Maru-MA Volumen 06 Capítulo 2

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capítulo 2

Cuando Lord von Voltaire abre la puerta, un pálido humo violeta fluye hacia él.

Anissina está concentrada en una ominosa espuma de pie frente a su mesa de trabajo agitando contenedores y no parece ni siquiera tener intenciones de mirar hacia su amigo de la infancia.

La única persona que levanta la cabeza reaccionando a la presencia de Gwendal es la niña que se refugia en la ventana, apoyada contra el vidrio con los brazos alrededor de las rodillas.

—¿Encontraste a Yuuri? —pregunta.

—No.

—...Oh.

Ella mete la cabeza entre sus rodillas de nuevo. Incluso las colitas a los lados de su cabeza caen tristemente. Ya es tarde. ¿Pretende pasar otro atardecer en esta habitación?

—¿Has hecho algún progreso? —pregunta Gwendal.

Lady von Karbelnikoff Anissina, una de las Tres Grandes Brujas de Shin Makoku, la mujer con el apodo Demonio Roja, y su maestra de tejido en secreto, baja un frasco que está a punto de explotar cuando por fin nota a Gwendal.

—¿Y tu? No, puedo darme cuenta incluso si no dices nada. Solo tengo que mirar las arrugas entre tus cejas. El paradero de Su Majestad es desconocido y los reportes de los grupos de exploración también son insatisfactorios.

—Y encima de todo, ese mocoso caprichoso... oh, olvídalo. ¿Has hecho algún avance con Lord von Christ?

—Bueno, puedes ver por ti mismo como están las cosas respecto a él.

Günter Nieve aun reposa en su cama de escarcha y hielo. Él, y también el conejo de nieve en su entrepierna, se han puesto incluso mas pálidos que antes. Este si es un color mas parecido al de un cadáver real que a un cuerpo en animación suspendida.

Mientras tanto, el compacto Okiku Günter se sienta en una silla estrechando sus ya estrechos parpados lisos que hacen juego con su cabello negro recto, con un cigarrillo colgando entre sus labios.

Sus ojos en blanco están fijos en la distancia.

—Ya no el importa nada —refunfuña Gwendal.

—Asi parece.

—...Greta no ha dormido mucho, ¿no es así?

—Ahora que lo mencionas...

Cuando se trata de Anissina, casi todo lo que no esté directamente relacionado a sus experimentos termina siendo “ahora que lo mencionas”. Pensando que sería bueno que su hermano menor estuviera aquí, de repente se da cuenta como Wolfram asumió completamente el rol de padre.

Hoy se cumplen siete días desde que Lord von Bielefeld desapareció sin permiso.

—La niña probablemente no duerme porque su padre está desaparecido —observa Gwendal.

—Tengo algo perfecto.

—Agh.

Cuando Anissina gira, su llameante cabello rojo corta el aire con un chasquido y golpea a Gwendal en la barbilla como si intencionalmente le hubiera apuntado.

—Mi nueva obra maestra: Dueeerman~ Dueeerman~ Niños.


Novel0601.jpg


Anissina saca un libro un poco mas estrecho de la biblioteca llena de libros gruesos. Es mas o menos del mismo tamaño que el diario de Lord von Christ, pero parece algo grueso para ser un libro ilustrado para niños.

En la portada algo aterradora color rojo y violeta está escrito el titulo “Lady Veneno Anissina y el Laboratorio de los Secretos” en letras aterradoras.

—...L-Lady Veneno...

Ahora que lo ha mencionado en voz alta, la imagen de la portada es una mujer con largo cabello rojo que está estrangulando hasta la muerte a varios hombres.

La autora insiste con el libro hacia Gwendal mientras respira bruscamente por la nariz.

—Los niños de hoy en dia, tal vez debido a sus alborotadas vidas, simplemente no pueden dormir cuando llega la noche. Las madres alrededor del mundo se desesperan intentado hacer dormir a los chicos. Incluso si los amenazan diciéndoles que Hamanage[1] fue elegido en la reunión del pueblo parar merodear preguntando: “¿hay algún niño llorando? ¿hay algún niño portándose mal?”, eso solo termina estimulando su infantil e insolente inteligencia y cuando los niños descubren la verdad hacen un alboroto. Lamentando esta situación, lo que he creado para aminorar las penurias de las madres de este país es: ¡Duerman Duerman Niños!

—Solo parece un libro de cuentos ilustrado muy largo...

—¡Llamarlo libro de cuentos ilustrado es absurdo! Escondido tras su simple exterior, este libro posee un efecto mágico del 100%. Y usarlo es extremadamente fácil. No importa los malos hábitos para dormir que tenga un niño, está garantizado que apenas lean unas pocas paginas caerán rendidos.

Gwendal le echa una mirada rápida a la parte trasera del libro. No tiene el numero de serie que se necesita para comercializar publicaciones.

—Ah, eso es porque no fue publicado. Naturalmente contacté al Instituto Central de Literatura de Shin Makoku, pero los mal informados intentaron poner esta obra maestra de la literatura infantil en la sección de horror. Desafortunadamente, rechace su propuesta diciendo que estoy operando una organización de caridad. Honestamente, ¿exactamente por qué esta segunda entrega con tan apasionante desarrollo podría ser considerada como horror?

Ajá, en la parte de atrás se puede ver el titulo del primer volumen y las introducciones a las secuelas. “Lady Veneno Anissina y la Voluntad de los Pacientes”...Más que en la voluntad de los pacientes, ella está interesada en el desarrollo del majutsu y los experimentos, experimentos y mas experimentos. ¿Eres un Demonio? ¿Un Ogro? ¡Lady Veneno Anissina!

“Lady Veneno Anissina y el Arreglo de la Valija”... ¡Cuidado! ¡Lady Veneno Anissina está en esa valija![2]

—...Parece que es una enorme colección de historias para asustar mazokus.

De repente se siente bastante miserable.

—Bueno, ahora lee esto a Greta y esa niña caerá muerta del sueño. Oh, es verdad. Si tu lo lees será aun mas efectivo. Por alguna razón, tu voz es increíblemente majestuosa, a diferencia del resto de ti. Los pequeños seguramente se verán engañados por ella. Densham probablemente diría de nuevo que quiere hacer grabaciones y venderlas, pero... De todos modos, luego de escuchar esa voz tuya tan grave, ¡esos pequeños niños se esconderán bajo las sabanas duros del miedo e incluso tal vez mojen sus pantalones!

De ser así, mas que “Duerman Duerman Niños” es algo como “Incluso los Niños que Lloran Guardan Silencio”. Incentivado por la apasionada explicación de Anissina, Lord von Voltaire Gwendal comienza a leer con su profunda voz sin rival.

“Alguien ha profanado el cementerio.”

¡Ya desde el principio es de Maaal Presaaagio!





El chico de ochenta y dos años en la flor de la juventud está orgulloso de sus logros durante este año.

Se comprometió y adoptó una hija. Incluso logró superar sus quisquillosos hábitos con la comida.

Sin embargo...

—¡Bleg! ¡Bleeerghh.. be.. gleaaagh!

Aun se marea en los barcos.

—Su forma de vomitar se ha vuelto mas masculina desde la ultima vez que nos vimos.

Detrás de él está el Ángel del Campo de Batalla y sanadora de primer nivel, Gisela, frotando lentamente su espalda.

Lo que dijo fue completamente al azar, pero su toque es gentil y lleno de compasión.

—¿Masculino? ...Ugh... siempre he-bleh, sido un hom-breugh.

—¿De verdad?

Dos de los compañeros de Gisela se retiraron rápidamente a sus cabinas. Solo el soldado calvo de mediana edad y su colega con los ojos sanpaku poco amistosos están en la cubierta mirando desde cierta distancia.

—¡Su Excelencia~! ¿No quiere hacer la fila para la cena~? —le llama el de la cabeza pelada.

—¡No hables de comi-bleeegh!

—Es entendible, Su Excelencia. Los nobles no viajan en barcos como este.

El apresurado viaje del cual depende la vida de Su Majestad no da lugar a ser quisquilloso con el método de transporte. Lejos de ser un lujoso barco de turismo, los bordes de este carguero son tan ásperos que podrían crecerle pelos. A pesar de eso, los pasajeros abarrotan las pequeñas habitaciones sin quejarse.

Se sirve la comida dos veces al día, para las cuales tienes que formar una larga fila solo para conseguir un bol de sopa. Es para alegrarse cuando se sirve carne seca, e incluso hay días donde la comida es solo pan duro.

Wolfram fue educado como militar y pasó varios meses haciendo ejercicios navales. Pero ahora que lo rememora, eso solo fue “ser encargado” a alguien más que lo cuidase siendo un niño de las diez familias nobles. El entrenamiento que le pareció severo probablemente fue distinto al que los soldados regulares tuvieron que soportar. Incluso tuvo algunas experiencias en campos de batalla reales, pero todas desde la parte posterior, que no podría considerarse dura.

Hasta ahora, Wolfram solo ha podido ver las apariencias superficiales, viviendo una vida consentido y protegido.

Para él, los viajes en barco significaban banquetes magníficos todas las noche. Habría un espectáculo por la tarde de arponeo de pescados gigantes y luego la nave atracaría en un puerto animado y todo el adornado equipaje multicolor seria descargado. Eso es todo lo que le viene a la mente.

Pero todos estos pasajeros viajan en este barco de madera como si fuera perfectamente normal. La única cosa de valor es una estatua de bronce del primer capitán de la nave que para lo único que sirve es para que la nave se hunda mas rápido si le empieza a entrar agua. Aunque, la cabeza lisa es agradable al tacto.

Él solo ha sido especial y esta escena es lo que se considera normal.

—¿Le gustaría recostarse y descansar en la cabina un rato? —pregunta Gisela.

—...No. No creo que me sienta mejor si me apretujo en una de esas literas. ¿Cómo soportas esos camarotes? Una celda seria mas cómoda...

—Solo tiene que aguantar un poco mas. Para nosotros esto es un viaje perfectamente normal, pero no puede que no sea apropiado para Su Excelencia.

Gisela le da dos palmadas en la espalda como si reprendiera a un hermano menor.

Su tono no es para nada acusatorio. A pesar de eso, él se siente avergonzado de sus palabras.

—Lo siento.

Aunque solo justo ahora se ha dado cuenta de lo mucho que estuvo mimado, otra vez dijo algo infantil.

—No, por supuesto que esto le confunde. Esta es una clase social que no conocía hasta ahora. A menos que algo extremo pasara, nunca hubiera cruzado esta linea.

—Pero el siempre intenta ir allí.

—¿Esta hablando de Su Majestad? —la piel pálida de Gisela, típica de la tribu de sanadores, gana un poco de color. Sus amables y considerados ojos verdes se estrechan bajo sus pestañas al sonreír—. Su Majestad es maravilloso. Es una persona muy especial.

—¿Así que tu también lo ves de ese modo?

—Si, y no solo yo, todos lo creen. Su Majestad es el mejor. Nunca conocí a alguien como él. Es diferente a todos, y al mismo tiempo es como uno mas de nosotros. Se pone al mismo nivel que los ciudadanos. Aunque nosotros los soldados y la gente de la ciudad somos sus súbditos, nos trata como si fuéramos iguales. Nunca depende de su alcurnia o su rango, pero tampoco deja que nadie le intimide... Su Majestad es una persona misteriosa.

—Tal como dices, de verdad es un tipo raro y misterioso.

—Oh, no diría que es raro.

Al sentir el aire moverse a su lado, Wolfram voltea para ver a Gisela estirar su mano derecha hacia la puesta del sol. Desde la punta de sus dedos y hasta sus codos y sus mejillas está bañada en luz escarlata.

—...Lady von Wincott también era así.

—¿Susanna Julia?

—Si. Julia-- no, Lady Susanna Julia también me hablo como si fuera una vieja amiga incuso antes de que me convirtiera en parte de la familia von Christ. Ella tomó mis manos sucias y ensangrentadas y dijo que se sentían bien... ¿no crees que era parecida?

Al serle preguntado eso tan de repente, Wolfram olvida las nauseas por un momento.

—¿A quién? ¿A Yuuri? Ni idea. Nunca tuve mucho contacto con la familia Wincott. Conrart podría ser capaz de responder eso.

—Eso... es verdad. Es solo una sensación que he tenido de todos modos. Después de todo, Su Majestad no es ciego y está tan saludable como puede estar. Es solo que el maseki le queda tan bien, se siente como si fuera el dueño correcto.

—Hay algo que me ha estado molestando desde hace un tiempo...

Lord von Bielefeld duda si debería preguntarle a ella, pero al final gana su curiosidad y hace de una vez todas las preguntas que han agobiado su mente por años.

—¿Por que murió Susanna Julia? Ah, escuché algo de Conrart y también que se vio envuelta en combate real aunque era un miembro de las reservas. También se cual es el lugar donde murió en acción y cuantas ciudades se salvaron gracias a ella, pero... ¿cual fue la causa de la muerte? La gente dice que era habilidosa en el campo de batalla y otros dicen que fue un accidente durante la vuelta a casa. También se rumoreaba de una explosión en la que termino involucrada. Pero, ya que no hubo un cuerpo que enterrar, ninguna de esas afirmaciones puede ser confirmada. ¿Lo sabes, Gisela? ¿Como murió Susanna Julia? ¿Por que se paró su corazón? No, seré aun más directo. ¿De verdad se detuvo? ¿De verdad murió?

—¿Por qué me pregunta eso?

—...No puedo soportar esta ansiedad. Si la mujer que le susurra a Yuuri es ella... Si Julia Blanca aun está viva y está ayudando a ese novato con su majutsu... Temo que algún dia se lleve a Yuuri a donde sea que este ahora...

El hombre con los ojos sanpaku, el que no es Dacascos, camina lentamente al interior de la nave. Rara vez quita su extrañamente largo carcaj de su hombro y nunca se aleja de él. Es un hombre raro. Solo deja su arco en la litera. Mientras espera la respuesta de Gisela, Wolfram ríe disimuladamente pensando en las extrañas costumbres de ese hombre.

—Lady von Wincott Susanna Julia está definitivamente muerta.

En el momento que Wolfram escucha la respuesta la tensión se disipa. Al mismo tiempo, se arrepiente de haber preguntado algo tan extraño repentinamente. ¿Debería disculparse?

Pero Gisela continua hablando. No hay dolor a tristeza en su expresión. Ella parece simplemente continuar contándole la verdad.

—No fue una accidente. No se hizo de publico conocimiento, pero hablando con propiedad, no podría ser llamada una muerte en combate. No fue cortada directamente por una espada ni tampoco le dispararon con una flecha. De hecho, no había ninguna herida externa en su cuerpo.

—¿Pero entonces por qué no se enterró nada? ¿No querrás decir que los soldados de Shin Makoku dejaron atrás el cadáver de un compañero caído?

—Yo misma quemé el cuerpo de Julia.

¿Qué acaba de decir?

Los dedos de Wolfram aprietan el barandal. Por un momento no puede creer lo que ha escuchado.

—La asistente que acompañó a Lady von Wincott Susanna Julia era yo. Llevé a cabo mis ordenes. No tuve más opción que cremarla. Estoy segura de que estás al tanto de esto, pero los cuerpos de los miembros de la familia Wincott, incluso los cadáveres, no pueden dejarse sin supervisar. Porque a través de métodos antiguos se puede fabricar un raro veneno con su sangre.

—Pero aun así.

—Fue su deseo —Gisela cierra sus ojos brevemente y agacha la cabeza, entonces la levanta en silencio y decide que tal vez seria mejor hablar de esto—. Solo algunas personas lo saben, pero seguramente Su Excelencia tiene el derecho de saberlo. Eligió la muerte por si misma... no, esa no es una buena forma de decirlo... pero ella seguramente lo sabía. Ella sabía que pasa a los que utilizan un poderoso majutsu en tierras humanas donde hay pocos elementos que obedecen a los mazoku. Sabía lo que pasaría si usaba maryoku mas allá de sus habilidades con un cuerpo y alma lastimados y debilitados. Lo sabía, y aun así hizo lo que tenia que hacer. Entregó su vida sin dudarlo con tal de detener las fuerzas enemigas y salvar incontables pueblos y villas. Y el resultado fue... como fue predicho, desafortunado. Pero en ese momento le hice una promesa.

El sol poniente se refleja en los puros y tranquilos ojos verdes de Gisela que son prácticamente opuestos a los suyos y los de su madre.

—Le prometí que no dejaría que nadie mas muera como ella lo hizo.

Sin necesitar tiempo para sumergirse en sus recuerdos, Gisela voltea inmediatamente para mirar a Wolfram de nuevo. Ella muestra su sonrisa amable que calma a los enfermos y heridos.

—¡Traigamos de regreso a Su Majestad, Lord von Bielefeld! Antes de que haga algo imprudente en tierras humanas desconocidas.

—Si.

El barco comienza a mecerse fuertemente y las agitadas olas golpean sus lados. Hacia el Sur, lejos a la distancia, hay tierra a la vista.

Wolfram ya viajó antes una vez en un bote salvavidas hacia la costa a esta distancia. Los cuatro fugitivos remaron desesperadamente en el océano iluminado antes del atardecer hacia las oscilantes luces de la isla. Cuando Wolfram casi se quedaba dormido, Yuuri le enseño un cántico del otro mundo para dar ánimos.

De repente recuerda el agradable sonido de ese ritmo, al lado de su compañera de viaje en la cubierta.

—¿Conoces el coro que se usa cuando estás remando en un pequeño bote? Es así, Gisela.

Tira y empuja, incluso hace el movimiento.

—Eef-eef-fuu, eef-eef-fuu, así.

—Oh, Su Excelencia... esa es la técnica de respiración que las madres usan cuando dan a luz.

—¡¿Qué?!

Puu se congela justo cuando dice fuu[3].



Página principal Anterior Siguiente

Referencias

  1. Un juego de palabras sobre Namahage, un demonio del folclore japonés y parte de un festival donde los hombres se visten como él y van por el pueblo haciendo las preguntas mencionadas.
  2. Todos los títulos de los libros de Anissina son guiños a las novelas de Harry Potter, lamentablemente muchos de esos provienen de las versiones en japonés y se pierde mucho el chiste entre traducciones.
  3. El apodo de Wolfram es Wagamama Puu, Principito Caprichoso, suelo traducirlo pero en este caso como hay un juego de palabras gracioso hice una excepción. Siendo que Puu (de puu-rin-su, prince) tiene cierta gracia que no se puede adaptar, probablemente de ahora en mas lo vean mas seguido. También debo aclarar que Puu... viene de la pronunciación de Winnie the Pooh, la autora varias veces hizo clara la referencia (el cabello como la miel y ser conocido como “papa oso” no es coincidencia).