Daybreak:Volumen 1 Capítulo 2

From Baka-Tsuki
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Capítulo 2. Por voluntad del Runelord[edit]

“Extraordinario, señorita von Zimmer-Manteuffel! Ha superado claramente a sus tres hermanos mayores en la tradición familiar.” Las palabras de admiración del profesor Albert von Marienfeld se reflejaban también en sus ojos ónice mientras examinaba las preciosas alas blancas del pegaso de Ariadne. “Entre su potencial y sus altas calificaciones, estoy seguro de que los Caballeros Fantasma esperan con ansias el día de su graduación”

“Gracias profesor, señor” respondió cortésmente Ariadne mientras se levantaba y se retiraba la sedosa melena rosada. Satisfecha con su invocación, dejó escapar el aliento que llevaba un rato conteniendo de forma inconsciente. Dando un paso adelante en el círculo mágico inscrito usando polvo machacado de zafiro -- su piedra del zodíaco -- mezclado con agua bendita y su propia sangre, plantó un delicado beso en la frente de su nuevo pegaso familiar para sellar el vínculo.

“Todo el mundo, muy bien hecho”

El profesor Albert -- pues su primo con el mismo apellido también era docente de la academia – miró alrededor para inspeccionar a todos los familiares. La manada de bestias mágicas iba desde lo común, como el halcón plateado de Emilie von Bittenfeld, hasta el poderoso dragón gélido con el que conversaba Howard de Angelis. Entonces, al divisar la solitaria figura situada junto a la ventana, Albert a duras penas pudo evitar maldecir:

“Sir von Moltewitz, mis sinceras disculpas. Casi olvido que os ofrecisteis a ser el último”

“No hay problema, señor. Soy yo quien ha alterado el orden,” respondió Pascal indiferentemente mientras se dirigía al último claro del Campo de Cancelación que abría un hueco en el Cierre,la barrera anti-teleportación del castillo. “No quería causar una interrupción si ocurriese algo inesperado, ya que es mi primera vez haciendo algo así”

De alguna forma, su entonación aristocrática al hablar arrastrando las palabras consiguió que incluso esas palabras humildes sonaran de lo más arrogante.

“Fanfarrón,” murmuraron algunas personas entre la multitud.

“Bien, veamos que le depara el futuro”

El profesor Albert tuvo cuidado de ocultar su creciente curiosidad, mayormente porque coincidía con el resto de alumnos en las intenciones de Pascal, al menos en parte. Mientras tanto, miró a Pascal con los escrutadores ojos de un general retirado mientras observaba al joven señor sacar rocas con runas inscritas una detrás de otras desde un bolsillo extra-dimensional. Tras posicionar cuidadosamente dieciséis de ellas, Pascal conectó las rocas mediante pequeñas gemas de malaquita para formar un círculo perfecto. Después puso tres piedras rúnicas de mayor tamaño, esta vez unidas mediante gemas de lapislázuli para dibujar el triángulo equilátero más pequeño posible que contuviera el círculo.

“Increíble...” se escuchó un murmurar a una chica, mientras otras asentían conformes. “Confía siempre en que el 'Runelord' Pascal hará algo creativo”

“Creo que usted y el profesor von Kirchner son los dos únicos expertos en Antiguas Runas Nórdicas del campus, y yo no soy ningún experto en la magia de gemas” comentó el profesor Albert. “¿Podría por favor explicar al resto los mecanismos de su disposición?

“Por supuesto.” Pascal saboreó la oportunidad. “Como saben, la Magia Rúnica fue creada por los antiguos norteños para reducir el tiempo de lanzamiento de sus hechizos ofensivos. Los glifos rúnicos en estas rocas de granito reemplazan los encantamientos mnemónicos del ritual y lo sustituyen por nuestros propios versos. Cada símbolo está profundamente tallado e inscrito con sangre para vincular apropiadamente la magia, y cada gema esta imbuida con mi éter para proporcionar poder mágico adicional. El triángulo exterior, compuesto por las gemas de la verdad y la sabiduría mejorarán la búsqueda del familiar apropiado para la teleportación. Mientras tanto, el anillo interior de malaquita, también conocido como 'el espejo del alma', servirá como foco principal para el propio ritual.”

“Como era de esperarse, ha pensado mucho en los preparativos,” comentó el profesor. “Muy bien, puede comenzar”

“Con las runas haciéndose cargo de todo, el ritual en si es bastante simple y existen posibilidades de error,” Pascal comenzó con total confianza al hacer un suave corte en su dedo índice con una daga. Apuntando cuidadosamente, soltó unas gotas de sangre en la runa superior del anillo interno. Fluyendo como si fuera el agua de un canal, las rocas y gemas se encendieron una detrás de otra, bañando la sombría habitación con luces escarlata, índigo y esmeralda. Cada vez que un glifo se iluminaba, liberaba un poder mágico lo bastante poderoso como para hacer vibrar el aire, liberando una densa niebla que muy pronto cubría todo el salón.

Pasaron varios minutos sin que se atreviese a moverse a pesar de no ver nada debido a la capa de niebla por miedo a las mortales consecuencias de interrumpir un ritual mágico.

“El ritual está completo,” anunció Pascal mientras convocaba tranquilamente un hechizo de viento para despejar la neblina. Las piedras de enfoque y las gemas habían quedado reducidas a simple de polvo. Pero lo que dejó a todo el mundo sin aliento fue ver la chica inconsciente que yacía inconsciente dentro del anillo ritual, vestida con ropa holgada y sosteniendo una bolsa más alta que ella.

“Sir von Moltewitz, haga el favor de explicarse”

El profesor Albert mantuvo la compostura, pero apostaría su vida a que Pascal tenía alguna relación con semejante resultado antinatural del sagrado rito de hechicería. En retrospectiva, debería haberlo visto venir cuando Pascal no solo utilizó una magia fuera de la comprensión del supervisor y encima fardando. La última vez que Albert pudo ver esa combinación durante un examen práctico de magia, el joven noble no sólo había pintado todo el castillo con los colores del arcoíris, sino que además lo llenó de bandadas de flamencos rosados, solo para demostrar que podía hacerlo. Pero Pascal no le prestó ninguna atención. Sus ojos permanecieron fijos en la joven inconsciente. Su cuerpo a duras penas podía contener su emoción mientras los pensamientos relampagueaban por su mente, : Ha funcionado a la perfección! Seguido de cerca por: El Padre Celestial me ha enviado un ángel!

Midiendo apenas un metro cincuenta y siete (5'2"), la delgada chica aparentaba tener unos dieciséis años, con una apariencia de aspecto frágil, como una muñeca. Su cuerpo quedaba oculto por una chaqueta de manga corta y unos pantalones demasiado grandes, pero en sus pequeñas manos y bonita cara podía apreciarse una perfecta piel nívea. Tenía una nariz pequeña y adorable y pestañas finamente rizadas, con una melena blanca y lustrosa hasta los muslos.

“¿Acaba de...invocar a una chica Samarana como familiar?

“¿Con ese pelo blanco? Probablemente.

“¿Por qué Samarana? Aparte de ser plebeyos...Republicanos,” Reynald prácticamente escupió esas palabras, como si le dejaran mal sabor de boca, “también son paganos no creyentes.”

Mientras tanto, Pascal se arrodilló en una pose muy dramática, con una rodilla en tierra, y tras levantar la mano de la chica inconsciente depositó un beso en el dorso, completando así la ceremonia de vinculación familiar.

“¡Sir von Moltewitz, me debe una explicación!

El general retirado no estaba acostumbrado a ser ignorado, especialmente por jóvenes advenedizos. Su confusión tornada en ira, iba ahora en aumento.

“Es exactamente lo que parece profesor, señor,” replicó Pascal mientras alzaba a la chica inconsciente del suelo, sus brazos sosteniéndola por la espalda y bajo las rodillas. “He decidido invocar como familiar a un ser humano, y ahora el ritual se ha completado”

Dejó las palabras y no hay nada que pueda hacer al respecto en el aire mientras salía de la sala, dejando atrás una habitación de miradas desconcertadas, expresiones atónitas y un tutor encolerizado.


...


Para cuando Pascal llegó a la puerta de su dormitorio el efecto de la adrenalina empezaba a desvanecerse, sustituida por un profundo cansancio. La chica en sus brazos era tan ligera como aparentaba, pero él empezaba a acusar la fatiga nocturna – además la ceremonia de invocación y sus preparativos lo habían dejado agotado.

Con un simple gesto, el encantamiento de la puerta reconoció su conjuro de Apertura, y llevó a la chica todavía inconsciente a través del umbral hacia su habitación. Oficialmente era un 'dormitorio', pero en una escuela construida para la nobleza, el espacioso cuarto era más grande que algunas viviendas, y estaba bastante mejor amueblada.

Tras depositar a la chica suavemente en su cama, Pascal se dirigió hacia los cajones para encontrar ropa más apropiada. Los preparativos que llevaba haciendo toda la semana incluían elegir ropa acorde a sus gustos a través de correo urgente. Las medidas no eran un problema, pues los vestidos eran de la más alta calidad y se ajustaban mágicamente.

Pero justo cuando Pascal estaba en ello, la puerta se abrió de golpe.

“¡Sir von Moltewitz! Me sigue debiendo...”

Las palabras del profesor Albert se desvanecieron al detenerse a media frase. Pascal estaba inclinado sobre la chica invocada, ahora totalmente desnuda en su cama de cuatro postes, sus holgadas ropas tiradas en el suelo. Mientras tanto sus manos estaban ocupadas en pasarle la ropa interior entre los muslos.

Pascal parpadeó y alzó una ceja.

El profesor no podría haber salido más rápido de la habitación ni mediante teletransporte, la puerta se cerró de golpe mientras salía. Después de ese incidente estuvo evitando a Pascal durante varios días.

----- * * * -----

Kaede nunca se había sentido tan cansado tras levantarse de una siesta. Sentía todo el cuerpo dolorido y alarmantemente débil. Le costó gran esfuerzo simplemente empujar las sábanas, con apenas un ápice de su fuerza habitual.

Me he quedado dormido? Imposible. Apenas faltaban unas horas para tener que reunirme con el club y salir hacia el torneo de tiro con arco.

El miedo a llegar tarde a la reunión despejó su mente en un instante. Sus ojos se abrieron de golpe, su brazo buscando como de costumbre el teléfono móvil que usaba como despertador, solo para quedarse helado al darse cuenta de algo.

Dónde demonios estoy?

No lograba reconocer la cama de cuatro postes con dosel donde se encontraba, ni los muebles de madera rojiza alineados en la pared, ni por supuesto tampoco la habitación.

Pudo sentir su pulso acelerarse mientras se apoderaba de él la incertidumbre. Siendo demasiado joven como para beber alcohol y no teniendo tampoco interés el él, ni en las drogas en general, era muy improbable que hubiera perdido el conocimiento en algún tipo de fiesta salvaje del club.

...Especialmente antes del torneo.

Sentándose en la cama para tener una mejor vista, se dio cuenta de que sus hombros estaban expuestos y fríos. Por otra parte, su torso estaba cubierto por un tejido mucho más suave que su ropa habitual.

Un momento...aquí falla algo.

Al mirar hacia abajo, lo primero que descubrió era que sus brazos, primero: eran mucho más delgados de lo que deberían. Y segundo: vestía unos largos y suaves guantes que llegaban hasta el tríceps...mientras dormía.

Que clase de broma es esta...

Entonces sus ojos se posaron en su torso, y se quedó absolutamente en blanco al detenerse de forma abrupta todos sus pensamientos. Como resultado, sus sentidos y capacidades mentales tuvieron que ir reiniciándose de uno en uno

Hecho #1: El, o quizás fuera mejor describir este cuerpo como “ella”, tenía pequeños montículos de carne abultando el torso que solo podían ser descritos como pechos.

Hecho #2: “Ella” llevaba puesto un halter top sin mangas de un blanco níveo hecha de... ¿seda? Algún tipo de tejido satinado y lustroso, con algo parecido a un blasón en la zona de su torso – su pecho – en delicado oro blanco, y su espalda completamente expuesta.

Hecho #3: Moviendo un poco los muslos no pudo encontrar nada entre ellos, confirmando una vez más que esto era un “ella.”

Hecho #4: ¡¡PERO QUE DEMONIOS!!

...

Vale, respira profundamente... cálmate y piensa.

Kaede no tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado desde que él...ella....como sea que uno debiera referirse a sí mismo en semejantes circunstancias, se había quedado en blanco por segunda vez.

Por desgracia, no haberse despertado sobresaltado tras dos shocks mentales, hizo a Kaede concluir que aquello probablemente no era un sueño...lo cual significaba que la situación era una auténtica pesadilla.

Algún pervertido con acceso a una ciencia demente totalmente incomprensible, le había convertido en “ella,” para entonces dejarla en una lujosa habitación con una cama extravagante vestida con una ligera ropa interior.

Kaede no estaba acostumbrada a tener alertas de violación en su cabeza.

Ni siquiera he tenido mi primera vez con la chica que me gusta! Esto es muy malo...

Sin embargo, el miedo hacía milagros en lo referente a centrar los pensamientos, y su mente hiperactiva en seguida se dio cuenta de lo que debía hacer exactamente:

Objetivo #1: Encontrar algún tipo de arma y salir de la habitación.

Objetivo #2: Descubrir como volver a la normalidad, probablemente golpeando al pervertido responsable de esto y haciendo que confiese. Sacando sus piernas de la cama, Kaede se dio cuenta de que su halter top continuaba hacia abajo hasta formar una única pieza y sin costuras, cubierta por su ropa interior y una falda semi-translúcida. Dos ligas mantenían sujetos unos calcetines hasta los muslos, algo así como unas medias en tono blanco.

Qué narices es esto? Lencería de novia?

Un aterrador escalofrío le recorrió la columna y le puso la piel de gallina.

Con los pies en la moqueta, intentó levantarse, solo para tambalearse un poco antes de caer de nuevo en la cama. Al darse cuenta de que seguía sin tener los controles motores instintivos para manejar su nuevo cuerpo, volvió a repetir esa acción tan simple, esta vez concentrándose y poniendo máxima atención.

Tanto esfuerzo solo para ponerme de pie y caminar...es simplemente ridículo.

Dando cada paso con cuidado, avanzó despacio hasta la silla donde estaba su cazadora. También localizó la bolsa que contenía su arco largo apoyada junto a una mesa y archivó ese dato para luego. Tras taparse con la chaqueta, la mejor opción de autodefensa que encontró resultó ser un atizador de la chimenea.

Kaede estaba entrenado tanto en esgrima oriental como occidental, de modo que podía utilizar eficazmente cualquier barra de longitud razonable. Pero ella, con sus delgados brazos y reducidas habilidades motoras notaba el pesado atizador tan ágil como un bate de béisbol gigante. Su primer balanceo de prueba casi la hace estrellarse contra un inmenso tocador. Su mano derecha alcanzó a coger el filo en el último momento, pero no antes de que la punta de metal se estrellara contra el gigantesco espejo tras los cajones.

Un fuerte ruido de cristal roto se extendió por todas partes.

Al oír unos pasos tenues pero apresurados detrás de la puerta, Kaede se apresuró a esconderse en una esquina cerca de la entrada. Con su bastón machaca- pervertidos alzado y preparado, notaba su propio pulso acelerarse mientras la puerta se abría y unos pasos suaves se acercaban. La puerta tardó en cerrarse, pero en ese tiempo la silueta proyectada por la brillante luz de las lámparas del pasillo indicaba la posición exacta del intruso. Kaede entró en acción en el momento en que la puerta se cerró. Saliendo de su escondite, balanceó el atizador de hierro empuñándolo a dos manos, la punta metálica apuntando hacia adelante. Dada la debilidad de sus brazos, sabía que su única oportunidad de ganar era maximizando el daño del primer golpe.

Llevando una bandeja llena de sándwiches y un bol de sopa humeante, el intruso instintivamente levantó la bandeja para usarla de escudo. Su contenido fue arrojado directamente hacia Kaede, especialmente la sopa abrasadora, que pasó justo por la abertura de su chaqueta abierta hasta llegar a su delgado halter top.

Su grito de dolor amortiguó el gruñido ronco del hombre. La vara de metal rebotó en la bandeja de plata con un sonoro 'clang', pero no antes de que su púa metálica golpeara su puño expuesto, rompiéndole los dedos índice y corazón.

Moviendo la bandeja hacia su izquierda, usó el borde para atrapar la punta del atizador y desarmarla. Ignorando el dolor de sus dedos rotos, el hombre apretó el tembloroso cuerpo de Kaede contra el suelo e inmovilizó sus brazos de un solo movimiento fluido. Con un giro de la muñeca y dos palabras rápidas, unos grilletes de acero aparecieron de la nada, atando los brazos de Kaede tras su espalda.

“OwwOwwOwwOwwOwwOwww!!” Kaede continuó forcejeando en el suelo, mientras la sopa caliente le abrasaba el pecho.

Con un profundo suspiro, el hombre joven agitó sus manos una vez más, y el ardiente líquido desapareció. Lo siguiente en desaparecer fue el estropicio de la habitación con algunos gestos más. Solo quedó el persistente dolor de las recientes quemaduras en su piel sensible.

“En serio, ¿Salgo para traerte algo de comer y así es como me lo agradeces?

¿¡Eres quién me ha convertido en una chica y esperas que te lo agradezca!?

Todavía respirando con dificultad, Kaede rodó sobre su espalda, mirando a su enemigo con lágrimas en los ojos mientras sus pensamientos volvían. Hablando tres idiomas con fluidez y versada en otros dos, solo pudo reconocer las palabras como similares al Antiguo Alto Alemán, del cual no entendía nada. Y aun así lo había entendido.

Midiendo un metro ochenta y dos (6'0) con unos hombros anchos acentuados por su rígido uniforme carmesí sobre negro, el hombre se sentó en la cama sin perderla de vista en ningún momento. Dirigiendo la mirada hacia su mano ensangrentada, sacó de la nada un guijarro y lo presionó contra su palma. Después cubrió su puño izquierdo con la mano derecha, y el anillo de platino engarzado de turquesa en su mano comenzó a brillar.

Sus ojos, tan claros como la acuosa gema, se fijaron una vez más en los de ella con una mirada penetrante.

“Por favor, no vuelvas a intentar algo tan estúpido. Soy un soldado experimentado, no quiero verme obligado a hacerte daño. Ahora...si te suelto las manos, ¿te comportarás para que podamos solucionar esto hablando como personas civilizadas?

Sosteniendo su mirada con expresión furiosa, Kaede lo pensó durante un breve momento antes de asentir, conforme. Con su conocimiento básico de artes marciales, ella sabía que las habilidades de este hombre era muy superiores a las suyas...incluso antes del cambio de cuerpo.

Él dirigió su anillo hacia ella una vez más. Con un simple “liberar,” sus ataduras se desvanecieron tan rápido como habían aparecido. Kaede llevó rápidamente sus manos al frente y se frotó el torso justo por encima de los pechos en un intento de aliviar el dolor persistente. Para su sorpresa, no había ni una sola mancha en el blanco tejido de su ropa.

“Te ayudaré,” él acortó la distancia con el anillo todavía brillando y lo hizo oscilar por delante de su pecho, sin llegar a tocarla. Un frescor relajante se extendió por la piel inflamada de Kaede y permaneció allí cuando él se retiró.

“Las heridas superficiales son fáciles de tratar. Para mañana ya habrán desaparecido”

“...Gracias,” la respuesta de la chica fue muy leve, casi un susurro.

“En primer lugar, las presentaciones: mi nombre es Pascal Kay Lennart von Moltewizt, hijo del Mariscal de Campo von Moltewitz de Weichsel, Landgrave de Nordkreuz. ¿Cuál es el tuyo?”

¿Un Landgrave prusiano? ¿La nobleza alemana no había sido abolida durante la República de Weimar?

Kaede no tenía ni idea de lo que estaba pasando, y sólo a regañadientes soltó una respuesta muy básica con su nueva y suave voz: “Kaede Nika Suvorsky.”

“¿Eres Samarana? Tu apellido lo parece,” preguntó el mientras su anillo continuaba brillando.

“¡Mi apellido es ruso! ¡Soy mitad ruso mitad japonés!,” replicó ella mientras se sentaba al estilo japonés formal, removiéndose incomoda al notar los fríos tacones de satén en el trasero. “De todas formas, ¿qué es eso de Samarana?”

Por algún motivo, las palabras que salieron de su boca parecían ser en el mismo idioma que el de él

“Personas que viven al noreste, en la Gran República de Samara, suelen ser de piel pálida, con cabello plata-azulado o rubio claro; unos socialistas igualitarios que adoran al dios del cielo y creen en la reencarnación espiritual.” explicó Pascal con un acento irritantemente aristocrático, arrastrando las palabras. Entonces puso una expresión confusa que no era habitual en él: “Nunca he oído hablar de rusos ni japoneses antes”

Ahora era Kaede quien estaba perpleja.

“Ehhh, entonces, ¿dónde estoy ahora? ¿En qué parte del mundo?

“Estamos en la Academia de Magia Königsfeld, a cuarenta y tres kilómetros de la propia Königsfeld, capital del Reino de Weichsel. La Gran República de Samara queda al este, el imperio de Rhin-Lotharingie al oeste, el Sacro Imperio del Mar Interior al sur, y al norte está el Gran Jarldom de Skagen, después tenemos el Mar Nórdico, y cruzando el mar está el Reino de Västergötland. Todo esto en el continente de Hyperion”

.....Mierda.

Kaede solo conocía 'Samara' como ciudad y provincia rusas, mientras que el resto de nombres sonaban a alemán o escandinavo, excepto el nombre del continente, que coincidía con la mitología griega. Pero no hacía falta ser lingüista para darse cuenta de que todos esos nombres de naciones extranjeras, por no mencionar las palabras Academia de Magia, solo podían significar una cosa:

“Esto no es la Tierra.” -sus palabras fueron un murmullo atónito.

“Por supuesto que no. Esto es una tercera planta.” Sus cejas se arquearon hacia arriba con curiosidad. “¿De qué tipo de lugar extraño vienes? Kaede apenas escuchó su comentario.

La confusa mente de Kaede apenas escuchó su respuesta.

“¿Por qué...Pero...Esto es...Cómo ha podido pasar algo así?

“Te he invocado para que seas mi familiar. Y una de dos: o eres una campesina de lo más estúpida--“

Kaede trató de levantarse al instante y por poco vuelve a caer. Sus ojos rosa cuarzo se estrecharon hasta formar de nuevo una mirada furiosa:

¿ÉL ha hecho esto?

“--O la otra opción sería...supongo que pedir a alguien con 'una perspectiva totalmente distinta del mundo' me ha dado más de lo que esperaba.

De alguna forma, el hombre parecía más satisfecho y orgulloso de sí mismo a cada segundo que pasaba.

“¿Para qué demonios me has invocado? Sus brazos se agitaron dramáticamente. ¿Y por qué demonios me has convertido en una chica?

“El que te ha escogido ha sido el hechizo, no yo, y además... un momento, ¿eres un hombre?

“De diecisiete años, hasta que he despertado aquí!" Su suave voz se alzó hasta convertirse en un grito.

Con las cejas fruncidas, Pascal parecía dividido entre la confusión y la incredulidad

“No había ningún procedimiento de ese tipo en el hechizo”

“¡Lo que sea que hayas hecho, arréglalo!

“No puedo”

“Entonces mándame de vuelta a casa!”

“No puedo”

“Qué significa eso de que no puedes!?

El anillo de Pascal finalmente dejó de brillar, y él estiró su mano izquierda, ahora totalmente curada. Con su mirada examinando el resultado de la cura, respondió con un tono de total indiferencia.

“Significa exactamente eso. Los contratos de familiar están pensados para que no puedan romperse. Además, los familiares rara vez sobreviven a la muerte de su amo, por lo que incluso si pudiera cortarlo, probablemente morirías durante el proceso.”

Su mirada penetrante se clavó en los ojos de ella una vez más:

“Y si es cierto que el hechizo transformó tu cuerpo físico, significa que te ha materializado -- o mejor dicho, naturalizado –acorde a nuestro mundo. Eso significa que no puedo simplemente desterrarte a donde sea que pertenecieras. Así que a todos los efectos, ahora eres un habitante de este mundo”

“¿...un familiar?” Kaede solo pudo sacudir levemente su cabeza, sus ojos temblorosos negando las palabras saliendo de su boca.

“Si, mi familiar”

Esta vez, fueron la irritación y la ira lo que devolvió a Kaede a la realidad: un creciente deseo de arrancarle esa sonrisa de su hermosa cara.

“Ni aunque reanimaras mi frío cadáver conseguirías que te llamara 'amo'!

“No hay ninguna necesidad de llegar a esos extremos tan desagradables,” él simplemente se encogió de hombros. “No soy como esos plebeyos que necesitan reafirmar constantemente su ego”

¡Eso. No es. Lo que importa!

“A mí me parece un trato justo. Conviértete en mi ayudante, y me aseguraré de que estés bien cuidada y tengas una vida cómoda”

“Tenía una buena vida en mi mundo”

“ -- Y tendrás una igual de buena aquí. Te lo prometo”

“¡Puedes besarme el culo!

“ -- Y es un culo precioso, sin duda. No me importaría besarlo” Pascal echó una ojeada a la falda semi-transparente que asomaba por debajo de la chaqueta y soltó una sonrisa entre dientes.

Kaede rápidamente tiró hacia abajo del dobladillo de su chaqueta, que ahora le venía excesivamente grande. Marcas de rubor empezaron a teñir su pálido rostro enrojecido por la frustración y la ira:

“¿Qué parte de 'soy un hombre' no has entendido?

“La parte en la que eres una joven adorable”

Tras poner una expresión divertida y lanzarle una mirada al reloj, Pascal decidió poner fin a la conversación

“Podemos seguir esta discusión mañana. Aunque...parece que se me olvidó prepararte una cama nueva, así que por hoy duerme en la mía e intentaré tenerlo arreglado en cuanto pueda”

Dicho esto retiró la colcha de la cama y comenzó a desvestirse, claramente con la intención de dormir en ella.

DE NINGUNA MANERA voy a dormir al lado de un hombre que me ha puesto lencería de novia! -- Gritó la mente de Kaede –- Si voy a tener mi primera vez, por lo menos que sea en MI cuerpo con la chica que me gusta, no siendo LA chica con un tío al que no conozco de nada!

“¡No puedes creer en serio que voy a... y además...vestida...así!”

“Tranquila. Un caballero como yo nunca haría nada sin consentimiento, especialmente a una dama dormida.” Su intento por tranquilizarla no resultaba nada tranquilizador si lo decía mientras se desabrochaba la camisa, mostrando los cincelados músculos que había debajo.

“¡P-pero has cambiado mi ropa mientras dormía!”

“Naturalmente. Tu chaqueta y tus pantalones estaban sucios”

“¡Eso no importa! ¿¡¡E-ES QUE NO TIENES SENTIDO COMÚN!!?

Él se dio la vuelta, sus nobles y hermosos rasgos se iluminaron con una sonrisa:

“¡Tengo de sobras con el mío!



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