor. Valor que le permitía sonreír. Valor que podría convertir a la muerte en un simple chiste.

-“Así que. Eso es bueno y todo, pero si esa ‘leyenda’ no se le escapa algo por lo menos, no seremos capaces de ganar contra ese tornado.”

El gran tornado de agua que giraba alrededor de Wales y Henrietta crecía rápidamente. El canto silencioso de Louise aun continuaba. Como era de esperase, los hechizos del ‘Vacio’ eran muy largos.

-“iaaaa. El otro lado es mas rápido a pesar de todo.”

Murmuró Derflinger.

-“¿Qué hacemos?”

-“Tú deberías de saber que hacer. Ese es tu trabajo, detener ese tornado, Gandalfr.”

-“¿Mi que…?”

Dijo Saito con un rostro nervioso. Sin embargo, él no estaba asustado. Un valor opresivo sacudió todo su cuerpo.

-“No, yo me pregunto.”

-“¿Qué?”

-“¿No estas asustado de ese enorme tornado?”

-“Eso puede ser. Tú entendiste mal, Gandalfr. Tu trabajo no es atacar al enemigo sino defender a tu amo mientras recita el encantamiento. Ese es tu único trabajo.”

-“Pero no es fácil.”

-“Tú ganaste valor mientras escuchabas el hechizo de tu amo. Tu rostro se sonrojó, tú querías reír fuertemente, tu pulso se aceleró. Todo eso tiene una razón.”

-“Te lo dejo a ti.” Susurró Kirche.

Tabitha miraba el rostro de Saito.

-“Victoria fácil.”

Saito susurró: “yo soy el familiar del vacío.”

El hechizo de Wales y Henrietta fue completado. El gran tornado de agua ondulante voló hacia Saito y los otros. Aunque era grande, era sorprendentemente rápido.

Era como un castillo de agua. Un castillo de agua, que brutalmente giraba alrededor y trataba de tragarlos.

Empuñando a Derflinger, Saito corrió hacia el tornado usando saltos como si bailara y empujó a Derflinger dentro del núcleo rotante del tornado de agua.

Aunque él fue casi tragado, se paró con firmeza sobre sus pies.

El dolor asalto su cuerpo. No podía respirar bien. El agua lo golpeaba brutalmente, desgarrando su piel.

Sin embargo, Saito lo soportaba.

Sus uñas se quebraron.

Sus tímpanos se rompieron.

Sus párpados fueron cortados, un dolor espantoso corrió a través de sus ojos.

El no podía respirar.

Su mano derecha soltó la espada por que sus articulaciones se fracturaron.

Derflinger fue tragado por el agua.

En el momento cuando todo parecía venirse abajo, Louise finalizó su hechizo.

Aun cuando él no podía oír ningún sonido o ver algo, Saito pudo sentirlo.

“Al fin, idiota.” Murmuró, y perdió la conciencia.




Ante los ojos de Louise, quien había completado su hechizo, un enorme tornado rugía. Sin embargo, el tornado no consiguió alcanzarla. Saito estaba parado en medio del tornado, y ella podía verlo desesperadamente soportar el dolor.

Eventualmente Saito perdió por el azote de la fuerza de la naturaleza y se derrumbo en el suelo ante la masiva pared de agua dejando un pequeño hueco en el.

Louise mordió su labio. A través del hueco ella apunto al enemigo su magia ‘Disipar’.

El lugar alrededor de Henrietta cambio a una luz deslumbrante muy brillante.

Con un golpe el cuerpo de Wales, quien se encontraba junto a ella, se derrumbo en el suelo. Aunque Henrietta trato de correr hacia el, ella perdió el conocimiento completamente por el hechizo que tomo toda su voluntad y también cayo al suelo. A la vez que, ella fue envuelta en el silencio.



regresar al capitulo 8 regresar a la pagina principal seguir al epilogo