Zero no Tsukaima Español:Volumen3 Capítulo5

From Baka-Tsuki
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El Arsenal y La Familia Real[edit]

El arsenal de la fuerza aérea de Albion estaba localizada en las afueras de su capital, Londinium, en la ciudad de Rosyth. Antes de la guerra revolucionaria (que es lo que la reconquista llama la guerra civil que tubo lugar recientemente), Ese lugar a menudo era llamado El arsenal de la real fuerza aérea. Y así, Había todo tipo de edificios. Los numerosos edificios con masivas chimeneas fueron usadas para la fabricación de hierro. Cerca de ellos tenían pilas y pilas de madera usadas para la construcción y reparación de barcos.

El gran edificio de ladrillos rojos era el centro de control. Los tres colores de la bandera de la Reconquista podía ser vista blandiéndose con orgullo. Pero lo que mas se destacó fue el gran barco de guerra que parecía alcanzar los cielos.

El Lexington, el buque insignia de la flota, estaba anclado y cubierto por un tendido, similar a una gran tienda, para protegerlo de la lluvia. El barco de guerra cubría alrededor de doscientos metros, y era puesto encima de una gran plataforma de madera, de modo que esto pudiera ser remodelado tan pronto como fuera posible.

El rey de Albion, Oliver Cromwell, estaba observando la construcción junto con algunos sirvientes.

"Que grande, estaba buscando un barco confiable como este. Con un barco como este, no te sientes como si nosotros pudiéramos gobernar el mundo, ¿no, Jefe aparejador?

"Hablas bastante bien de mí"

El aparejador principal designado para la flota dirigida por el Lexington, Sir Henry Bowood, respondió medio asustado. El estaba en el barco de la Reconquista y era el comandante de la escuadra durante la guerra revolucionaria. Acreditado por la destrucción de dos barcos enemigos, fue ascendido a aparejador principal del Lexington. El estaba ahí para asumir el cargo de capitán cuando la remodelación fuera completada. Era una de las costumbres de la fuerza aérea de Albion.

"¡Mira esos grandes cañones!"

Cromwell apuntó a los cañones del lado de la nave.

"Esas nuevas armas son como el símbolo de la confianza que yo he depositado en usted. Estas fueron hechas por un grupo de alquimistas de Albion. Esas armas tienen una forma alargada, que según los cálculos..."

La mujer de pelo largo junto a Cromwell contestó: "Ellos tienes un campo de tiro de aproximadamente 1.5 veces mayor que la de los cañones usados en los buques de guerra de Tristain y Germania.

"Gracias, Señorita Sheffield"

Bowood miró a Sheffield. Emitía una atmósfera algo fría. Tenía alrededor de veinte años y llevaba un fino y bonito abrigo negro. Él nunca había visto una apariencia tan extraña. Ella no estaba llevando un manto... ¿era un mago?

Cromwell asintió con satisfacción y le dio unas palmadas a Bowood en la espalda.

"Ella es de Rub' al Khali. Diseñó esos cañones con la tecnología que aprendió de los elfos. Sus puntos de vista de la tecnología... no siguen nuestras artes mágicas. Ella posee los conocimientos de una tecnología que es nueva para nosotros. Ustedes deberían intentar conocerse”.

Bowood asintió de manera aburrida. El era un realista, pero creía fuertemente que los soldados no debían involucrarse en políticas. En otras palabras, era una persona puramente militarista. El comandante de la flota, quien lo superaba a él, se había unido a la armada rebelde, así que no tenía más remedio que participar en la guerra revolucionaria como capitán de la flota de la Reconquista. Para él, que había ejercido todo lo posible en aras de la defensa de la tradición y obligación de la nobleza de Albion, una noble tarea, Albion era aún un reino simple. Cromwell era alguien despreciable que acababa de tomar el poder y el trono.

“No hay una flota probablemente en Halkeginia que pueda emparejar el poder de nuestra Soberana flota real" Bowood había llamado la flota por su viejo nombre. Notando su cinismo, Cromwell sonrió.

"Sr. Bowood, la soberana realeza ya no existe en Albion."

“Verdad. Sin embargo, si usted asiste a la ceremonia de boda con estos nuevos cañones, me temo que esto se verá como una vulgar demostración de poder."

Cromwell, el primer rey santo y el presidente del concilio de nobles, y el gabinete de ministros de La república del sagrado Albion (el nuevo nombre de Albion) estaban ahí para asistir a la ceremonia de la boda de la princesa de Tristain y el príncipe de Germania. Ellos estaban ahí para viajar con la flota de Lexington.

"Traer nuevos modelos de armas para una visita de buena voluntad sería vista algo diferente, según las pautas de la diplomacia de los cañoneros," Dijo Bowood

Cromwell contestó casualmente, "Ah sí, aun no te he explicado el plan para esta 'Visita de buena voluntad', ¿Verdad?”

“¿plan?”

“¿Otra conspiración?” Bowood sintió un dolor de cabeza que le venia.

Cromwell susurró suavemente en las orejas de Bowood.

"¡¿Qué?! ¡No he oído hablar de un acto tan deshonroso en toda mi vida!"

"Se trata de una parte de los movimientos militares” Dijo Cromwell, Indiferentemente.

"¿¡Acaso no acabamos de firmar recientemente un tratado de no agresión con Tristain!? ¡En la larga historia de Albión, no hemos roto un solo tratado! "Gritó Bowood enfurecido.

"Sr. Bowood, no le perdonaré a usted por las críticas de índole política. Esto es algo que el concilio ha decidido y aceptado. ¿Planeas ir contra el concilio? ¿Desde cuando te convertiste en un politiquero?"

Con eso, Bowood se quedó mudo. Para él, los soldados eran espadas y escudos que no objetaban. Ellos eran los guardianes fieles del país, y estaban orgullosos de eso. Si se trataba de una decisión de alguien de rango superior, sólo podían seguir esas órdenes.

"Arrastraras el nombre de nuestro país en toda Halkeginia. Nuestro país será conocido por romper cobardemente los tratados." Dijo Bowood, perturbado.

"¿Ensuciar el nombre del país? Toda Halkeginia se regirá bajo la bandera de la Reconquista. Cuando recuperemos las tierras santas de los elfos, nadie se preocupará de asuntos tan triviales”.

Bowood se acerco de Cromwell.

"¿Romper un tratado es algo trivial? ¿Usted planea traicionar incluso a su propio país?"

Un hombre cercano a Bowood sacó su varita y lo detuvo. Bowood podía reconocer la cara oculta debajo de la capucha.

"¿s-su alteza?” Bowood sorprendido susurró.

La cara era del Príncipe Wales, que había muerto en la batalla.

“¿Capitán, me pregunto si usted podría decir esas palabras a uno de tus oficiales superiores?"

Bowood se dejó caer de rodillas. Tomó las manos de Wales y las besó. Entonces se puso pálido. Esas manos eran tan frías como el hielo.

Cromwell salió con sus sirvientes. Wales también lo siguió. El único que quedaba era Bowood, de pie, conmocionado. Wales, que había muerto, estaba vivo y en movimiento. Bowood era un mago triangular en el arte del agua. Incluso él, un experto en la magia del agua, que controla la composición de los seres vivos, no había oído hablar de un hechizo que podía dar vida a alguien una vez muerto.

¿Quizás era un golem? No, ese cuerpo estaba lleno de la vida. Siendo un usuario en la rama del agua, él sabía perfectamente bien el flujo de agua dentro de los seres vivos, incluida la de Wales.

Era definitivamente una forma desconocida de magia. Y Cromwell podía controlarla. Él recordó un rumor que había oído, y empezó a temblar. Que el rey Cromwell santo pudiera controlar el vacío…

¿Era la magia del vacío?

… La quinta rama legendaria de magia.

Con una voz temblorosa, Bowood susurró: "... ¿Qué diablos está planeando hacer para Halkeginia?"

Cromwell habló con el noble que caminaba junto a él.

"Vizconde usted desea ayudar en Lexington como el comandante de los dragones." Bajo un sombrero emplumado, los ojos de Wardes brillaron.

“¿Me estás diciendo que le eche un ojo a el?"

Sacudió la cabeza, rechazando la presunción Wardes.

"Ese hombre no nos traicionará. Él es demasiado terco y directo, por lo que podemos confiar en él. Sólo estoy prestándole su poder, ya que condujo el equipo de defensa de magia una vez. ¿Alguna vez has montado un dragón antes?"

"No. Pero no hay ninguna bestia en Halkeginia que no pueda dominar."

Cromwell sonrió afectuosamente de acuerdo. De repente se volvió a Wardes.

"¿Vizconde, por qué me obedeces?”

"¿dudas de mi lealtad?"

"No, en absoluto. Usted da buenos resultados aún cuando no lo solicitan".

Wardes se rió ligeramente. Se tocó la mano artificial que se había puesto recientemente en él.

"Yo sólo quiero ver la cosa que su Excelencia me mostrará"

"¿Las tierras santas?” Wardes asintió.

"Creo que lo que estoy buscando está allí."

"¿Tu crees ? Tu realmente no tienes ningun deseo, ¿no crees?" Dijo Cromwell.

Cromwell era originalmente un clérigo, pero no había una pizca de fe en él. Wardes bajó la vista hacia en un relicario de plata vieja. Dentro había dibujado un retrato de una bella mujer. Su corazón que siempre parecía frío a las personas alrededor de él empezó a calentarse. Después de mirar el retrato pequeño, susurró, "No, su Excelencia. Yo soy un hombre que desea algo mas que nada en este mundo."


Mientras tanto, en el cuarto de Henrietta, dentro del palacio real de Tristain, sirvientes estaban cosiendo ocupados el traje de novia que la princesa iba llevar. Marianne, la reina, también estaba allí. Ella obdervaba con una sonrisa, mientras que su hija estaba vestida con un vestido de color blanco puro. Sin embargo, la expresión de Henrietta era como la del hielo. Cuando los sirvientes le preguntaron cosas sobre las mangas y la posición de la cintura, ella simplemente asintió con la cabeza. Mirando a su hija en ese estado, Marianne despidió a los sirvientes.

"Mi hija querida, no te parece bien."

"Madre". Henrietta hundió la cara en las rodillas de su madre.

"Entiendo que no quieras esta boda."

"No, no es eso en absoluto. Soy una persona feliz. Soy capaz de contraer matrimonio. ¿No dijiste una vez que una mujer era feliz si ella conseguía casarse?"

En contraste con sus palabras, la cara bonita de Henrietta se puso miserable y mientras empezaba a llorar de dolor. Marianne le palmeó la cabeza con suavidad.

"¿Tienes a alguien a quien amar?"

"Tenía a alguien que yo amaba. Es como si estubiera en un río que fluye muy rápido. Todo lo que ha pasado por mí. El amor, las amables palabras... no queda nada ahora".

Marianne agitó su cabeza.

"El amor es como el sarampión. Si te calmas, lo olvidas."

"¿Cómo podría olvidar ..."

"Tú eres una princesa. Debemos olvidar lo que debemos olvidar. La gente se preocupará si te ven así. ", Dijo Marianne en un tono de amonestación.

“¿Por qué estoy casándome? " Henrietta preguntó tristemente. "Para el futuro."

"¿Para el futuro de… del país y la gente?”

Marianne agitó su cabeza.

"Es también para tu futuro. Cromwell de la Reconquista, quien esta en control de Albion, es un hombre ambicioso. Según lo que he oído, él tiene el control del 'vacío'."

“¿No es esa la legendaria rama de la magia? "

"Sí. Si es la verdad, entonces sería terrible, Henrietta. Tener demasiado poder corrompe a las personas. Aunque nosotros tenemos un tratado de no agresión, un hombre como él apenas no mirará hacia abajo obedientemente a Halkeginia desde los cielos. Es bueno para ti estar con un país poderoso, como Germania." Henrietta abrazó a su madre.

"… Perdóneme Madre por ser tan egoísta."

"Esta bien. El amor lo es todo en tu edad. No es que yo no lo entienda." Ellas se abrazaron fuertemente.


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