Fate/Zero:Acto 2 Parte 4

From Baka-Tsuki
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-172:38:15[edit]

El refrán que dice “la hora en la que hasta los árboles duermen” no aplica a los Magos y Sirvientes.

El Espíritu Heroico de las sombras, Assassin, tiene más que nadie la mejor comprensión acerca de la complejidad de estar preparado en la obscuridad de la noche.

Especialmente ya que los magos congregados en la ciudad de Fuyuki tienen un doble interés. Erguidas en la cima de la colina del poblado de Miyamachou, ninguna de las casas estilo europeo de los Matō y Tōsaka se quedaba atrás en términos de esplendor.

Maestros aspirando por el Grial, los dos terratenientes usaban, últimamente, algunos familiares de bajo nivel para patrullar izquierda y derecha, día y noche alrededor de sus castillos. Naturalmente, los dueños de las mansiones deben estar listos, así que extendieron múltiples campos de fuerza para detección y defensa incluso en los interiores de las mansiones; deben ser una fortaleza en términos de hechicería.

Irrumpir sin autorización dentro de los campos de fuerza es todo excepto seguro, aun mucho más para la enorme masa de prana que representa un Sirviente. Esencialmente, incluso en sus formas espirituales, debería ser virtualmente imposible escabullirse a través de los campos de fuerza de la fortaleza sin ser detectado.

Sin embargo, lo imposible siempre puede volverse posible. Eso es la habilidad ‘Encubrimiento de Presencia’ de la clase Assassin. Mientras no emane una intención de batalla, Assassin puede suprimir su prana hasta ser imperceptible para deslizarse entre las sombras y alcanzar a su objetivo.

Adicionalmente, para el Assassin de esta ocasión, el Sirviente de Kotomine Kirei, la operación de infiltración de esta noche fue especialmente sencilla. El jardín en el que se infiltraba no era el de los Matō que era considerado desde hace ya un tiempo territorio enemigo. Sino la mansión de Tōsaka Tokiomi, quien era el aliado de su Maestro Kirei hasta apenas ayer. Por supuesto, Assassin también había acordado con Kirei y Tokiomi en engañar a los otros Maestros y permanecer inadvertido. Obedeciendo aquel acuerdo secreto, él había penetrado en innumerables ocasiones la guardia de la mansión Tōsaka. Conociendo todo sobre la disposición de los campos de fuerza, el estaba naturalmente consiente sobre su punto ciego.

En su forma espiritual, Assassin avanzo a través de los múltiples campos de alarma sin ningún problema, riendo ante el destino irónico de Tōsaka Tokiomi. Ese arrogante mago que depositó gran fe en su protegido Kirei, sin embargo no imagino que podría ser mordido por su propio perro.

La orden de Kirei para asesinar a Tokiomi no le fue emitida a Assassin sino hace una hora. Estaba inseguro sobre qué fue lo que causo que Kirei cambiara de opinión, no obstante la convocación del Sirviente de Tokiomi hace unos días debió ser lo que lo provoco. Según parece Tokiomi convoco al Sirviente Archer, pero aparentemente, el espíritu heroico debió ser más débil de lo que Kirei esperaba. Ya que el merito de ls cooperación con Tokiomi había desaparecido, él concordó con la decisión que Kirei había hecho esta noche.

“La prudencia en vano es innecesaria. No tengas miedo en enfrentar a Archer. Es necesario liquidar rápidamente a Tōsaka Tokiomi.”

Esa fue la orden de su Maestro Kirei. Diciéndole al despreciado y más débil peleador, Assassin, no tendrá miedo y no se apresurara – deberá ser fácil traicionar al mal valorado Sirviente Archer convocado por Tōsaka Tokiomi.

A medio camino del jardín, el punto ciego del campo de fuerza por el cual era posible escabullirse se había esfumado. De ahí en adelante, la barrera debía ser destruida por fuerza física, y se podría avanzar una vez removida. Es imposible continuar invisible en forma espiritual.

Tomando refugio sobre las sombras de la vegetación, Assassin regreso de su forma espiritual a su forma física, mostrando su máscara de hueso y su alta y delgada figura. A lo lejos pudo sentir las miradas fijadas en él, diferentes de las del campo de fuerza de la residencia Tōsaka. Los familiares de otros Maestros deben estar observando la mansión desde afuera de las barreras. Mientras él se mantenga inadvertido por Tokiomi, no tiene de que preocuparse por ninguno de los demás fisgones. Los rivales de Tokiomi disputándose el Grial jamás le advertirían sobre la infiltración de Assassin. Si un competidor es vencido, los demás permanecerán como displicentes espectadores.

Deslizándose sin hacer sonido alguno, Assassin extendió su mano hacia el primer ladrillo que conformaba la barre–

Al siguiente instante, aquella mano fue atravesada por una lanza arrojada desde arriba, brillante como un rayo de luz.

“¿¡… h!?”

Un dolor intenso, temor, y sobre todo, sorpresa. El simple ataque de la lanza fue completamente inesperado, Assassin giro su cabeza arriba, buscando por aquel que la había lanzado.

No, no había necesidad de buscar.

En la cúspide del techo de la residencia Tōsaka, una sombra dorada se alzaba magnificente. Ese esplendor divino que incluso roba la dignidad del cielo estrellado y pone en vergüenza a la luna.

La ira de encontrarse herido logró que Assassin olvidara el dolor, pero lo único que podía hacer era temer su abrumadora coerción.

“Tú, gusano que te arrastras por el suelo, ¿de quién buscas el perdón? “ El hombre dorado pregunto indiferente al Assassin que se encuentra escondido en el suelo, mirándolo abajo con un par de desdeñosos y ardientes ojos carmesí.

“Tú no puedes mirarme. Los gusanos solo pueden mirar al suelo cuando mueren, como los gusanos que son.”

Alrededor de la dorada sombra, aparecían más destellos, creciendo en un número incontable. De repente deslizándose a través del aire emergían espadas, lanzas, ninguna de ellas igual a la otra, todas ellas eran armas atesoradas con deslumbrantes ornamentas. Y todas ellas apuntaban a Assassin.

“No puedo vencer”. Sin siquiera pensarlo, Assassin lo noto instintivamente.

Vencer en su contra es imposible. Es estúpido incluso el pensar en enfrentarlo.

Si es capaz de golpear a Assassin, un Sirviente, significa que aquella sombra dorada es definitivamente un Sirviente también. Y si él está impidiendo una invasión a la mansión Tōsaka, entonces su Maestro es Tokiomi– En otras palabras, el debe ser el Espíritu Heroico Archer.

¿No hay razón para temer a ‘Eso’?

En la promesa a su Maestro, Assassin sabía que no existía contradicción en las palabras de Kirei.

Frente a tan abrumador enemigo, el miedo es– si, no hay lugar para el miedo–

Solo puede haber desesperación y abandono.

Cortando a través del aire en un rugido, una infinidad de brillantes hojas comenzaron a caer sobre Assassin.

Assassin sintió las miradas. Los familiares observando desde afuera. El primer Sirviente en caer en la cuarta Guerra del Santo Grial encontró un horrendo fin sin siquiera ofrecer un contraataque, presenciado por los demás Maestros.

Y en el último momento, Assassin lo entendió. La verdadera intención de su Maestro Kotomine Kirei, y… del líder, Tōsaka Tokiomi.


※※※※※


Relajado en una confortable silla de su cuarto, Tōsaka Tokiomi escucho el rugir de los incalculables Fantasmas Nobles perforando el suelo, desgarrando la carne en pedazos.

“Bien, las cosas empiezan a ir a nuestro favor. Ahora…”

El mago mencionó a sí mismo, con un aire dorado resplandeciente diferente de aquel bajo la sombra de la lámpara.

Solo por su presencia, la figura dorada destacaba en la habitación tenuemente alumbrada, justo como aquella figura en el techo que acababa de ejecutar al invasor. Cambiando a su forma espiritual para regresar al cuarto de Tokiomi, y de nuevo regresando a su forma física, el sirviente Archer se situó orgullosamente junto a su Maestro, quien mostraba un semblante de satisfacción.

La figura mirando a su alrededor es alta y dignificada, vistiendo una dorada armadura. Es un joven hombre de cabellos alzados como una ardiente flama color dorada, apuesto con un rostro elegante. Sus ojos, carmesís como la sangre, son visiblemente no los de un humano, y a lo que sea que observen no puede más que marchitarse frente a su misterioso esplendor.

“Me hiciste realizar una tarea extremadamente insignificante, Tokiomi.”

Tokiomi se levantó de su silla y se inclino respetuosa, pero elegantemente.

“Lamento la molestia, rey entre los reyes”

Como un Maestro a su Sirviente convocado, tales modales eran mucho más humildes de lo esperado. Sin embargo Tōsaka Tokiomi expreso sin reserva su gratitud al Espíritu Heroico. Como alguien de un preciado linaje, Tōsaka Tokiomi puede discernir perfectamente el significado de “nobleza”. El es el huésped de honor que Tokiomi ha convocado para ganar este Cuarto Toque del Cielo, no un humilde sirviente, sino el más grande héroe.

Este hombre, Archer, en la era actual, es el “Rey de los Héroes”, Gilgamesh. El tirano que gobernó la antigua Mesopotamia, mitad divino, mitad humano. Como un héroe, alojado en las raíces más remotas de la humanidad, él es entre todos el más antiguo de los reyes.

Tokiomi cree firmemente en el valor de la nobleza. Incluso con la supremacía de los Sellos de Comando, o con el mejor contrato, nada puede superar el rango. Sin importar si él fuera un Sirviente, aquel dorado joven hombre era quien merecía los más grandes honores.

“El resultado de los eventos de esta noche nos evitara muchas complicaciones. Al haber atestiguado el poder del “Rey de los Héroes”, ningún perro cuerdo tratara de morder en vano.”

“Mmm...”

Archer apreció la verdad en las palabras de Tokiomi. Con su actitud enaltecida, Tokiomi, perdido en adulación más allá de la necesaria, no tiene esperanza en esta era. Eso era algo que el Rey de los Héroes podía entender.

“En poco tiempo, las bestias de campo entenderán quien es el verdadero león cazador. Por favor ten paciencia hasta entonces.”

“Muy bien. Caminare para deshacerme del aburrimiento. Esta época parece bastante interesante.”

A las palabras de Archer, Tokiomi exhibió su leve irritación con una agria mirada.

Ciertamente, el Sirviente con el que había formado un contrato era el más fuerte. Sin embargo realmente le molestaba cada vez que deambulaba lejos para saciar su egoísta curiosidad. En la época actual, él no ha pasado ni una sola noche tranquilo en la mansión de los Tōsaka. Tokiomi dedico un gran esfuerzo para mantener a Archer dentro de la mansión para la incursión de Assassin esta noche.

“¿…Esta era te complace?”

“Su fealdad no tiene solución. Pero mantiene amor así como es. Lo que es primordial es sí contiene o no un tesoro merecedor de mi fortuna”

Fanfarroneando con una cínica sonrisa, Archer mira a Tokiomi con sus rojos ojos llenos de divina autoridad.

“Si no existe un solo tesoro digno de mi preferencia en este mundo- el precio que pagaras por convocarme en vano a esta era será alto, Tokiomi.”

“Descansa tranquilo. El Grial definitivamente captara tu atención, Rey de los Héroes.”

Confiado, Tokiomi respondió sin miedo alguno.

“Eso lo decidiré yo… Bien, eso me bastara. Por el momento, hare lo que dices. Todos los tesoros en este mundo me pertenecen. Dependiendo qué tipo de tesoro sea este Santo Grial, no ignorare a unos mestizos luchando por él.”

Con esa altanera declaración, el Rey de los Héroes dio vuelta a sus suelas y cancelo su forma física, desvaneciéndose como la niebla.

“Yo seré tu león, y espero ser entretenido. Te dejare los detalles a ti, Tokiomi.”

Tokiomi inclino la cabeza a la ensombrecida voz sin sombra. Y no detuvo su reverencia hasta que la presencia del Espíritu Heroico había desaparecido el cuarto.

“… Vaya, vaya.”

El mago suspiro profundamente cuando la presión del hombre dorado había desaparecido.

Cuando a un Espíritu Heroico se le atribuye una clase en la época actual el Sirviente recibe ciertas habilidades. Estas destrezas son habilidades tales como ‘Encubrimiento de Presencia’ de Assassin, ‘Creación de Territorio’ de Caster, y Saber y Rider ‘Cabalgar’. De la misma manera, un Sirviente asignado con la clase Archer en el presente posee la habilidad única de ‘Acción Independiente’.

Esta habilidad le da la capacidad de poder ser desconectado del prana de su Maestro y actuar con autonomía; esto es muy útil, por ejemplo, sí un Maestro necesita concentrar todo su prana en un hechizo masivo, o sí el Maestro queda herido e incapaz de suministrar suficiente prana. Por otro lado, se vuelve más difícil para el Maestro obtener la compañía del Sirviente y tenerlo completamente bajo su control.

Como un Archer, la habilidad de ‘Acción Independiente’ de Gilgamesh es de rango A. Tan solo con esto, tiene la capacidad de utilizar su Fantasma Noble a voluntad en batalla y aun permanecer en el mundo actual sin el apoyo de su Maestro… Al mismo tiempo, el Rey de los Héroes puede ignorar la inclinación de Tokiomi y pasear por la Ciudad Fuyuki a su gusto. Constantemente aparatados el uno del otro, Tokiomi jamás esta consiente del paradero de su Sirviente, ni de lo que sea que esté haciendo.

Sin el más mínimo interés en su propio mundo, Tokiomi no puede entender que tipo entretenimiento podría encontrar un hombre como el Rey de los Héroes por tan solo caminar observando la vida de las personas.

“No importa, por ahora, puedo hacer que Kirei se haga cargo. Todo va según lo planeado por el momento.”

Riendo en voz baja, Tokiomi miro bajó al jardín a través de la ventana. El exceso de destrucción que se desencadeno con la irrupción de Assassin hizo que la escena pareciera como si hubiera habido un bombardeo.


※※※※※


“¿Assassin – a muerto?”

Decepcionado de lo rápido que había terminado, Waver Velvet observaba atónito.

Hasta hace unos momentos, se encontraba espiando los insospechados sucesos que tenían lugar en la mansión Tōsaka, y ahora su visión ha regresado al cuarto al que ya se ha acostumbrado – en el segundo piso de la casa de la vieja pareja con los que vive como paracito. La imagen que estaba detrás de sus globos oculares hasta ahora provenía de la visión de un roedor que ocupaba como familiar. Ese tipo de hechicería no era nada espectacular para Waver.

Con el inicio del Toque del Cielo, para Waver era obvio que el primer paso sería observar las mansiones Matō y Tōsaka. Existe una alejada villa perteneciente a los Einsbern en las afueras del bosque, sin embargo el mago del norte aun no arribaba, no había razón para observar un lugar deshabitado.

Nada se había movido en ambas casas, y los Maestros comenzaban a cansarse de la espera, pensado si incursionar contra los Tōsaka o los Matō; esas eran tan solo ilusiones que facilitaban la observación, sin embargo no esperaban que algo en realidad sucediera.

“Hey Rider, sucedió algo nuevo. Se dio la primer baja.”

El gigante, a pesar de ser llamado, se encontraba tumbado en el suelo, y tan solo respondió con un “Hmf” carente de motivación, ni siquiera girando la mirada.

“…”

Waver quedo francamente enfurecido.

Su Sirviente no había hecho nada más que descansar sus adoloridos músculos todo el día en su cuarto –que hablando estrictamente, era el cuarto de otra persona, pero olvidemos ese detalle por ahora- y Waver simplemente no podía calmarse. Incluso cuando ya se le había ordenado volver a su forma espiritual cuando no estuviera haciendo nada, Rider se había rehusado, alegando que se sentía “más cómodo en su forma materializada”, así que se encontraba exhibiendo su gigantesco cuerpo todo el tiempo. El tan solo molestarse en la materialización significa una gran cantidad de prana perdida del Maestro para mantener a su Sirviente; eso realmente no era un problema para Waver, pero en ese sentido, Rider es bastante desconsiderado.

Lo que era imperdonable era lo que Rider hacia mientras gastaba el prana de Waver, lo que era… nada, de hecho. Incluso con Waver disgustado, él estaba simplemente descansando, relajado, despreocupadamente comiendo de un plato y viendo un video rentado. ¿Eso te parece un Sirviente?

“Hey, ¿qué no me oíste? Se cargaron a Assassin. ¡El Toque del Cielo ha iniciado!”

“Hmm.”

“… ¡Hey!”

Escuchando a Waver alzar la voz de la emoción, Rider al fin giro la mitad de su cuerpo.

“Aja, ¿y qué hay con ese tal asesino? Una rata escondida no es algo que se considere un gran enemigo.”

“…”

“Como sea, chico, lo que sí es increíble es eso, mira.”

Rider gira de regreso para observar el CTR mientras habla con más interés. El casete que se reproduce es “un autentico relato de la fuerza aérea mundial, parte 4”… Con una manía por los asuntos militares, Rider ya había puesto sus manos sobre todo lo relacionado, libros, imágenes. Por supuesto, proporcionarlo era problema de Waver. De otro modo el gigantesco Sirviente saldría a buscarlo a una librería o tienda de video, algo con lo que no estaba de acuerdo el Maestro.

“Eso, esa gran cosa B2 negra. Es maravillosa. Estoy pensando en comprarme diez de esos.”

“–Mejor ve y cómprate un país si tienes todo ese dinero.”

Waver escupió la respuesta en su frustración, mientras que Rider puso un rostro serio, murmurando “Es verdad…”

“Por supuesto, los fondos son un asunto importante… Tal vez debería saquear una ciudad tan rica como Persépolis.”

Aparentemente, aquel tipo, Rider, en verdad estaba considerando conquistar el mundo y hacía su investigación acerca de las guerras en la época actual. Incluso la información que había recibido del Grial tenía sus límites. Para empezar, no tenía idea del posible costo de un bombardero furtivo.

“Para las cuestiones más urgentes, ese hombre Clinton es un enemigo formidable. Podría ser incluso un enemigo más duro que el Rey Darío.”

“…”

Waver ha soportado dolores de estomago desde el momento en que convoco aquel Sirviente. Seguramente terminaría con una ulcera estomacal para el momento en que obtuvieran el Grial.

Excluyendo al gigante delante de él fuera de su conciencia, Waver trató de pensar positivamente. De cualquier forma, era una buena noticia para Waver que Assassin fuera el primero en caer. Waver está consciente de su propio Sirviente, Rider, con sus habilidades, tiene un estilo de ataque puramente frontal en una batalla. Con eso en mente, un enemigo capaz de planear trucos inteligentes es una mayor amenaza. Y esa era prácticamente la definición de Assassin. Un Sirviente Caster desconocido es también un problema, pero un Assassin que ataca sin siquiera mostrarse era la amenaza más directa.

Las tres principales clases de caballeros, Saber, Lancer, Archer, y Berserker que solo destruye a su paso, no son de temer. Las habilidades de Rider y sus Fantasmas Nobles son suficientes para acorralarlos y vencer. Todo lo que resta es descubrir el verdadero nombre de Caster-

“-Y dime, ¿cómo murió Assassin?”

Sentado con las piernas cruzadas, Rider lanzo un ataque sorpresa a Waver con su repentina pregunta.

“¿… Eh?”

“Si, el Sirviente que venció a Assassin. ¿Es que no lo viste?”

Waver vacilo. El si lo había visto- pero, ¿que fue exactamente lo que vio?

“Debe ser el Sirviente de Tōsaka… Supongo. Parecía fuerte y agresivo, luciéndose con todas esas cosas doradamente brillantes. Duró solo un instante, así que no estoy seguro…”

“Eso era lo importante, tonto.”

A unísono con la sorprendida voz, algo impacto junto en medio de las cejas de Waver. El dolor completamente inesperado y la sorpresa hicieron que Waver cayera de espaldas y aterrizara sobre su cara.

Había sido el dedo medio de Rider. Doblándolo con el pulgar y después liberándolo: un impacto de lleno en la frente. Por supuesto había sido propinado sin fuerza. No obstante, cuando se trata del dedo de Rider, duro como un tronco de pino, la piel de Waver se inflamaba roja del golpe.

Violencia de nuevo. Abuso corporal de nuevo. Waver quedo confundido entre el miedo y el frenesí, quedando sin palabras. Esta era la segunda vez que había sido golpeado por su Sirviente. Esta era la segunda vez en toda su vida. Incapaz de respirar apropiadamente debido al enojo, Waver abría y cerraba su boca como un pez. Ignorando que tan molesto estaba su Maestro, Rider tomo un profundo, gran suspiro.

“Sabes, si peleo, es para vencer y sobrevivir. ¿Qué sucederá si no puedes observar apropiadamente?”

“…h”

Waver no contesto. Rider estaba en lo correcto. El no quería oírlo de un Sirviente que no hace nada más que recostarse, comer pasteles, ver videos y leer, pero era verdad que había enemigos que podrían volverse un problema.

“No importa, olvídalo. Aquel dorado y brillante o como sea, ¿Qué impresión te dio?”

“Te…, te dije que...”

¿Cómo podía el haber entendido algo en ese instante?

Para empezar, el ataque que envió a Assassin al olvido es probablemente un Fantasma Noble. Incluso a través de los ojos del familiar, había presenciado una enorme explosión de prana.

Aun así el número de armas que abatieron a Assassin-

“… Oye, Rider, usualmente los Sirvientes sol tienen un Fantasma Noble, ¿no?”

“Generalmente, si. Algunas veces, hay Espíritus Heroicos que logran obtener dos o tres. Yo por ejemplo, soy uno de esos casos.”

Es verdad, la noche en que apareció en la época actual, Rider le mostro a Waver un Fantasma Noble y menciono que no era su único as bajo la manga.

“Aunque, no tiene importancia considerar el numero de Fantasmas Nobles. Como debes saber, lo Fantasmas Nobles son la cristalización de los hechos históricos y anécdotas que hicieron famoso al Espíritu Heroico, eso no significa que deba ser un arma; puede ser una habilidad especifica o un medio único de ataque.”

“… Así que, lanzar diez o veinte armas al mismo tiempo ¿podría ser un “Fantasma Noble” por si mismo?”

“Una espada que se separa en un número infinito, ¿dices? Podría suceder. Tiene el potencial para ser un “Fantasma Noble”, si.”

“…”

Aun así, lo que derroto a Assassin es algo diferente. Waver pudo observar con los ojos del familiar que las armas arrojadas no eran todas idénticas. Eso no era multiplicación. Todas eran armas únicas.

¿Podrían todas haber sido Fantasmas Nobles después de todo? Eso no podría ser posible. No eran solo una o dos espadas cayendo sobre el escurridizo Assassin.

“No importa, está bien, ya lo sabremos cuando descubramos la verdadera identidad del enemigo.”

Riendo de corazón, Rider golpeo a Waver, que pensaba profundamente, en la espalda. El impacto sacudió su columna vertebral y el pequeño mago comenzó a asfixiarse. El impacto esta vez no era humillante, sino Waver pudo notar un poco de gentil apreciación. “¿¡Ya, ya terminaste!?”

“Bien. Mi corazón esta alegre.”

Rider remarco descuidadamente con una osada sonrisa.

“Comida y sexo, dormir y pelear- disfruta como te plazca. Ese es el secreto de la vida de un hombre.”

“…”

Waver no encontraba la diversión en eso. O mejor dicho, él no había experimentado dos de esas cosas.

“Muy bien, busquemos por un poco de diversión afuera.”

Tronando los músculos detrás de su cuello, el Sirviente gigante se estiraba a todo lo largo.

“Partiremos hacia el frente. Prepárate.”

“El, frente… ¿Dónde?”

“Hacia allá por supuesto, donde mas.”

“¡Estás loco!”

De pie y casi alcanzando el techo, Rider miro abajo al enojado rostro de Waver y sonrió.

“Tú no eras el único que observaba el fuerte Tōsaka. Eso significa que ya se sabe de la muerte de Assassin. Ya todos deben haberse cansado de estar cuidándose por un ataque desde las sombras, así que empezaran a moverse al mismo tiempo. Nosotros los encontraremos y los cazaremos.”

“Encontrar y Cazar… Como si fuera tan simple…”

“Yo soy Rider. Tengo supremacía sobre los otros Sirvientes que van a *pie*, ¿lo sabes?”

Con esa exageración, Rider desenfundo la espada atada a su cintura. Percatándose que estaba a punto de llamar aquel Fantasma Noble, Waver confundido lo detuvo.

“¡Esperaesperaespera! No puedes hacerlo aquí. ¡Volaras la casa entera!”


※※※※※


Aquella noche, el esperado visitante apareció en la iglesia de Fuyuki en la cima de la colina en los suburbios de Shinto.

“Acorde con el acuerdo del Toque del Cielo, yo, Kotomine Kirei, solicito la protección de la Santa Iglesia.” “Y yo acepto. Conforme a mi deber como supervisor, yo, Kotomine Risei, garantizaré tu seguridad. Ven adentro.”

Para los dos hombres que habían preparado todo, esta era una risible farsa, pero no podían estar seguros si habría alguien espiando la puerta. Kotomine Risei fingió estrictamente su rol como supervisor con un rostro inmutable, e invito a su hijo, debilitado por su derrota como Maestro, dentro de la Iglesia.

Con varios residentes forasteros, Fuyuki tiene muchas más personas asistiendo a la iglesia que otros pueblos; a pesar de estar en el Lejano Oriente, la iglesia de Fuyuki es el centro de las creencias de la Europa Occidental, dándole un genuino esplendor. Sin embargo, el lugar de descanso de los cristianos ordinarios no es más que un camuflaje, ya que la capilla había sido construida por la Santa Iglesia específicamente para el Toque del Cielo. Siendo el tercer mejor lugar espiritual, iguala a la mansión del Segundo propietario de estas tierras, la familia Tōsaka.

Obviamente, el Padre que ha sido asignado y tomaría la supervisión de la lucha a muerte entre Maestros y Sirvientes seria un miembro de la Asamblea del 8vo Sacramento. En otras palabras, el sacerdote que ha estado administrando los servicios diarios religiosos para los cristianos ordinarios es no otro que Kotomine Risei.

“Veo que todo ha continuado sin contratiempos.”

Guiando a Kirei a través del hogar del sacerdote, el Padre Risei abandono su actuación y asintió con un rostro serio.

“Padre, ¿Quién está cuidando la iglesia?”

“Nadie. Este terreno neutral tiene inviolabilidad garantizada. La Santa Iglesia disuade a los Maestros de interferir innecesariamente. Aun más importante que eso, los derrotados no son de ningún interés.”

“Entonces, podremos estar tranquilos.”

Sentándose en la silla que se le había ofrecido, Kirei suspiro profundamente. Entonces–

“No deberíamos relegar la vigilancia, para estar seguros. Siempre debería haber alguien.”

Hablando con un frio y comandante tono a la nada. Por supuesto sus palabras no iban dirigidas a su padre. El Padre Risei junto a él no encuentra el discurso de su hijo como extraño.

“–Además, ¿Estaba alguno observando la escena?”

“Si, esa fui yo.”

Esta vez, una voz respondió a la pregunta de Kirei que aparentemente le hablaba a un espacio vacío. Una mujer. Escondida en una esquina de la habitación, una mujer apareció en ropas negras que perecían hervir.

Ni Kirei o Risei levantaron una ceja frente a su aparición. –Pero la presencia de la mujer era una que no debería estar ahí.

Un largo manto negro envolviendo una delicada estatura, una máscara de cráneo simbólica que oculta su rostro, ese atuendo es sin lugar a dudas del Espíritu Heroico del asesinato, Hassan-i Sabbāh.

“Hubieron rastros de cuatro diferentes tipos de familiares en el sitio en que murió Assassin. A mi parecer al menos cuatro Maestros atestiguaron la escena.”

“Hmm… Nos hizo falta uno.”

Entrecerrando la mirada al pensar, Kirei observo a su padre que se encontraba a su lado.

“La ‘Tabla Espiritual’ definitivamente indico la aparición de los siete Sirvientes, ¿No es así Padre?”

“Si, sin duda. El ultimo, ‘Caster’, apareció hace dos días. Como es usual, no fueron mencionados los nombres de los Maestros, pero todos los Sirvientes de esta Guerra del Grial deben estar presentes.”

“Ya veo…”

Kirei hubiera preferido que las cinco personas hubieran atestiguado la farsa de esta noche.

“Vigilar la mansión de cada una de las tres familias principales debería ser algo básico para todos los Maestros participando en el Toque del Cielo.”

La mujer en la máscara de hueso parada a su lado – Aquella que no puede ser nadie más que Hassan-i Sabbāh pronuncio su opinión.

“Si existe alguien con el valor para ignorar su defensa de esa manera, son demasiado descuidados para enfrentarse con nosotros los Assassin. ¿Es esta conclusión satisfactoria?”

“Mmm.”

Si el Maestro Kotomine Kirei había perdido a su Servant, los Sellos cavados en su mano deberían haber desaparecido. Sin embargo los tres obscuros estigmas continuaban labrados.

Por lo tanto… El Sirviente Assassin no había sido aniquilado. Así que la mujer enmascarada que actualmente servía a los dos Kotomine debería ser la verdadera Hassan-i Sabbāh.

“¿Es lamentable que aquel hombre muriera?”

La mujer sacudió la cabeza con un aire de indiferencia a la pregunta de Kotomine.

“Aquel hombre era uno de nosotros Hassans que no tenía ningún fuerte en particular. Perderlo solo a él no nos afecta como un todo. Aun así–“

“Aun así, ¿qué?”

“No puedo decir que su muerte nos afecta, pero una pérdida es una pérdida. Podrías pensar que es como perder un dedo. No deseo pensar que fue un sacrificio en vano.”

Kirei escucho atentamente la creciente protesta de la mujer a través de su humildad. Por supuesto no era irracional.

“No fue en vano. Puedes engañar otros Maestros sacrificando un dedo. Todos ellos creen que Assassin ha caído. ¿No crees que ustedes ahora puedan llevar el rumbo de la batalla encubierto?”

“Es cierto, habla con la verdad.”

La mujer en ropas negras inclino profundamente la cabeza.

Esta vez, pensando que Assassin ha sido removido de la batalla, nadie esperaría que el Espíritu Heroico de las sombras aparezca a atacarlos detrás de sus espaldas. Quien imaginaria– que el Sirviente Assassin aun estaría arrodillado frente al Maestro que había huido a la iglesia.

Incluso para aquellos que competían por el milagro llamado el Toque del Cielo, esa era evidentemente una extraña situación.

De hecho, el nombre de Hassan-i Sabbāh no se refiere a solo una persona. El nombre Hassan, que significa “hombre viejo de la montaña”, fue una vez la raíz de la palabra “Assassin (Asesino)”, un nombre transmitido al líder de un grupo de asesinos del Oriente Medio. Esto significa que históricamente, existen varios Espíritus Heroicos con el nombre de Hassan. Por supuesto, no es ningún milagro que exista una mujer Hassan.

Pero como una regla general, sólo puede haber un Assassin convocado para el Toque del Cielo. Teóricamente es posible tener control sobre dos Sirvientes tomándolo de otro Maestro, pero poseer dos Assassin simultáneamente significa que obviamente la regla ha sido quebrantada.

“En cualquier caso, esto indica el inicio de las hostilidades.”

La exagerada voz del dignificado viejo sacerdote estaba llena de anticipación por la victoria.

“El cuarto Toque del Cielo ha comenzado. Al parecer estos viejos huesos míos serán testigos de un milagro esta vez.”

Incapaz de compartir el entusiasmo de su padre, Kirei miro silenciosamente en una esquina levemente iluminada de la casa del padre.


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