Sakurasou no Pet na Kanojo:Volumen 1 Capitulo 3
Capítulo 3 - Junio es un mes húmedo y lúgubre
Parte 1
“… No puedo dormir…”
Dando vueltas más veces de las que se pueden contar y ahora acostado baca abajo con la cabeza enterrada debajo la almohada, Sorata trato de ver si poniendo la situación en palabras ayudaría.
Por supuesto, no lo hizo. Nada ha cambiado.
Miró la hora en su teléfono en su teléfono celular. Eran las dos de la mañana. Dos horas después de que él se había metido a la cama.
Frustrado, Sorata obligo a sí mismo a levantarse, y a regañadientes encendió las luces
Las brillantes, luces fluorescentes lo segaron. A pesar que sus ojos gritaban por dormir, su mente estaba extrañamente clara, y no podía deshacerse de ese sentimiento de falta de armonía.
Tsubasa, el tabby marrón que haba estado durmiendo acurrucado a los pies de Sorata, lo miro con una expresión un poco molesta. Sorata esperaba un ataque de Tsubasa, pero Tsubasa solo emitió un gran bostezo y se volvió a dormir.
De rodillas sobre la cama sin ninguna razón en absoluto, Sorata de repente se postro y ofreció una oración.
“Dios, por favor, sólo dame algo de somnoliento…” Intento cerrar los ojos por un rato, pero no tenía sueño en absoluto. Más bien, lo único que logro fue despertarse a sí mismo más por pensar en lo estúpido que estaba actuando en ese momento.
Dio un solo suspiro y levanto la cabeza, frotándose los parpados.
¿Por qué no podía dormir, aunque le era difícil incluso abrir los ojos?
Durante la semana pasada, todas sus noches fueron más o menos así.
No sabía cómo llegar a dormir. Honestamente, él no podía recordar lo que había hecho antes para conciliar el sueño.
Incluso sus pensamientos al azar sin sentido, si solo los deja ahí por más tiempo, cambiaria inevitablemente a la cuestión de si es o no iba a dejar Sakurasou. Y otra vez Sorata se dio cuenta donde sus pensamientos giraban, él trataría de escapar de ellos corriendo hacia el mundo de los sueños. Pero no podía conciliar el sueño, así que ese tema solo aria un incesante y despiadado remolino dentro de la cabeza de Sorata.
Pensó que todo el asunta ya había sido enterrado.
Honestamente, él no tenía idea de porque estaba preocupado por todo esto. Y entonces en su ansiedad dio lugar a nuevas preguntas, que solo hacían pesar su mente más y más. Todo lo que hacía Sorata era quitarse el sueña más y más.
“Ugh, ¡¡maldita sea!!”
Si no hacía nada, acabaría concentrando sus pensamientos en ese tema otra vez e ir directamente a un espiral de la muerte. Queriendo por lo menos mantener sus manos ocupadas, Sorata tomo la ropa que había colgado a secar en su habitación, y la tiro toda dentro de una pila gigante sobre su cama.
Empezó a doblar cuidadosamente la ropa, un artículo a la vez. Solo hacer algo como eso podría aclarar su mente de pensamientos.
Sin embargo, Sorata termino pronto de doblar su ropa, dejando solo la ropa de Mashiro.
Dobló la blusa del uniforme escolar con cuidado, asegurándose de no arrugar el cuello, y organizo sus calcetines azul marino (Requerido por la escuela) par por par. Luego estaban las prendas delicadas… Sorata quería solo doblar las ropas delicadas con total normalidad, pero el primerio que agarro fue una negra, camisola lazada y Sorata supo de inmediato que era causa perdida.
Era solo un trozo de tela… era solo un trozo de tela…
Incluso mientras se repetía eso a sí mismo, no podía encontrar la manera de reprimir sus instintos masculinos, y no podía dejar de imaginar cómo luciría Mashiro al llevar esto. Fue atacado por un sentimiento de culpa. Y, para colmo de males, el próximo rival de Sorata era u par de bragas negras que asían juego con la camisola. Sorata sostuvo los dos extremos de las bragas y se puso rígido[1].
Después de haber sido golpeado de nuevo por la realidad, Sorata murmuro.
"Si alguien más me mira, lo más probable es que piensen que soy un pervertido."
Sorata hace ese análisis más preciso para la situación.
Después de eso, Sorata rápidamente dobló las esquinas de las bragas y las enrollo. Tratando de mantener la ropa interior lo menos a la vista posible, los metió entre la blusa y una toalla.
Por supuesto, no importa cuán cuidadosamente Sorata hizo todo esto, cuando estas cosas vuelvan a la habitación de Mashiro, serán esparcidas al azar por el suelo de nuevo.
Y la limpieza de esa habitación era un parte del trabajo de Sorata como la persona asignada con
“cuidar a Mashiro”.
Si Sorata acaba dejando Sakurasou, Jin se convertiría en la persona encargada de hace esas cosas.
Si Jin es quien la haría, ya que él ya está bastante acostumbrado a ver la ropa interior, sería capaz de hacer estas cosas sin romper a sudar de nervios como Sorata lo hizo. Él sería capaz de manejar todo suavemente. Jin era justo esa clase de persona.
Sin embargo, la idea de que Jin sea quien cuide de Mashiro hizo que Sorata se sintiese violentamente enfermo.
“Pero en serio, que estoy pensando… no de esa manera.”
Lo importante en ese momento es sí, sí o no Sorata se quedaba en Sakurasou. Claro, sus deberes en Sakurasou estaban allí, pero eran su problema y solo de él, por lo que Mashiro no era relevante. Así que, ¿Por qué era que, noche tras noche, sus pensamientos siempre terminaban regresando a Mashiro?
Sorata no tuvo una sola reacción de Mashiro cuando le dijo que se iba. Para bien o mal, ella no se estaba comportando diferente a causa de esta. En otras palabras, Sorata no tenía idea de lo que ella pensaba.
Al darse cuenta de que se volvería loco si seguía pensando en esto, Sorata rápidamente se puso de pie. Si no podía dormir, entonces el solo tenía que estar despierto. Permanecer en su habitación iba a revolver su cerebro, por lo cual Sorata decidió dirigirse al comedor para tomar un vaso de agua.
Para la sorpresa de Sorata, ya había alguien en el comedor cuando llego allí.
Una sola persona estaba sentada delante de la nevera y hurgaba dentro de este. Era Mashiro, en pijama. Ella se veía un poco adormilada, pero aún así tomo energía para tomar una zanahoria de la nevera, acercarla y darle vuela frente a sus ojos y examinarla. No aparentaba estar feliz por su selección, así que regreso la comida para conejo a la nevera, y esta vez sacó un pepino. Sorata se preguntaba si iba a tratar al pepino de la misma manera que trato la zanahoria, cuando vio su nueva selección, cerró sus labios con fuerza y callo en el pensamiento por unos momentos. Una vez que aparentemente termino de pensar, sin previo aviso, le dio un mordisco al pepino.
“¿Eres una kappa o algo así?”[2]
Con el pedazo de pepino todavía en la boca, Mashiro se dio la vuelta con calma y miró a Sorata. No parecía estar ni siquiera un poco sorprendida, aunque Sorata había hablado tan de repente. Ella se limitó a seguir masticando el pepino.
“¿Podría ser que… tenías hambre?”
Masticando lentamente el pepino, Mashiro asintió a Sorata con la cabeza.
“Bien, bien, ¡Deja de comer eso! ¡Voy hacer algo para ti!”
En ese punto, Mashiro tragó.
“Yo no soy un kappa.”
“¡Ya lo sé!”
Sorata sentó a Mashiro en la mesa del comedor, y tomo un vistazo a la nevera. Porque él había estado cuidando de Mashiro por un tiempo, su cocina había mejorado, junto con su repertorio.
Sin embargo, si hacia demasiado ruido, Chihiro iba a enfadarse con él, así que se conformó con una taza de ramen del estante.
Hirvió el agua con el hervidor de agua naranja que Misaki había comprado, y luego vierte el agua en la taza. Y lo puso en frente de Mashiro, que estaba esperando en la mesa.
Ella trato de comer los fideos inmediatamente.
“¡Espere tres minutos!”
Sorata detuvo a Mashiro de continuar.
Y él se quedó allí sorprendido por el hecho de que Mashiro no parecía saber lo que era una taza de ramen.
Sorata se sentó a lado de Mashiro en la mesa.
Esos tres minutos se sentían como si fueran para siempre. Mashiro no dijo ni una sola palabra mientras miraba fijamente la taza de ramen. Y Sorata tampoco no podía decir nada.
Era bastante obvio porque Mashiro estaba despierta a esas horas. Ella había estado dibujando su manga hoy también. Y sintió hambre en el medio, así que dejo su habitación para bajar aquí.
Este fue un día normal para Mashiro. Desde que llego a Sakurasou, ella había estado siguiendo más o menos el mismo patrón todos los días. Ella trabajaba en su manga hasta quedar dormida, e iría a la escuela después de ser despertada por Sorata. Y una vez que volvía a casa, se encerraba en su cuarto e iba derecho a trabajar en su manga.
Mientras que otras chicas de su edad estaban haciendo cosas como buscar novio, siendo abandonadas por sus terribles novios, dando vueltas por el salón de belleza, comprar ropa, ir al karaoke, gastando todo su dinero, tener que preocuparse por su peso, y por lo general, quejarse de como la vida era tan aburrida e irritante, Mashiro pasaba día tras día de trabajo duro. Todo en aras de alcanzar una meta que se había fijado ella misma.
Para Sorata en ese momento, Mashiro parecía casi segadora. Era difícil mirarla. Tener una persona así de brillantemente segadora en frente suyo, hacia a Sorata más consciente de sus propias fallas.
“Sorata.”
“A-Ahh, ¿Qué pasa?”
“Tres minutos.”
“Adelante, entonces.”
Mashiro quitó la tapa y empezó a sorber los fideos de ramen. Encontrando el silencio asfixiante y esperando un lugar en donde encajar, Sorata habló.
“Umm… la competición que mencionaste antes… ¿la fecha limite va a ser pronto?”
“… A finales de junio.”
“Ah, así que a finales va a ser.”
“… Sí.”
Había alrededor de un mes y medio de sobra.
“Así que, en ese caso, quiero decir… queda mucho tiempo de sobra, ¿Verdad?”
“……”
“Ahh, bueno, eso está bien…”
“… Mmm.”
“Oh, cierto. ¿Cuántas propuestas suelen tener?”
“Setecientos, tal vez ochocientos.”
“Ah, así que son muchos.”
“… Yes.”
La conversación parecía no ir a ningún lado. Y eso era culpa de Sorata.
¿Por qué es importante para ti, cuando te vas?
Sorata estaba esperando que Mashiro dijera algo así, y eso lo hacía más torpe y tímido.
Incluso después de haber terminado de comer, Mashiro se quedó en su asiendo. Sorata se perdió la oportunidad de hacer un salida limpia, y se vio incapaz de moverse. Un aire de incomodidad cayó entre Sorata y Mashiro.
Con el paso del tiempo, Sorata encuentra más difícil de mirar a Mashiro a la cara. Cuando sus ojos se terminaron por encontrar accidentalmente, Sorata sentía un sentimiento de culpa aprieta su pecho por razones que no comprendía, y tuvo que contenerse para no dejar escapar un gemido.
Realmente quería salir de ese lugar tan pronto como sea posible.
Sin embargo, si él se levantaba y se iba primero, parecería como si estuviera huyendo, y él no quería eso.
¡Haz tu mejor esfuerzo!
Eso era todo lo que debía decir, y entonces él podría regresar a su habitación. Pero el no podía. De hecho, eso era lo único que no podía decir.
Él no estaba en condiciones de animar a alguien más de seguir adelante. Él era el único que necesitaba tratar de hacer su mejor esfuerzo. Mashiro tenía sus propios objetivos, y avanzaba rápidamente hacia ellos. Ella ya estaba haciendo su mejor esfuerzo. Y la exposición de ese vacío en su propia en ese momento era demasiado dolorosa para Sorata de soportar.
Mientras Sorata estaba a punto de ser aplastado por un pilar gigante de autocompasión, oyó un ruido procedente de la puerta de entrada. Dándose la vuelta, vio a Jin de pie, ahogado en un bostezo. Como siempre, las marcas de lápiz labial se podían ver en su cuello.
Tan pronto como Jin vio a Sorata y a Mashiro, habló.
“¿Qué están haciendo?”
Dirigió una pregunta obvia.
“Ah, nada en realidad.”
“Nada… entonces ¿Por qué te ves como un hombre a punto de conseguir sus papeles de divorcio sellados?”
“Hah, ¿Es eso lo que parece?”
“Hey, hey, esa fue una reacción muy blanda para una buena remontada, ¿Sabes?”
En eso Mashiro se puso de pie.
“Gracias por la comida.
Terminando con solo esas palabras, Mashiro salió el comedor. Probablemente estaba regresando a su habitación para volver a su trabajo. Jin observo el silencio en la salida de Mashiro y espero a que el anillo de sus últimas palabras se muriese. Luego casualmente hablo.
“Hey, Sorata.”
“¿Qué?”
“Si no vas a hacer ningún movimiento, voy a tomar a Mashiro-chan para mí mismo.”
“¡¡…!!”
Sorata no podía poner sus sentimientos en palabras. Pero su cuerpo instintivamente reacciono y miro a Jin directamente. No, más bien fulmino a Jin. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Jin, y él parecía estar disfrutando de la reacción de Sorata.
“La respuesta estándar se aquí seria decir “¿Por qué dices eso?”
“¿Por qué dices eso?”
“Si no quieres que se te sea quitada, entonces deberías llegar con ella primero.”
“No es como si pienso en Shiina como-“
“Bueno, entonces, ¿qué en el mundo es eso?”
“¿Qué es eso…”
Sorata sentía como si supiera la respuesta a esa pregunta, pero no tenía la confianza de decirla en voz alta. En el minuto en que puso sus sentimientos en palabras, ya no podía hacer más excusas. No había lugar a donde correr. Sin embargo, eso significa ¿Qué él por fin llegara a un acuerdo con sus propios sentimientos? ¿Finalmente llegar a términos con donde sus sentimientos le llevaban...?
“Oh? Jin, has vuelto. Bien venido a casa~ ~.”
Mientras Sorata luchaba con sus palabras, fue salvado por Misaki con apariencia algo somnolienta que había bajado desde el segundo piso. Al ver que ella sostenía un lápiz en sus manos, Sorata supuso que ella había estado ocupada dibujando su anime.
“Ah, sí, estoy en casa.”
“Ooh, tengo sed~ ~.
Completamente ignorando la tensión en el aire, Misaki camino ruidosamente hacia el refrigerador, y sacó una botella de 2 litro de agua, después de beber directamente de la botella, miro a Sorata.
“Kouhai-kun, ¿Quiere un poco?”
Misaki alargo el agua hacia Sorata. Sorata inconscientemente se acercó a tomar la botella, pero Jin cortó por el medio y le arrebató el agua llevándola lejos.
Jin vacío el resto hasta dejar la botella seca, le entrego de nuevo la botella vacía de nuevo a Misaki, Dio las buenas noches a todos, y dejo el comedor.
Misaki, ahora dejada en la habitación con Sorata, miró el labio de la botella de plástico y su puso rígida.
"K-Kouhai-kun, ¿qué debería hacer...?"
Misaki parecía estar completamente distraída por sus propios sentimientos.
“A-acabo de besar a Jin indirectamente…”
Su pregunta parecía ser retórica, porque antes de que Sorata pudiese responder, ella corrió al piso de arriba con las piernas temblorosas, golpeándose con la nevera, la mesa y luego con la pared en su camino.
Dejado solo en el comedor, Sorata no tenía suficiente energía como para moverse más, y solo colapso en una silla. Estaba directamente de frente con las tareas del que hacer pegadas al refrigerador.
Y se veía que Cuidar a Mashiro era el primero enlistado.
Cuando estaba cerca de Mashiro, se sentía consumido por su brillantez, viendo como ella avanzaba hacia su objetivo. Sin embargo él no quería dejar Sakurasou y confiarle su cuidado a Jin. Estaba atrapado entre la espada y la pared, y estaba desesperado por encontrar la salida…
Cuanto más pensaba en ello, mas sus pensamientos y sentimientos se mesclaban entre sí, y más confuso se sentía.
El reloj mostraba que eran las tres de la mañana.
Con el mismo ritmo constante, las agujas del reloj avanzan hacia la mañana.
Y esa mañana seria el amanecer para todos.
Sin embargo, sería mucho tiempo más antes de que la obscuridad profunda en el corazón de Sorata se disipada.
Notas de Traductor
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