Difference between revisions of "Mushoku Tensei Spanish:Chapter 154"

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Revision as of 23:34, 21 February 2016

Esta traducción ha sido realizada a partir de la versión inglesa encontrada en esta misma página (enlace) realizada por usuario Anónimo.

Traducido por Sergiocamjur (talk) 14:44, 21 February 2016 (UTC)

Volumen 16 Capítulo 154 - Principio y Fin

1ª Parte

FALTA LA 1ª PARTE


2ª Parte

Tras el evento.

Llevé a ambas de vuelta a sus habitaciones y les ordené que bajo ningún concepto salieran de sus habitaciones esa noche.

Pasara lo que pasara.

Recorrí los pasillos del 2º piso en cuyos cuartos dormían plácidamente el resto de habitantes de la casa, y los cerré con llave desde el exterior. Solo para confirmarlo, revisé el resto de habitaciones de la primera planta y me aseguré de que no había nadie en ella.

Mi siguiente acción fue regresar al estudio y quitarle todas sus pertenencias al anciano.


"...¡!"


A su cuerpo le faltaba toda la zona del estómago.

Debajo de sus costillas, en lugar de carne lo que había era un gran agujero desde el que solo se podía ver piel y huesos, pero casi ningún órgano interno.

Igualmente, dejado de lado el problema de su vientre, poseía un físico espléndido.

Tenía semejante musculatura que te haría dudar si de verdad tenía sesentaitantos años, además de varias cicatrices y marcas que dejaban constancia de la historia de batallas que había sido su vida[1].

Tenía la misma cicatriz en el pecho que yo, y un lunar también en la misma zona... bueno no, estaba como ligeramente desplazado una pulgada; pero lo mire como lo mire, físicamente es idéntico a mí...

El único detalle que cabría destacar de diferente entre nosotros, es que él sí tenía su mano izquierda de carne y hueso.

Dijo que la regeneró... pero me resistía a creer que la magia Curativa fuera capaz de algo así.


Pero dejando eso de lado, el viejo, a parte del diario, no tenía nada de especial interés encima; ni ornamentos de ningún tipo, ni un báculo. Lo único que llevaba debajo de su manto era una camisa, sus pantalones y ropa interior.

Busqué en los bolsillos de su ropa, pero tampoco encontré nada.

En mi caso, si Sylphy o Roxy hubieran muerto... quiero pensar que al menos llevaría un recuerdo de ellas siempre conmigo... aunque claro... 50 años... quizás ya no quede nada.

Reuní todas sus cosas y las amontoné en una esquina de la habitación, y al cuerpo sin vida del viejo lo envolví en una manta que tenía en mi estudio. Lo enrollé y me lo eché al hombre, yendo en dirección a la puerta trasera de la vivienda que había situada en la cocina.


"..."


En la cocina me encontré algunos restos de la cena de anoche que habían colocado en un plato sobre la encimera de la cocina.

Por lo que contó, ese ratón se comerá eso cuando salga... creo que lo mejor será tirarlo también.

Salí por el patio trasero de la casa y me dirigí hasta un descampado algo alejado.

Allí, cavé un hoyo y metí la manta con el cuerpo del hombre, y les prendí fuego con magia. No tardé ni un instante en convertirlo en cenizas; desprendiendo un molesto olor a carne humana chamuscada...

El olor de mi propio cadáver-


"Uugh..."


En cuanto lo pensé de esa forma, no pude soportar las arcadas y vomité en una punta del terreno.


Cuando terminó la cremación, fabriqué con magia una urna en la que reuní las cenizas del hombre, con la intención de enterrarlas junto a Paul.

Si de verdad ese hombre era yo... seguramente eso sea lo que más quisiera.

Recogí las cenizas, tapé el boquete del suelo y regresé a la casa, entrando por la puerta de atrás y me dirigí de inmediato a mi estudio.

Dejé la urna junto a sus cosas en el suelo de la habitación y cogí mi báculo y activé mi ojo místico.

Para dirigirme al sótano.

Ese viejo me dijo que no me acercara... me dijo que se escaparía un ratón... me dijo que se comería las sobras... y que infectaría a Roxy y al niño en su interior con la misma enfermedad que tiene...

NECESITO confirmar por mí mismo si ese ratón existe o no...

Si no lo hiciera, no podré confiar en todo lo que ese hombre me ha dicho, y si de verdad estuviera allí... tampoco puedo dejarlo estar como si nada.


"..."


La iluminación en las escaleras que llevaban al sótano era inexistente creando un ambiente lúgubre.

Saqué un pergamino de luz espiritual de mi bolsillo e iluminé la zona antes de bajar las escaleras. Cuando al final de las escaleras llegué a la puerta que daba literalmente a la habitación del sótano, respiré hondo.


"...¿Hm?"


Al hacerlo, me percaté que en el borde de las escaleras, sobre la fina capa de polvo, había algo más que llamó por completo mi atención.

Huellas... de ratón.

Esas mismas huellas bajaban de la casa hasta el sótano, a saber desde cuándo... pero no vi por ninguna parte huellas en dirección al exterior.

Fui a abrir la puerta al sótano... pero me detuve.

Lo que hice fue abrir un agujero en la puerta del tamaño de un puño, por el que colé mi báculo.

canalicé mi poder mágico a través del báculo, imaginando en mi cabeza la idea de Hielo y le di forma al hechizo con suficiente fuerza para cubrir la habitación al completo.


"... Nova de Escarcha..."


susurré esas palabras, como convenciéndome a mí mismo y al instante, la habitación entera se congeló.

Pero, por si acaso... lo hice de nuevo.


"Nova... de Escarcha."


Quería asegurarme de que el frío se expandiera por completo por toda la habitación, incluyendo cualquier pliegue o esquina que pudiera haber; tras lo que comandé la luz espiritual para que atravesara el agujero e iluminara el interior.

Observé a través del agujero que segundos antes había creado y vi con mis propios ojos que la habitación había terminado completamente helada.

Tras lo que abrí la puerta.

Tuve que hacer fuerza debido a que se había congelado, pero en cuanto estuvo abierta, entré y cerré instantáneamente.


"..."


No tarde ni un minuto en encontrar al ratón.

Se encontraba cerca de la puerta al cuarto secreto, hecho una estatua blanca completamente congelada y muerta.

Y aún a través de la capa de hielo que había acabado con su vida, pude ver sus mandíbulas ligeramente abiertas, y allí... colmillos violetas transparentes que parecían piedras mágicas...

Examiné en profundidad cada esquina de la habitación en busca de un posible segundo ratón, y al no encontrarlo, creé una caja con magia en la que metí el cuerpo empalado del ratón que no tenía la menor intención de tocar con mis manos; tras lo que me sellé cuanto pude la caja para asegurarme de que nunca sería abierta.

¿Debería incinerar el cuerpo? ¿O debería hacérselo llegar al gremio de magia para que lo estudiaran?

Creo.. que mejor lo segundo... así puedo corroborar la información del viejo para ver si de verdad sufría un caso de Maldición de Piedra Mágica. Aunque claro... quizás no haya forma en este mundo de extraer una muestra de la enfermedad a través de un cadáver congelado....

Salí del sótano y lo cerré con llave, y después, para asegurarme, taponé la cerradura con magia.

No parece que la Maldición de la Piedra Mágica se contagie por el aire, ni tampoco que sea especialmente contagioso... pero prefiero asegurarme.

Durante un tiempo, me aseguraré de que nadie entra en el sótano.

Tras eso, regresé al despacho.

No solo me había desvelado, sino que tampoco me apetecía dormir lo más mínimo.

¿Qué debería hacer ahora?... ¿Qué PUEDO hacer ahora?

¿Debería leerme ese diario tan demacrado?

Es posible que si lo leo descubra lo que acabará pasando.... aunque según ese hombre, la historia YA ha cambiado.

Si lo pongo como en todas esas series y juegos sobre viajes en el tiempo... estoy en otra línea temporal; y por mucho que lea el diario y me prepare para lo que pone que ocurrirá, es bastante probable que no acaben ocurriendo los eventos que relata.

Mis ojos inquieto acabaron llegando a las manchas de tintas que había sobre la mesa, junto a la grieta que ese hombre había provocado al dar un puñetazo cargado con poder mágico.

Y así recordé los 3 puntos principales que ese viejo me había pedido que hiciera.

Y aun en la situación actual, había uno de ellos que podía hacer justamente en este lugar, con los materiales que había en esta habitación y con mi falta de sueño.

Por eso, me senté en la silla.


"..."


Y lo primero que iba a hacer, fue escribirle una carta a Eris.


Fin del Volumen 15

Notas del traductor y Referencias

  1. Me lo imagino de esta forma: Imagen Ejemplo
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