Fate/Strange Fake Archer

From Baka-Tsuki
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Acto 1: Archer[edit]

Acto 1: Archer

Él en verdad era un mago en todo respecto—


Pero al mismo tiempo se había estancado, en todo respecto.


La falsa Guerra del Santo Grial.


Sabía que se trataba de la imitación del ritual que una vez fue llevado a cabo en una isla en el lejano este. Eso no le molestaba.


No era de importancia.


Tal vez se trataba de una estafa o una falsificación; aun si lo era, eso no importaba. Mientras proporcione los mismos resultados que el original será suficiente.


Ningún mago que tenga orgullo dependería de los frutos de la labor de otro. Tal mago escogería en su lugar construir un sistema propio, justo como lo hicieron las Tres familias fundadoras que crearon la Guerra del Santo Grial. Él, sin embargo, rápidamente seguía los pasos de los demás. Para liderar o seguir – ambas opciones eran razonables en cierto sentido.


Desde el comienzo de esta imitación de Guerra del Santo Grial, no hubo nadie tan determinado en todo como él; nadie tan entusiasta como él. Desde el comienzo estaba preparado para cualquier cosa que pudiera suceder cuando vino hasta Snowfield.


Cuando escuchó por primera vez los rumores, ser rió de ellos dejándolos pasar como una broma. Entonces un reporte firmado por Rohngall sacudió a la Asociación.


Las noticias se esparcieron de mago en mago hasta que llegaron a él. Provenía de una familia de reputación no tan insignificante entre los magos, pero el poder de su linaje estaba declinando. Como la cabeza de su familia, se encontraba bajo presión.


Había formulado su ración de teorías mágicas en su tiempo. Se trataba de un hombre inteligente. Sabia de unas cuantas técnicas. Todo lo que le faltaba era fuerza bruta, del tipo de la que se ha logrado al paso de varias generaciones. Esto lo llevo a una mayor frustración.


La respuesta estándar para esta situación seria pasar varios años investigando formas de incrementar el poder de su familia, y entonces pasar ese conocimiento, al igual que sus Crestas Mágicas a un descendiente capaz.


Pero estaba algo apresurado.


Su hijo era incluso menos capaz en la magia de lo que él era.


Había muchas familias cuya naturaleza mágica se volvía más y más débil al paso del tiempo, hasta que la perdían por completo. No era un asunto de risa. No me permitiré caer como los Makiri.


Como cualquier organización o corporación, la Asociación estaba llena de obstáculos.


Solo una poderosa línea de sangre podría poseer un método para producir sucesores poderosos y exitosos. Él era un mago en todo respecto y aun así no era suficiente.


Apostó todo en la Guerra del Santo Grial, la cual posiblemente era falsa, acudió hasta Snowfield y apostó todas sus fichas en la mesa. Todas sus pertenencias, todo su pasado e incluso su futuro.


No tengo nada que temer. Todo irá como fue planeado. Como si deseara demostrar su resolución, se deshizo de su hijo. Su propio hijo, quien no tenía futuro.


Hizo lo mismo con su esposa, quien trato de detenerlo. No sentía nada por ella, una mujer que no pudo darle un hijo con un futuro.


Aun así se sentía sorprendido de que ella no entendiera nada del significado del auto respeto de un mago. Debió de ser su culpa el que su hijo careciera de talentos. Aunque a decir verdad ella fue la mejor mujer que pudo conseguir con su rango actual.


Para avanzar en este mundo, debía de ganar esta guerra. Aun si este Santo Grial era una falsificación, el mero acto de ganar una llamada Guerra del Santo Grial sería suficiente para mejorar su posición como mago. Incluso tal vez podría encontrar un camino a la Raíz al ganar esta guerra.


O tal vez podría aprender los secretos de los Makiri y los Einzberns. Sin importar que sucediera, era seguro que terminaría en una mejor posición al final de esta guerra.


Que apuesta tan esplendida estaba en sus manos.


Por lo menos sería capaz de obtener una recompensa aún más valiosa que todas las cosas que había arriesgado para entrar en la guerra.


Pensó sobre todas las formas en las que podría beneficiarse de la guerra- pero en ninguna ocasión considero la posibilidad de su derrota, y el consiguiente fin de su linaje. Había una buena razón para que ni siquiera considerara esa posibilidad. Tenía una muy buena oportunidad de ganar.


O por lo menos tenía una gran posibilidad de justificar el haberse deshecho de su hijo.


Así que… ¿supongo que estos son los Hechizos de Comando? Eran un poco diferentes de lo que había esperado. Aun así, observaba su mano derecha, una sonrisa amorosa fija en su rostro como si estuviera observando a su propio recién nacido.


Los Hechizos tomaron la apariencia del eslabón de una cadena y servían como prueba de que había sido seleccionado como Master en esta Guerra del Santo Grial.


Pero si ellos habían aparecido… ¡Entonces el Grial me había reconocido a mí! ¡A mí! ¡Como Master! ¡Como aquel que controlara a ese Espíritu Heroico!


Mientras hablaba, el hombre observo el ropaje a su lado – Y entonces comenzó a reír.


Siguió riéndose. Reía y reía.


Un gran acantilado, al norte de Snowfield. En la cadena de montañas cercanas a la escarpada cara del risco se encontraba un sistema de cavernas.


Aunque las cavernas fueron formadas originalmente por un proceso natural, ahora servían como el altar de un mago. Se había establecido un Campo de Restricción para evitar que alguien más se acercara.


Una lámpara iluminaba los alrededores del mago. Tomó en sus manos el paquete y cuidadosa y respetuosamente removió el objeto en él.


Se trataba de una llave.


Sin embargo no sería apropiado el describirla como una simple llave. Estaba excesivamente decorada y era del largo y peso aproximados de un cuchillo de supervivencia pequeño.


Parecía que las joyas que lo decoraban eran extremadamente valiosas, tanto mágica como monetariamente hablando.


Había escuchado decir que había sido invocado previamente en una Guerra del Santo Grial utilizando una serpiente fosilizada…


Y utilizando esta reliquia, no había ninguna duda de que seré capaz de invocarlo.


Una vez hace mucho tiempo – cuando su familia aún era poderosa – uno de sus ancestros aposto todo, de manera muy parecida a como lo estaba haciendo el mismo, para obtener esa llave.


Lo que su ancestro buscaba era la bóveda del tesoro de la ciudad dorada, la cual se decía que albergaba todas las cosas que existen en este mundo. Esta llave era el artículo que abriría las puertas en lo profundo de la ciudad de la leyenda.


Él no poseía ningún interés en las riquezas materiales. Una bóveda del tesoro que guardada todo artefacto mágico posible, sin embargo, era algo que no podía dejar pasar por alto.


Cuando todo concluyó, su ancestro fue capaz de verificar que la llave era genuina, pero no realizo mayor progreso. Nunca encontró la bóveda misma. La llave estaba impregnada de algún tipo de energía mágica de origen desconocido, pero eso no le importaba al mago en este punto. Era una reliquia perteneciente al Espíritu Heroico que deseaba. La llave serviría como un catalizador mayor, asegurando la obtención del Servant que buscaba.


El momento había llegado.


Comencemos.


El mago se puso de pie – y su sonrisa se desvaneció abruptamente. Haciendo a un lado sus emociones y sus deseos egoístas, enfocando toda su atención en la ceremonia que llevaría a cabo.


Unificando todos sus sentidos, enfocándolos en un punto y sellando aquellos que fueran innecesarios.


Sus nervios, sus venas y todos los Circuitos Mágicos invisibles que corrían a través de su cuerpo.


Sentía como si un líquido caliente acelerara a través de esos caminos y –


El mago comenzó un encantamiento de invocación, tanto una felicitación a sí mismo como una maldición contra el universo.


Unos pocos minutos después.


Perdió su vida y todo lo que había sacrificado para esta Guerra.


El linaje de magos al que pertenecía había llegado a su fin.


Todo sucedió en un mero segundo. Un simple segundo. Seguido de una batalla de solo segundos, encontró su fin, justo de esa manera.


_ _


“Lo logre… ¡Ha ha, ha ha ha ha ha! ¡Lo logre!”


Cuando el mago lo vio aparecer ante él no pudo permanecer en silencio.


No hubo necesidad de asegurarse de su verdadero nombre.


Desde el comienzo sabia aquel a quien invocaría.


Apenas logro suprimir una risa de felicidad absoluta. Por unos meros segundos, solo se quedó de pie ahí, ignorando al Espíritu Heroico.


El semblante del Espíritu Heroico estaba teñido de una clara y obvia molestia. Sin embargo llevaría a cabo su deber como un Espíritu Heroico. Por supuesto, no había forma de decir si lo veía como un “deber” o no en primer lugar.


“…Respóndeme. ¿Acaso fuiste tú el mago insolente que se atreve a realizar una petición al rey en todo su esplendor?”


Él tenía un cabello dorado y una armadura del mismo color.


Como Servant era definido por su magnificencia sin paralelo. Su pregunta al mago estaba llena de menosprecio.


El mago se decepcionó cuando escuchó la pregunta del Servant.


Aun cuando podía sentir el poder bruto y sobrecogedor del ser ante él, pudo sentir un poco de enojo.


¿Cómo se atrevía un mero Servant a ser tan impertinente?


Su orgullo como mago sobrecogió a su trepidación. Sin embargo, un dolor proveniente de los Hechizos de Comando en su mano derecha lo trajeron de regreso del borde de la ira.


…Lo dejare pasar. Dada la personalidad del Héroe, era de esperarse.


Desde el comienzo al parecer tendrá que dejar en claro su relación. En esta guerra, él estará a cargo. El Espíritu Heroico que había invocado como Servant simplemente era una herramienta.


Sí. Así es. Yo soy tu maestro.


Se había preparado para completar su respuesta a la pregunta del Servant extendiendo su mano derecha para mostrar sus Hechizos de Comando –


Cuando se dio cuenta de que su mano derecha había desaparecido.


“¿…Huh? ¿Qué?”


Se había quedado sin palabras. Sus tartamudeos hicieron eco a través de la caverna.


Aunque ni una sola gota de sangre había caído de su cuerpo, su mano derecha claramente había desaparecido.


Entrando en pánico llevó su muñeca hasta su rostro. El agudo olor de carne quemada llenó sus cavidades nasales.


Ligeros hilos de humo se alzaban del muñón de su muñeca.


Claramente su mano había sido cortada con algún tipo de flama.


En el momento en que se dio cuenta de ello un golpe de dolor atravesó su sistema nervioso y –


“Hi|| gAA- gi|||||ii ga||AAAa||||||aaA! AAaaaAAA||aaaaaaaa!”


Un grito – un grito – un sobrecogedor grito.


Comenzó a gritar a todo pulmón, sonando como un enorme insecto. Al darse cuenta de esto el Espíritu Heroico, sonando aburrido, dijo, “¿Así que eres un bufón, plebeyo? Si es así, diviérteme con más gritos elegantes. Esto no será suficiente.”


El Servant ni siquiera frunció el ceño, orgulloso como siempre. Parecería que no hubiese sido responsable de la desaparición de la mano derecha del mago.


“HiaAAA, ||||aa, hii|||||aaAAAaa!”


Ante este suceso incomprensible, el mago estuvo a punto de perder el control de sí mismo – pero como mago, no fue capaz de dejar que eso sucediera. Se forzó a sí mismo a calmarse y rápidamente retomo el control.


Hay alguien… ¡dentro del Campo de Restricción!


¿Cómo permití que esto sucediera? ¡Qué gran descuido de mi parte!


Bajo circunstancias normales podría haber sentido a cualquier intruso en el momento en que éste entrara a la caverna, dado que la había convertido en su santuario. Sin embargo, había bajado su guardia mientras se enfocaba en invocar a su Servant. El intruso pudo escabullirse sin ser notado mientras la caverna rebozaba con la energía mágica del Espíritu Heroico.


Aun así, había otras trampas posicionadas para apoyar al Campo de Restricción. Ninguna de las trampas se había activado. Si el intruso había logrado desactivar cada trampa que habían encontrado en su camino. Eso era claro para él. Mientras reconstruía mágicamente lo que quedaba de su mano derecha, se dio vuelta hacia la presencia que ahora sentía – hacia el túnel que llevaba hacia fuera de la cueva – y exclamo, “¡¿Quién eres tú?! ¡¿Cómo te abriste paso a través de mi Campo de Restricción?!”


Y entonces una respuesta vino de inmediato, resonando más allá de la oscuridad de la caverna.


Sin embargo, la respuesta no fue para el mago, si no para el Servant dorado: “Oh poderoso rey, tu humilde sirviente pide permiso para presentarse ante Usted.”


El Servant pensó por un segundo y entonces respondió, orgullosamente,


“Muy bien. Te otorgare el permiso de presenciar mi gloria.”


“Estoy muy agradecido con usted por este privilegio, Su Majestad.” Su voz era clara – inmaculada incluso. Estaba vacía de toda emoción, como si rechazara todo lo que existía.


Ella emergió de la sombra de una enorme piedra – y aunque solo su voz dejaba la impresión de que era joven, ella era incluso más joven de lo que su voz sugería – tal vez tenía doce años. Su piel era morena oscura y su cabello de un lustroso color negro.


Envuelta en la elegante belleza de su atuendo ceremonial, decoroso en toda manera, ella era una niña proveniente de la nobleza. Aunque su rostro era pulcro, acentuado aún más por su vestido, la expresión que llevaba era menos resplandeciente.


Dio un paso adelante e hizo una amplia reverencia ante el altar en el que se encontraba el Espíritu Heroico. Entonces, sin preocuparse de la suciedad del piso se puso de rodillas.


“Que…” El mago ahogo un grito de ira. Incapaz de siquiera discernir qué tan fuerte era la chica, no podía actuar precipitadamente. Mientras tanto, la chica no le presto ninguna atención al mago.


El Espíritu Heroico no se sorprendió por la postura de reverencia de la chica. Mirando hacia abajo en dirección a ella habló, con un gran poder en cada palabra. “Has hecho bien en no derramar la sangre de una basura en mi presencia. Sin embargo, el aire ahora está lleno de la peste horrible de la carne. Si deseas darme una explicación para esta indiscreción, hazlo ahora.”


La chica le dio una breve mirada al mago.


“Ruego su perdón, Su Majestad. Pensé que era adecuado el rendir retribución a un ladrón por haber robado la llave de Su bóveda. Dado que no era merecedor de enfrentar la justicia de Vuestras manos.” Respondió aun arrodillada.


Mientras hablaba mostro una pieza de carne humana.


Había sido, seguramente, parte del cuerpo del mago, y estaba conectada mágicamente al Espíritu Heroico por virtud de los Hechizos de Comando inscritos en ella. Era, en otras palabras, la mano derecha del mago.


El Espíritu Heroico dorado asintió ante la respuesta de la chica. Miró hacia abajo y observo la llave, puesta en el pedestal a sus pies. La levanto y entonces la lanzo a un lado sin interés.


“Esta llave es una baratija. No vive un solo hombre en todo mi jardín que se atreva a poner sus manos en mis tesoros. Aunque es cierto que ordené que esta llave fuera creada, no la necesito, así que me deshice de ella.”


“¡¿…?!”


El mago había estado recitando un encantamiento para adormecer el dolor de su muñeca derecha. Cuando escucho la declaración del Espíritu Heroico quedo sorprendido.


Uno de sus ancestros había apostado todo con la esperanza de obtener la llave de esa bóveda.


Ese artefacto, el único gran orgullo de su familia, había sido lanzado a un lado como un pedazo de basura. Y por su Servant, un ser que debería de ser su esclavo; su herramienta.


Sobrecogido por la ira, el dolor en su brazo derecho se adormeció, incluso cuando dejo de recitar el encantamiento.


Sin embargo – como si deseara propinar una herida fatal al mago, la chica de piel oscura lo miro y hablo de manera intimidante. “Si su majestad lo desea, no peleare más contigo. Te pido que te marches en este momento.” Su voz destilaba agresión.

“Que…”


“Si lo haces no tendré que matarte.”


“.” El mago perdió el control sobre sí mismo.


La furia que se había acumulado dentro de él tomo el control de sus Circuitos Mágicos. Ni siquiera tenía la capacidad de hablar. Histéricamente dio rienda suelta a toda la energía mágica almacenada en su mano izquierda.


Puso toda su magia, su locura, su poder en una esfera de luz oscura y la lanzo a la chica con toda su fuerza. Voló hacia ella, atravesando el espacio, lista para consumirla por completo – era una explosión, era una ráfaga; era muy veloz.


La chica debió de haber sido destruida por esta explosión de energía mágica antes de que siquiera pudiera tomar otro aliento.


Pero eso no sucedió.


“( )”


Un canto silencioso.


Mientras sus labios se movían, la magia comenzó a tomar forma alrededor de ella.


Casi de inmediato, una inmensa energía mágica brotó como una erupción entre ella y el mago.


Era como un hechizo que había sido comprimido tanto que se volvió silencioso – un encantamiento de un poder sobrecogedor.


Y en el último momento – el mago lo vio.


Una mandíbula enorme en llamas, tal vez dos veces más grande que él, apareció enfrente de ella y se bebió la energía mágica que él había expulsado, y entonces –


No puede ser.


Esa fue la última cosa que pensaría jamás.


Al final, ¿Qué fue lo que no podía ser? Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en ello.


E-eso no… n-no… eso… n-no puede ser.


Como mago, le hubiera gustado pensar que incluso si fuese a morir su linaje perduraría… pero entonces recordó que unos meros días atrás había asesinado a quien sería su sucesor con sus propias manos.


¡No puede ser! ¡No puede! Yo… yo voy… ¿a morir? ¿Aquí? Eso no puede ser…


Eso no puede puede pued


Y entonces el mago desapareció.


Perdió su vida y todo lo que había sacrificado por esta guerra.


El linaje de magos al que pertenecía había encontrado su fin.


Todo sucedió en un segundo. Una mera fracción de segundo.


Seguida de una batalla de unos meros segundos, fue devorado por esas flamas. Encontró su fin de esa manera.


“Ruego que me disculpe por haberlo sometido a observar una visión tan impropia, Su Majestad.”


Acababa de asesinar a un hombre pero no se encontraba alterada. Ella inclino su cabeza hacia el Espíritu Heroico.


El Servant dorado la miró como si quisiera decir que no era de importancia para él. Entonces, en referencia a la magia que la chica había utilizado, dijo, “Ya veo. Así que ustedes han gobernado estas tierras en mi ausencia.” La magia que había utilizado no se había originado en ella misma. Por el contrario, parecería como si hubiese utilizado las líneas ley de la tierra.


Como validando ese hecho, el rostro de la chica mostro emoción por primera vez. Con su cabeza aun inclinada en reverencia, respondió con fuerza, “No la hemos gobernado. Es más adecuado decir que vivimos en harmonía con ella… Justo como Su Majestad declaro, mi gente no son más que gente común una vez que abandonan Snowfield.”


“Alguien sin casta no será más que eso. Aquellos que poseen magia no son diferentes a aquellos que no la tienen.”


Su arrogancia sugería que creía que todas las cosas eran iguales excepto comparadas con él mismo. La chica no respondió.


Los Hechizos de Comando que se habían encontrado en la mano derecha del mago ya habían migrado a su propia mano derecha.


Energía mágica fluía hacia el Espíritu Heroico no desde el mago, si no de la chica. Mientras se daba cuenta de esto habló de manera impositiva como siempre – algo aburrido, pero al mismo tiempo infinitamente majestuoso.


“Muy bien. Nuevamente exijo una respuesta. ¿Acaso eres tú el mago insolente que se atreve a realizar una petición al rey en todo su esplendor?”


El Espíritu Heroico Dorado.


El más grande de todos los Héroes. El hombre que se dice es el rey de todos los reyes –


La chica asintió firmemente e hizo una reverencia ante él nuevamente.


---


“…Yo no busco el Santo Grial,” dijo la chica en voz baja mientras ambos abandonaban la cueva.


Ella se había identificado como Tiné Chelc. Como la Master del Servant dorado ella ahora era una participante de la Guerra del Santo Grial. Y aun así había realizado la declaración contradictoria de no desear el Santo Grial. Elaborando en sus verdaderas metas dijo, “Nosotros deseamos alejar a los magos que han seleccionado este lugar como el sitio de su Guerra del Santo Grial, quienes han manchado esta tierra. Esa es la extensión de nuestro deseo, Su Majestad.”


Declaro su deseo de destruir la Guerra del Santo Grial sin la más mínima inquietud. El Espíritu Heroico dorado – el rey invocado hasta esta era como el Servant de la clase Archer – respondió desinteresadamente. “Yo tampoco tengo interés alguno en el Grial. Si se trata del verdadero Grial, castigare a los plebeyos que robaron mi tesoro; y si se trata de un Grial falso ejecutare a los ingratos que llevaron a cabo este ritual.”


“Sus sabias palabras me reconfortan, Su Majestad” dijo agradecida. Continuando con la conversación, comenzó a hablar sobre su gente: “Por mil años mi tribu ha vivido en harmonía con la tierra en la que ahora se encuentra construida Snowfield. Incluso la protegimos contra los tiranos del este que buscaban gobernar este lugar. Pero entonces una secta en su gobierno unió fuerzas con esos malignos magos… y en meros setenta años se apropiaron de esta tierra.” Su voz se encontraba llena de una mezcla de ira y tristeza.


Pero al Espíritu Heroico no parecía importarle. “Que podredumbre. No importa que plebeyo reine supremo sobre esta tierra de plebeyos, dado que es parte de mi jardín, y al final regresara a mí. Comúnmente no interferiría en una disputa entre plebeyos… pero si se atreven a poner sus manos en mis tesoros eso es un asunto diferente.”


Como siempre, él solo pensaba sobre sí mismo. ¿Y qué fue lo que la chica pensó sobre ello? No lo encontraba terriblemente molesto, ni era particularmente sorprendente. Solo se comportaba como un rey en todo momento, y por ello nadie podía cuestionar su estatus de rey.


Su carácter indómito inspiraba un poco de algo parecido a la envidia en ella. Calmándose a sí misma dio un paso fuera de caverna. Fuera de ella, tal vez cerca de cien personas en ropajes oscuros se encontraban de pie atentos, esperando su retorno.


La mayoría de ellos tenían piel morena, justo como ella, pero también había algunos de piel blanca y negra entre los presentes. Habían manejado una flotilla de vehículos al fondo del valle y habían rodeado la entrada de la caverna. Claramente no estaban ahí para ganarse la vida.


La gente miro a la chica y al imponente hombre a su lado y – en unísono todos se inclinaron en reverencia ante la chica y el Espíritu Heroico.


“¿Quiénes son estos plebeyos?”


Tiné también se arrodillo ante él respondiendo. “…Ellos son solo miembros de la sociedad que busca revivir a nuestra tribu y derrotar a los magos que han descendido a la ciudad, Su Majestad. He heredado el puesto de mi padre como el representante de esta sociedad. Y así, soy yo quien debo luchar en esta guerra.”


“¿Oh?”


Mucha gente se había arrodillado ante él a modo de veneración en el pasado. Tal vez había recordado como eran las cosas cuando se encontraba vivo. Sus ojos se entrecerraron muy ligeramente como si le estuviera brindando su reconocimiento.


“Aunque todos ustedes son simple plebeyos parecen entender quién es digno de su adoración.”


“No nos atreveríamos a encontrarnos con el esplendor de Su Majestad con algo menos que nuestra más profunda gratitud.”


“Así que deseas utilizar mi poder para tus fines. Parece que te has preparado adecuadamente para la batalla que se avecina.”


“…”


Ella sabía que debería de sentirse honrada por ese comentario, y aun así se sentía intranquila.


El rey se encontraba visiblemente aburrido y no se esforzaba en ocultarlo. Y en ese justo momento, como si deseara confirmar sus sospechas, el Espíritu Heroico hablo: “Pero este Grial es, después de todo, uno falso. Los otros plebeyos que han sido atraídos hasta aquí son mera basura. Aun cuando llevare mi juicio hasta ellos no encontrare alivio a este tedio al hacerlo.”


Para el momento en que termino de hablar en sus manos se encontraba una pequeña vasija.


Todos aquellos que fueron testigos de ello lo recordarían con cariño más tarde. ¿Y de que se trataba? Se trataba de una “pequeña distorsión del espacio, de la cual emergió una sola vasija que cayo directamente en las manos del Espíritu Heroico. Se trataba de una vasija bellamente ornamentada hecho de un material desconocido. Tal vez vidrio chino o cristal – de cualquier forma, era brillante y translucida. Una especie de líquido se encontraba en su interior.


“Si esta guerra solo será una molestia para mí, es adecuado que la trate de esa manera: como un juego de niños. No hay necesidad de que use toda la fuerza de mis habilidades. Hasta que aparezca un enemigo digno de mi poder, pasare mis días en tranquilidad.”



Mientras seguía hablando destapo la vasija y se dispuso a beber su contenido de una sola vez, cuando en ese momento –


Justo en ese momento.


Con una precisión tan perfecta que debió de haber sido obra de la misma maquinación del destino más que de la casualidad –


La tierra rugió.


【. . . . . . . . . . 】


“¿¡!?”


Tiné y sus seguidores miraron hacia el cielo.


Habían escuchado un poderoso rugido en la lejanía – uno con el poder de agitar tanto el cielo como la tierra.


Pero era demasiado bello para considerarse un “rugido”. Era como si un gigantesco ángel o alguien de su raza, o tal vez la Tierra misma, se encontrara cantando una canción de cuna.


Podían darse cuenta de que el sonido provenía de lejos, muy lejos – de los bosques que se situaban al Oeste de Snowfield.


Ese tremendo sonido de vibración, el que acababa con las mismas leyes de la física, era, por alguna razón, algo en lo que Tiné tenía fe. Era como el llanto de un recién nacido, y al mismo tiempo – era casi con seguridad la voz de un Servant muy poderoso.


Archer también quedó inmóvil al escuchar esa voz.


La botella que había conjurado se encontraba en sus labios. Había estado a punto de beberla cuando se detuvo – y fue entonces cuando el rey dorado demostró una poderosa emoción por primera vez.


Incluso aquellos que habían conocido a Archer por algo de tiempo dirían que era algo raro verlo tan emocional. Ese rey entre todos los reyes siempre se encontraba presto para el enojo, y de ninguna manera se podría decir que era alguien centrado – pero el pensar que incluso él podría encontrarse en este estado.


“Esa voz… ¿podría ser?”


Sus ojos se iluminaron con sorpresa, consternación, confusión – y finalmente de regocijo.


“… ¿Eres tú?”


Tiné noto que el aura del Espíritu Heroico flaqueo por un instante mientras susurraba esas palabras.


Pero sin un momento de duda, Archer exudo arrogancia nuevamente, sobrecogedor como siempre. Exploto en un ataque de la más fervorosa risa. El sonido de su risa jubilosa penetró el vasto cielo, más alto cada vez.


Y entonces, después de haber reído lo suficiente –


“¡Ha! ¡Que fortuna! ¡¿Cómo puedo llamar a este hecho sino una prueba más de mi derecho a reinar?!”


Rebosante de deleite y vigor, como si no se hubiera encontrado aburrido unos meros momentos antes.


“¡Regocíjate chica plebeya! ¡Parece que en esta ocasión seré capaz de utilizar toda la fuerza de mis habilidades en esta guerra!”


El rey de los héroes se encontraba sorprendentemente elocuente, tal vez porque se encontraba sobrecogido por la alegría.


“Que placer será el acabarlo todo en un duelo maravilloso… Pero si fue invocado como el guerrero loco, o si… No; ni siquiera lo mencionare. Esto no es un asunto que los plebeyos deban de escuchar.”


Se encontraba de muy buen humor, incapaz de contener su risa, aun cuando era tan arrogante como siempre. Mientras observaba en la dirección de dónde provino el rugido, se dirigió a Tiné quien aún seguía arrodillada a su lado.


“Contémplame Tiné.”


Impresionada de que el Espíritu Heroico se dirigiera a ella por su nombre, Tiné levanto su cara y lo miró.


El rey le lanzo la botella que había estado sosteniendo.


“Es un elixir de la juventud. Imagino que a tu edad no tienes ninguna necesidad de él, pero ahora que hemos llegado a esto no lo necesito tampoco. Se agradecida.”


“¿S-si…? ¡Si, Su Majestad!” Sus ojos estaban llenos de sorpresa


Archer la miro por un momento antes de continuar.


“Si deseas convertirte en mi súbdito, te daré ordenes acorde a tu deseo,” dijo de manera majestuosa. Aunque le daba muy poca atención a la chica, Archer se encontraba de buen humor mientras declaraba su orden real. “Solo eres una simple niña. Actúa como una. Hasta que aprendas los caminos del mundo, será suficiente que observes mi poder de rey con júbilo.” Aunque había un pequeño toque de sarcasmo en sus palabras, aun así eran nada menos que poderosas.


Ella había descartado todas sus emociones en beneficio de su tribu, y aun así, enfrentada a sus palabras, dudó.


Es verdad, a causa de que ella había descartado sus emociones, no podía hacer nada más que mostrar respeto hacia él. Era incapaz de sentir júbilo y por ello dejo caer su cabeza.


“Trataré de hacerlo, Su Majestad” dijo a manera de disculpa. Y así – con eso, un Servant y su Master habían dado un paso hacia el campo de batalla.


Gilgamesh, el Rey de los Héroes, junto con la chica cuya tierra había sido robada.


El rey le lanzo la botella que había estado sosteniendo


Aunque sabían que esta Guerra del Santo Grial era falsa, siguieron adelante, apostando todo lo que tenían.


Desde ese momento en adelante, el rey y la chica reinaron supremos.


Ellos pelearían – para remplazar las mentiras de esta guerra con sus propias verdades.


La batalla de reyes había comenzado.



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