To Aru Majutsu no Index:NT Volumen4 Principal 12

From Baka-Tsuki
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Principal 12[edit]

Oumi Shuri deja escapar un débil gemido. Puede deducir que está tendida en el suelo. La persona que la dejó inconsciente, Kumokawa Maria, está mirando su rostro. Lleva una mitad de limón en su mano. Debió usarla para despertar a Oumi Shuri.

Ya no se encuentran en la esquina del pasillo de antes.

Están en una extensa área llena de círculos concéntricos de escritorios. El área también está repleta de enormes monitores. Debe ser una sala de control para el suministro de agua caliente para Ciudad Baggage, pero es extraño que sólo ellas dos se encuentren ahí.

¿Normalmente se encontraría abandonada? ¿Los trabajadores huyeron debido a todos los problemas? ¿O realmente fueron eliminados por los atacantes?

En realidad, eso no importa.

La verdadera cuestión es que la chica fue alejada de la pelea entre Kihara y Gremlin.

Había perdido su única oportunidad en la vida.

“¡¡…!!”

Mientras se sienta, Oumi Shuri intenta lanzar su kunai hacia la garganta de Kumokawa Maria, pero Kumokawa la somete fácilmente con ambas manos. Entonces se para de manos con el kunai de Oumi Shuri como el centro, estira las piernas, y gira como un helicóptero de bambú.

El arma es arrebatada de las manos de Oumi Shuri.

Kumokawa Maria regresa su pierna derecha al suelo y gira alrededor de su recién adquirida daga.

“Como dije, no puedes ganar. Y si no puedes manejar una situación como esta, definitivamente no deberías ir más lejos. Tu orgullo no será lo único que salga herido. Aquellos sin experiencia en este tipo de amenazas no pueden reaccionar adecuadamente cuando la enfrentan. ¿O será que no comprendes algo de este niv-…?”

El enunciado de Kumokawa Maria queda inconcluso.

La razón es simple.

Sin previo aviso, una bazuca ha disparado hacia la habitación.

Kumokawa Maria apoya únicamente su pie izquierdo sobre el suelo e inclina su cuerpo como un puente gigante. El proyectil de la bazuca pasa por el área en donde hasta hace un instante se encontraba la parte superior de su cuerpo, pero cuando impacta contra el muro más allá y explota, la onda de impacto provocada es inevitable.

“¿¡Geh…!?”

Kumokawa Maria pierde el equilibrio, es derribada, y su figura rueda suavemente por el suelo. Al no pelear contra ese flujo, evitó cualquier golpe directo de los fragmentos del proyectil o los trozos del muro. Mientras rueda, intenta recuperarse inmediatamente. Pero en vez de eso, una sensación seca recorre su cuerpo.

En algún punto, una tercera persona entró al centro de control de transmisión. Kumokawa Maria fue detenida por el pie de dicha persona.

(Esto no es bueno. ¡El rol de la bazuca era desviar nuestra atención mientras esta persona entraba rápidamente a la habitación!)

La figura mirando a Kumokawa está sujetando un tubo gigante. Es la bazuca que disparó el proyectil. El atacante está a punto de blandirla hacia abajo como si fuera un arma blanca.

Kumokawa Maria tomó acciones inmediatamente para esquivar el proyectil de la bazuca que había sido disparado, pero ahora siente un escalofrío recorriendo su cuerpo. Sus movimientos se detienen lentamente pero con seguridad.

Un instante después, su conciencia le es arrebatada.

“…”

Oumi Shuri escucha un golpe pesado. Sin poder usarla más, el atacante lanza a un lado su arma blanca. A pesar de lo fácil que había sometido a Oumi Shuri, Kumokawa Maria ha sido derrotada en menos de 10 segundos. Sintiendo lo peligroso que es ese atacante, Oumi Shuri comienza a contar las armas ocultas entre su ropa. Supuestamente eso ayudaría a mantenerla calmada, pero tiene el efecto opuesto. Sin importar lo que use, duda que pueda ganar.

Mientras tanto, el atacante dice, “Umm, realmente no me agrada esto. Sería mejor si pudiéramos resolverlo sin pelear, pero…”

El atacante es una chica de estatura pequeña. Parece tener la edad de una chica de secundaria.

Su cabello está sujeto en dos bollos a la izquierda y a la derecha, y lleva puesto un suéter, minifalda, y medias negras. La falta de combinación en su ropa la hace parecer como si acabara de comprar todo lo que el dependiente le recomendó y de alguna manera combina con su actitud vacilante.

Su otra característica notable es lo que cuelga de su cuello. Un celular, una pequeña TV 1seg, y un aparato portátil. Los aparatos de precisión con pequeñas pantallas chocan entre sí mientras permanecen colgados.

“…pero como una Kihara no tengo otra opción.”

Oumi Shuri escucha un leve sonido electrónico y los incontables monitores alineados en el centro de control se encienden al mismo tiempo. En ellos se muestran varias gráficas cambiando a gran velocidad. A primera vista, su significado no queda claro, pero las pupilas de la chica atacante lo absorben todo. Las incontables gráficas danzan como seres vivos dentro de sus ojos.

“Entiendo, Amata-ojichan, no me gusta. ¡¡Realmente no me gusta, pero un Kihara lo haría de esta forma!!”

Sus acciones cambian claramente.

Con movimientos rápidos y habilidosos, la chica atacante corre hacia Oumi Shuri.

(¡¡…!! ¿¡Qué!? ¿¡Obtuvo algún tipo de información de eso!?)

Oumi Shuri mete sus dedos índices en sus calcetas y se levanta rápidamente, sacando algo de ahí. Son hojas de metal con ambos extremos puntiagudos que apenas y alcanzan el tamaño de grapas. Se usan para lanzarse, pero son diferentes a las bo-shuriken. Apunta hacia el suelo en vez de a la atacante. Varias hojas de metal se clavan en el suelo de madera. Son abrojos normales-Duda que la atacante vaya a pisarlos, pero debería reducir su velocidad para esquivarlos. Oumi Shuri planea acabar con la atacante en ese momento, así que saca otro kunai similar a una pala de jardinería.

Sin embargo, sucede algo que Oumi Shuri no esperaba.

No sólo la atacante no reduce su velocidad, sino que patea con precisión uno de los abrojos, lanzándolo directamente al rostro de Oumi Shuri.

“¿¡…!?”

Oumi Shuri intenta cubrirse la cara inmediatamente con el kunai, pero la atacante altera la trayectoria de su pie y lanza una segunda patada hacia el abrojo en el aire.

La trayectoria de la hoja de metal cambia enormemente y se incrusta en el abdomen de Oumi Shuri.

No es algún tipo de cuchillo, así que la herida no es mortal, pero el dolor causa que su cuerpo se paralice. Mientras tanto, la chica atacante despeja con precisión la zona de peligro de los abrojos y se dirige directamente hacia Oumi Shuri.

“Sí, sí, entiendo.”

El cambio en las gráficas de los monitores se vuelve más intenso y los ojos de la chica atacante absorben algún tipo de información a partir de ahí.

“Controlando el poder destructivo estilo martillo a nivel microscópico. ¿¡Ese era tu patrón de combate, cierto, Amata-ojichan!?”

(…Estoy acabada.)

El puño de la chica vuela directamente hacia ella.

Oumi Shuri alza defensivamente su kunai, pero la chica golpea su brazo, lanzando la punta del kunai directo a su rostro. Su garganta se seca.

No puede detener el movimiento del arma.

Apenas logra mover la trayectoria de su propio kunai hacia su frente más resistente para evitar un golpe fatal.

Y entonces otro puño derecho es lanzado.

Pero ese puño no pertenece a Oumi Shuri o a la chica atacante.

Es de una persona totalmente diferente.

La tercera persona lleva puesta una gabardina blanca que llega hasta sus pantorrillas y un casco blanco que cubre todo su rostro. Ninguna de las dos chicas sabe cuándo fue que éste se acercó.

El puño derecho de la tercera persona desvía con precisión el kunai de Oumi Shuri, protegiendo su cráneo en el último segundo. La chica atacante cambia de objetivo. Lanza un puñetazo directo y preciso hacia el rostro de la tercera persona.

Sin embargo, el sonido del impacto no resulta muy fuerte.

El hombre del casco determinó que no podría defenderse contra ella, así que pateó las piernas de la chica al mismo tiempo que ella había lanzado el puñetazo. Sin su peso apoyándola, el puño de la chica solo lanzó levemente hacia atrás la cabeza del hombre de casco.

Entonces, la chica atacante se coloca en defensiva y retrocede un poco.

“¿Kihara Enshuu, hm? Escuché que aún no calificabas como una Kihara,” el hombre de casco murmura.

“¿Quién eres?”

“Si quieres herir a estas chicas, tendré que hacerte mi enemiga.”

“Si quieres salvar a estas chicas, tendré que hacerte mi enemigo.”

Las gráficas se retuercen dentro de los ojos de la chica.

“Me gustaría algún consejo, Amata-ojichan.” Cuando habla, el patrón de las gráficas cambia claramente y el color cambia con cada nombre que pronuncia. “No. Ransuu-ojichan, Konshou-oneechan, Sokuryou-kun, Kaihou-obachan… No, no. Eso no. Eso no. Umm, umm… ¡¡Sí, Yuiitsu-oneechan!!”

“Así que cubres los pensamientos que te hacen falta al instalarlos en tu guión. ¿Tu especialidad original eran los Testament? Aunque tengo algunas dudas sobre si tu personalidad puede mantener esos patrones sin riesgo.”

“Sí, sí, Yuiitsu-oneechan. ¡¡Un Kihara haría esto en momentos como éste!!”

Ocurre un evidente cambio en todas las gráficas en la habitación.

Con las gráficas reflejadas en sus ojos, la pequeña chica alza su dedo medio y grita.

“¡¡Haré vibrar todo el dióxido de carbono en tu cuerpo y haré explotar todos tus jodidos vasos sanguíneos!! ¡¡…Eso fue muy estilo-Kihara!!”

“No.”

Mientras Kihara Enshuu corre hacia adelante intentando atacar, el hombre de casco sujeta los botones de su gabardina.

En el interior hay…

“¿¡Una mina de carga de forma convexa!?”

“Esto es lo que significa ser un Kihara.”

El hombre la detona sin vacilar.

Una mina de carga con forma es una mina creada de tal forma que la explosión se dirige a cierta dirección. Si quieres atacar a un agujero en el blindaje de un tanque o arma blindada, puedes conectar explosivos a la hoja cóncava similar a un cráter, lo que concentrará su poder explosivo en una sola dirección. Si en vez de eso quieres diseminar el impacto explosivo por un área amplia, puedes conectar los explosivos a una hoja convexa similar a una montaña, lo que expandirá la explosión en forma de abanico. Ese tipo se usa principalmente para personal anti minas que necesita acabar con tantas personas al mismo tiempo como sea posible y a menudo tienen pequeñas esferas de metal en su interior.

El hombre de casco tenía una mina de carga con forma convexa oculta bajo su gabardina.

Quinientas esferas salen disparadas en una explosión con forma de abanico y un alcance de 300 metros y una amplitud general de 200 metros.

(¿¡Está loco…!?)

Los Kouga tienen conocimientos sobre el uso de explosivos, así que la respiración de Oumi Shuri queda atorada en su garganta.

Las minas de carga con forma son hechas para que la fuerza destructiva se dirija en cierta dirección. En otras palabras, en otra dirección, uno no resultará herido por la explosión. Sin embargo, todo tiene un límite. Si uno se encuentra sujetando la mina cuando ésta detona, no hay forma de escapar sin un rasguño.

O al menos, así sucede en el mundo del sentido común que no tiene relación alguna con los poderes sobrenaturales.

“…Maldición, escapó,” murmura el hombre de casco.

Las orillas de su gabardina están quemadas. Como si explicara su supervivencia, una hoja de metal abollada cae desde su pecho, pero eso obviamente no está ni cerca de protegerlo de un impacto de semejante magnitud.

“Tal vez estaba muy cerca. Supongo que la atraje demasiado hacia aquí. En la base del abanico, la zona de riesgo se reduce a ambos costados.”

El hombre de casco desvía la mirada hacia la inconsciente Kumokawa Maria y después hacia Oumi Shuri. La chica alza su kunai.

“No. No puedes derrotarme con eso.”

“…”

“Ah, no es que te menosprecie. De hecho, quiero decir que tienes demasiada fuerza para matarme.”

Su lógica no tiene sentido.

O tal vez cualquiera que no pueda comprenderla no tiene derecho de estar en un campo de batalla. Oumi Shuri tiene la misma sensación a que si le preguntara a algún jugador de las ligas mayores la clave para la victoria y él respondiera, “No te sientas nerviosa”.

Y aún así deshacerse de eso es su objetivo.

“Para ser honesto, no ganaré nada peleando contra ustedes. Me especializo en Kiharas.”

(¿Primero tenemos a esos Kiharas, después lo que quiera que sea Gremlin, y ahora un especialista en Kiharas? ¿Cuántas fuerzas opuestas se encuentran reunidas en Ciudad Baggage?)

Mientras los ojos de Oumi Shuri se vuelven más y más hostiles, el hombre de casco comenta tranquilamente:

“Ya que no necesito pelear con ustedes, te diré lo que deben hacer para sobrevivir. Antes que nada, deben encontrar a Kamijou Touma.”

“¿…?”

“Está aquí, en Ciudad Baggage. Tomando en cuenta la situación, podría estar en cualquier lado.

Encontrarse con Kamijou Touma está directamente relacionado con su supervivencia. Para ser directo, si no lo encuentran, morirán.”

El hombre de casco dice de manera rápida. “Kihara Enshuu sólo las atacó por la preocupación poco estilo-Kihara que siente sobre ciertos elementos inciertos como que estuvieran cerca de Kihara Byouri. Sin embargo, ahora que todos los Kiharas las considerarán como piezas en este juego, será difícil que sobrevivan por métodos normales. Es por eso que tienen que encontrarse con alguien al nivel de Kamijou Touma.”

“¿Quién es Kamijou Touma?”

“Sólo un chico normal. No puede resolver ningún problema y estoy seguro de que no puede detener la destrucción de Ciudad Baggage por parte de los Kiharas y GREMLIN. Pero por otro lado, él tiene un método para salvar a todas y cada una de las personas a las que se encuentra. Al igual que los Kiharas que destruyen a todas y cada una de las personas a las que se encuentran.

Necesitan usar a alguien de su nivel para poder escapar de los Kiharas. Normalmente, Accelerator sería lo mejor para una pelea anti-Kiharas, pero él no está aquí. Por eso, tendremos que usar a alguien más.”

El hombre de casco se agacha cerca de la inconsciente Kumokawa Maria y revisa su pulso y respiración. Después de asegurarse de que no hay mayores problemas, voltea a ver a Oumi Shuri.

“Cuando esta chica despierte, dile que ciertamente morirán si no hacen lo que les sugerí.”

“¿Y qué se supone que harás tú?”

“Disculpa, pero yo tengo mi propio objetivo. Como dije, me especializo en Kiharas. Además, no estoy seguro de si podré protegerlas,” contesta el hombre de casco mientras se dirige a la salida con su gabardina maltrecha siguiéndolo.

Sus últimas palabras son pronunciadas suavemente pero con un tono que se adhiere a Oumi Shuri.

“Después de todo, yo mismo soy un Kihara.”

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