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—A diferencia de ti, yo voy en bicicleta y no en tren. ¿Si puedes aguantar mi velocidad, tendré que soportar el especial problema de guiarte a la cafetería? |
—A diferencia de ti, yo voy en bicicleta y no en tren. ¿Si puedes aguantar mi velocidad, tendré que soportar el especial problema de guiarte a la cafetería? |
Revision as of 22:58, 18 February 2016
En el Café
De repente Tsukimori vino a mi escritorio y dijo, con una sonrisa tan cálida como los rayos del sol brillando a través de las hojas de un árbol y una voz tan suave como una brisa de verano:
—¿Nos vamos ya, Nonomiya-kun?
El tiempo se detuvo en la ruidosa aula. Por lo menos, mi línea de pensamiento lo hizo. Todo el mundo dejó de hacer lo que estaba haciendo y nos miró. Usami fue la primera en recuperarse a tiempo.
—... ¿Eh? Youko-san? ¿Vas a salir con Nonomiya? ¿Por qué? ¡¿Eeh?!
Su desconcierto la hizo parecer uno de esos autómatas que golpean los relojes cada hora.
—Sólo quise echarle un vistazo a la cafetería donde Nonomiya-kun trabaja, ya que he oído que es una maravilla. Como sabrás, he estado muy ocupada recientemente, lo que me ha llevado a estar un poco cansada. Por tanto, había pensado la idea de relajarme un poco mientras me tomaba una taza de té. ¡Ese es el motivo por el cual le pedí a Nonomiya-kun!
Tsukimori obviamente tuvo en cuenta que estábamos siendo observados por el resto compañeros de la clase.
—¿Es eso cierto, Nonomiya?- me dijo Usami
Ya esperaba que iba a ser el próximo objetivo a ser cuestionado.
—Lo es.
Por lo tanto, de alguna manera logré no revelar mi descontento
—Quizás debería unirme… ¡A mi también me convendría relajarme un poco!
Casi me desmayé al escuchar su murmullo. Tsukimori sola ya era suficientes problemas, yo casi no podría manejar las dos al mismo tiempo.
—¿No te están esperando las actividades del club?
Usami estaba unida al club de voleibol. Estaba dotada con fuerza en sus brazos que no se ajustaba a su pequeño cuerpo: sus remates hacían que los chicos se vieran viejos. Recordé muy bien lo aliviado que estaba de estar en el mismo equipo que ella después de presenciar su remate durante educación física.
—¡Me lo saltaré!
—No lo hagas. ¿No dijiste recientemente que estabas a punto de convertirte en un jugador regular? Sería una estupidez omitir tus actividades del club durante un período tan importante.
Usami apretó los labios en línea y se quejó con el ceño fruncido.
—¿Vayamos juntos en otro momento, Chizuru. Voy a memorizar que quieres ir al café, de acuerdo?
Tsukimori la amonestó suavemente como una hermana buena, con lo cual Usami asintió obedientemente.
—Está bien.
Otro problema resuelto. Entonces fui a deshacerme de las cuestiones pendientes.
—Sólo vais a ser vosotros los que vais a ir, ¿verdad? Si todo el grupo fuera, tendría que rechazar debido a que sólo causaría problemas para la cafetería. Eso fue un alivio. Indiqué a Tsukimori que solo le daría mi consentimiento si se aclaraba esa condición.
—No te preocupes, nuestros compañeros de clase son tan amables, que nunca causarían problemas a nadie.- aseguró ella con una sonrisa de una dama.- ¡Hasta mañana, chicos!
Alzó la mano con elegancia a sus compañeros de clase. Podrían ellos haber saltado en esa oportunidad a ciencia cierta. Los chicos, entre ellos Kamogawa, y las chicas que admiraban a Tsukimori estaban claramente decepcionados. Pero a ninguno de ellos se le ocurriría traicionar la confianza de angélica Youko Tsukimori.
Igualmente, yo no era capaz de revocar la situación en la cual me había imbuido Tsukimori. No tenía más opción que ir de mala gana con ella.
Tsukimori caminaba con pasos ligeros hacia la puerta principal.
—¿Qué piensas hacer? Le pregunté a su delicada espalda, sin ocultar mi mal humor.
Tsukimori se dio la vuelta, por lo que su largo pelo aleteó en el viento.
—Estoy muy curiosa de la cafetería que trabajas -dijo ella, sin ocultar su buen estado de ánimo.
—¡Respóndeme! Ya sabes que no me gusta sobresalir.
—Sabes que he intentado evitar una conmoción, ¿verdad?
—Eso no cambia el hecho que hemos atraído a la conmoción.
—Mala suerte.
—¿Y de quién es la culpa ...?
Estaba irritado por su comportamiento impertérrito. De todos modos, ¿quién te dijo que trabajaba en un café?.
—¡Lo escuché de los rumores!
—No mientas.
Era bien sabido que yo trabajaba a tiempo parcial en alguna parte, pero nunca había dicho a nadie de la escuela que trabajaba en un café.
—¿Qué te propones hacer?
—¿Qué crees que me voy a proponer, Nonomiya-kun? No es extraño en absoluto tener el deseo de aprender más sobre la persona de mi corazón, ¿verdad? Esto es lo que se le llama el corazón de una chica pura.
—¿Dices ser una chica pura? Eso es risible. Déjame afirmar esto: estás lejos de ser tan sencilla.
Me burlé.
—Ya sabes, parecer tan madura puede ser una verdadera molestia en estos momentos. No soy más que una chica de diecisiete años de edad. Además, he perdido hace poco a mi padre, por lo que creo que deberías ser suave conmigo, Nonomiya-kun- hizo un puchero Tsukimori.
Me sorprendió que también pudiera hacer tales expresiones infantiles. Eso fue lo más lejos a lo que llegó. Por supuesto que sentí pena por ella, pero al fin y al cabo no era de mi icumbencia.
—Hasta mañana.
Acceleré mi paso y puse alguna distancia entre Tsukimori y yo.
—¿Adónde vas? Ahí está la puerta trasera.
—A diferencia de ti, yo voy en bicicleta y no en tren. ¿Si puedes aguantar mi velocidad, tendré que soportar el especial problema de guiarte a la cafetería?
Estaba siendo deliberadamente frío. No podía ser molestado por tener que ajustarme a los demás. Y todavía me importaba menos una persona que entraba en mi "territorio" sin mi permiso.
—Sí, hagamos eso. Sólo espero que mi espalda no se dañe, pero bueno, siempre he querido hacer esto una vez. Sin embargo, Tsukimori fue aún menos inofensiva de lo que esperaba. Antes de que lo supiera, estaba caminando a mi lado.
—...¿En qué estás pensando?
—¡Siempre he querido hacer eso al menos una vez! Montar una bicicleta à deux.
—¿Cuando dije que te dejaría?
—No te preocupes, no debería ser muy pesada.
—Esa no era la pregunta.
Estaba molesto. Como ella no se mostró indispuesta a decir lo que quería decidí decir mi frase sin ninguna restricción también.
—Admito que debería ser suave contigo ya que has perdido a tu padre. No obstante, no voy a ser la marioneta que baila a tu melodía como los demás—¡de ninguna manera!—No todo el mundo será considerado contigo, tenlo en mente. Por lo menos ahora que conozco tu verdadera naturaleza. Puedo sentir empatía verso a ti, pero ciertamente no voy a ser favorable hacia ti.— Le reprendí.
—¡Mmmmm!¡Así es como mi Nonomiya debería ser!—Tsukimori asintió con fuerza, haciendo una cara un tanto satisfecha—. Me encanta esa actitud sin vergüenza.
Mis palabras habían logrado el efecto contrario. Queriendo deshacerme de ella, accidentalmente la atraje más. Viendo mi pérdida de palabras, me enseñó su sonrisa al estilo hermana mayor que mostraba ocasionalmente.
—¿No me darás siquiera una oportunidad? ¡Ya me dado cuenta que la confesión de ayer fue un tanto precipitada! Si bien tú no sabes como soy veraderamente, yo tampoco muy bien sé acerca de ti. Creo que es necesario para los dos profundizar nuestra comprensión mutua. No es demasiado tarde para tomar una decisión después de llegarnos a conocer mejor entre nostros, ¿verdad?
Su opinión era lo suficientemente justa.
Miré a Tsukomori cautelosamente.
¿En qué estaba pensando?
Ella no evitó mi mirada en lo más mínimo. En sus grandes ojos avellana pude ver mi propio reflejo.
Fui yo quien se rindió al final. Desvié su mirada y me monté en la bicicleta.
—Sube.
—¡Gracias!
Escuché su voz alegre. Después que se subiera en la bici, empezé a pedalear. Ella era liviana, justo como había dicho antes.
—Prométeme que no harás nada que vaya a hacer que sea el foco de atención como hoy.
—Haré mi mayor esfuerzo.
—No, no sólo lo mejor, promételo.
—Nonomiya-kun, el viento es tan agradable. Montar en bicicleta los dos juntos es mejor de lo que pensaba.
Vi nuestro reflejo en un espejo de la calle. Tsukimori estaba sosteniendo su falda hacia abajo con su mano derecha, envolviendo su brazo izquierdo alrededor de mí, y sonriendo deslubrantemente mientras miraba la ciudad pasando por nosotros.
Completamente incapaz de quejarme a una chica que estaba pegando su cuerpo en el mío, sólo respondí: "...suerte por ti".
Seguí yendo en bicicleta mientras canalizaba todo mi descontento sordo y disgusto en empujar los pedales.
Ya sea por envidia o celos, sentí algunas miradas intensas de otros estudiantes en su camino a casa. Estaba claro de quién era la culpa ya que nunca había experimentado nada de este tipo de sentimiento cuando iba solo en bicicleta.
Estaba montando una bicicleta con Youko Tsukimori en la parte posterior.
Este era uno de esos momentos dulces que son dignos de ser llamados recuerdos de la adolescencia. Yo, que estaba en el medio de este periodo, debía enorgullecerme con tal evento que cualquiera envidiaría.
A decir verdad, era lo suficientemente orgulloso como para tener un cierto sentido de superioridad, creyendo que no había nadie más que tenía algo tan noble como ella en su espalda. Eso sólo duró el corto periodo de tiempo durante el cual me había olvidado de su personalidad problemática y la receta asesinato.
Durante las siguientes horas iba definitivamente a convertirme en su juguete, por tanto necesitaba estar emocionalemente preparado.
Había aceptado la petición de Tsukimori. La razón era simple: estaba interesado en ella. Aparete de eso, llámale una característica mía o sólo una preferencia: disfrutaba esas emocionantes conversaciones.
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