Maru-MA Volumen 05 Capítulo 3

From Baka-Tsuki
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Capítulo 3

¿Por qué te estás disculpando? ¿Sobre qué te estás disculpando? ¡¿Con quién te estás disculpando?!

Ni siquiera puedo dormir en paz con esas palabras atosigando mi mente. Mis ojos queman como si estuvieran prendidos fuego, y mis parpados tienen pequeños espasmos como si hubieran sido forzado a soportar algo contra mi voluntad.

—...Ugh, pesado... de verdad es demasiado pesado...

Para ponerlo en palabras simples, la parte baja de mi cuerpo se siente pesada.

La piel de mis brazos y piernas se siente extrañamente tensa y duele como si me hubiera quemado al sol. No me parece que eso sea raro, ya que he estado trabajando duro en la hostería Familia M para ganar dinero para mi equipo de béisbol. Definitivamente no fue todo para conseguir una novia y tener un romance de verano.

Y estuve usando ese disfraz playero. No hay manera de que no me quemara. Este bien bronceado chico beisbolista terminó siendo adorado por dos universitarias que vinieron a divertirse a la playa, ¡pero que situación! Pasaré aceite por sus espaldas, y aceite en su estómagos, y aceite en sus muslos... y ya no puedo pensar en nada pasado ese punto. Esta falta de imaginación es culpa de que nunca antes una chica se ha interesado en mi.

Es verdad, esa cosa se fue a la deriva y se atascó en la gruta. Se me había pedido recuperar el sostén amarillo.

—¿...Qué quieres decir con sostén?

Como esa vez que tuve conjuntivitis, mi visión está obstaculizada por un velo gris. Gracias a eso, aunque estoy estirado en el piso mirando al cielo, el sol no es brillante. Siento la arena mojada contra mi espalda y el viento huele a sal.

Es el mar.

Lentamente el resto de mis recuerdos regresan.

Como siempre, he sido llevado por el agua a ese mundo extraño y como es usual, fui rescatado por mi tutor y mi guardián. Y también tuve una reunión de padre tonto con mi hija que se puso de lo mas adorable. Pero lo que sigue a continuación es una terrible pesadilla.

Siento una ola fría golpear contra mi brazo izquierdo extendido. Llega a mi con un rugido, me toca y luego se va.

—¿Günter?

Le llamo en voz alta, pero no hay nadie aquí que me responda.

—...Conrad.

Sacudo la cabeza un par de veces, frotando mi nuca contra la arena. No están muertos. Definitivamente están vivos.

Vi el brazo cortado de Conrad, pero luego fui atrapado por la tierra colapsada así que no se que es lo que le pasó.

¡Definitivamente está vivo!

Dicho eso, definitivamente caí por un risco, así que ¿cómo es exactamente que estoy en la playa? ¿De verdad tuve la monstruosa suerte de hacer el Tour de las Estrellas de ese modo? Si es así, en cualquier momento Murata aparecerá sobre mi diciendo: Oh, Shibuya, pensé que te habías ido a la deriva, y luego echará los brazos alrededor de mi cuello de una manera que invita a ser malinterpretada.

Pero no veo a nadie alrededor y no hay peligro de que nadie me vea usando ropa interior con tiras. Tenso los músculos de mi estómago y levanto la cabeza de un tirón. El barro color ceniza que se pegó a mi piel se ha secado y se cuartea cayendo a pedazos.

Esta mascarilla de barro para damas es el porque mi piel se sentía tensa.

—No soy así de fashion... ¡ah!

Y de repente descubro porque mi parte inferior se sentía tan pesada. Mi entrepierna a sufrido una colosal transformación.

—¡¿P-p-p-por qué mi vello púbico es rubio?!

Una mata de pelo rubio sobresale de los pantalones que obtuve del borracho en el bar. ¡Y es gigante!

—Uuuh...

—¡Habló! ¡Mi vello público habló! Espera, ¡¿Murata?!

El pelo rubio tiene un cuello y hombros, y más allá de eso, una espalda desnuda. Con sus lentes de sol aun sobre su cabeza, Murata coloca las manos en la arena y se levanta.

—¡Estoy vivo!

—...See, estás increíblemente vivo... ¿Exactamente por qué estabas metiendo la cara en mi entrepierna?

—Me salvaron.

—¿Qué quieres decir, que te salvaron? Si no estabas en peligro.

Mi amigo presiona la mano contra su frente y arrugas de preocupación aparecen entre sus cejas.

—Ah, pero no recuerdo que hayamos naufragado, no lo recuerdo para nada.

—¿Por qué dices algo tan dramático como naufragar?

—Shibuya, ¿sabes dónde estamos?

—¿Dónde? Cerca de la hostería Familia M...

Hago un tres sesenta mirando a mi alrededor, pero no puedo ver ni una sombrilla de playa, y no hay rastros de ningún huésped. Solo arena hasta donde los ojos pueden ver. Mar y arena. No hay maquinas expendedoras o casetas para las duchas. Ni siquiera huele a salsa de yakisoba quemada.

—Que raro... en realidad debería haber vuelto de nuevo a la Tierra.

—Ajá, así que tu también estás confundido. No hay forma de haber naufragado a escala interplanetaria. Pero sabes, Shibuya, te seguías hundiendo sin parar luego de haber conseguido el bikini, como si tuvieras una calambre en la pierna o algo. Fui a salvarte, pero también me hundí y termine siendo arrastrado. Esto es como haber ido a saquear momias y terminar siendo tu una. Hamunaptra se sentiría puesto en vergüenza[1].

—¡No quiero escuchar nada sobre los Tigres[2]!

Murata endereza sus lentes de sol azules y luego de recuperar su visión observa nuestros alrededores.

—Mm. Luce como una isla desierta.

—Llegaste a esa conclusión muy rápido.

Gruñendo de una manera que le haría perder sus credenciales de estudiante de secundaria, Murata se para en la playa. Puede que sea a causa del viento que se frota el brazo como si ahora recordara que siente frió.

—Parece que naufragamos bien lejos del verano de Japón hasta esta isla tan fresca.

—No me sorprende que tengas frío. No tienes puesto nada mas que ese delantal.

—Oye, no todos pueden tener una chaqueta de cuero como la tuya. ¿De dónde rayos sacaste eso? Aunque se ve toda sucia con ese barro encima. ¿Me estás escuchando? De ahora en adelante vamos a tener que compartir todo con el otro, ¿entendido? Cuando estaba en secundaria baja, nunca imagine que terminaría viviendo contigo en una isla desierta. No se puede hacer nada ahora que ha pasado. Yo soy Robinson y tú eres Crusoe.

Decidiendo no comentar sobre el hecho de que esos dos nombres se refieren a la misma persona, tengo que darle crédito por su optimismo. Mientras se arrastra por las dunas de arena ya se ha puesto a planear la construcción de un refugio, como hacernos algo de ropa, cuestiones de agricultura, e incluso que trabajos nos tocarían si conseguimos ganado.

Le presto la chaqueta de Conrad para que no se congele. Un speedo y una chaqueta de cuero. Este es otro atuendo que ha rompe con todas las reglas académicas.

Pensar que Murata seria la primera persona que viera pseudo desnuda en una chaqueta de cuero. Esto es demasiado cruel para un chico de secundaria.

Estoy usando delantales adelante y atrás. Aunque mis pantalones son prestados, estoy mejor que él.

Dejando todo eso de lado, ¿dónde estamos?

¿Por qué Murata fue arrastrado a este lugar al que fui enviado por error? En primer lugar, ¿por qué no pude regresar en tiempo y lugar como siempre? ¿Cometí un irreparable error sin darme cuenta y arruiné todo?

Cruzamos una ladera con nuestros pies hundiéndose en la arena. Al otro lado se pueden ver casas que presumiblemente son parte de un asentamiento. Luce como una villa pesquera a la orilla del mar. Las redes de pesca y las algas cuelgan de una canaleta secándose al sol.

—¿...Qué paso con lo de la isla desierta?

—¡Oh rayos! Bueno, supongo que aquí se acaba mi genial plan de Robinson Crusoe.

Una chica joven con un sombrero de paja y la ropa para lavar bajo el brazo camina hacia nosotros.

—Antes que nada nada, he descubierto a un isleño~.

—Shibuya, tu visión es veinte-veinte, ¿verdad? Así que confirma eso con tus increíbles números. No importa como la mire, es una extrajera con cabello rubio y ojos marrones, ¿no?

—Parece que si.

—¡Oh por dios! ¡¿Naufragamos hasta un centro turístico Europeo?!

No, también podría ser Estados Unidos. En todo caso, intentemos con inglés primero.

Siguiendo las reglas de cortesía, me saco la gorra de béisbol e intento sacarme de encima lo peor del barro seco. Levanto la mano derecha con nerviosismo.

—Ha-hallooo.

Es un inglés muy japonés, en katakana.

Los ojos marrones de la mujer se abren y deja caer el bulto de ropa. Trata de apuntar hacia mi, no puede y entonces comienza a susurrar con labios temblorosos.

—Ne--...negro...

Tropezando sobre sus propios pies, corre en la dirección por donde vino.

¡Oh no! Conozco esta reacción. La mujer me reconoció como un mazoku por mi color de cabello y ojos y huyó. No importa lo lejos que llegáramos de Japón, no hay ningún lugar donde la gente tendría esa reacción.

En resumen, aun estoy en el mundo que contiene a Shin Makoku.

Un mundo donde mazokus y humanos se encuentran enfrentados, y dónde ser discriminado por tu apariencia es común. Y este no es mi amigable país. Es una región cruel con los mazokus viajeros, un territorio donde soy detestado.

—¿Qué acaba de pasar, Shibuya? ¡Tu hello es muy poderoso!

—Ahora no es el momento de quedarse parado gritando. Esto es malo, Murata. Esa mujer le va a decir a todos. El rumor se va a esparcir en un parpadeo. Maldición, y todo esto solo porque tengo cabello y ojos negros.

—¿Eh? ¿No te invité a que te hicieras un cambio de imagen conmigo?

—¡Ya te dije que este no es el momento! Escúchame bien y mantén la clama. No estamos en Europa ni en Estados Unidos. No podemos usar dolares o euros. Nadie va a entender inglés o francés. ¡Ya ni siquiera estamos en la Tierra!

Las cejas de Muraken se levantan y me mira pasmado.

—¿...Hay otro planeta en el sistema solar que tiene oxígeno?

—Eso no es lo que estoy tratando de decir.

¿Como puedo explicarle esto a alguien que está experimentándolo por primera vez? La primera vez que vine aquí, ¿que fue lo que me finalmente me convenció de aceptar la realidad? Pero no tengo tiempo de explicarle todo. Tenemos que alejarnos del pueblo de esta chica lo mas rápido posible.

—¡Andando, Muraken!

Luego de bajar la visera de mi gorra sobre mis ojos y meter los mechones sueltos de mi cabello dentro de ella, corremos por la costa en dirección opuesta. Una maratón por la playa puede ser ideal para fortalecer los grupos de músculos inferiores, pero no quería fortalecerlos siendo perseguido.

Aun así, tengo que sacarnos de esta situación de alguna manera.

No cuento con la ayuda de ningún amigo.




Continuamos caminando por medio dia y para cuando el sol se posiciona en lo alto del cielo, Murata y yo llegamos a la próxima ciudad.

Este parece ser parte de un país a la orilla del mar y el lugar es una vivaz ciudad portuaria construida en piedra. Por suerte hay muchas gente yendo y viniendo, así que hay menos chances de que nos noten. La clave es no hacer nada que atraiga la atención. La primer cosa que necesitamos hacer es conseguir ropa nueva.

—Una chaqueta de cuero con las piernas desnudas si que resalta.

—¿De verdad? Los delantales que usas adelante y atrás también son bastante raros. ¿Pero quién sabe? Cuando volvamos a Japón, tal vez descubramos que iniciamos una nueva moda. En vez de eso, vamos a buscar una embajada o un consulado. No creo que nos echen en la puerta por estar usando trajes de baño...

Murata Ken aun cree que estamos en algún lugar del extranjero. Realmente quiero explicarle nuestra situación en detalle, pero es mas fácil decirlo que hacerlo.

Es decir, ¿quién creería que fue enviado accidentalmente a otro planeta?

Aunque la ha sacado barata. Al menos no llegó aquí a través de un inodoro occidental. Murata no va a desarrollar una fobia a los baños públicos, ni va a ganar la costumbre de revisar el fondo de los inodoros occidentales.

—Murata, tienes algo de dinero... no, por supuesto que no.

—No, y tú... ¿probablemente tampoco? Bueno, entonces, no hay nada que hacerle, tendrás que vender eso y comprarme unos pantalones.

El golpea la uña de su dedo indice contra mi maseki.

—Oye, oye, oye, oye, ¡eso esta completamente fuera de discusión! ¡Esta piedra es increíblemente importante para mi! ¡No me hagas hacer algo que luego no puedo revertir!

—¡Tsk, que codo!

¿No querrás decir tacaño?

Si estamos hablando de trabajos que puedan realizar torpes alumnos de secundaria, necesitamos buscar un trabajo de medio tiempo día a día. Siendo que los barcos cargueros llegan constantemente al puerto, seguro que se necesita gente que cargue las cosas. Seria genial si hubiera alguna clase de uniforme para eso, así resolveríamos uno de nuestros problemas... o no.

—Oh.

De hecho si que hay uniformes. Casi todos los fornidos trabajadores usan el mismo uniforme rojo mientras trabajan en silencio.

—...Fundoshi[3].

Sus palpitantes y hermosos músculos están expuestos por completo y sus puntos de masculinidad definitivamente han subido, pero al mirar hacia abajo nuestros débiles cuerpos, es fácil congelarnos en el lugar. Dudo de usar ropa interior que se ata, pero un fundoshi ya es demasiado.

—Mis shorts seguro son menos vergonzosos que tu speedo. Son estilo surfer después de todo. Por ahora te voy a prestar mis pantalones aunque estén un poco arrugados.

—Uh, eso es un poco raro, usar shorts prestados que aun están calientes.

—Si no los quieres, entonces tenemos que apurarnos y conseguir medio día de paga para comprar unas camisas, pantalones y medias.

Tenemos que firmar contratos para trabajar, así que yo firmo por los dos por necesidad. Es verdad que la escritura es básicamente la misma que la del idioma mazoku, pero siendo que apenas he aprendido a escribir en este mundo, estoy seguro que los trazos pata de araña que hice lucen como jeroglíficos. Por cierto, soy malo con los kanjis a un nivel normal.

—Murata, ¿tú eras Robinson, verdad?

—Si, y tu Crusoe. ¿Pero por qué necesitamos nombres falsos?

—Es mejor para mi.

—Que raro eres, Shibuya

Si estuvieras en mis zapatos como rey y por consecuente tu vida estuviera en peligro, serias un poco cuidadoso. Aunque mi gorra cubre mi cabello, mis ojos son los de siempre. Murata se ha convertido en alguien de nacionalidad neutral con su cambio de imagen a medio cocer, pero yo no puedo mirar a nadie a los ojos cuando les hablo.

—Oye, préstame tus lentes de sol.

—¿Eh?

—Tu estás usando sin nada de vergüenza esos lentes de contacto de color, ¿verdad? En este mund--, en este país, el color negro es de mal agüero y podemos ser acosados por ello.

—Parece que estas bien informado. ¿Ya has estado aquí antes?

—N-no, no he estado. De verdad que no. ¡Solo soy sensible a cosas como esta!


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Como los lentes de sol tienen un gran aumento, me mareo cuando me los coloco. De repente mi campo de visión se reduce.

—¡No puedo ver nada con esto, hombre!

—También es un problema para mi cuando no tengo es-- ah, perdón.

Murata cocha contra un macho bronceado e inmediatamente agacha la cabeza en una reverencia. La otra persona responde “no hay problema, si” con voz alegre y continua su camino con su carga. Su voz sonó mas vieja de lo esperado, así que bajo los lentes con cuidado para echar un vistazo.

Cuando checkeo con mi visión veinte-veinte, veo una cara llena de arrugas y manchas por la edad sobre unos grandes bíceps y una espalda musculosa. No importa cuanto beneficio de la duda aplique, tiene que tener al menos más de setenta.

—¡Es increíble! Sus cuerpos están tan tonificados, pero en realidad son todos vejesto--... viejos.

—¿Viejos? ¿Por qué están haciendo trabajo pesado los ancianos?

Un vistazo mas de cerca me muestra que este lugar está atestado de trabajadores mayores. Aunque todos hacen su trabajo energéticamente con espaldas musculosas de primera, su piel y sus rostros están inconfundiblemente marcados por la edad.

Son como un cuerpo de armada de Viejos Machomen en fundoshis rojos.

—Están impresionados, ¿verdad, si?

Mientras nos quedamos congelados en el lugar observando la energía de los viejos cargando cosas, una voz que parece la de Kishida Kyouko[4] nos llama. Esta mujer también tiene una esplendida musculatura y un pecho que solo verías en un concurso de body building. Además de eso, como si fuera a juego con el atuendo sexy de los hombres, viste un mini traje de baño que muestra una cantidad increíble de piel.

Y por si eso fuera poco, el color de esa cosa es un naranja que quema los ojos.

—...Yay~. El favorito de los hombres: el micro bikini.

—Oye, oye, eso fue bastante monótono, Shibuya.

Cabello blanco atado tirante en un rodete. Un rostro lleno de arrugas que rebosa simpatía. Hasta ahí, luce como cualquier abuela vecina que cuida su jardín todos los días, pero de su cuello para abajo se delinean músculos enormes, brillantes de aceite sudor. ¡Y tiene la voz de Kishida Kyouko!

Voy a soñar con esto.

—¡Ey, ey, dos muchachitos larguiruchos! ¿No son de por aquí, o si, si? Aun para ser trabajadores del puerto ambulantes, ambos lucen demasiado escuálidos, si.

—¿De por aquí? Abuel-- em, señora, ¿dónde queda este puerto?

La mujer rechina sus dientes falsos y agita la mano derecha hacia arriba y abajo.

—No no, está bien. Definitivamente soy una abuela, si. Por cierto, si ni siquiera saben donde están, no tiene caso que dos muchachitos finos como ustedes salgan de viaje, si.

Si viajas por distintos lugares, el dialecto también cambia. Sentir que las frases o sus terminaciones son raras probablemente se debe a que estoy muy lejos de Shin Makoku. Parece que la gente de este país habla como si se estuvieran respondiendo a si misma.

—Este es el puerto comercial de Gilbit, si. Ahora se encuentran en la punta Sur de la región autónoma de Caloria, territorio feudal de Shou Shimaron[5].

¡Shimaron!

He oído antes ese nombre. Mi falta de habilidad para recordar las cosas es un tanto problemática, pero no me quedó una muy buena impresión de ese lugar.

—Gilbit, eh, ¿algo así como Gilbert en inglés? Emm, señora, ¿de casualidad sabe dónde queda el consulado de la embajada Japonesa? ¿No me entiende? Uh, Frau? Ich am a, como se dice, a Japanisch."

—Murata, ¿qué es ese acento de Nagashima...? ¡Oye! ¡¿Cómo es que entiendes el idioma?!

—Eso es lo que yo quisiera preguntar —Murata da vuelta hacia mi luego de intentar interactuar con la Señora Músculos—. Shibuya, ¿por qué puedes hablar fluidamente el Alemán? No sabia que tenias otros intereses además del béisbol.

—¿Alemán? ¿Estás hablando Alemán?

—Por supuesto. Bueno, no es perfecto, pero es mas o menos del mismo nivel que el de mi primo o mi primo lejano. Elegí Alemán como segundo idioma extranjero así podría entender mas fácil las cosas sobre la Copa Mundial.

Me había olvidado que estudia en una escuela famosa.

Habiendo aclarado eso, a mis oídos todo suena como el mismo Japonés que he estado escuchando desde que nací.

—Aunque ambos son así de flaquitos, son dos muchachitos animados, si. Últimamente no vemos mucha gente joven por aquí, así que han hecho a esta vieja muy feliz, si.

Entonces, la sonrisa amigable de la abuela se convierte en una de resignación absoluta.

—...En realidad, seria mejor si la gente joven trabajara en vez de nosotros los viejos, si.

No hay hombres jóvenes en la flor de la vida entre los trabajadores que pasan alrededor sin parar. De vez en cuando se ve algún adolescente, pero la gran mayoría son ancianos.

—Si, es verdaderamente una pena. ¿Dónde andan vagueando todos los hombres adultos mientras dejan que los abuelos y abuelas hagan todo el trabajo pesado? —pregunto.

—Están todos sirviendo en la armada, si. Pronto habrá una guerra, si.

—¡¿Guerra?! ¡¿Hay problemas con Estados Unidos?!

Murata definitivamente aun cree que esto es...

—Vamos a pelear contra los mazoku, si.

Nadie podría imaginar el shock que sufro en este momento.

¡¿Guerra con los mazoku?! ¿Este país? ¿La ciudad portuaria Gilbit, región autónoma de Caloria, territorio feudal de Shou Shimaron?

Estuve gritando sobre el eterno pacifismo todo este tiempo, ¿pero apenas desaparezco por un tiempo, pasa esto? ¿Qué está pasando, Shin Makoku? ¿No puedo confiar en ti, Shin Makoku? No, incluso si yo no estoy cerca, alguien debería cargar con mi ultima voluntad y hablar en contra de la guerra. Ah, ¿qué pasa con eso de ultima voluntad? ¡No estoy muerto! La gente que tanto me ha favorecido mientras estaba vivo no cambiaría de opinión en tan solo unos días... ¡ah! ¿Mientras estaba vivo? ¡No estoy muerto!

—La meta de Shimaron es conquistar todo el mundo, si. Igual que cuando derrotaron Caloria, si. Quieren formar un poderoso ejercito. Y dicen que han conseguido un arma formidable, si... ¿Que ganan...? —la vieja mujer entorna los ojos—, ¿qué ganan con algo como eso? Van a hacer exactamente lo mismo que hicieron cuando era joven. Es tan bueno expandir el territorio, ¿ah?

—Todo estará bien —digo sin pensar. Murata pregunta “¿qué cosa?”.

—Todo estará bien, no va a haber una guerra. No se nada sobre Shimaron, pero los mazoku no van a ir a la guerra. ¡Nunca permitiría algo tan horrible como eso!

Aunque yo no lo diga de nuevo, todos los que han quedado atrás lo entienden. Günter que siempre me ayudó con mi trabajo se opondría rotundamente a la guerra. No es como si no hubieran nobles a favor de ella, peor Conrad definitivamente me ayudaría a convencerlos.

—...Ah.

Recuerdo el desastre que ha pasado hace poco.

Greta se estaba escondiendo, así que definitivamente logro salir ilesa. Günter colapsó afuera y termino en un estado de animación suspendida así que probablemente no le ha sucedido lo peor.

¿Y qué hay con Conrad?

Con su brazo cortado y la explosión, ese pilar de fuego saliendo de las puertas de la iglesia.

—¡Definitivamente todo estará bien!

—Oye, Shibu-... digo, Crusoe. No puedes andar por ahí haciendo declaraciones frívolas en el nombre de países extranjeros. ¡Eso podría desencadenar rápidamente en una crisis nacional!

—¿Eh? Ah, si, es verdad Robinson... Sabes, Robinson suena muy bien. ¿Por que soy Crusoe?

—¿No te gusta? ¿Qué te parece Clooney entonces? Es un actor famoso. Si no te gusta Kuruzo~, entonces ¿qué te parece algo mas suave como Kuruyo?

—Entonces tendrías que ser Ikuyo[6].

La vieja nos observa como si viera a sus propios nietos.

—Que maravilloso seria si los niños volvieran a casa pronto, si. De hecho, nosotros los ciudadanos de Caloria estamos en contra de la guerra, si, así que si los países grandes entran en el conflicto no queremos ser parte de ello, si... Pero aunque somos autónomos, aun somos parte de Shou Shimaron, así que cuando se nos ordenó enviar soldados no pudimos desobedecer, uhuh. Ah... es como si hubiéramos vuelto sesenta años en el tiempo.

Probablemente hubo una gran guerra de conquista sesenta años atrás. La señora sonríe levemente y comienza a murmurar para si misma.

—Entonces, deberíamos volver unos cuantos cientos de años. Seria genial si el grandioso y fuerte clan que gobernaban el viejo país volviera. No nos hubiéramos convertido en el perro de Shimaron, si.

—¿Los gobernantes del viejo país...?

De repente, un sonido estruendoso viene del campanario. Asustado de muerte, giro y veo como un humo pesado se levanta desde una de las almenas. Las naves ancladas disparan sus cañones y el puerto se llena de explosiones.

—¡¿Qué?! ¿Qué-qué está pasando? ¡¿Ya ha empezado?!

—¡No entres en pánico, Shibuya! ¡Lo primero que tenemos que hacer es cerrar la llave principal del gas!

—¡Eso es cuando hay un terremoto!

Los trabajadores bajan sus cargas y caminan uno tras otro a través de los muelles hacia la zona segura. Todos van a paso rápido, pero ninguno pierde la compostura. Me pregunto si se debe a todos los simulacros de emergencia que han tenido.

Un hombre viejo delgado nos saluda contento.

—¡Oigan, ustedes dos, niños, el almuerzo esta servido, siii!

—...Entonces, ¿eso solo era la campana para el almuerzo?

Se los ruego, por favor usen Heidenröslein[7] o Yuuyake Koyake[8] como señal de ahora en mas.




Recibimos nuestros números del almuerzo y nos unimos a la fila con los demás trabajadores.

El edificio delante nuestro, al que entra gran cantidad de gente sin parar, me recuerda mas a un restaurante que una cafetería. Numerosas mesas sin mantel están ordenadas entre las paredes verde pálido. Las sillas se van ocupando gradualmente por toda la gente vestida en el mismo rojo carmín que los marcos de las ventanas.

El sistema funciona así: extiendes tu bandeja del tamaño de una tabla de natación y las camareras la llenan hasta arriba con tu comida. Al final también te dan una rodaja de pan grande y una bebida de color pálido que parece leche. Es un almuerzo de un solo platillo poco vistoso.

—¡Oh, pero ustedes jovencitos son de verdad muy delgados~! ¿Debería darles otro vaso de leche de cabra~?

—¿L-leche de cabra?

—Si, así es. ¡Si beben mucho, entonces serán mas altos el año que viene~!

Es como un My Revolution[9] que nadie notaría.

La camarera con el cabello naranja que cae suelto tras su espalda nos guiña el ojo con un vaso en la mano, un cucharón en la otra y leche de cabra en los labios. Sin perder contra la señora del micro bikini de antes, ella también posee un cuerpo robusto y bien formado. El ancho de sus hombros y su altura superan la media de un hombre. Su cuello vibra con su voz de jazz. Si escuchas detenidamente, no usa el latiguillo del lugar al final de las frases y habla como si proviniera de la gran ciudad. Es mas joven que el resto y es una persona bastante linda, así que probablemente es la idol del puerto. Aunque, personalmente tiene mucho maquillaje para mi gusto y yo le hubiera dado un bat de béisbol en vez de un cucharon. Parece que podría batear un promedio de 300. y 30 home run.

—Oye, ¿has visto que tu compañero está hablando con unos viejos?

—¡Agh!

Lo dejo de mirar por un segundo y Murata ya ha entablado conversación con un Romance Grey de bigote. Aunque posee la distintiva calma de un caballero, del cuello para abajo viste el fundoshi rojo. Su pecho masculino también tiene vello gris. Ambos comparten una mesa mientras se enfrascan en su conversación.

—¡Mura-- Robinson! No deberías alejarte así.

—¡Llegas justo a tiempo! Acabo de preguntarle a este señor sobre el consulado.

El Sr. Pelo Gris en el Pecho me mira. —Pero saben, ustedes, incluso si van allí, no lograrían nada, si. Sir Norman no recibe visitantes, si.

—Bueno, no es como si tuviéramos que hablar con el jefe. Está bien si podemos hablar con un empleado.

Esto va mal. Murata aun cree que este es algún lugar de la Tierra. Tal vez debería convencerle de que esto es el purgatorio y hacer que se ensimisme un poco. Sin saber que le habla a dos personas de otro planeta, el Sr. Pelo Gris en el Pecho continua mientras bebe su leche. Soy completamente distraído por las gotas blancas que cuelgan de su barba.

—Deben saber que Sir Norman sufrió una fiebre atroz cuando era niño, si. Usa una mascara plateada para ocultar sus terribles cicatrices, si.

—U-un hombre con una mascara de hierro...

Recuerdo haber visto eso en una película. Era o Louis o Richard[10]. ¿Qué tan pesada es una mascara de hierro? ¿Sudar es un problema en verano?

—Luego del accidente del carruaje de Sir Norman hace tres años, ya ni siquiera deja la mansión, si. Pero si hacen caso a los rumores, se dice que puede caminar tan bien como antes y que lleva una vida normal en su castillo.

—Entonces Sir Norman se aisló de todos, ¿eh?

Luego hacer un comentario aparentemente inteligente, me doy cuenta de que Norman no es de ninguna manera un nombre japonés.

—Todos rezamos porque ser recupere rápidamente, si, así podrá mostrarse al publico de nuevo, si. No suelen encontrarse personas así de buenas tan seguido, si. Todos tenemos esperanzas de que Sir Normal pueda prevenir que nuestros hijos y nietos vayan a la guerra, si.

—¡Ah! ¡Entonces si de alguna manera logramos verlo, deberíamos preguntarle si puede darnos una visa!

—... Oye, Muraken-kuuun...

Solo tengo conocimientos a medias cuando se trata de historia, así que el malentendido se va profundizando. El diccionario de nombres que tengo en mi cerebro no incluye Schindler, así que me está tomando un poco de tiempo seguir con la conversación. Esperen, si se trata de visas, ¿no sería ese Sugiura Chinue[11]?

Sin embargo, si este Norman realmente está del lado de los derechos humanos, entonces obtener ayuda de él puede que si sea posible. Mientras que mi cabello y mis ojos, así como mi identidad, no sean descubiertos, entonces tal vez seamos capaces de que nos den pasaportes.

—Oiga, tengo una pregunta Sr. Pelo Gris en el Pecho. ¿Es Sir Norman alguien que discrimina las razas diferen--?

—¡Oigan todos, escuchen! ¡Tengo terribles noticias!

Un hombre de mediana edad entra corriendo gritando. Su cabeza está envuelta en una tela al estilo pirata, pero del cuello para abajo su uniforme es el tradicional de un marinero: un uniforme marinero de colegiala. Es la primera vez que veo un hombre que no está desnudo.

—¡Terribles noticias, si! ¡Un compañero se acaba de enterar, si! ¡Se dice que Shimaron enviará un representante diplomático, si!

Tanto los trabajadores del puerto como las camareras entran en pánico ante las malas noticias. Varias personas vociferan su resentimiento contra su estado protector, pero rápidamente observan alrededor a causa de lo que ha salido de sus bocas.

—¿Qué se supone que hagamos ahora? ¿Entonces si va a haber una guerra?

—¿Por qué ustedes los jóvenes deben morir por ellos, eh?

—¿Si Norman prevendrá esto de alguna manera, si?

Murata se traga el resto de su almuerzo a grandes cucharadas, entorna los ojos corto de vista y adopta una expresión seria.

—Deberíamos irnos de aquí lo antes posible. Esto podría ponerse feo para nosotros si nos involucran.

—See.

La situación no es tan simple como crees. No importa lo rápido que nos movamos, ya estamos involucrados.

Después de todo, el potencial oponente de estas personas no es otro que mi propio país.

La camarera de antes caminan hacia nosotros sin que se escuche un solo paso y llena hasta el tope nuestros vasos. Mirándome de lado con una cara no tan seria, estira sus inclinados ojos azules en una sonrisa.

—En momentos como este, la leche de cabra es lo mejor. No solo ayuda a crecer, también ayuda a curar la rabia y el miedo, ¿sabes?

En este momento, una bebida de esa naturaleza suena muy, muy bien para mi.


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Referencias

  1. Referencia a la película La Momia a su vez un dicho japonés. Al decir “ir a saquear momias y terminar siendo tu una” se puede referir a dos cosas: ir a buscar a alguien y no ser capaz de volver tu, o ir a convencer a alguien de algo y ser tú el que termina siendo convencido.
  2. Hamunaptra termina en tora en japonés, que significa tigre, y Yuuri lo relaciona con los Hanshin Tigers, el equipo de béisbol que odia.
  3. Ropa interior antigua japonesa que consta de una sola tira de tela que se enrosca entre las piernas. A veces, una parte de la tela cuelga rectangular por delante sobre la entrepierna, a veces no. La parte trasera se enrosca sobre si misma y forma una fina linea entre las nalgas y las caderas, si el frente está descubierto, queda como un triangulo que contiene el bulto.
  4. Actriz, actriz de doblaje y escritora de cuentos infantiles.
  5. Shou significa pequeño. Shou Shimaron = Pequeño Shimaron.
  6. Kuruso es Crusoe pronunciado en japonés. Kuruzo y Kuruyo, ambos significan “venir”, e Ikuyo es “ir”. Lo de ser mas suave es porque termina en “zo”, que es masculino, “yo” es neutral.
  7. Canción lírica cuya letra es un poema, la música es de Schuber, conocido compositor de música clásica.
  8. Una canción infantil japonesa.
  9. Referencia a una canción que habla sobre perseguir tus sueños, y no es secreto que Yuuri quiere ser mas alto.
  10. Referencia a la vieja película El Hombre de la Mascara de Hierro.
  11. Oscar Schindler, empresario Alemán que salvo a miles de judíos durante la guerra. Sugiura Chigure, diplomático japonés que ayudo a miles de judíos a escapar escribiéndoles visas a mano, incluso cuando estaba dejando el consulado y continuaba escribiéndolas en el tren y arrojándolas hacia las multitudes.