Yahari Ore no Seishun Rabu Kome wa Machigatteiru: Volumen 7 Capítulo 9

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La traducción de este capítulo fue realizada gracias a la versión en inglés de esta misma página.

Traducido por ValkarRouse

Capítulo 9ː La confesión de él y ella no llegará a nadie.

Parte 1

Extendiéndose a lo largo del sendero del bosque de Bambú, estaban los resplandores de las linternas escalonadas.

El tenue resplandor blanco se reflejaba en contra de los bambúes verdes a una distancia de apenas un par de pasos. Con el sol ajustándose bajo el horizonte, la luna que fue subiendo hasta lo alto del cielo ahora iluminaba con su luz tenue.

Si la bondad fuera visible para el ojo humano, entonces así sería como se vería.

Este espectáculo fue presentado en una forma dramática, que abarcaba una mezcla de coincidencia y azar. Estaba tan hermosamente entretejido que no podrías llamarlo de otra forma más que con la palabra bondad.

Este es el escenario preparado para el único bien de Tobe.

Lo que hizo que esto fuera posible es el hecho que todo el mundo había dicho pequeñas mentiras.

La encargada de llamar a Ebina es Yuigahama. Probablemente ella tendría que mentir y darle alguna razón arbitraria, pero su papel era traerla a Ebina hasta aquí.

Incluso Ooka y Yamato están mintiendo sobre algo así. Quiero decir que, sus intenciones no eran puras. En lugar de estar aquí para apoyar a su amigo, ellos estaban aquí simplemente por chismosos y para su disfrute personal, pero se lo estaban guardando para sí mismos, aunque era algo evidente por sus expresiones mansas.

En cuanto a Miura, que no estaba presente, sin lugar a dudas estaría fingiendo actuar ignorantemente de toda la situación actual; No preguntaría sobre esto, no va a tratar de detenerlo, y no va a prestar atención a ello.

Hayama no podía ayudar a su amigo incluso aunque quisiera. De todas formas, el estaba aquí.

Todos dijeron pequeñas mentiras. Aunque, dentro de todo este grupo de mentirosos, había alguien que no lo hizo. Yukinoshita, con una expresión más fría que lo normal, estaba aquí también.

Todos estábamos esperando la llegada de Ebina en la zona más interior dentro del bosque de bambú.

Hayama, Ooka y Yamato, se colocaron en un lugar donde pudieran evitar interferencias.

Tobe inhalaba y exhalaba aire repetidamente, mientras miraba el otro extremo del sendero. Cuando llamé a todos, estaba completamente rígido de la ansiedad por quedarme quieto mientras esperaba a que Ebina llegara.


"Tobe.."

"Hi-hikitani... Esto es como, esto es malo. Estoy locamente muy nervioso ahora mismo"


Él me dió una sonrisa extraña.


"Hey, ¿que es lo que vas a hacer si ella llegara a rechazarte?"

"Ya sabes, decir algo como 'so antes de que la cosa real pase, es un poco cruel, ¿no? Oh, ya no me siento tan nervioso... Ah, ya veo, ¿estabas probándome de nuevo?"

"Lo que sea. Simplemente responde, Ebina estará aquí en cualquier momento."


Mi tono indicó que no estaba interesado en una pequeña charla y sonó inesperadamente estricto.

Cuando Tobe se percató de esto, su expresión se endureció


"... Bueno, supongo que simplemente tendré que rendirme con eso."


La mirada de Tobe se fijó delante de la pista de él.


"Ya sabes, yo siempre tuve esta personalidad divertida y relajada, ¿cierto? Así que lo único que yo he hecho es simplemente pasar el rato con la gente. Pero ahora esta es la primera vez que actúo tan seriamente."


Fue suficiente para mí sólo escuchar esas palabras. Es por eso mismo que yo pude decirle algo en un tono que no sonara como una mentira.


"... Ya veo. Entonces, da tu mejor esfuerzo hasta el final.

"¡Oh, sabía que eras un buen tipo, Hikitani!"

"No es eso, idiota."


Yo me defendí de las manos de Tobe que me azotaron en la espalda y volví a mi posición original. Es un lugar especial que Ebina no sería capaz de verlo desde el sendero.

Cuando llegué de nuevo al lugar, Yuigahama y Yukinoshita me hablaron.


"Hikki, hay algo bueno en ti después de todo."

"Qué lo habrá puesto tan así, ¿me pregunto?"


Ambas sonrieron y hablaron en tono burlón.


"Pero es que es en serio. A este punto, Tobe va a terminar siendo rechazado."


Cuando respondí de vuelta, sus expresiones se hundieron ligeramente.


"Eso podría ser cierto."

"Si... Bien..."


Sin embargo, tenía una respuesta preparada para esta situación en particular.


"Por el momento, he pensado en algo que podría establecer paz."

"¿Qué es?"


Yuigahama ladeó la cabeza y preguntó.

Pero, sinceramente, no quiero hablar de ello. Ella quizás se dieron cuenta de mi leve vacilación, pero Yukinoshita dejó escapar un leve suspiro y esbozó una pequeña sonrisa.


"Bueno, te lo dejaremos a ti."


Yuigahama también asintió con la cabeza. Estoy agraecido de no haber cavado más profundo en esto.

Mientras hablábamos, Ebina, que fue llamada hasta aquí, podía ser vista. Enviamos a Tobe desde el otro extremo del sendero. Ebina continuó cruzando farol a farol, uno por uno, hasta que finalmente llegó a nuestra posición.

Tobe la saludó con una mirada de angustia en su rostro.


"Umm..."

"Uh huh..."


Cuando él la llamó, Ebina respondió débilmente. Sólo estar viendo desde lejos ya estaba haciendo daño a mi pecho.

Primero lo primero, Tobe definitivamente terminaría rechazado así. Y luego, los dos evitarían mirarse el uno al otro en el salón de clases. Ellos falsearían sus sonrisas, y poco a poco irían construyendo un muro entre ellos, y luego será natural que ya no se conozcan más. Incluso podrían hacer algo tan lejos como cambiarse de aula. Pero, el final que les esperaba, probablemente sería el mismo, sin importar lo que pase.

Pero tan desesperada como esta reacción podría sonar, sólo tal vez el futuro sea el que tiene algo más preparado en la tienda.

¿Era Tobe plenamente consciente de ese tipo de posibilidad? ¿Era consciente de que quizás podría llegar a perder las relaciones actuales que tiene ahora?

Es muy probable que Tobe se haya preparado a sí mismo para todo esto. Pero, ese es sólo un lado de la moneda. Tobe no es el único que se preocupa por sus relaciones actuales. El grupo al que tanto él como ella pertenecen también tenía participantes en la línea.

Es por eso que quizás ella hizo ese tipo de solicitud. Y es por eso que él estaba agonizando sobre esto.

Sólo hay una cosa en la solicitud de Miura. Ella no quiere perder nada. Si bien podrían terminar en diferentes direcciones, lo único que ella quería es mantener a su alcance todo lo mismo.


"Yo, la cosa es que..."

"......"


Ebina no podía decir nada en respuesta al tono de voz de Tobe. Ella se quedó allí en silencio, escuchando a Tobe, con sus manos juntas en frente de ella. Su expresión era claramente fría.

Ahh, esa es la expresión exacta que yo estoaba esperando.

Si yo quería hacer algo sobre la solicitud, entonces sólo hay un camino que puedo tomar. Necesitaba hacerlo para que Tobe no quedara directamente rechazado, así las relaciones en su grupo no serían tan tensas y para que pudiera permanecer en buenos términos con Ebina, Hayama y los otros.

En ese caso, solamente hay un único método posible.

El tiempo exacto es importante, y el impacto que tenga tiene que ser enorme.

Necesito tirar algo sobre ellos desde su punto ciego; algo que ponga todo al revés.

Tengo que pensar en algo que agarre por completo su interés. Algo que los haga tomar la iniciativa, algo que cambie al instante esa atmósfera.

Maldita sea, realmente me enferma cuando lo único que pude pensar hasta ahora son estos métodos ridículos, eso sin tener en cuenta el hecho de que uno me lo haya dado Zaimokuza antes. Maldición, en verdad me molesta tener que deberle algo a ese tipo.


"Huh, Huhum, verás..."


Viéndose determinado, Tobe habló. En ese momento, las cosas ya se habían puesto en movimiento.

Los hombros de Ebina se estrecharon en respuesta a Tobe.

A tan sólo diez pasos más. Tobe cortó sus palabras y clavó la mirada en los ojos de Ebina. ¿Todo sucederá a tiempo?

Ebina movió sus ojos en dirección a la linterna a sus pies. Ahora es el momento de decirlo.


"Me has gustado desde hace mucho tiempo. Por favor, sal conmigo."


Cuando ella oyó estas palabras, Ebina miró con asombro. Esa fue la reacción obvia.

Incluso yo estaba sorprendido. Hasta Tobe se sorprendió. Tobe se quedó sin habla, ya que las palabras que él quería decir, fueron arrebatadas por mí.

Ebina estaba desconcertada ante mi muy repentina confesión pero finalmente dio la respuesta correcta.


"Lo siento. Yo realmente no quiero salir con nadie por ahora. No importa quién se confiese a mí, yo definitivamente no saldré con ninguno de ellos. Si eso es todo, volveré ahora."


Ebina levemente inclinó un poco la cabeza y salió corriendo en un trote.

Tobe estaba congelado en su lugar con la boca abierta, sin poder moverse.

Ni siquiera pudo reunir algo ya que su tiempo fue arrojado fuera de balance. Las palabras de antes aún lo tenían en estado de shock. Su cabeza, sin embargo, giraba centímetro a centímetro en mi dirección.


"Ya has oído."


Mientras le dije esto, me encogí de hombros.

Tobe empujó su pelo hacia atrás y me lanzó una mirada de envidia.


"Hikitani... Tú no puedes 'cer algo como 'so, tú sabes... Digo, yo no salí rechazado, pero..."


El repetía "de ninguna manera" como si fuera un loro que fue entrenado para sólo decir eso.

Hayama estaba cerca, comprobando la situación, y cuando se acercó a Tobe, él le dio un golpecito en la cabeza.


"Sólo significa que no era tu tiempo aún. Así que, ¿por qué simplemente no disfrutamos ahora lo que tenemos en este momento?"

"Supongo que sí. Eh, ¿acabas de decir Ahora?"


Tobe dejó escapar un pequeño suspiro.

A continuación se movió hasta en frente de mí, y ligeramente golpeó mi pecho con su puño.


"Hikitani, lo siento, pero no me voy a echar atrás."


Tobe me dirigió una sonrisa encantadora y comenzó a alejarse fuera, viéndose satisfecho de sí mismo en alguna parte. Esperando por delante estaban Ooka y Yamato, que se pararon hombro a hombro y le dieron palmadas en la espalda a Tobe.

Hayama siguió después de él.

En el momento que pasó a mi lado, susurró algo al oído que sólo yo podía oír.


"Lo siento."

"No te disculpes."

"Yo estaba plenamente consciente de que esta es la única forma en la que tú sueles hacer las cosas... Lo siento."


La expresión con la cual me miró era como si me compadeciera. No era una expresión de triunfo o de ridículo. Era como si él pensara que yo soy lamentable y se compadeciera de mí.

Me llené de vergüenza y odio, hasta tuve que contener mi propio puño para evitar que se arrojara sobre Hayama.

Incluso aunque él ya se había ido, aquella mirada aún seguía arraigada a mi cabeza.

Una vez todos los chicos salieron del lugar, pude sentir el aire tensándose y cayendo.

Los únicos que quedan son Yukinoshita, Yuigahama, y yo.

Había una pequeña distancia entre los tres. Ahora que todo ya había terminado, sentí una oleada de alivio y entré en dirección en medio de las dos, mirando para ir de regreso al hotel.

Sin embargo, Yukinoshita se quedó plantada en su posición, mirándome. Una mirada fría, interrogativa, que hizo que mis piernas se sintieran más débiles. Hey, hey, no se burlen de mí demasiado. Ya tomé una sorprendente cantidad de daño con lo que dijo Hayama anteriormente.

Pero no había manera en la que pudiera pasar a través de ellas ahora.

En cualquier caso, la agudeza de sus ojos no flaqueó ni siquiera por un segundo. A un lado estaba Yuigahama, que miraba hacia abajo, sin saber qué hacer.


"Odio la forma en la que haces las cosas."


No fue hasta un poco después de haberme acercado lo suficiente que Yukinoshita empezó a decirme algo.

Yukinoshita apretó contra su pecho y continuó mirando hacia mí.

Sus ojos se filtraban por la ira que no tenía sentido alguno.


"No puedo explicarlo muy bien y es muy irritante, pero... Yo en verdad odio la forma en la que haces las cosas."

"Yukinon..."


Aquella que miró sobre la apariencia desgarradora de Yukinoshita era Yuigahama. El sonido de Yuigahama tragando saliva sonaba como si ella hubiera tragado sus palabras, y volvió a mirar hacia el suelo.

Mientras estaba allí, sin responder, Yukinoshita trató de decir algo, como si fuera un argumento verbal, pero esas palabras tampoco salieron. Ella juntó sus labios como si estuviera mordiéndolos.

Las hojas rojas bailaron en el viento. Yukinoshita desvió la mirada hacia ellas como si yo siguiera después de ellas.


"Yo... volveré primero..."


Declaró ella, con un tono frío, y se dió media vuelta para marcharse.

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Ella se fue caminando muy deprisa, como si quisiera salir del lugar lo más pronto posible. Incluso si yo habría corrido detrás de ella, no habría sido capaz de alcanzarla.

La única que quedó, Yuigahama, sonrió débilmente.


"¿P-Por qué no volvemos también?"


Lo dijo en un tono innecesariamente tratando de sonar energética. Haber comprendido eso fue de gran ayuda.


"... Cierto."


Respondí y comenzamos a caminar. Yuigahama me siguió, pero caminaba a un paso más lento.

En un intento por tratar de enterrar el silencio, ella intentó mantener la conversación fluyendo.


"Es como que, seh, yo creo que esa estrategia no era tan buena. Quiero decir, me sorprendió, e incluso Ebina perdió la oportunidad de decir algo."

"Si."

"Pero, seh, estaba muy sorprendida. Pensé que ibas en serio por un segundo."

"Ni en el infierno lo habría dicho en serio."

"Lo sé, verdad. Hajaja..."


A medida que la conversación irrelevante avanzaba, nos acercamos a la salida del sendero, y el sonido de los pasos de Yuigahama se detuvo.


"Pero..."


Las palabras que ella de repente soltó, me hicieron detener. Cuando mis mangas fueron sujetadas por alguien, me di la vuelta por reflejo.


"Pero, tú sabes... este tipo de cosas, no puedes hacer algo como eso..."


Yo quiero que deje de reír así. Es tan doloroso y desgarrador que no podía soportar seguir mirándola. Aparté la mirada en silencio.

Esa mirada de comparecencia y de lástima. Esos ojos agudos y con rabia dirigidos hacia mí. Y ahora, este tipo de sonrisa. Me resistí todo.


"Ese era el método más efectivo, eso es todo lo que era."


Esas fueron las únicas palabras que podían salir en este momento de mi boca.

Podría explicarlo lógicamente. Incluso tengo la confianza que podría endulzar mis palabras en todo tipos de formas para justificar mis acciones. Aún así, esas palabras quedaron en mi estómago, y continuaron degenerándose más y más.


"No se trata sobre ser eficaz ni nada..."


Aunque ella estaba mirando hacia abajo, aún podía oírla con claridad.


"Había gente que quería el problema resuelto. Obviamente, también había gente que quería que todo permanezca igual, pero la satisfacción de todos sería algo imposible. El compromiso que tomé era la única opción."


Lo que dije me hizo completamente consciente de mí mismo.

Ahh, esto es una sofisma. No es nada más que una excusa para justificar mis acciones, algo que no existía; Un falso pretexto. Esa es la única cosa que yo más odio en este mundo. Eso era decepcionante.

No hay manera en que Yuigahama se diera cuenta de esto. Podía oír un sonido similar al de una voz llorosa.


"Tobecchi no fue rechazado, y puede pasar el rato con Hayato y los demás. Ya no tiene que preocuparse por Hina también.... A partir de mañana, todo va a ser igual que iempre. Incluso quizás hasta estén mejor que antes."


Su voz temblorosa no me permitía oponerme. Y sus dedos temblorosos tampoco me permitían moverme.

Incapaz de enfrentarla a ella directamente, lo único que podía hacer era permanecer quieto en silencio.


"Pero, pero tú sabes..."


El agarre de mi puño se aflojó. Pero, rápidamente me agarró de la manga una vez más, esta vez con más fuerza.


"Tienes que pensar más sobre cómo se sienten los demás..."


Lo que siguió a sus palabras fue su respiración ligera.


"...Por qué puedes entender todo menos eso?"


Lo entiendo. Es decir, si algo cambió, no hay regreso.

Cualquiera sea el tipo de forma que esto haya tomado, es imposible volver atrás lo que ya se hizo, esto puedo garantizarlo.

Sin embargo, la chaqueta a la que se aferraba Yuigahama aún seguía estando horriblemente pesada. A pesar de que ella se estaba aferrando con una cantidad trivial de fuerza, mis hombros aún se sentían terriblemente pesados. Se sentía como si me desmoronaría si yo fuera a aflojar.


"Ese tipo de cosas, no me gustan."


Ella murmuró con una voz frágil y suavemente infantil, soltó el agarre de mi puño.

A partir de ahí, ella comenzó a caminar. Un paso. Dos pasos. Y así, cada vez alejándose más.

Seguirla a ella era imposible.

Para mí.

Todo lo que hice fue levantar mi vista hacia el cielo. La luz blanca, azulada, que iluminaba el bosque de bambú detrás de mí, parecía como si estuviera congelada en el tiempo.

La luna ya no podía ser vista.


Parte 2

La ciudad entera de Kyoto podía ser vista desde la estación de trenes. Mezclado en el paisaje habían construcciones modernas, templos, santuarios budistas, y varias cosas más. Entre el espacio de es estos edificios estaban las bulliciosas actividades de la gente.

Mientras que la ciudad no ha cambiado desde hace muchos años, esta vista, sin embargo, lo hace todos los días.

El eterno, famoso castillo real, continuó cambiando. Pero, la razón por la que esta capital es adorada por muchos, es a causa de su fundación inmutable. Sin ir por mal camino y sin deteriorarlas a medida que pasa el tiempo, el núcleo de esta ciudad continúa manteniéndose fuerte hasta estos días. Es precisamente por eso que la gente aprecia tanto a esta ciudad.

En otras palabras, independientemente de las distorciones por las que esta ciudad pueda llegar a pasar, seguirá siendo inmutable.

De ser así, entonces la naturaleza humana no cambiará. No pueden cambiar, es una verdad eterna. Sin embargo, hay momentos en los que no cambiar es la decisión correcta. Al menos, eso es lo que quiero creer.

Hoy es el último día de la excursión. No tuvimos que esperar mucho por el Shinkansen.

Estaba esperando a alguien en la tienda de regalos sin el menor interés en las cosas que allí se ofrecen.

Hay un individuo que realmente molestó al subir las largas escaleras exteriores. Es la misma persona que me susurró algo a mí cuando nos cruzamos en el viaje de autobús hacia la estación de Kyoto.


"Hallo, hallo~~ ¿Te hice esperar?"


Volteé la cabeza hacia esa voz.

El cabello negro le caía hasta sus hombros y tiene gafas con un marco rojo. Podías ver sus ojos a través de las lentes transparentes de las gafas y sus dos rasgos faciales y todo su cuerpo es de pequeña estatura. Si ella estuviera sentada en el mostrador de una biblioteca, se haría una imagen bastante impresionante.

Era la chica que me dió la solicitud de antes, Ebina Hina.


"Pensé que tendría que darte las gracias..."

"No necesitas hacerlo. En lo que concierne a tu solicitud, aún no ha sido resuelta."

Respondí brevemente y moví mis ojos hacia la ciudad de Kyoto, una vez más.

Por supuesto, la voz detrás de mí si llegó a mis oídos.


"Superficialmente, al menos. Pero, ellos ya lo consiguieron, ¿cierto?"

"..."

Mi respuesta fue reemplazada con el silencio. Para mí, Ebina es una existencia irregular.

Es precisamente por esa verdad que, a pesar de ser exteriormente alegre, caigo en el hábito de tratar de mirar más allá de sus palabras. Las chicas que parecen obedientes en la superficie e indiscriminadamente vienen a hablarle incluso a mí, son banderas rojas.

Debido a las experiencias pasadas con otras chicas como ella en la escuela media, se convirtió en un hábito para mí tratar de leer las palabras de los demás.

Es por esto que no podía dejar de sentirme incómodo con las palabras de esta chica que asumió la postura de una fujoshi. Si ella quiere una consulta, entonces yo quiero saber sus motivos.

En lo que respecta a la solicitud, el objetivo era que los chicos se llevaran mejor entre ellos, a la vez de la construcción de una cierta distancia entre ella y ellos. Además de eso, ella quería evitar directamente la confesión de Tobe, de tal manera que no habría ningún sentimiento de rencor después.

Es muy probable que no sólo se lo haya pedido a los del club de servicio; a Hayama posiblemente también se le haya preguntado. Es por eso que él estaba tan preocupado por todo y sólo quería llegar a una solución a medias.


"Gracias por lo de que hiciste anteriormente, realmente me ayudaste allí."


Cuando volteé hacia ella en respuesta a su voz enérgica, Ebina tenía una sonrisa de alivio.

Si tú pudieras hacer una sonrisa como esa, estoy seguro que habría otras cosas que podrías hacer también. Mientras pensaba en esto, palabras que no debían decirse salieron volando.


"... Tobe quizás sea una inútil excusa para un ser humano, pero creo que es un muy buen chico."

"De ninguna manera, de ninguna manera. Tú sabes, Hikitani, tú entiendes ¿verdad?. Quiero decir, no hay manera en la que yo fuera capaz de salir con alguien correctamente así como soy ahora."

"Eso es..."

"Es cierto."


Respondió ella sin darme tiempo para decir algo.


"Estoy podrida, después de todo."


Esas palabras que fueron acompañadas con una sonrisa fría, sonaron como si fueran excusas para alguien.


"...Supongo que es por eso entonces."

"Sep, eso es. Nadie me va a entender y no quiero que lo hagan tampoco. Es por eso que nunca seré capaz de salir apropiadamente con alguien."


Ahora bien, ¿Se refería a sus aficiones o a ella misma? Bueno, no es algo que valga la pena preguntar.

Intercambiamos sonrisas y Ebina levantó suavemente sus gafas. La mirada que era reflejada en esas lentes era un misterio.

Pero después de decir "Hooh" levantó su cara. Sus mejillas estaban ligeramente enrojecidas y tenía la sonrisa habitual.


"Tal vez si fueras tú, Hikitani, podríamos ser capaces de salir correctamente."

"Frena tus bromas, por favor. Sigue soltando esas cosas de tu boca y quizás termine cayendo ante ti."


Si oyeras esto desde un lado, probablemente sonaría como una terrible broma de pasada. Los hombros de Ebina temblaban mientras ella se reía.


"No me desagrada la gente como tú, que no pueden pensar nada de ellas mismas y son honestos sobre lo que dicen."

"Pero que casualidad, en realidad, a mí no me desagrada esa parte de mí tampoco."

"Yo igual. No me parece mal mi capacidad sin corazón de escupir las cosas que yo quiero."


Los dos nos alardeábamos con risas oscuras.


"Verás, a mí me gusta mucho la forma en la que soy ahora y lo que me rodea en este momento. Se siente como si hubiera sido un largo tiempo desde que tuve algo asi, por lo que pensé que sería un gran desperdicio perder algo como esto. Realmente me gusta donde estoy ahora, y la gente que va a estar a mi lado.


Los ojos de Ebina crecieron distantes y ella comenzó a bajar las grandes escaleras que iban hacia abajo. No podía ver nada, pero estoy seguro que lo que llenaba la vista de Ebina, era probablemente otra persona.

Mientras tomó un par de pasos pos la escalera mientras cuidadosamente miraba el piso, ella añadió una cosa más antes de salir.


"Por eso me odio a mí misma."


Miré silenciosamente a la espalda de Ebina mientras continuaba yéndose cada vez más lejos. Traté de pensar en palabras que podrían servir como respuesta a lo que ella dijo, pero nada vino a mi mente:

Cuando fue sólo una pequeña mentira para proteger tu bienestar, no puedes alabarte a ti mismo o criticarte.

Lo hiciste debido a que pensaste que era importante. Debido a que no querías perder aquello.

Intentaste ocultarte y fingir. Pero exactamente por eso acabarías perdiéndolo.

Y una vez ya hayas perdido aquello, llorarás por eso. Si sabías que ibas a perderlo, podría haber sido mejor que no te hayas molestado con eso en primer lugar. Si vas a agonizar sobre eso hasta tu muerte, entonces quizás lo mejor sería haberlo tirado a un lado.

En este mundo cambiante, las relaciones que dependen de la noción de cambiar probablemente existen. Cosas que anteriormente se rompieron y seguirán rotas, existen también.

Es por eso que todo el mundo miente.

... Pero, el mentiroso más grande de todos ellos, soy yo.


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