Maru-MA Volumen 02 Capítulo 7

From Baka-Tsuki
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Si te enamoras de una chicha de la isla,

El volcán Van Dar Via hará erupción.

Aunque ella no pueda cruzar el mar contigo,

Alza la vista y canta la misma canción hacia el cielo.

Oh, sí, esta es la isla de ensueño Van Van Van dar Via.

Visítala una vez y nunca lo olvidaras. (Mantener con palmas)

Esa es la canción N°1 de Van dar Via.

Aunque no estoy seguro sobre todo eso de la isla de ensueños. Digo, se ve como uno de esos lugares construidos encima de un vertedero.

—¡Esto no tiene NADA de isla de ensueños! —Digo jadeando por aire, mis pies parecen de plomo. Pero el eterno sendero de la montaña continúa hacia arriba, y ni las quejas o los gritos van a cambiar eso.

Arribamos a eso de las cuatro y media en una playa arenosa que no tiene salida a ningún puerto o muelle. Cuatro marineros chorreando sudor, agua de mar y una variedad de desconocidas algas. Como nos veíamos bastante extraños, nos limpiamos en una cabaña abandonada en la playa e inmediatamente nos dirigimos a la montaña luego de una breve siesta.

Comenzamos bien, mal informados por Conrad sobre un camino pavimentado y afirmaciones de que incluso un niño podría subir a la cima sin esfuerzos.

—Cualquier niño que pueda subir esto sin esfuerzo debe de estar en la lista de niños extraordinarios alrededor del mundo.

—¿Qué quiere decir? Un sendero en la colina como este no llega ni a considerarse entrenamiento de escalada.

See, pero los estudiantes de primer año de secundaria alta normalmente no se entrenan para la escalada.

—Tendremos tiempo de sobra si lo escalamos antes del mediodía.

—¡Pero soy un invalido! Digo, ¡vomité todo lo que tenía en el estómago antes! ¿No es esto un poco duro?

—Eso es porque Su Majestad fue glotón y se atiborró de una comida completa.

Tuve cólicos por llenar de comida un estómago que no había tenido nada dentro por casi dos días. Así que ahora mi doble de riesgo está acompañado de un charco de lo que mi cuerpo rechazó violentamente gracias a mis excesos, en una habitación de clase baja en un crucero de lujo.

El sol alto sobre nuestras cabezas chamusca mis cabellos y siento punzadas en la nuca por el calor. Llamar al pavimento bajo mis pies liso seria expandir demasiado el término.

—No lo puedo creer, Dios. Es como la vez que tuve que caminar el viejo sendero a Hakone[1]. Ese también era increíblemente escarpado, estaba casi seguro de que era un sendero para animales.

Excepto que aquí en esta isla tropical de ensueños el camino serpentea por bosques de árboles de hojas espesas.

Van dar Via es una isla volcánica de alrededor de cien quilómetros de diámetro, bendecida con muchas termas y un mar lleno de comida marina. Su economía se basa en el turismo. De las islas que recuerdo de mi Atlas, diría que es del tamaño de Erromanga en la Republica de Vanuatu. No tengo idea de si cien quilómetros es grande o chico para una isla. En todo caso, es perfecta para un centro turístico.

Josak, que va a la cabeza dirigiéndonos y escala solo, voltea y saluda exageradamente.

—¡Hay un área de descanso aquí adelante!

—¡¿Qué tan lejos es “aquí adelante”?!

Cuando no viste ropas de mujer Josak es verdaderamente fuerte, de verdad que tiene el físico ideal para un outfielder. Su agilidad y rapidez limitarían cualquier hit a un single. Creo que probablemente es fuerte incluso trabajando de en cubierto. Fue una sabia decisión de mi parte no haber bailado con él.

Luego de un desagradable y largo camino para llegar “aquí adelante”, el lugar de descanso aparece.

—¿Una… casa… de té…?

Está abierto.

La casa de té, que tiene una abundante cantidad de alfombras rojas, se ve como las casas de té de los dramas históricos donde los emperadores y shogunes se detienen a beber té y comer dangos[2].

Me dejo caer despreocupado y exhausto, y pido sin siquiera mirar el menú.

—Señorita, té y dangos.

—¿Mmm?

La señorita de la casa es linda, tiene el cabello largo y ojos azules. Trae galletitas y té rojo.

—…Así no era…

Conrad y Josak levantan la porcelana blanca hasta sus labios con aire despreocupado, pero Wolfram y yo estamos temblando hasta la punta de los dedos y no tenemos ni siquiera fuerzas para sorber nuestras bebidas.

Aun sosteniendo la bandeja, la hermosa propietaria mira nuestro grupo con interés, dos llenos de energías y dos marchitos y decaídos. Siendo que yo fui el primero en hablarle dirige su consulta hacia mí.

—Probablemente ya lo saben, pero el templo portable para el festival se llevará a la próxima montaña, no a esta.

—¡¿Eh?! ¿Así que este lugar no tiene nada que ver con el festival?

—Esa montaña es el volcán inactivo. Esta tiene cuatro o cinco hoteles con termas, pero eso es todo.

Hay otro edificio de aspecto rustico a unos cuantos metros de este, más hacia adentro.

—¡¿Entonces vinimos al lugar equivocado?! No sé si pueda sobrevivir la aventura de volver a bajar…

Wolfram tiene su taza agarrada con las dos manos y está sentado sin moverse con los ojos fijos.

—…Y parece que él ya está en el otro mundo.

—Este no es el lugar equivocado. Nuestros asuntos no tienen nada que ver con el templo o la montaña vecina.

—¿Entonces no estamos yendo a ese templo tipo panteón del panfleto que la asociación de turismo estaba entregando?

—¿Quería verlo? Lo siento.

Conrad coloca su taza de nuevo en el platillo. Josak asiente apoyando a su amigo de la infancia y le hinca el diente a una galleta que luce chamuscada, entregándose a la tarea de reponer calorías.

—No pensé que estuviera interesado en un templo portable en llamas que arrojan al volcán inactivo. Lo que estamos buscando es la cima de esta montaña, no el emotivo Festival del Fuego.

Un templo portable en llamas… ahora como que quiero verlo.

—¡Oh, pero no pueden estar diciendo que irán a la cima de la montaña!

La propietaria palidece.

—¡Las termas en la cima han sido clausuradas y no hay nada más que ver ahí! Bueno, supongo que aún hay un estanque con peces, pero…

—¿Clausurada? ¿Desde cuándo? ¿Pasó algo?

Ella echa un vistazo a Conrad, aparentemente ha decidido que él es la persona a cargo de mí.

—Una noche de verano hace cincuenta o sesenta años, una luz roja cayó del cielo dentro del estanque, ¿ven?, y las termas hirvieron por tres días y tres noches.

—¡¿Era un meteorito?!

La mujer sacude la cabeza con fuerza y baja la voz en un vago intento de sonar más dramática.

—¡…Era un demonio!

—¿Demonio?

—Sí. Desde entonces nadie ha sido capaz de entrar a esas termas. Si lo hacen, es como si fueran atacados por un rayo y sus cuerpos se entumecen por completo. En los peores casos sus corazones se han detenido o se han quemado horriblemente. Solo hubo una persona capaz de llegar a la parte más profunda de la terma sin tocar el agua caliente, y vio un demonio. Era plateado y brillante, y cuando intentó agarrarlo se desmayó al instante.

¡¿Plateado y brillante, y si lo agarras te hará desmayar?!

—Cuando lo encontraron estaba como muerto, y desde entonces solo continua murmurando cosas sin sentido. La quemadura en su cabeza sanó hace mucho tiempo, pero él sigue gritando “¡la cara, la cara!”.

Eso es mil veces más aterrador que las historias de Inagawa Junji[3]. Pero mi cerebro se va hacia otros rumbos y concibe una teoría: no es un demonio, sino una espada demoniaca. Lo que significa que cuando se termine la operación maken: ¡listo! Tomamos la espada y nos vamos a casa, y pueden reabrir las termas de paso.

Hará a Shin Makoku lo suficientemente poderoso como para no tener que preocuparnos de que otros países intenten invadirnos de nuevo. Y como extra, levantará mi estatus como rey, así que es ganar o ganar.

—Quédese tranquila, señora, estamos en un viaje para exorcizar a ese demonio. Una vez lo hagamos los turistas serán capaces de disfrutar de las termas en paz y tranquilidad de nuevo.

—…Si es capaz de lograr poner las manos en el acero durmiente.

—¡Josak!

—Pero es la verdad. Docenas de personas ya lo han intentado y han salido heridas, ¿no es así? No puedo asegurar que el joven lord aquí presente va a salir ileso —advierte imperiosamente el guardia de la capital y se ríe como el conejo de Warner[4] ante sus propios presagios dañinos—. Bueno, no se preocupe mucho por eso. Si le pasa algo simplemente lo ataremos al bote y lo arrastraremos de vuelta a casa con nosotros.

—¡Josak! ¡Tus comentarios groseros se están pasando de la raya!

Inmediatamente comienzo a aplaudir.

¡Eso es, la solución es un bote!



Afortunadamente varios botes con la pintura blanca descascarada han sido abandonados en el estanque de los peces en la cima.

—…Bueno, todo lo que necesitamos es algo que no nos haga terminar en el fondo del lago.

—¡Eso es! ¿Qué tiene si es un poco viejo? Aun es mucho mejor que un barco embarrado.

—¿Una pala, alguien ve una pala en algún lado? ¡¿Algo para sacar fuera el agua si se filtra?!

Ay hombre, este guardia de la capital, al menos estaba mas callado vestido de mujer. Aunque él puede hacer de ambos Ogin y Tobizaru[5], eso es bastante conveniente.

Un pez enorme irrumpe en la superficie del lago musgoso. Ahora que puede tener una vida pacifica con sus archienemigos lejos, parece que ha evolucionado de una carpa a un atún.

Escalamos la tosca barricada para llegar a la orilla de las termas en la cima. La pared de la entrada esta toda escrita. Las líneas rojas y amarillas no tiene ninguna clase de significado para mí.

—¿Qué significa todo eso que está escrito?

Josak lee en un tono monótono: —Estuvimos aquí, ey, ey, ey, somos temerarios, urra.

—Que osados, ¿he?

La entrada continúa directo a una cueva donde se forman estalactitas tanto en las paredes como en el techo. Es espaciosa y lo suficientemente grande par que no sienta claustrofobia, pero aun así es excepcionalmente aterradora a causa de que la luz de afuera no llega adentro. Alumbramos con antorchas mientras avanzamos.

El vapor denso del agua caliente lo cubre todo.

—Comúnmente conocida como un baño natural a gran escala, es como un parque temático con termas.

—Auch.

Conrad presiona la parte trasera de su mano donde le ha salpicado agua caliente del remo.

—¡¿De verdad esta tan caliente?! ¡¿Esto no es un baño con agua hirviendo, o si?!

—¡Su Majestad, tenga cuidado…!

Saco un dedo del bote y lo meto en el agua. Esta templada, una linda temperatura para un baño.

—No está tan caliente.

—¿Está bien?

Siempre he sido impaciente, así que me gustan los baños bien calientes.

—Nada de que preocu-- ay, ¡auch!

De repente siento un dolor agudo y el entumecimiento que baja simultáneamente por mi muslo, como si me hubiera picado un ciempiés. Creo que un par de gotas cayeron de mi dedo cuando lo estaba sacudiendo.

—¡Ayy, auch! ¡Está caliente, quema, quema, quema! ¡Eso sí que se siente como un shock! ¡Como si me hubiera picado una aguaviva… o no, una carabela portuguesa[6]! ¡Definitivamente una carabela portuguesa! ¿Pero por qué no le paso nada a mi mano? ¿Por qué no estaba caliente cuando lo toqué con la mano desnuda?

¿Por qué esta bien mi mano cuando mi pierna es un total desastre aunque me protegen los pantalones?

—Mi mano también se está entumeciendo. ¿Ve? Se está inflamando.

—¡Sip, lo veo! ¿Me pregunto si eso significa que estas termas son ácidas?

Aunque un poco de acidez en el agua es bueno para la piel no se me ocurre ninguna buena explicación.

Me saco los zapatos y las medias y meto mi dedo gordo a modo de experimento.

—…Está bien…

—Esto es un problema.

—¿Por qué?

Intento metiendo los dos pies dentro. No siento nada más que el calor del agua.

—Vinimos luego de recibir la información de que el maken Mörgif estaba aquí en la cima de esta montaña. Las historias locales también parecían indicar que el demonio en las termas era Mörgif. Así que me temo que la transformación especial del agua caliente es cosa suya.

—¿Eh, así que puede hacer cosas como esa? Eso realmente suena como la maken.

—No hay tiempo para ponerse a admirarla. Recuerda el hecho de que solo Su Majestad el Maou puede portar a Mörgif? Es por eso que no le daña tocar el agua. Pero las ropas de Su Majestad no son parte de usted, así que no se sujetan a la misma inmunidad al ataque. Por eso es que se queman.

—Estoy teniendo un mal presentimiento.

Josak rema girando con cuidado, sosteniendo la antorcha en alto con su mano izquierda.

—¡Puedo ver el destello plateado!

El demonio de las termas que ha estado aterrorizando a los lugareños está reposando sumergido contra la pared interna de la cueva. Destella reflejando la luz, es más como un flash que un brillo. Mi confiable compañero beisbolista comienza con una disculpa y dice: —Por favor quítese la ropa.

—¿Queeeeeeé?!

—No, quiero decir que necesita hacerlo para poder entrar en el agua caliente. El bote no puede ir más lejos y si entra con la ropa puesta podría llegar a lastimarse seriamente.

—Ah, e-eso es lo que querías decir.

Pensé que íbamos a hacer sumo de nuevo, como esa vez que luché con Wolf.

—Está bien, está bien, así que solo necesito caminar hasta ahí y agarrar a Melgib, ¿verdad?

—Tenga cuidado. Fíjese donde pisa y no se resbale.

Está bieeeen, un hombre tiene que ser decidido. Digo, vamos, viajé desde el baño público para llegar aquí esta vez. Fue muchísimo mejor que el agua del inodoro, no importa si lo miras de ese modo o de cualquier otro, sin mencionar lo que se siente ser tirado por el desagüe. Además, son las termas de un volcán dormido, es realmente bueno para la salud.

Le doy la espalda a los dos y cautelosamente meto mi pie dentro. El bote está atascado en un lugar poco profundo donde el agua solo llega hasta mis rodillas, pero el fondo se empina un poco más adelante.

—¿Está bien? ¿Siente algún entumecimiento?

—Está bien y caliente. Hay que tener un cuidado especial si tienes presión alta.

Conrad sonríe irónicamente y habla con su tono cálido habitual, se le nota el buen humor en la voz. —¿Está planeado quedarse un rato entonces?

—Lo haré luego de terminar lo que tengo que hacer.

Cerca del objeto hundido en cuestión, el agua se eleva hasta la altura de mi estómago. Ahora es más como una pileta que una tina. Doblo las rodillas y leeeentamente estiro la mano, y cuando apenas la punta de mis dedos parece haber rozado el metal---

—¡Ahhhhh!

—¡¿Qué pasa?!

Probablemente fue solo mi imaginación. Tímidamente me acerco de nuevo, tratando de no mirar esa cosa. Pero---

—¡Ayyyyy! ¡Me mordió! ¡Me mordió! ¡Se siente como la boca de un pez mordiéndome el dedo… de verdad me mordió!

Doy un brinco hacia atrás y miro hacia el agua. Enfocando, esperando que las ondas se calmen, mis ojos apenas pueden ver el planteado radiante de la… espada…

—¡¡Ayyyyy, una cara!! ¡La cara, la caraaaaaaaa!


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¡Así que por eso era!

Por eso el tipo que vio directamente al demonio gritaba ¡la cara, la cara!

La cosa ahí apoyada es una espada con una cara.

Incluso si gasto todo mi tiempo en el béisbol, también he jugado un par de video juegos. Cosas como Power Pro y Vamos a Crear Nuestro Propio Equipo de Beisbol Profesional, sin mencionar la versión de fútbol que me prestó Murata. Y por supuesto que he jugado Dragon Quest y FF[7], los grandes títulos RPG, como todos. Así que ya he visto un par de espadas con caras, las armas especiales que suben las habilidades de los personajes a su máximo nivel. Muchas de ellas tienen adornos raros, como mangos decorados para verse como caras de demonios. Y he peleado vampiros con ellas también, aunque eso fue antes de ser Maou. Aaah, eso fue en la vieja PS[8].

¡Pero esta cosa!

—¡No me avisaron! ¡Nadie me dijo que la espada era tan peligrosa! ¡Esta cosa esta maldita de seguro! ¡Y cualquiera que la toque también va quedar maldito!

La cara en esta espada está en la base de la hoja más que en la empuñadura, y es tan realista que no parce tallada. No es como una de esas ásperas y sombrías figuras de demonios que ves comúnmente tampoco. Es espeluznante y desagradable, y de alguna manera luce miserable, tan siniestro y maligno como El Gito de Munch.

—¡De ninguna manera voy a tocar esa cosa que se parece al malo de Scream! ¡Incluso tiene las cejas tristes!

Estoy a punto de llorar.

—Espere, Su Majestad, cálmese.

—¡Pero me mordió, me mordió el dedo índice! ¡¿Por qué tiene una cara como esas de las máscaras que cuelgan en las paredes?! ¡Ayyy, estoy completamente maldito, no voy a ser capaz de enamorarme o de casarme[9]! ¡No puedo tocar algo como eso, no soy el tipo de héroe que puede llevar algo como eso!

—Está bien, Yuuri, está bien si no puede, pensaremos en otra cosa. Cálmese y camine lentamente de vuelta hacia el bote.

Aprieto la piedra en mi pecho y me esfuerzo en tomar unos respiros para calmarme, trago.

Josak hace un ademan como si estuviera cantando. —Vuelva, Su Majestad, no tiene por qué ponerse en peligro. Apresúrese, los soldaditos de infantería cruzaran el puente atemorizante por usted.

Aprieto los dientes tan fuerte que mi garganta se siente constreñida. No puedo tragar las horribles emociones que estoy tratando de forzar dentro y que me oprimen el pecho.

—¿…Estas diciendo que soy irresponsable? —Está bien, Yuuri, déjelo.

—¡¿Me estás llamando irresponsable?!

Sentado en el borde del pequeño bote, Josak peina su cabello naranja hacia arriba y lo deja caer. Aunque este hombre es ahora parte de mi guardia, una sonrisa específica de los animales inteligentes aflora en su rostro.

La sonrisa de una bestia: astuta y fuerte, y también carente de amabilidad.

—No estoy diciendo nada como eso, Su Majestad. Por favor apresúrese y vuelva. Digámosle adiós a este lugar tan pronto como podamos.

—¿…Y tú qué sabes?

—Yuuri, por aquí…

—¡¿Y tú qué diablos sabes?!

Siempre pienso que actúo infantilmente. Y siempre me digo que debería ser más maduro. Si pudiera evadir estas cosas con una sonrisa mi vida hasta ahora habría sido más simple.

La piedra del azul de los Leones tiene la misma temperatura que mi piel. Agarrándola, escupo mis palabras hacia el agua como si mi enemigo estuviera dentro.

—¡Solo soy un estudiante común de secundaria alta, y he vivido una vida ordinaria por quince años! ¡Entonces me invocan a este mundo de ensueños donde de repente me fuerzan a convertirme en el Maou! ¡Esta maken es como un fantasma o un espectro, y nunca pensé que nada así pudiera existir! ¡¿Y me van a criticar y regañar por estar asustado?! ¡Cualquiera estaría asustado de muerte si vieran algo como eso! ¡Si esta espada es tan poderosa, ¿por qué no intentas dársela a alguien como un héroe o un campen o alguien así?! ¡Ninguno de ellos querría algo tan repugnante! ¡¿Así que por qué tengo que ser yo?!

La piedra palpita como un corazón vivo. Aunque en realidad eso es imposible.

—¡Nunca he visto una espada más que en el museo, ¿y ahora quieren que use esta?! ¡No tienes idea de cómo me siento!

Conrad extiende la mano hacia mi suplicante. El otro hombre se encoje de hombros.

—No, no tengo ni idea. Como pasó su infancia Su Majestad, que clase de persona es… no sé nada de eso. No tengo idea de cuáles son sus sentimientos o lo que está pensando. Nuestro destino es obedecer sin quejas, no importa qué clase de persona se convierta en el Maou. Los soldados, la gente y los niños, nosotros solo podemos creer en nuestro rey y obedecer. Conrad se va a meter a buscarme si sigo aquí más tiempo. Mirando mis pies camino lentamente hacía el bote de vuelta.

Hasta que llegamos a la posada donde dejamos a Wolfram nadie dice una palabra.



—¿Por qué volviste sin la espada?

Es lo primero que sale de la boca de Wolfram luego de pasarse toda la tarde descansando. Incluso ha pedido una habitación en la posada que tiene termas. Francamente, fue porque soy un novato. Un completo Novato. Ya no tengo energías para defenderme.

—…Simplemente esta fuera de mi alcance.

Pasar la noche aquí seguramente será más relajante que volver a la ciudad con lo abarrotada de turistas que está. Conrad y Josak fueron a pedir otra habitación doble. Cuando salimos de Shin Makoku el plan era hospedarnos en el hotel más lujoso de Van dar Via.

Si no nos hubiéramos topado con esos piratas en el viaje, aun estaría en medio de mis festejos salvajes como el Señorito Mitsuemon.

Wolfram se recuesta contra la pared de troncos sentado en el borde de su cama de madera. Está sosteniendo el diario de Günter.

—¿Cómo era? ¿Qué tan larga y ancha era la hoja? ¿Brillaba con magnifica elegancia y virilidad?

La imagen de Mörgif se proyecta en lo profundo de mi mente con rapidez.

—….Todo lo contrario.

—¿Lo contrario? ¡Pero es la espada más poderosa del mundo, y solo obedece al Maou! Mira, lee esto, Günter escribió sobre ella aquí.

—No gracias. Además no puedo leer.

—Oh, cierto. Apresúrate y recuérdalo entonces. Es muy inadecuado.

Me dejo caer en la cama paralelo a él recostándome con los brazos abiertos como un águila mirando el techo.

—Sabes, estaba pensando que como era la espada de un rey tendría una empuñadura con ornamentos de oro llamativos, o artesanías finas en plata, una vaina con calados que llevarían a cualquier artista a las lágrimas, cosas como esas. Y que en la punta del mango tendría una piedra preciosa incrustada. Típico de la espada de un rey. Sería una espada famosa con la hoja más afilada, algo que puedes usar para cualquier cosa, desde cortar fideos de calamar hasta tajar pez globo.

—Pero en realidad… Tienen una cara que… una cara que me asusta solo de pensar en ella, y aunque se supone que yo la tengo que portar y me voy a convertir en su dueño, ¡me m-m-mordió el dedo!

—¿Te mordió? Qué raro. Se supone que la maken Mörgif debe obedecer obedientemente al Maou sin dudarlo… ¿tal vez tenía hambre?

—¡¿Hambre?! ¡Es de metal!

Aunque eso no es más raro que una espada de metal teniendo boca, creo.

—Está bien, escucha. Siendo que Mörgif tiene el poder de absorber vida humana, necesita de cierta energía para ser invocada. Es complicado de decir de acuerdo a los registros oficiales, pero algunos libros de historia afirman que le gustan las mujeres jóvenes… Günter ha hecho una investigación detallada.

—¡¿Eso significa que m-mata personas?! ¿No volvería eso a Melgib una espada vampiro?

—¿Estabas escuchando cuando lo explicó en el castillo? No necesariamente mata siempre, pero… ¿de qué te estas asustando, Yuuri? No estás pensando en ti como un humano de nuevo, ¿verdad? Sabes qué clase de personas son. Incluso cuando salvamos sus vidas nos encerraron porque somos mazokus. Aagh, solo pensar en eso me enoja.

—….No tengo nada que decir sobre tal ingratitud.

Los ciudadanos japoneses son educados para auto evaluarse constantemente, pero eso es absurdo para un 27avo Maou.

¡Puf! Wolfram cierra el diario encuadernado con cuervo de cabra.

—De todos modos, volver sin Mörgif está fuera de discusión.

—Cierto.

—Voy a ir contigo mañana.

—¿Eh?

En realidad, no puede ayudarme en mucho si viene conmigo. Incluso Conrad, quien puede lidiar con cualquier espadachín en poco tiempo, no pudo mover un dedo para ayudarme. Pero Wolfram es indiferente a mis rodeos mentales. Se cruza de brazos y dice bastante feliz: —Ya que eres un completo novato.

—¡Deja de llamarme novato! Ah.

El príncipe caprichoso de rasgos angelicales y ojos esmeralda cristalinos que recuerdan al fondo de un lago. Abrévialo irónicamente y puedes obtener Principito Caprichoso.

Wolfram siempre va directo al punto. Se tira de cabeza ante cualquier reto.

Él perfora tanto mi guante como mi pecho[10], pero es más amable y gentil que una mentira.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estas sonriendo?

—…Estaba pensando que ha ya pasado un tiempo.

—¿De qué?

—Que me llamaras novato.

—Eso es porque dejaste el país. Dejaste a tu gente y tu tierra al cuidado de otros. No tienes idea, o no tienes conciencia de lo que es ser un rey. ¿Qué tiene de malo llamar a un novato, novato?

—Nada.

Es verdad, solo soy un novato después de todo, así que no es como si me fuera a dar por vencido luego de cometer un solo error.

Los nudos en la madera del techo tienen una forma parecida a Melgib… incluso es un poco linda.

—Es verdad, mmh. Un nuevo Maou como yo… nunca fui perfecto después de todo. La primera vez que fui al bat en mi primer partido dejé pasar tres buenos strikes… nunca sabes cómo afrontar un problema cuando no sabes nada sobre su naturaleza o su tipo.

Al final, logre un hit en el infield.

Pero eso es todo.

—Wolf.

—¿Qué?

Pateo vigorosamente y uso la fuerza de la inercia para sentarme sobre las sabanas.

—Gracias. —¿Por qué?

—No tengo ni idea para qué, pero ven conmigo de todos modos.

Pero para el momento en que pienso “oh rayos” ya es demasiado tarde. Ya me las he arreglado para pisar el detonador del ángel. El color sube a sus blancas mejillas y empieza con el áspero tono histérico.

—¿Cómo puedes decir eso con tanta ligereza? De todos modos, ¿por qué tendría que venir yo contigo en esta horrenda travesía? ¿Has pensado seriamente sobre eso en algún momento? ¡Es porque tú te propusiste! ¡Ahora tengo que mantener un ojo en ti para que nada te pase durante tu viaje! ¡Así no terminaras envuelto con las personas equivocadas o agobiado por los sentimientos que no puedes corresponder!

—¿Ah? ¡Oh, cierto! See, es verdad, me había olvidado, ¡nunca se me ocurrió pensar en eso! Así que no hemos arreglado eso después de todo, ¿he?

—¡¿Te olvidaste--?!

Instintivamente cubro mi cabeza con los dos brazos.

—Está bien, ¿qué te parce si te rechazo? ¿”Lo siento, cortemos”?

—¡No te atrevas! ¡Sería un duro golpe a mi orgullo!

—Oh, oh, cieeerto. Entonces, ¿porque no me rechazas tú? “Declino tu propuesta”. Creo que mi orgullo podrá soportarlo bastante bien. Yo fui el que se equivocó, así que no hay nada que hacerle.

—¡No puedo hacer eso!

—¿Por qué no? ¿Hay alguna regla acerca de eso? ¿Alguna clase de razón religiosa?

—¡Cállate!

Wolfram se levanta recto y abre la puerta de la esquina sin decir más nada.

—¡Aaah, Wolf! ¡Lo siento, lo siento! ¡Estaba equivocado! ¡Me estoy disculpando, así que no te encierres en el closet!

—¡Cierra la boca, facilongo!

¿Así se le dice a alguien que tiene talento innato y le salen las cosas fáciles?



Luego de una cena con muchos carbohidratos, la hermosa propietaria nos cuenta sobre el festival. Puedes tener una muy buena vista del templo portable en llamas siendo cargado por la montaña contigua desde esta posada, pero se dice que trae mala suerte verlo desde el costado, así que no lo recomienda. El gran final es en la arena cerca del puerto mañana al atardecer, y ciertamente nos arrepentiremos si nos lo perdemos. Hay un gran número de participantes que se apuntaron justo antes del evento este año, así que el espectáculo va a ser inusualmente largo.

¡Qué excitante!

Wolfram, quien no tiene interés en los festivales humanos, se va a la cama inmediatamente luego de terminar su vino.

También me siento con ganas de emborracharme y hacer agua mis penas, pero no voy a fumar o beber mientras aun haya alguna posibilidad de que no haya alcanzado mi altura máxima. En vez de eso, me quedo echado en la cama observando la luna.

Me levanto en medio de la noche porque estoy sediento, pero no hay más agua en la jarra. Abro la puerta del closet para tomar mi chaqueta e ir a buscar un poco de agua.

—…Por supuesto que no… —escucho tras la delgada pared que nos separa de la habitación contigua. —Al fin y al cabo mi lealtad esta con el reino. Voy a obedecer las órdenes de Su Majestad aunque sean poco razonables. Tú de todas las personas deberías saber eso. Solo quería conocer un poco más a nuestro nuevo rey, que clase de persona es.

—Así que lo estabas probando.

Ese es Conrad. Se escucha el sonido de un vaso siendo apoyado en la mesa.

—No lo hagas sonar como si fuera para tanto. Solo quiero estar preparado, eso es todo. Si este nuevo joven lord va a ser como el ultimo Maou los soldados tendremos que resignarnos. Resignarnos a ir hacia nuestras muertes sin una palabra, eso es. No me malinterpretes. No odio a Lady Cherie, para nada… por el contrario, la quiero muchísimo más que a mis propios padres. Pero estaba equivocada. No intentó verlo todo con sus propios ojos. Es por eso que quiero saber cómo va a ser la próxima era, estar preparado para afrontarlo con nervios de acero si es necesario.

—Es por eso que dije--

—Es así para ti también, ¿no es verdad? ¿Cuantos de tus soldados perdiste? ¿Cuantos de tus amigos te fueron arrebatados? Si Lady Cherie hubiera tomado sus propias decisiones en vez de dejarle todo a Stuffel, tal vez entonces incluso Julia estaría…

—¡Josak!

Conrad, quien rara vez levanta la voz, golpea la mesa obviamente irritado.

—…De ahora en adelante, si dices o haces algo para confundir a Su Majestad, te relevaré de tus obligaciones.

—Lo lamento, Lord Weller, Su Excelencia no tiene la autoridad. Si quieres darme órdenes, entonces mejor recupera tu antiguo puesto, porque a duras penas va a pasar el resto de tu vida de niñero de Su Majestad el nuevo Maou, ¿o sí?

—Con el permiso de Su Majestad, eso es exactamente lo que pienso hacer.

—¡Tienes que estar bromeando! ¡¿Por qué te dedicarías a eso?! ¡¿Estás seguro de que no te estás dejando engañar por su cara bonita?! No me digas que el hombre que una vez fue llamado el León de Ruttenberg ha perdido sus colmillos…

Conrad corta a Josak con una sonrisa reluciente que puedo ver con claridad.

—Ahora estás desempolvando los recuerdos de cosas que ya murieron hace mucho tiempo.

—Deja de ser tan modesto. Oh, cierto, le diste eso al joven lord, ¿he? Si el joven general Grantz lo viera, su materia gris se pondría a punto de ebullición.

Me alejo suavemente de la pared, tomo mi chaqueta y cierro la puerta del closet.

La respiración tranquila de Wolfram es típica de un chico lindo, pero sus ojos se sacuden y lo blanco se ve por debajo de sus parpados. Debe estar en el medio de un sueño. Con mucho cuidado de no despertarlo dejo la habitación y me robo una lámpara de la entrada. Puedo ver claramente el templo tipo panteón iluminado desde el camino en la montaña. Es rojo y se ondea hermosamente.

Las voces se alzan y el templo en llamas comienza su trayectoria hacia abajo con una fila de antorchas detrás. Es la ceremonia anual que busca calmar la furia del Dios y contener la actividad volcánica reproduciendo la erupción que ocurrió hace doscientos años. Hasta hace unos cien años ellos ofrecían chicas inocentes, e incontables vidas fueron sacrificadas de este modo.

Todo es ruido y tumulto en la otra montaña, pero en esta estoy yo solo. Vamos a prepararnos para ir las termas de la cueva en el medio de la noche.

Solo los graffitis me dan la bienvenida.

Estuvimos aquí, ey, ey, ey. Yo también estoy aquí, y es mi segunda vez. Pero ahora estoy solo. Alguien debería felicitarme, urra.

—¿…Y que significa “León de Ruttenberg” de todos modos?

Alguien como él cree en mí.

Solo soy un rey novato, pero uno que desea evolucionar y llegar a parecerse un poco más al tipo de hombre correcto.

El agua áspera es igual de agradable que esta tarde. Sé dónde está Mörgif. Guio mis pasos firmemente hacia allí en el agua caliente que me llega hasta las caderas.

—Hola, maken.

La hoja brilla en el agua.

De repente mi coraje se desvanece, y mi lado tímido aflora otra vez. Soy de voluntad fuerte, pero corazón débil.

—Oye, Melgib, digo Mörgif. Esto no es un “hola”, porque ya nos conocimos esta tarde, ¿te acuerdas? Soy Yuuri.

Soy Toraemon, soy Rika-chan. Introducción en primera persona[11].

—Quiero… no, vine aquí a hacerte una invitación. Has estado sumergido aquí por quine años, ¿verdad? Si viniste aquí por tu salud, ya debes estar completamente curado para este momento. No importa cuánto te gusten las termas, tu cuerpo va a hincharse y disolverse si permaneces aquí por tanto tiempo. ¿Así que no sería hora de salir? Hay muchas cosas divertidas que hacer afuera también, ¿sabes? Estaré contento de darte una mano si no tienes la determinación de salir por tu cuenta, así que no me muerdas, ¿ok? ¿Lo prometes?

Inclinándome, tímidamente estiro la mano.

—¡Ayy!

Sin querer tiré la lámpara. La luz desaparece y la oscuridad se precipita en el lugar. Pero me concentro en mi respiración, y luego de un rato la luz de la luna que se filtra por la entrada ilumina tenuemente el interior de la cueva.

—¿…Por qué sigues mordiéndome? ¡Eres una espada! ¡Las espadas normales no tienen caras, ¿sabías?! ¡E incluso si las tienen no están vivas, así que no muerden!

La respuesta me llega de repente.

No es normal. Después de todo es una espada demoniaca. Por supuesto que no es normal. ¿Por qué muerde? Porque tiene una boca, porque está viva. Esta viva.

No estoy levantando un objeto que no debería morder, estoy tratando de agarrar algo que está vivo y que ciertamente muerde. Si, como un cachorrito con una excéntrica mordida… aunque hay una legua de diferencia en lo lindo. No es que tenga que ver con nada, ¿pero cuantas veces he usado la palabra “morder”?

Estaaa bien, la información y el coraje ya han sido reunidos por completo. Este es el segundo encuentro. No saber cómo tomar la ofensiva ya no influye. Fuerzo todas las fibras de mi mente para recordar lo que sentí en ese momento.

El fragmento de valor que sentí cuando ataje la bola de un profesional por primera vez en mi vida.

—Si estas viva, deberías haberlo dicho desde el principio. ¡Ya no estoy pensando en ti como una espada, demonios! ¡Eres un perro! ¡Y si no es un perro, entonces un negroshinoyamakishy!

Gritando mientras la bola se acerca lentamente, girando, de frente. Shibuya, la precisión es importante al atajar. Siempre recibe la bola de frente. La empuñadura de Mörgif está apoyada justo frente a mí. Coloco mis manos en posición medio dobladas. Oh, espera, se supone que para levantar objetos pesados hay que ponerse en cuclillas. Tu carrera como deportista está acabada si te lastimas la espalda.

Sumerjo la cara y echo un vistazo a la retorcida y oscilante Mörgif a través del reflejo del agua caliente. Se ve como Souseki deformado. Me rio.

—¡Glup! ¡Fgueno, Moogiff, fgamos!

El agua de la terma se mete por mi nariz y mi boca. Agarro la empuñadura que es delgada en comparación a la hoja y hago fuerza hacia arriba con las rodillas. Mörgif lucha durante un momento, pero por fin sale del agua y se revela ante mí.

Se escucha el sonido de una hoja cortando el viento cuando toca el aire por primera vez en quince años.

—Aaah.

—¿….Aaah?

—Uoooo.

—…Oye, vamos… no eres el viento.

—Jaaaaaao.

¡¿Puede ser que está cantando?! ¡¿Esta cosa?!

—Bu-bueno, supongo que cualquier cosa que esté viva canta. Como los perritos ladrando y los gatitos ronroneando.

Oh si, los gatitos se supone que hacen “mee, mee”.

De todos modos, ¿que clase de espada es esta? Tiene una cara en vez de joyas o tallados, y gime y se queja para hacerse notar. Pero mi agarre en la empuñadura es cómodo, encaja en mi mano perfectamente. Es como sostener un bat.

Camino pasando los graffitis así ya no tengo que escuchar a la maken quejarse. Hombre, yo también soy temerario.

Cuando salgo bajo la luz de la luna, Conrad está esperando por mí con las manos en las caderas.

No puedo ver su rostro con la luna detrás de él.

—Sé que te estás riendo.

—¿Cómo supo eso?

—Se exactamente que expresión tienes incluso si no puedo verte.

¿Ves? Tenía razón.

Él extiende los brazos ampliamente y me recibe rodeándome con una toalla de baño.

—Así que lo logro.

—¡Lo logre! ¿Qué tal? Es la espada del rey.

—Magnifico.

—¿Magnifico? Pero mírala, esta cara rara. ¡Y también habla! Oh, y tiene un lunar en el mismo lugar que Buddha.

No es dorada y brillante, o incrustada con joyas, o hecha de alguna aleación especial, pero tiene una pequeña piedra negra del tamaño de un grano de soja en el medio de la frente.

—Hmmph, no creo que sea para nada magnifica.

—No me refería a Mörgif. Sino a usted.

—¿Yo?

—Sí, usted, Yuuri.

Él sigue diciendo esas cosas con tanta franqueza que me ponen los pelos de punta. Tengo que practicar blandir la maken un par de veces para esconder mi rubor. El pie izquierdo delante, forma de bateo en el ángulo de un péndulo. El bat chirria gimiendo disconforme en vez de silbar contra el aire.

—…Tal vez esto suba un poco mi puntaje para la aprobación.

—¿Puntaje para la aprobación? —Mi entrenador de bateo levanta la barbilla levemente intrigado mientras observa mis swings. ¿Fue una elección de palabras extraña?

—See, mi puntaje para la aprobación como rey. Porque debe de estar por el suelo ahora mismo, ¿verdad? Ninguno de mis aliados cree en mí, e incluso el ex príncipe y mi guardia de la capital me odian.

—Josak es leal a sus obligaciones, pero no siente aprecio por su Majestad. Y respecto a Gwendal.

Aunque no hay nadie cerca, él baja la voz.

—Gwendal no le odia.

—¿Por qué dices eso?

—Porque adora las cosas pequeñas y tiernas.

¡¿Qué?!

—Como los gatitos, o las ardillas, o esos hámster que se ven tan seguido en la Tierra.

—¡¿Eeeeh?!

La toalla cae de mis caderas y se ondea suavemente hasta el piso. Si Günter estuviera aquí su nariz estaría sangrando de nuevo.



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Referencias

  1. Uno de los senderos más famosos de Japón, se conserva intacto hasta la época y forma parte de un gran parque natural.
  2. Los dangos son una golosina típica japonesa, una bola de masa de arroz que se sirve en 3 porciones pinchada en un palito.
  3. Inagawa Junji es una figura conocida de la TV japonesa que se dedica a contar historias de terror.
  4. Bugs Bunny.
  5. Dos agentes secretos de Mito Koumon, Ogin es una mujer y Tobizaru un hombre.
  6. También conocida como fragata portuguesa, agua mala, botella azul o falsa agua viva.
  7. Final Fantasy, conocidísimo RPG.
  8. Play Station, se refiere a la play 1.
  9. Por alguna razón los japoneses hablan mucho de maldiciones que no te permiten casarte o encontrar el amor.
  10. Metafora de béisbol, piensen en Yuuri como el cátcher y Wolfram como el pither que arroja una pelota que lo perfora al intentar atajarla.
  11. Está haciendo burla a las típicas presentaciones de los idols o personajes históricos.